Creo que una gran mayoría, por no decir todos los enamorados de la locución, coincidimos en decir que el universo de la radio es un mundo mágico que fuimos creando desde nuestra infancia cuando a través de aquellas cajas de variados estilos, formas y tamaños, escuchábamos voces, música y sonidos que salían de su interior y nos hacían imaginar otro mundo distinto al que conocíamos.
Con el paso del tiempo un día cualquiera ese mundo mágico se hizo realidad para muchos y cada uno de acuerdo a sus circunstancias comenzó a vivir y a ser partícipe de aquel fascinante mundo de la radio.
Para Hernán Franco, un hombre que vive y disfruta la radio, la realidad de las ondas hertzianas no le fue ajena y aquel sueño de ser locutor que lo deslumbraba mientras pasaba sus días de infancia realizando duras faenas en medio del campo, también se le cumplió.
Hace más de dos décadas que Hernán Franco se dedica a hacer radio en el municipio de Rionegro. Vive pleno y feliz en medio de una consola y frente a un micrófono. Recupera y colecciona antiguas piezas con las que se hacía aquella radio que desde niño lo impresionaba. Conoce a mucha gente del medio que lo quiere y lo aprecia.
Hernán Franco no tiene ínfulas de nada. Es sencillo y modesto. No se considera ser parte de “las grandes ligas de la radio”, como él las describe, pero todos concordamos en decir que por su amor, perseverancia y dedicación a la radio, es merecedor indiscutible de todos los halagos y los aplausos.
Hernán Franco en las instalaciones de Rionegro Estéreo 104.4 FM
Por: Germán Posada
¿Recuerda qué escuchaba en radio cuando era niño?
Yo soy del pueblo Carmen de Viboral y recuerdo desde cuando tenía uso de razón que buscaba esa cajita mágica que es el radio y mi mamá en el campo escuchaba mucho la emisora La Voz De las Américas y de apenas cinco años me parecía curioso escuchar esas voces y como el locutor complacía con las canciones a la gente que le enviaba las cartas en ese tiempo, era muy típico escuchar ese tipo de radio.
Escuchaba en Todelar y RCN programas como La Ley Contra el Hampa, Solución a su Problema, Las Aventuras de Montecristo. En esa época escuchábamos puro AM “ventiao” porque FM no existía o si lo había, nosotros no teníamos el medio para escuchar esta frecuencia.
¿Y seguramente en algún momento dijo 'quiero ser locutor' o no pasaba por su mente esa idea?
Le cuento que si me pasó por la mente. Nosotros somos campesinos y yo trabajaba en el campo cuando llegaba de la escuela y haciendo los quehaceres cogiendo una pala, un azadón o un pico, soñaba y me imaginaba que tenía en mis manos un micrófono. Yo soñaba y en mi inocencia me creía locutor y presentaba música que escuchaba en esa época, me inventaba nombres de emisoras, daba la hora y cantaba comerciales. Así el rato en el campo se me hacía más cortico.
¿Qué otras labores hizo en su vida antes de iniciarse en la radio?
Primero arranqué en el campo. Fui campesino, agricultor, siempre trabajando al lado de mi papá hasta más o menos los 20 años de edad. Yo terminé mi primaria de vereda y no quise hacer el bachillerato porque mi papá es de las personas que piensa que si estudiaba era una perdedera de tiempo y que lo mejor era trabajar en la finca.
Pero cuando salí del campo y nos vinimos para el pueblo, comencé a trabajar en construcción y así me hice bachiller en el colegio nocturno, aprendí también de soldadura, cuide ganado en fincas y aprendí un poco de veterinaria en el Sena y fui instalador de vidrios en esta zona del oriente antioqueño.
¿Cómo le mostró la vida que lo suyo era hacer locución?
Yo creo que esas actividades que hacía me impulsaron a decir “yo quiero hacer radio”. En verdad los trabajos que hacía, eran muy duros, eran horas extenuantes y agotadoras de esfuerzo físico.
Yo le decía a mi papá que aspiraba ganarme la vida de otra forma y siempre guardaba ese sueño de ser locutor y trabajar en radio pero lo veía muy lejano de hacerlo realidad. En esa época resultó un curso de locución con la Cadena Súper en Medellín y me animé a hacerlo. Lo dictaba Chucho Benavidez Show, un locutor muy reconocido en Bogotá en la Súper estación.
Ese fue mi arranque en la locución. Recuerdo que no fue fácil porque había mucho estudiante y bastante competencia pero a mí me animaba mucho el estar ahí. Yo siempre he sido alguien entusiasta y con mucha chispa. Después comencé estudios en Comunicación pero nunca terminé y también hice dos diplomados.
¿Hizo locución en la ciudad de Medellín?
Terminado el curso en Radio Súper me dieron la oportunidad de hacer prácticas y en los turnos miraba como trabajaban, luego estuve por horas en Caracol y la magia de la radio cada día más me atrapaba y me di cuenta de que la radio era otro mundo que tenía que disfrutar y explorar.
En Caracol también era colaborador, allí conocí al gran amigo Mauricio Trujillo, quién me orientó mucho.
Mi trayectoria en Medellín realmente fue muy corta. Después me radiqué en el Oriente Antioqueño.
¿Cómo se dio su llegada a Rionegro Estéreo?
Rionegro Estéreo tuvo un proceso en el 98 cuando yo empecé como practicante, luego fue cerrada y después en el año 2000 me volvieron a llamar porque ya me conocían y desde esa época fui vinculado y ya son 20 años trabajando y espero me aguanten muchos años más.
Hombre Germán no llegamos a las grandes ligas pero hacemos una radio local interesante y sobretodo que uno se la goza y que eso me parece es lo más importante.
¿Y qué le decía su papá por haber cambiado las otras labores por la radio?
Mi papá se sorprendió y nunca creía que yo podía hacerlo, de hecho ni mi mamá ni mis hermanos. Hasta en mi pueblo Carmen de Viboral era apáticos con mi sueño. Yo lo hice por mérito. Yo tengo un tío que es locutor y trabaja conmigo, además trabajó en RCN. Recuerdo que cuando él me vio haciendo radio en Rionegro se sorprendió mucho y dudaba de mi permanencia en la emisora y gracias a Dios ha sido todo lo contrario.
Yo vivo muy agradecido con la radio y especialmente con la emisora Rionegro Estéreo. He tenido ofertas muy buenas para trabajar en Cadenas como Caracol y RCN, pero más por gratitud con la emisora y el gusto de hacer radio aquí en la región no me he querido ir y aquí pienso permanecer.
¿Cómo se siente en haber cumplido su sueño de ser locutor?
Yo me siento muy satisfecho. Tengo dos hijos de 11 y 15 años, soy casado hace 17 y estos veinte años en la radio me llenan completamente y me siento realizado. No he estado en las grandes ligas pero conozco a mucha gente de la radio. En esta zona del Oriente antioqueño he podido departir con amigos como Rubén Darío Arcila , Jorge Eliecer Campuzano, “Risa Loca”, Suso El Paspi y otros más.
Uno admira mucho a personalidades de grandes cadenas pero a veces conversando con ellos coinciden en decir que la mejor radio es la que se hace en la provincia. Alguna vez estando en Medellín en una celebración a la cual me invitaron estaba departiendo con Julio Sánchez Cristo y él me decía que su sueño es hacer radio como yo en un pueblito tranquilo y calmado colocando discos.
A mí me parece que en una cadena grande uno es, uno más, mientras que aquí en el pueblo la radio es de otro estilo, no es tan acelerada como en las grandes ciudades y también se puede hacer una radio con calidad y uno es más valorado.
¿Cuál es la faena de la semana haciendo radio en Rionegro Estéreo 104.4 FM?
Tenemos dos jornadas. Una semana empiezo desde las 6:00 am hasta la 1:00 pm y otra semana desde las 2:00 pm hasta las 9:30 pm y descanso los fines de semana.
En las emisoras de pueblo uno tiene que estar a cargo de todo. Me encanta hacer la producción de la emisora que hasta hace poco era el responsable, ahora esta responsabilidad es compartida. Pero en ciertos programas si me encargo yo. Por ejemplo en un programa de clásicos y baladas americanas llamado Archivo 104, yo lo programo. Otros programas de música romántica, de bohemia y de cantina soy yo quién se encarga.
Aquí hacemos de todo, arreglamos equipos y hasta barremos y trapeamos (Jajajaja).
Me imagino que es toda una personalidad en Rionegro. ¿Cómo lo trata la gente? ¿Qué le dicen de su trabajo? ¿Acaso recibe ideas para sus programas de radio?
A mí me parece que con el tiempo es que uno comienza a recoger los frutos. Gracias a lo que hemos hecho en la emisora es muy bueno salir a la calle y que la gente lo agradezca. Los fines de semana me encanta visitar las veredas porque no pierdo las raíces de donde yo vengo. Cuando estoy allí me transporto a lo que era antes y a lo que he logrado hoy en día y que sorpresas y que cosas tan positivas me ha dado la radio.
Es tanta mi pasión por la radio que estoy tratando de hacer un museo y eso hace más gratificante mi relación con la radio. En mi casa tengo el espacio que decoré para el museo y ahí me siento a disfrutar de todas esos objetos con las que se hacía la radio años atrás y en donde pasaron grandes voces y locutores que hicieron historia en este mágico mundo de la radio. Mi objetivo es conservar esos objetos de este bonito invento.
¿A propósito de este tema en donde fue la primera vez que vio que estuvieran destruyendo o botando equipos de radio?
En Medellín, en el barrio Laureles en donde tuvieron una sede de Caracol hasta hace poco. Alguna vez vi sacando unas cintas y lastimosamente ya estaban acabando con lo que había y eso me dolió muchísimo que ni sé con qué compararlo.
Yo no podía creer lo que estaba presenciando. Ver como destruían en donde pasó y se escribió tanto, en donde hubo tantas alegrías y tristezas, en donde mucha gente les cambió el sentido de la vida y terminar así en la calle.
Lo peor fue que cuando pedí que me los regalaran me dijeron que no, según ellos, por cuestiones de auditoría, me decían que no era posible por lo del inventario y por temor a que yo montara una emisora. A mí lo que me daba era risa porque cual emisora iba yo a montar con esos aparatos, hoy en día la radio ha cambiado mucho.
Pero me propuse y hoy en día muchos amigos me han ayudado a esta tarea y hemos salvado algo de este patrimonio de nuestra radio.
Parece que ahora ya es muy distinto ¿Es verdad qué ahora hasta lo llaman y le regalan de estas piezas?
Así es. Aunque a veces la gente es muy recelosa con esto. En especial tengo una gratitud inmensa con Caracol y de hecho la gente cuando visita mi mueso me pregunta que por qué tengo más cosas de esta empresa. Lo que pasa es que muchos amigos que han trabajado allí y otros que todavía están activos me han tenido en cuenta.
Le cuento que a un micrófono bastante grande y muy especial que tengo de Caracol, vinieron para tomarle fotografías cuando esta empresa cumplió sus 70 años.
En otras partes como en RCN, Todelar ó en Súper, aunque me han regalado objetos son más bien complicados para este asunto.
“Cogiendo una pala, un azadón o un pico, soñaba y me imaginaba que tenía en mis manos un micrófono.”
Hernán Franco.
Según he leído los objetos que suman su museo son unos 80. ¿Qué es lo que más le ha parecido especial entre lo que tiene?
Yo digo que todo es importante pero hay un micrófono RCA que resalta mucho y pesa casi 5 kilos, incluso la persona que lo iba a tirar a la basura era porque no sabía que era un micrófono y un amigo mío lo rescato y me lo paso a mí. Ese micrófono me encanta mucho al igual que una consola Harris de los años 70s en donde Montecristo hacía sus programas en RCN.
¿Qué tan cierto es que al parecer va a donar lo que tiene a un museo?
Ya lo tengo claro y no voy a donar nada porque mientras esté vivo lo voy a disfrutar al máximo. Son varios colegas los que amablemente han pasado por mi casa y disfrutan de todo esto. De hecho mi museo ha servido para que graben escenas en donde necesiten que aparezca algo de radio de otras épocas.
Mis hijos también quieren conservar el museo porque consideran que yo he hecho un gran esfuerzo para adquirir estos objetos. Mi hijo mayor, por ejemplo, es un gran lector e intelectual y valora muchas estas cosas de la historia, incluso el me habla de los datos de los equipos que tengo y me cuenta detalles al respecto.
Alguna vez haciendo un Diplomado de Comunicación y Desarrollo en la Universidad Católica me decía un sicólogo que nosotros a través del tiempo hemos botado la cultura y la historia a la basura. Creo que hemos perdido algunas costumbres que tal vez en otras partes del mundo valoran más el arte y la historia.
Leí que le gusta la frase del locutor y periodista argentino Martín Wullich: “La radio es el teatro de la mente”. ¿El telón de la imaginación en la escena de la radio se está cerrando ahora con tanto recurso y tecnología?
En algún momento dijeron que la radio desaparecería con el invento de la televisión pero todavía existe incluso con la variedad de canales y redes que la tecnología ofrece hoy como YouTube.
A mi manera de ver la radio se ha fortalecido mucho con tanta tecnología, los Podcasts son otra manera de hacer radio, pero la creatividad y la imaginación de la radio siempre va a existir. Si se ofrecen programas de buen contenido siempre van a favorecer a la comunidad.
¿Qué tan grato le resulta estar haciendo radio en Rionegro?
Le cuento que lo disfruto mucho. En la emisora de mi tierra hay una emisora y he tenido la oportunidad de trabajar allá pero creo que aquí en Rionegro es la capital del oriente antioqueño. Es una llamémoslo “ciudad” de unos 150 mil habitantes y es aquí en donde me he enfocado, disfrutado y criado la familia.
Aquí he tenido la oportunidad de hacer promociones con gente formidable de la radio como Gustavo Niño Mendoza, Alberto Piedraita Pacheco, J Fernando Quintero, Jaime Martínez (qepd) que identificó toda la vida a RCN, el venezolano Baldomero Martínez, Daniel Durango, Armando Plata, El Capi, Jesús Alzate Arroyo, Rubén Darío Arcila, Eucario Bermúdez, Guillermo Botero, el chileno Jaime Espinoza, Hernán Peláez, Julio Cesar Luna, Luis Fernando Posada, Santiago Munevar, Tuto Castro, el mexicano José Lavat, Alexander Pinilla y otros más que se me escapan en este momento. Poder hacer esto con estas personas que yo creía inalcanzables ha sido todo un honor para mí. Esto es mágico, es un sueño que se me volvió realidad.
Le cuento que también tengo una buena colecciono de saludos de estas grandes personalidades de la radio.
En un principio la gente aún no identificaba muy bien la emisora ¿Le costó bastante hacer que Rionegro Estéreo 104.4 FM gozara de reconocimiento?
Imagínese que esto es de tiempo. Esto es de marcar, marcar y marcar. Siempre insistir, comentar, repetir y decir. Véase por ejemplo marcas tan reconocidas como Coca-Cola y aún así siguen necesitando la publicidad, esto mismo paso con Rionegro Estéreo, al final la gente termina con la información en su cabeza.
No somos marcas como Caracol ó RCN, pero el objetivo es llegarle a la gente con un producto bueno, que a la gente le quede, que recuerde en donde fue que escucho esa música o esa noticia. Es un trabajo de estar haciéndolo todos los días, mañana, tarde y noche.
Usted ha dicho que antes había más amor por hacer radio. ¿Por qué se ha perdido ese amor por la radio?
Creo que el tema de los arrendamientos o incluso la venta de espacios en la radio a personas que no tienen la ética y la responsabilidad de ofrecer buenos contenidos de alguna manera le ha mermado la credibilidad y el gusto a una buena cantidad de oyentes para seguir conectados con la radio. Escuchar programas en donde sólo son ventas de productos, temas de esoterismo en donde le venden falsas ilusiones a la gente, y otras cosas por el estilo ha sido desastroso para la radio. De esta manera no estamos construyendo y lamentablemente son los mismos directores y gerentes los que están contribuyendo a que este medio de comunicación tan importante pierda valor. Creo que la radio está siendo muy castigada.
Yo he tenido la oportunidad de darle algunas charlas a estudiantes de la Universidad Católica y la Universidad de Antioquia que han visitado mi museo para hablar de radio y del por qué tengo mi museo. Cuando ven esto que no tiene nada que ver con lo que ellos conocen de la tecnología me preguntan qué como hacían radio en esa época. A esto les respondo que la radio era hecha con sentimiento y el amor de otros años. Ahora es doble clic y suene lo que quiera.
¿Cómo se ve a futuro Hernán Franco con la radio?
Quizás ya pensionado me veo haciendo un programa musical en mi pueblo de una o dos horas diarias o semanales hablando de música y de artistas. Algo en lo que pueda disfrutar y expresar cosas bonitas hacia las personas que me están escuchando, eso me encantaría.
También poder establecer contacto con locutores de la vieja guardia y con los de las nuevas generaciones, creo que esto es muy importante.
Usted es un ejemplo de que los sueños son realizables, de no abandonar y dejar de lado los propósitos en la vida. Definitivamente es un ejemplo a imitar. ¿Qué les sugiere a las nuevas generaciones qué sueñan con hacer radio?
Por experiencia cuando he brindado charlas a estudiantes puedo decir que una cosa es la teoría y otra es la práctica. He visto que cuando van a hacer sus prácticas los pelaos hacen dos o tres noticias y creen que con esto van a llenar un espacio de 15 minutos, media hora ó más tiempo. Siempre hay que tener material de sobra, siempre les digo que cuando hagan radio tengan material de sobra y no que lleguen a mitad de camino y se queden mudos porque la radio tiene que estar siempre sonando y vibrando.
La academia es muy importante pero la practica también y es ahí en donde comenzamos a transmitir muchas sensaciones que es con lo que les llegamos a los oyentes. No podemos ser tan quietos, la radio es de mucha creatividad y observo que en los muchachos de hoy en día este aspecto está muy vacío.
Me parece que uno tiene que insistir, también aprender a decir soy capaz. A mí me fascina montar en bicicleta y hay trayectos que son bastante largos pero hay que proponerse a hacerlos. Es lo mismo con la radio o con lo que uno quiera hacer en la vida. Las generaciones de hoy en día quieren tener las cosas ya, pero en la vida siempre hay un proceso para llegar. Todo es de tiempo.
Muchas gracias.
Saludos para usted y todos los seguidores de su página. Me siento muy agradecido porque yo creo que yo no estoy a nivel de las personas que usted ha entrevistado, de gente demasiado buena, yo estoy por allá en la última banca, pero gracias por tenerme en cuenta.
Mi amor y pasión por la radio es muy fuerte. Algo muy especial que me sucedió es que Rubén Darío Arcila en su libro -El Ultimo Apaga la Luz- en su última página me tuvo en cuenta y mi nombre aparece en su lista de agradecimientos al lado de grandes leyendas de la radio colombiana, algo que considero inmerecido para mí. Esto me causó un gran impacto y estaré eternamente agradecido con él. Ese día me sorprendí como me sorprendo ahora con usted al hacerme esta nota.
La radio es una 'goma', hoy, mañana y siempre. Si no se tiene 'goma' por esto mejor empaque y vámonos y no hagamos radio.
“No llegamos a las grandes ligas pero hacemos una radio local interesante.”
Hernán Franco y su colección personal del Museo de la Radio.
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