Gustavo NiƱo Mendoza: āTodo lo que hoy soy se lo debo a Dios y a mis padresā.
- German Posada
- Jan 15, 2017
- 10 min read
Updated: Dec 10, 2024
Comenzar el 2017 publicando una entrevista con el gran Gustavo Niño Mendoza es un hecho que me honra enormemente. Escuchar, dialogar y compartir, con una de las voces mÔs prestigiosas de la historia radial colombiana, es sumergirse en lo mÔs profundo de ese mar de sensaciones radiales que hicieron el deleite mÔs sonoro de varias generaciones que tuvimos la dicha de vivir e imaginar a través de su voz la cotidianidad nacional.
Palabras mĆ”s, palabras menos, āLa Voz de Oro de ColombiaāĀ como se le distingue al maestro NiƱo Mendoza, es un inmenso calificativo que poco necesita presentación.

Gustavo NiƱo Mendoza. Foto: Carlos Rosales. Cadena MelodĆa.
Por GermƔn Posada
G.P.: ¿Maestro como recuerda sus inicios en la locución?
G.N.M.: EmpecĆ© muy joven, un peladito, inclusive muy niƱo. Mi hermano mayor estudió periodismo en la Universidad JaverianaĀ y trabajó con varios medios de comunicación, agencias de noticias y fue profesor universitario. El me prendió ese deseo de que me gustara la radio. Yo era un niƱo de unos 7 aƱos y Ć©l me llevaba a una emisora en Tunja, mi ciudad natal, que se llamaba Radio BoyacĆ”. AllĆ inició tambiĆ©n Yamid Amat. Ā Cuando la conocĆ me comenzaron a gustar los micrófonos, las consolas, el locutor que hablaba y yo me fui creando esa idea de la radio. Cuando tenĆa unos diez aƱos recuerdo mucho que en el cuarto de -San Alejo- de mi casa habĆa unas victrolas viejas de mi padre y yo las organicĆ©, mi padre conservaba unas cajas de agujas de esas victrolas y yo se las ponĆa y me hacia el micrófono con una escoba y comenzaba a imitar lo que habĆa visto en Radio BoyacĆ”. AsĆ me empezó el amor por la radio y la primera vez que tuve la oportunidad de ingresar a ella fue por allĆ” en los aƱos setenta en āRadio ĆnicaāĀ en Tunja.Ā AllĆ comenzó mi carrera como locutor. Me acuerdo mucho de que cuando hablĆ© con el director de la emisora Ć©l me preguntó por mi experiencia, yo tenĆa 17 aƱos, le dije que ninguna, pero yo ya habĆa practicado mucho en mi casa. Me pusieron a anunciar discos, rancheras, baladas y estuve unas 2 horas. āUsted tiene madera,Ā pero le falta mucho y ademĆ”s no puedo pagarleā, me dijo el director de la emisora y yo le respondĆ: āYo le trabajo gratisā. AsĆ trabajĆ© alrededor de cinco meses. Madrugaba a las cuatro a hacer āBuenos DĆas BoyacĆ”ā. AlgĆŗn dĆa cuando se retiró un locutor llamado Didio Emiro PeƱa CastellanoĀ yo lo reemplacĆ© y comencĆ© a recibir salario, recuerdo que eran 900 pesos mensuales.Ā
G.P.: ¿Es verdad que tiene talento para el canto también?
G.N.M.: Yo creo que tengo talento para cantar, lo que pasa es que tambiĆ©n tengo un defecto muy espantoso y es que mi memoria es terrible y se me olvidan las letras de las canciones.Ā Yo canto con cancionero en las manos (jajaja). Son muy pocas canciones las que me aprendĆ en mi adolescencia. Algunas de Sandro y otras de Leonardo Fabio, como āHoy la viā. Yo alcancĆ© a cantar en Tunja con algĆŗn trĆo muy bonito que existĆa en esa Ć©poca e hicimos algunas serenatas, recuerdo que Fany mi primera esposa en ese entonces mi novia me decĆa que no querĆa que fuera cantante porque me volvĆa un borrachĆn, pero muchos locutores tambiĆ©n tomamos trago (jajaja).Ā
G.P.: ¿A quién o quiénes agradece por su carrera en la radio?
G.N.M.: Hay varios. El primero fue HĆ©ctor VelĆ”zquez LaosĀ (q.e.p.d.) quiĆ©n fuera un reconocido actor en nuestro paĆs. El me dio la oportunidad de practicar la locución en āRadio Unicaā. Clemente Jota RodrĆguez Rojas, creador de una cadena de radio en BoyacĆ” que se llamaba āEl Grupo Libertadores de Emisorasā. El me colaboró muchĆsimo, creyó en mĆ y yo fui estrella en BoyacĆ” en ese grupo de emisoras que era lo mĆ”s famoso que habĆa en el departamento entre 1974 y 1975. Ā Ya en BogotĆ” fue Enrique Paris SarmientoĀ (q.e.p.d) un gran creativo de la radio colombiana. Armando Osorio Herrera, quien me enseñó a leer noticias y por el cual yo estuve 24 aƱos leyendo los noticieros mĆ”s destacados de Caracol cuando los locutores se utilizaban para leer noticias. Jairo Tabón de la RocheĀ creyó en mĆ y me promovió en Caracol. Ā A Yamid AmatĀ y tantos que se me escapan.Ā
G.P.: ĀæCómo se siente ser reconocido como āLa Voz de Oro de Colombiaā?
G.N.M.: Muy orgulloso y a veces un poco inmerecido porque hay Ā Ā grandes locutores, grandes voces. Esto me lo dijo EdgarĀ ArtunduagaĀ a quiĆ©n se lo agradezco infinitivamente.Ā
G.P.: ¿Y usted que es admirado por su voz, a quién admira personalmente?
G.N.M.: La mayorĆa estĆ”n fallecidos.Ā Juan Harvey Caicedo, Alberto PiedrahĆta Pacheco, Otto Greiffenstein, JaimeĀ MartĆnez Solórzano, Fernando Calderón EspaƱa, Tito MartĆnezā¦Son muchos. Ā Hoy en dĆa no reconozco voces, he oĆdo algunas en televisión que me gustan, pero ni sĆ© los nombres. Yo me quedĆ© en mi Ć©poca y admiro profundamente a la gente que me acompañó a mĆ.Ā
G.P.: ¿La locución es una profesión o un oficio?
G.N.M.: Yo creo que la locución es mĆ”s que todo un instinto antes que profesión u oficio. AsĆ como lo tuvo Ludwig van BeethovenĀ para la mĆŗsica o para la pintura nuestro querido maestro Fernando Botero. Es un talento que hay que explotarlo y volverlo profesión. El gobierno colombiano nos lo volvió oficio porque nos quitó la licencia de locutor como les quito tambiĆ©n la licencia a los periodistas. La locución es un instinto que lo profesionalizamos con calidad los que tuvimos la oportunidad de hacerlo.Ā
G.P.: ¿Maestro entonces esa licencia de locución hace realmente la diferencia entre un buen locutor y otro que no lo sea?
G.N.M.: Es completamente relativo porque pienso que cuando existĆa la licencia tambiĆ©n habĆa personas que la adquirĆan muy fĆ”cilmente sin tener las calidades y las cualidades para ser locutor. Pero hoy en dĆa sin licencia se ha convertido en un problema mĆ”s grave. Hoy en dĆa el locutor es cualquier persona. Gente que ni siquiera se sabe expresar, que cometen errores gramaticales de la sintaxis. En resumen, pienso que la licencia si fue muy importante.Ā
G.P.: ¿La locución es sólo para aquellos timbres de voz grave, fuerte?
G.N.M.: No solamente para las voces gruesas. Yo creo que hay voces que no necesariamente necesitan ser potentes. Hay voces agradables, que respetan la pronunciación, el idioma, el orden gramatical. Conozco muchos colegas que se me olvidó nombrar que no tuvieron esas voces pero que fueron muy respetuosos de la locución.
āLa locución es un instinto que lo profesionalizamos con calidad los que tuvimos la oportunidad de hacerlo.ā

Gustavo NiƱo Mendoza. Foto Archivo Personal.
G.P.: ¿En dónde considera comenzó su carrera como locutor profesional?
G.N.M.: Yo dirĆa que desde el momento en que me dieron la oportunidad en āRadio Ćnicaā inclusive gratis. Pero mĆ recorrido en profundidad como profesional fue en Caracol Radio. Empresa a la que indudablemente le guardo los mis mĆ”s bellos afectos. Aunque ha cambiado mucho esa empresa la sigo amando porque tiene el nombre de Caracol. Fue en donde me proyectaron, donde fui figura, en donde creyeron en mi talento como locutor hasta llegar a ser el mejor en las noticias de Caracol, eso para mĆ es muy importante y por medio de ellos trabajĆ© con grandes empresas de la publicidad colombiana e internacional. En RCN, en donde -fui vĆctima de matoneo profesional- por parte de un par de personajes que no vale la pena mencionarlos. Luego pasĆ© a āCadena MelodĆaā en donde trabajĆ© siete aƱos muy bien tratado por la familia PĆ”ez EspitiaĀ y PĆ”ez MejĆa.Ā Para MelodĆa tengo los mejores agradecimientos y sentimientos. Mis mejores deseos para todos ellos siempre. Ā Ahora disfruto de mi pensión mĆ”s que merecida despuĆ©s de mĆ”s de 40 aƱos de trabajar en los medios y afortunadamente todavĆa hay mucha gente que cree en mĆ y sigo vigente.Ā
G.P.: ¿CuÔl de las dos prefiere, la radio o la televisión?
G.N.M.: Me quedo con radio porque llega mÔs fÔcil al oyente. La televisión tienes que sentarte a verla. La radio la oyes en el baño, en el comedor, en el carro y para mà la radio fue el éxito.
En la televisión fui el presentador del noticiero PromecĀ entre 1984 y 1988. TambiĆ©n estuve hasta el 86 y medio tambiĆ©n con Colombiana de Televisión como presentador de los doctores Abelardo ForeroĀ Benavidez y Ramón de ZubirĆaĀ en su gran programa que se llamaba āPasado en Presenteā.Ā
G.P.: ĀæMaestro hay algĆŗn secreto para aprender a narrar noticias?
G.N.M.: Hombre yo no sĆ© si hay secreto. Te voy a comentar una anĆ©cdota simpatiquĆsima. En primero de primaria me ganĆ© un diploma como el mejor niƱo en lectura en ese aƱo. Te estoy hablando de 1961. En ese entonces leĆamos la Cartilla Charry, La AlegrĆa de Leer, La novela Corazón, etc. Pienso que para ser un buen lector de noticias es respetar el idioma, los signos de puntuación que se crearon, tuve la felicidad de que los periodistas que escribieron las noticias que yo leĆa eran unos excelentes redactores. Cuando al periodista se le va un error ortogrĆ”fico o de puntuación es tener el dominio de saber dónde van los signos para interpretar la noticia, interpretar las voces con las palabras exactas que pronunció el personaje que estĆ” creando la noticia. Se hace otro acento para interpretar al que dijo textualmente esas palabras.Ā
G.P.: ¿Y qué fue lo que pasó cuando alguna vez el periodista Yamid Amat lo regañó?
G.N.M.: Yo lleguĆ© a Caracol para suplir unas vacaciones a Armando Osorio Herrera, locutor del noticiero Ultima Hora de CaracolĀ que se hizo por 40 aƱos. Ćl me recomendó con Yamid Amat. Yo estaba reciĆ©n llegado a BogotĆ” y obviamente imagĆnate la angustia mĆa de llegar a leer el noticiero mĆ”s importante de la radio en Colombia en esa Ć©poca en 1977.
Yo leĆa las noticias y si tuve algunos errores. Yamid me llamó y me ājaló las orejasā. Me dijo que quiĆ©n me habĆa dicho que yo era locutor. A lo que le respondĆ: āYo me siento locutor y si usted no cree que sea locutor pues entonces con su permisoā. Es mĆ”s, Ć©l estaba esperando que yo fuera al mediodĆa a leer el noticiero y yo no fui porque Ć©l puso en duda mi trabajo como locutor. Me sentĆ ofendido indudablemente.
Curiosamente cuando yo entrĆ© a leer noticias en forma en Caracol fue por Ć©l. Yo me ganĆ© el premio Antena de la ConsagraciónĀ en 1980 y Ć©l estaba en esa reunión. Me llamó a su mesa y me felicitó y yo le recordĆ© lo que habĆa pasado aƱos atrĆ”s. Ćl me dijo no acordarse de esa historia y posteriormente me llamó en los primeros meses de 1981 para que fuera a leer las noticias de la noche. HabĆa un bloque de noticias en Caracol muy importante que se llamaba el Reportero CaracolĀ y allĆ trabajĆ© por largo tiempo en segmentos que comenzaban desde las nueve de la noche hasta las 12: 30 pm leyendo las Cien Noticias de Caracol.Ā
G.P.: ¿CuÔl ha sido su premio mÔs significativo?
G.N.M.: Yo recibĆ varios premios muy importantes como el āMicrófono de OroāĀ del Colegio Superior de TelecomunicacionesĀ āAntena de la Consagraciónā como mejor locutor de radio. Y otros que en este instante no los asimilo.Ā
G.P.: ¿Y cuÔl es la clave para triunfar en la locución comercial?
G.N.M.: Tener ese instinto de locutor. Interpretar el mensaje que se quiere decir. No es lo mismo anunciar una funeraria que anunciar el Ćŗltimo modelo de un Mercedes-Benz. Cada cosa tiene su interpretación propia. Ponerle el tono o lĆnea que necesita cada mensaje.Ā
G.P.: ĀæPorque se considera mal improvisador?
G.N.M.: Soy un pĆ©simo improvisador, pero en cambio soy muy buen escritor. Escribo muy bien mis cosas. Pero si yo dijera eso improvisado, seguramente que no saldrĆa con nada.Ā
G.P.: ĀæTambiĆ©n le gusta la poesĆa?
G.N.M.: AsĆ es. Son muchos los poemas que he interpretado. Hay un poema muy lindo que le conocĆ a mi padre que se llama āTus Ojosā.
G.P.: ¿Qué opina de las redes sociales?
G.N.M.: Yo la Ćŗnica red social que utilizo es Facebook. Twitter la utilicĆ© muy poco, pero dejĆ© de usarla porque muy honestamente yo para las redes sociales soy un negado. Facebook la utilizo porque me parece la mĆ”s elemental y en la que comparto con mis amigos.Ā
G.P.: ĀæDe acuerdo con ese slogan que a usted tanto se le escuchó, Caracol sigue siendo mĆ”s compaƱĆa? Ā
G.N.M.: Pues hombre lamentablemente no. Yo no creo que Caracol siga siendo la gran compaƱĆa y la mĆ”s compaƱĆa.Ā Hay muchas mĆ”s hoy en dĆa que son mĆ”s compaƱĆa. Hace unos 12 aƱos que yo no laboro en Caracol y pienso que en estos aƱos se han creado grandes cosas en la radio que hay que respetar y que tambiĆ©n son mĆ”s compaƱĆa y gran compaƱĆa. Hablo por ejemplo de Blu, a mĆ me encanta, allĆ hay un periodista a quiĆ©n admiro que se llama Felipe Zuleta Arias. No estoy muy de acuerdo con su director de noticias. Me da lĆ”stima que haya desaparecido Todelar.Ā
G.P.: ĀæCuĆ”l ha sido el efecto de PRISA ESPAĆOLA en Caracol?
G.N.M.: Caracol no se ha podido acabar porque es muy poderosa, pero si se ha mermado. Caracol estĆ” siendo manejada por gente que no tiene idea de radio. Nombran presidentes, directivos, que son unos inĆŗtiles para dirigir. Los muchos buenos que tenĆa Caracol ya estĆ”n en otros medios o estĆ”n retirados del asunto.Ā
G.P.: ¿Era mÔs fÔcil progresar y ser reconocido como profesional en su época que en la actual?
Si. Indudablemente era mĆ”s fĆ”cil porque la radio era muy importante.Ā La radio no estaba manejada por tanto langaruto ni tanto estĆŗpido. Era mĆ”s fĆ”cil porque se creĆa en el talento de la gente.Ā
G.P.: ¿Le quedó faltando algo para hacer en radio?
Sinceramente yo creo que en lo que me correspondió a mi Ć©poca lo hice todo. En los deportes no tuve participación. Pero en la locución comercial, noticiosa y audiovisual empresarial lo cumplĆ a cabalidad.Ā
G.P.: ¿Cómo se siente en estos momentos de su vida?
G.N.M.: A mi edad me siento muy feliz por tener una familia muy querida. Hijos inteligentes, sanos, respetuosos de la vida y del hogar. Con una excelente relación familiar.
Le agradezco a Dios que me dió la oportunidad de vivir a través de unos ejemplares padres y que me dieron una educación linda y digna de lo que he logrado a través de todos los años de mi vida. Todo lo que hoy soy se lo debo a Dios y a mis padres.
Ā
G.P.: Gracias Maestro
G.N.M.: A ti, muy amable por tenerme en cuenta.

Gustavo NiƱo Mendoza con tres de sus hijos. De izquierda a derecha: Luis Alonso, Monica SofĆa,