Como todo en la vida, cada ser va tomando en algún instante un camino a seguir y de acuerdo a sus circunstancias va trazando su destino, pero en algunos casos, las situaciones cambian tanto al punto que lo se creía en un momento dado iba a ser el derrotero de su vida, no era realmente para lo que ese estaba destinado.
En la vida de Alirio Parra, aquellos signos que lo condujeron hasta lo que hoy lo hace reconocido como un hombre de medios, se evidenciaron desde temprana edad, tanto así que su progenitor percibió en él la capacidad y el talento para ser un hombre elocuente y vivaz, pero sobre todo para amar la radio.
Para algunas generaciones en Colombia el reconocimiento hacia Alirio Parra podría abreviarse como el de un destacable humorista ya que su protagonismo como uno de los pioneros en el célebre programa de radio La Luciérnaga y su relevancia con sus personajes en el show Los Reencauchados, podrían seguramente encasillarlo en esta modalidad. Pero su carrera va mucho más allá, resulta que sus estudios que además incluyen especializaciones lo han llevado a ocupar funciones públicas de relativa importancia y que poco o nada, tienen que ver con el mundo del espectáculo.
Pese a todo esto hay algo muy claro, la radio es el origen de la celebridad que él ha creado por más de tres décadas de actividad en los medios de Colombia. Y aunque su presencia en ella ya no es la misma como en años anteriores, la radio, como él lo dice, si estará pegada a la vida de Alirio Parra.
Alirio Parra.
Por: Germán Posada
¿Cuántos años dedicados a los medios?
Llegué a los 18 años a Bogotá desde mi tierra Cajamarca, Tolima. Ingresé a lo que fueron casi los dos o tres últimos años de lo que fue grabar radionovelas en el Circuito Todelar de Colombia. Creo que junto a Deisy Lemus éramos los más jóvenes del elenco que incluía en Todelar nombres como el de Gaspar Ospina, Gonzalo Zuluaga, Erika Krum, Gilberto Puentes, Ester Sarmiento de Correa y Carlos Piedraita, entre otros.
Esto ocurrió cuando estaba estudiando periodismo en la Universidad de La Sabana. Estando en la mitad de mi carrera, algún día le pregunté a Antonio Pardo García, nuestro profesor de radio, si era válido hacer mis prácticas grabando radio novelas y me contestó que sí y me dio su autorización. Además me ganaba siete mil quinientos pesos por capítulo. Recuerdo que en aquel entonces era difícil porque en Todelar la gente que estaba de planta siempre lo estaban poniendo a uno de lado, seguramente por aquello de ser novato.
En la serie de Kalimán interpreté a uno de sus enemigos, el “Profesor Kiro”. En Solución a su Problema, participé mucho debido a mi facilidad con la interpretación de regionalismos. Finalmente esta etapa en mi carrera terminó cuando Antonio Pardo García decidió terminar con las radionovelas en Todelar.
¿Y por qué esta determinación del señor Antonio Pardo García?
Antonio Pardo García era el gerente nacional de Todelar en esos años ochentas y acabó las radionovelas pensando, quizás, de que era mejor prestarle más importancia a un noticiero muy fuerte que se estaba conformando y que era El Noticiero Todelar de Colombia dirigido por el periodista Jorge Enrique Pulido con la producción y construcción de Arturo Abella. El visionaba que Yamid Amat en Caracol estaba haciendo más noticias y otras cosas que pregrabados y además era en directo.
Y fue precisamente Yamid Amat quien llamó posteriormente a Antonio Pardo García, Julio Nieto Bernal, Javier Ayala y Alberto Giraldo para crear 6AM-9AM.
¿Supongo que debe sentirse muy orgulloso por haber sido uno de los cofundadores del emblemático programa La Luciérnaga al lado de personajes de lujo como Juan Harvey Caycedo y Guillermo Días Salamaca?
Claro que sí, y no solamente con ellos. Me siento muy complacido, fue muy grato y muy bonito. La historia se la resumo así:
Cuando Antonio Pardo García acabó las radionovelas en Todelar, me llevó a RCN junto a Juan Manuel Ruiz, Álvaro Vásquez y Fernando Rivas, para hacer “Hoy y Mañana”, un programa pregrabado los domingos en la noche pero a mí no me gustaba mucho porque su estilo era muy cultural y muy científico. En RCN resultamos haciendo “Rimuleros” para Antena 2, pasando información sobre el estado del tiempo. Siempre con la inquietud de hacer algo distinto, tuve la oportunidad de que Jairo Alonso Vargas que hacía para RCN el programa “Las Cosas de Colombia”, me ofreciera trabajo pagándome 50 mil pesos por mes y nos inventamos diversas corresponsalías desde varias ciudades de Colombia imitando diferentes acentos. Esto fue toda una innovación con estos personajes imaginarios. Mientras hacía todo esto en RCN, un día recibí una llamada de Gloria Vezina la eterna secretaria de Yamid Amat, para decirme que él me había citado para conversar conmigo.
Me reuní con Yamid y me propuso acompañarlo en un programa a las 6:30 p.m, los viernes con Juan Harvey Caycedo, Benjamín Cuello y Marco Aurelio Álvarez y que me pagaba 350 mil pesos. Me dijo que imitara los personajes que más pudiera y que improvisara porque no estaban haciendo libretos. Cuando yo llegué aún no estaba Guillermo Díaz Salamanca. El elenco lo conformábamos Judith Sarmiento, Marco Aurelio Álvarez, Juan Harvey Caycedo, Benjamín Cuello y Juan Manuel Rodríguez, lo especial con Juan Manuel era su risa tan particular y esto a Yamid Amat le encantaba.
En el año 89, cuando Guillermo Díaz Salamanca ya hacía parte del equipo, Yamid Amat se vio obligado a partir de Caracol por haber dicho que el presidente Virgilio Barco le había dado un cargo diplomático en Estados Unidos, a la esposa de Julio Mario Santo Domingo sin estar en la carrera diplomática. Con su salida el programa que hacíamos los viernes se acabó. Antes de su partida Yamid pidió que a Guillermo Díaz Salamanca y a mí nos hicieran un contrato porque nosotros figurábamos como provisionales. Incluso muchas veces Yamid a mi me pagó de su propio bolsillo. Recuerdo que Alonso Villareal, Jefe de personal, quiso interponerse pero finalmente por insistencia de Yamid Amat, entramos a la nómina de Caracol, yo terminé en el Archivo Histórico de Caracol y Guillermo Díaz Salamanca, pasó a Radio Deportes.
El 1 de marzo del 91, el presidente Cesar Gaviria determinó el racionamiento de la luz, y fue cuando Ricardo Alarcón, Presidente de Caracol, le dijo a Marco Aurelio Álvarez que reuniera a todos los que hacíamos el elenco con Yamid para que a partir de las cinco de la tarde de lunes a viernes, siguiéramos haciendo el mismo programa pero bajo la coordinación de Darío Arismedi quién venía de dirigir en Medellín el periódico El Mundo. Finalmente Darío Arismendi no se adaptó y Ricardo Alarcón nombró a Hernán Peláez en su reemplazo quién se posicionó magistralmente a dirigir la orquesta de los que estábamos allí presentes.
A mediados de ese año el programa tomó oficialmente el nombre de “La Luciérnaga”.
¿Cuánto tiempo trabajó en La Luciérnaga y cómo la recuerda?
Yo fui parte del elenco de La Luciérnaga por 12 años.
Yo creo que existía un gran ingrediente cultural. Los aportes de Juan Harvey Caycedo fueron fenomenales. El aporte de Guillermo Díaz Salamanca fue esencial por sus personajes, por su creatividad y capacidad de improvisación sin nada de libretos. El aporte de Marco Aurelio Álvarez en materia musical era una colcha de retazos muy bien elaborada. Creo que la actual Luciérnaga se aleja mucho de ese esquema original en donde la gente sabía que era una “mamadera de gallo” pero que detrás de esto existía una cantidad de noticias que impactaban y que formaban parte de la vida diaria de los colombianos.
Creo que queda muy poco de lo original. Me parece que ahora hay una cantidad de payasos que están narrando noticias serias.
Otro proyecto en el cual participó fue la emisora Colorín Coloradio ¿Nos cuenta al respecto?
Mario Ruiz, Adriana Giraldo y María Isabel Murillo Samper conocida como “Misi”, fueron los creadores. A mí me invitó a participar Mario Ruiz y grabamos más de 500 cuentos infantiles universales. El objetivo era crear la primera emisora infantil y llenar los contenidos de una emisora en AM que me parece era 1010, en donde se escuchaban baladas. De esta manera la convierten en Colorín Coloradio con programación mañana, tarde y noche, con diferentes franjas e historias. Ganamos Premio Ondas de España 1993. En Colorín Coloradio estuve unos 8 años.
Definitivamente su voz en la Lora Mamola del programa Quiere Cacao es tema que no puede faltar en sus entrevistas. ¿Qué tanto le permitió esta experiencia conocer a Pacheco a través de su personaje?
Fue un gran halago que yo ganara ese casting que hizo Aurelio Valcárcel quién era el director de “Quiere Cacao”. Inicialmente no me metió como la voz de la lora sino como productor junto a Liliana Eusse.
Cuando supe que necesitaban la voz de una lora me ofrecí y Aurelio me dio luz verde y Pacheco la aprobó y me dio la responsabilidad de hacer los chistes con la condición de que se los enseñara antes de su emisión. Algo curioso es que Pacheco jamás se refirió a mí por mi nombre, siempre me llamaba “Lora” y yo le decía a él “Pacho”. Esa confianza que comenzó entre los dos, hizo que pudiera compartir muchas cosas de su vida fuera de los estudios de RTI.
Con el tiempo vine a saber que gracias a un show de La Luciérnaga que hicimos en Cali con Guillermo Díaz Salamanca, que ese día, Pacheco estaba en la última mesa y él me lo contó después que fue ahí en donde él me conoció y quiso que yo hiciera la voz de la lora.
Estando en RTI conocí a Jaime Garzón y mientras yo grababa a “Quiere Cacao”, él grababa “Quac El Noticiero”.
Al parecer Pacheco era bastante tímido a pesar de ser todo lo contrario como animador y entrevistador. ¿Tengo entendido que no le gustaba conceder entrevistas?
El era muy mesurado en su vida privada. Fuera de los estudios y de su vida profesional, era un tanto difícil. A él por ejemplo no le gustaba que le hicieran homenajes. Era algo huraño y trataba un poco displicente a la gente.
La gente le regalaba muchos obsequios pero él los rechazaba. Alguna vez en Choachi reuní todo lo que le dieron y lo vendí en una tienda por 300 mil pesos, con eso le compré un par de botellas de whisky, una gaseosa litro de Coca Cola, aspirinas y una botella de Baileys para doña Liliana su esposa.
Sorprendido y agradecido por lo que había hecho, recuerdo que en tono de broma, me dijo que me debería haber mejor puesto a estudiar administración.
Usted imitó a muchos personajes de Los Reencauchados en Cenpro, una de las personalidades de los medios en Colombia que parece ser por petición propia no puede ser imitado es Yamid Amat. ¿Cuénteme se llegó a ganar problemas con personalidades a los cuales imitó?
Yo no creo que hayamos ganado enemigos imitándolos.
Yo llevaba varios años trabajando en Caracol colaborando en La Luciérnaga, en Colorín Coloradio, era editor de noticias y de sobremesa Juan Darío Lara, Jefe de Redacción, me colocaba turno de fin de semana, pero tenía un sueldo muy bajo. Pablo Laserna apareció y me ofreció un mejor salario para hacer “Los Reencauchados” en Cenpro TV. Allí me presentó a Juana Uribe la directora creativa de Cenpro. Ellos ya estaban procesando unos muñecos que habían sido hechos en Francia que eran Gossain y Arismendi y los otros muñecos los estaban elaborando en Bogotá.
Hay tres o cuatro versiones que no fueron imitaciones y se lo digo francamente me llegaron de sopetón. Por ejemplo, con el personaje de Horacio Serpa, Juana me lanzó prácticamente a “quemarropa” al aire y mi única solución fue haber visto un discurso de Horacio Serpa a través de un VHS, si mal no estoy. De hecho esa versión en tono de discurso luego la tomaron Guillermo Díaz Salamanca y Jaime Garzón. Lo que pasa es que un imitador aprende más de otro imitador que del mismo personaje. Lo mismo me pasó con la versión de Yamid Amat la cual me inventé en un tono un tanto como de “borracho”. En realidad esas imitaciones no tuvieron ningún lío, se dieron así, simplemente.
Yamid nunca se enojó con nosotros, al contrario, a Guillermo Díaz Salamanca y a mí, nos dijo que habíamos nacido para ser imitadores y humoristas. Incluso hasta Antonio Navarro Wolf nos llamaba a La Luciérnaga y nos decía que no nos olvidaremos de él y que lo siguiéramos remedando.
En lo que si hubo problema de cierto modo por el programa Los Reencauchados fue por la crítica, por la “varilla” que se le dio al gobierno del entonces presidente Ernesto Samper Pizano. La crítica que se le hizo al “Proceso 8.000” en Cenpro TV arrojó que toda la publicidad estatal le fuera retirada. Tanto fue así que Cenpro Televisión desapareció. Rocío del Castillo la gerente de aquella época posteriormente en tertulias decía que un solo programa los había acabado.
En conclusión, no se ofendieron los remedados o imitados, sino que se ofendió el estado retirando la pauta a empresas como Cenpro TV.
“Mi labor en la radio mi padre la reconocía. El decía que yo amaba la radio”
De izq. a der: Alirio Parra, Hernán Peláez, Edgar Artunduaga y Carlos Julio Guzmán en La Luciérnaga. Foto: Juan Manuel García.
¿Y a propósito cómo recuerda a Jaime Garzón?
Jaime Garzón era una persona muy introvertida y un tanto furiosa con la misma vida. Jaime dictaminaba y decretaba las cosas con su voz. Yo creo que ha sido la enseñanza más grande que recibí de él.
Cuando a Jaime lo mataron vi que en los medios de comunicación mucha gente resultó ser amiga de él, una de las personas que más odiaba en vida a Jaime Garzón era Néstor Morales. Cuando trabajaban los dos junto a Yamid Amat en Radio Net, Néstor Morales no podía concebir que Jaime tuviera acceso a tantas “chivas” e información confidencial y siempre se las debatía diciendo que no era cierto. Esto obviamente a Jaime Garzón no le gustaba. Cuando Jaime Garzón murió apareció Néstor Morales diciendo en los canales de radio y televisión que eran magníficos amigos.
“Espías Deportivos” iba a ser un programa en donde Jaime Garzón sería su presentador, su apariencia era rubio con ojos azules y con su nueva dentadura, su labor era dar paso a la política mezclada con deporte y viceversa. Yo haría las voces en “off“. Se tenía proyectado arrancar la semana que lo asesinaron por lo cual el piloto que lo tenía City TV Canal local de la Casa Editorial El Tiempo no lo mandó al aire.
¿El Gallo Claudio, Bugs Bonny, Silvestre, El Hombre Araña, Supermán, son sólo algunos de los muchos personajes que ha doblado en su carrera. ¿Alguno en especial que haya estado a punto de abandonar por lo complicado de su interpretación?
Sancho Publicidad y McCann Erickson, eran las compañías de publicidad que esencialmente nos llamaban y nos ocupaban continuamente para interpretar voces que ellos requerían para las marcas para las cuales trabajaban. En esto de interpretar voces uno realmente hace los esfuerzos necesarios para dar el tomo requerido pero es en esencia el dueño de la marca quién paga, la que a él le guste, es la voz que contrata y punto.
En estas compañías era en donde se grababan las principales cuñas para radio y televisión y fue en donde personalidades como Juan Harvey Caycedo, Gustavo Niño Mendoza y Otto Greiffestein, obtuvieron muy buenas ganancias.
Algo que no me gustaba era lo que hacía el periodista Jorge Alfredo Vargas en NPI cuando nos reunía a Camilo Cifuentes, a Nelson Polanía “Polilla”, y a mí, para imitar un personaje cualquiera y en frente de los tres decía cual imitación le gustaba y cuál no. Eso no se hace. Es de muy mal gusto decirles a las personas delante de otras, usted no. En aquellas compañías eran de alguna manera más respetuosos.
Yo creo que cuando uno no logra hacer la imitación del personaje le crea su propia versión y ahí está el éxito, así como le conté que gracias a ese repentismo salió la voz de Horacio Serpa en tono discurso. De hecho alguien decía que a Yamid Amat nadie lo podía imitar y trabajando logramos sacar esa versión como -estilo borracho de la cual le hablé- y ahora lo escucha uno en televisión y es asombroso lo que hicimos con su voz porque fue prácticamente adelantamos al futuro.
El humor forma parte de su profesión. ¿Qué tan serio se considera en su vida personal?
Hay cosas que mi santo padre decía: “siempre serás así, a la edad que tengas siempre tendrás esa vaina y no te podrás salir de ella”. Yo creo soy afortunado porque siempre me persigue eso, así no esté en Caracol, RCN o en aquellas agencias que le mencioné. Ahora hacemos doblajes con BC Medios y con Centauro.
Yo soy casado con la abogada Luz Esmeralda Salazar, que creo que tiene una chispa sino igual, hasta más creativa que la mía. En nuestra vida privada ella me presenta como uno de los creadores de La Luciérnaga y de Los Reencauchados y como imitador de muchas voces, pero también como un Comunicador Social y un Administrador de Empresas de la Universidad de La Sabana con especialización en Gestión Social y Ambiental de la Escuela Superior de Administración Pública.
Recuerdo que alguna vez, Andrés Nieto Molina, el hijo de Julio Nieto Bernal, me vio trabajando en la oficina de prensa de la Presidencia de la República, en el primer gobierno de Álvaro Uribe Vélez y sorprendido le preguntó a mi jefe que yo por qué estaba trabajando en una empresa del estado si no era profesional. Cesar Mauricio Velásquez, mi jefe, le contestó que yo era profesional y además especializado. Andrés ignoraba que yo había sido Jefe de Prensa del Senador Jairo Clopatofsky, funcionario público del Distrito con el IDU y profesor de la Universidad de La Sabana en Producción de Radio y Televisión.
Esta anécdota me dio pauta para decirle a Cesar Mauricio Velásquez, un compañero de estudios, de promover en la Universidad de La Sabana, una carrera de corta duración, de unos tres años, con el objetivo de profesionalizar a personas que estaban trabajando en los medios pero que no tenían una carrera. Efectivamente lo hicimos y resultaron beneficiadas alrededor de unas cincuenta personas, entre ellas el mismo Andrés Nieto, otros fueron: Ramiro Dueñas, Francisco Javier Díaz y Alejandro Villalobos.
¿Cómo se siente ahora que no es parte de aquellas empresas en donde tanto talento exhibió?
Es de conocimiento que las empresas con el correr de los años disminuyen por muchas razones su personal. En un momento determinado de la vida me di cuenta de esto pero también sabía que tenía un talento y como me dice mi hija, Luz Ángela Parra -que yo hago contenidos- también sé que hay que venderlos.
Así por ejemplo, hace unos diez años en las instalaciones de Colmundo Radio cuando tuvimos un espacio para realizar el programa Momentos, con Cesar Escola, María Cecilia Botero, Memo Orozco y Flavia Dos Santos, nos pusimos en la tarea de hacerlo y venderlo. Somos conscientes de que ya no es como antes que nos pagaban por nuestro talento, capacidades y dones que Dios nos dio, ahora hay que vender porque las empresas ya no pagan.
Ahora hago lo mismo a través de Colmundo Radio con el Informativo COVID y La Norte FM.
Alirio Parra y su hija Luz Angela Parra en los Estudios de Colmundo Radio.
¿El Grupo español Prisa de alguna manera jodió la radio en Colombia?
Yo creo que sí. Y le colocó un ejemplo sencillo. En ese hogar de colombianos hay una mamá y un papá que tiene una serie de entretenciones debido a su idiosincrasia, a su cultura, ellos juegan en esa casa dominó, parqués, ajedrez, a las escondidas, trompo, yo-yo, pirinola, tejo y tienen sus juegos autóctonos, pero las cosas cambian cuando llega un extranjero a esa casa a dárselas de papá y a decir que están desenfocados, que están perdidos en el tiempo porque esa empresa es solamente para producir dinero. Hay una cosa muy importante y es que manejar lo que se hacía en esa casa con ese amor, es muy distinto cuando llegan otros foráneos a dirigir.
Muchos coinciden en decir que ese manejo que se daba anteriormente con un colombiano a la cabeza como un Ricardo Alarcón ó alguien inclusive por mencionar a un Alfonso López ó Julio Mario Santo Domingo, pero que dieran la libertad ganara o no dividendos, era la radio más “bacana” que se hacía en Latinoamérica, la radio que tenía reconocimiento internacional.
Recuerdo mucho algo que muy a su estilo dijo algún día Guillermo Díaz Salamanca: “Hace quinientos años llegaron por el oro, ahora vienen por la radio, por la prensa, por la plata.”
¿Llegó a recibir alguna oferta para trabajar en el exterior?
No realmente. Una de mis compañeras en la Universidad de La Sabana fue la periodista Ángela Patricia Janiot y un día me comentó que CNN quería crear un personaje virtual que representara la idiosincrasia colombiana. Era alguien similar a Juan Valdez que entraba al estudio al cierre del noticiero para hacer una pildorita de 2 minutos. Trabajé en esto por un espacio de unos 3 meses pero no fue bien recibido, creo que no se acomodó al esquema que ellos tenían.
¿Qué significa la Radio en la vida de Alirio Parra?
La radio ha sido la recordación eterna de mi padre que se fue al encuentro divino en 2011 y que me recordaba siempre que fuera humilde y sencillo. Mi labor en la radio mi padre la reconocía. Mi papá le decía a la gente en Ibagué cuando estaba departiendo sentado en un café, que yo amaba la radio. Dios me ha permitido conocer a las leyendas que hacían la radio, la gran mayoría ya murieron, otros aún viven. Creo que está cumplido.
A veces mi hija que tiene 14 años, me dice que no todo está hecho y que hay más cosas por inventar. Y es precisamente con el transcurrir del tiempo lo que hace que uno diga que se pueden hacer unos Stands-up comedy, unos Podcasts especiales ó más doblajes.
Pero la radio si estará pegada a la vida de Alirio Parra. Uno sigue ahí en ese trajinar de la radio pero quién sabe que nos depare el futuro. Uno tiene muchos sueños, por ejemplo, yo no me quisiera morir sin haber tenido una emisora propia. Así sea una emisora virtual como lo dijo un día Fernando Calderón España.
Son tantas cosas por contar, Juan Montoya que ya murió y quién era dueño de Producciones Mundial en donde se organizaban las vueltas a Colombia me ofreció hacer un trabajo muy difícil que era el “speaker”, animando en las tarimas la culminación de las vueltas, esto era algo que hacía Rubén Darío Arcila, esto lo hice por 5 años del 92 al 97 y por lo cual me siento sumamente complacido.
Hace poco se celebró el día del locutor en Colombia. ¿Cómo ve la ACL actualmente presidida por Armando Plata Camacho?
La ACL creo que puede tener un bonito futuro con don Armando Plata Camacho porque aparte de tener toda la historia de la locución en Colombia, el tiene en su cabeza como puede trascender el locutor en nuestros tiempos, como puede avanzar, como no se puede morir.
El locutor tradicional en Colombia quiere leer noticias en radio y en televisión y quiere grabar comerciales, pero Armando Plata con su trasegar en los Estados Unidos, conoció que el mundo de la locución y el mundo de la voz tiene tanta relevancia que sigue teniendo esa magia para poder hacer doblajes, labor que es tan emocionante. Esa neutralidad que hemos ganado los colombianos en el mundo de la locución en español, lo tiene muy claro Armando y yo le tengo mucha fe en que él va a buscar el futuro en los nuevos medios.
Muchas gracias.
A usted muy amable por conversar conmigo.
Creo que hay muchas cosas en donde uno por alguna razón es excluido. Hay muchas partes de la vida en donde -alguien hace una narración y no incluye a alguien- al punto de que se sienta sólo y triste.
“Yo creo que cuando uno no logra hacer la imitación del personaje le crea su propia versión y ahí está el éxito.”
Alirio Parra, Personaje de Darío Arismendi, Eduardo Arias y Karl Troller. LOS REENCAUCHADOS.
En la actualidad Pablo Laserna está todavía creando muñecos. Esta es una “chiva” y los puede ver a través de las redes sociales, en TIK TOK, por ejemplo. Hay muñecos como Vladimir Putin, Nicolás Maduro y Joe Biden. Los muñecos se volvieron más internacionales y se les llama “Los Descarados”, esa es la ventana para que algún medio se interese.
Además le cuento que estamos tratando de imitar la voz de Jaime Garzón, el muñeco ya está hecho y está perfecto.
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