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Vicente Cortés Almeida: "En toda época la radio ha tenido grandes figuras."

Vicente Cortés Almeida.



Desde que comencé mi camino con el objetivo de entrevistar gente de radio en Colombia, he tenido la oportunidad de conocer y charlar con numerosas personas, todas sin excepción, muy interesantes. En ciertos casos, muy en particular, algunas de estas personas gozan de un estatus y reconocimiento muy especial dentro de lo que es la historia de la locución colombiana.  

 

Uno de estos personajes es don Mario Vicente Cortés Almeida. Hombre de radio y lector empedernido, que ilusionaba en su infancia ser un locutor y lo logró.

 

Hace muchos años, un grande de la radio en nuestro país, se le ocurrió que, para mayor reconocimiento en el medio radial, Mario Vicente Cortés Almeida debía llamarse 'Chente Cortés'. Y desde aquel entonces, así se le evoca.

 

Luego de un amable y respetuoso saludo, con una impresionante lucidez, don Vicente fue respondiendo una a una las preguntas con una claridad pasmosa. Algunas, un poco cortas, pero simétricamente bien detalladas.

 

Su participación en recordados y prestigiosos programas radiales que robustecen las memorias de la locución en Colombia, es voluminosa, pero su desempeño y protagonismo en Monitor fue colosal.      

 

Caracol fue la casa que lo hospedó como locutor y en ella permaneció. "Gracias a Caracol yo logré concretar mis ilusiones y mis suertes.", acota con gozo don Vicente, con la serenidad y sabiduría que van dejando los caminos recorridos.

 

Los libros, la música y las películas, son sus mejores amigos. Con ellos, disfruta cada instante de su estilo actual de vida, en la que también con nostalgia, hace remembranza de aquellos años maravillosos en los que vigorosamente ejercía su rol de locutor, un ideal que cumplió a cabalidad y que lo hizo hombre y profesional de respeto.    

 

 

  

 Por: Germán Posada

 

 

 ¿Qué le atrajo de la radio?


Yo me interesé por la radio cuando tenía 6 años. En 1949 la radio colombiana y más concretamente la Cadena Caracol, a través de Emisoras Nuevo Mundo de Bogotá, transmitió la radio novela El Derecho de Nacer del escritor cubano, Félix B. Caignet. Su narración en Colombia fue hecha por un personaje de muchos kilates, el locutor santandereano Alejandro Oramas Prado. A pesar de que yo solo tenía 6 años me fascinó la voz de este locutor y a partir de ese instante yo soñaba algún día llegar a ser locutor.

 

 

¿Y ese sueño se le cumplió cuando arrancó en Radio Las Lajas en Ipiales?


Efectivamente. Mi primera experiencia como locutor fue en 1962. Yo fui el fundador de Radio Las Lajas. Una emisora de corte religioso, orientada por Monseñor Justino Mejía y Mejía.

 

Yo fui contratado para ser operador de audio, pero por algo especial que ocurrió, resulté siendo el locutor.

 

En ese entonces el locutor y director no llegó y jamás se volvió a aparecer por la emisora. Los constructores de la emisora que eran los ingenieros de Casa Radio, de Cali, necesitaban con urgencia un locutor. El ingeniero Ángel Ramírez me dio la oportunidad de simplemente decir: "Transmite Radio Las Lajas...etc…etc… etc…"  y ese fue mi comienzo como locutor y ahí me quedé.

 

 

¿Cuál fue su número de licencia de locutor?

 

Mi primera licencia como locutor la obtuve en 1961. Rendí exámenes en el Colegio Santa Librada de Cali. El número fue L01382 Clase D.

 

 

Muy reconocido en la radio colombiana por haber sido parte de exitosos proyectos radiales. Uno de ellos fue su protagonismo en el programa Monitor. ¿Cómo llegó a Monitor?

Llegué a Monitor a los pocos días de haberme vinculado a la Cadena Caracol a través de la emisora básica en Bogotá. Yo llegué a reemplazar a Alfonso Lizarazo, quién había sido locutor de Monitor durante varios años. Esto hizo que yo me vinculara al programa cultural más importante de la radio colombiana y más exactamente de Caracol. En este programa duré 36 años como presentador, coordinador y editor.

 

 

¿Qué palabras le salen del corazón para el programa Monitor?


Lo dije anteriormente. Monitor fue el programa cultural más importante que tuvo la radio colombiana. Monitor fue un programa que se hizo durante 50 años de los cuales 36, contaron con mi participación como presentador, editor y coordinador. Lógicamente en Monitor conocí a personas muy importantes que fueron sus directores: Carlos Pinzón, Julio Nieto Bernal, Enrique Paris, El poeta Mario Rivero y el último director que fue Fernando Barreros Cháves.

 

 

¿Qué era lo que gustaba de su voz, de su estilo?


Quizás fue mi timbre de voz y mi preparación a través de las diferentes bibliotecas a donde diariamente yo acudía para tratar de enriquecer mis conocimientos. La gente dice que veían en mí una persona muy especial y que, a diferencia de muchos colegas, yo era alguien totalmente amable con la audiencia y sobre todo respetuoso.

 

 

Escuché una entrevista que le hace Julio Sánchez Cristo en donde le dice que usted tiene una gran facilidad para decirle a todo SI. ¿Es así?

 

Realmente yo he sido a lo largo de mi vida una persona muy respetuosa con el pensamiento y con la calidad humana de los demás. Yo trato de ser amigo de todo el mundo. Nunca he tratado de pelear absolutamente con nadie. Fui muy respetuoso y muy especialmente con la radio audiencia que era inmensa en Colombia y en el exterior.

 

 

¿Referente a lo que acaba de responderme, me asalta la curiosidad saber por qué en algún momento usted dijo que no era ángel de la devoción de Yamid Amat?

 

Definitivamente uno no es una -monedita de oro- para todo el mundo. Yo pienso que en la vida todos nosotros tenemos personas que nos quieren y otras que nos quieren un poco menos.

 

He sido ante todo un admirador absoluto del talento de Yamid Amat, de su inteligencia en el periodismo. Para mi Yamid Amat, partió en dos la historia de la radio en Colombia. Hubo un antes y un después de Yamid.


Nuestra relación fue de una respetuosa distancia.

 

 

Tengo entendido de que algunas de sus entrevistas de más recordación en el famoso programa Monitor fueron al escritor Jorge Luis Borges, al expresidente peruano Alán García y al arzobispo Augusto Trujillo Arango. ¿De cada uno de estos personajes qué tanto admiraba?     

        

Tuve la oportunidad de conocer y entrevistar a Jorge Luis Borges en 1978, cuando él vino quizás por última vez a Colombia. Yo admiré en él su talento, su don de gentes y algo que me llamó poderosamente la atención fue su temperamento. Era una persona supremamente temperamental pero encantador como entrevistado.

 

Con Alan García Pérez tuve la oportunidad de entrevistarlo un par de veces y contar con su amistad. A mí me lo presentó Jorge Mario Eastman.

 

Con Monseñor Augusto Trujillo Arango, arzobispo de Tunja, mi vinculación fue a través de El Sermón de las 7 Palabras, que se grababa y se emitía por Caracol todos los años el viernes santo. Fueron 36 años seguidos que yo acompañé a Monseñor en la presentación de tan importante mensaje eclesiástico.

 

 

¿Habiendo cultivado una gran amistad con Alán García, cómo reaccionó a su trágica muerte?

 

Lo lamenté muchísimo, porque yo tuve la oportunidad de que el expresidente en alguna oportunidad de la vida estuviera en mi casa compartiendo horas largas de conversación y de buena amistad.

 

 

Cada persona que ha hecho carrera en la radio considera a alguien como su maestro y al parecer usted considera a José Alarcón Leal y Jorge Antonio Vega Baquero como los suyos. ¿Por qué?

 

Efectivamente. Yo los considero como mis maestros dentro de la radio espectáculo colombiana. Yo llegué al programa más importante que tenía la radio a nivel radio teatro que se llamaba La Hora Philips y sus presentadores eran Jorge Antonio Vega y José Alarcón Leal. Tuve la suerte de ser incluido en la nómina de animadores y presentadores del espectáculo en los años 1967, 68, 69 y 70. 

 

Recuerdo mucho que en La Hora Philips nosotros contábamos con la participación en vivo y en directo de la gran Orquesta Philips, dirigida por el Maestro Manuel J. Bernal.

 

De ambos admiraba su facilidad para comunicarse con el público y el respeto que desde la tarima de Emisoras Nuevo Mundo se irradiaba para todo Colombia.

 

Y no se olvide que a través de La Hora Philips desfilaron las más grandes luminarias de la canción tanto de Colombia como del exterior. Algunos nombres de artistas mexicanos que recuerdo mucho haber presentado fueron: José Alfredo Jiménez, Armando Manzanero, Lucha Villa, Marco Antoni Muñiz, El Trio Los Panchos, Antonio Aguilar, Los Tres Diamantes, al Maestro Agustín Lara, Pedro Vargas, Enrique Guzmán, Cesar Costa, entre otros.

 

 

Cuando salió de su natal Nariño hacia Bogotá, se vinculó por primera vez en la capital a Radio Juventud. ¿Cómo recuerda esta experiencia?

 

Eso fue en 1964. Yo viajé a Bogotá para hacer unas diligencias eminentemente personales. Por lo tanto, mi despedida de mi pueblo se programó solamente para ocho días y esta es la hora en que no han terminado esos ocho días.

 

Recuerdo mucho que llegué un viernes y al miércoles siguiente en las horas de la mañana, yo ya me había desocupado de las diligencias a las cuales venía.  

Caminando por una de las calles bogotanas, más exactamente la carrera séptima, me encontré con un colega y paisano mío, el periodista y locutor, Alfonso Murillo Ricaurte.

 

Él trabajaba en Radio Juventud. Después de saludarnos protocolariamente me preguntó qué estaba haciendo en Bogotá y yo le respondí a lo que había venido y le comenté que, en esa semana, el sábado me regresaba. Él me dijo que me quedara trabajando, pero yo no me consideraba lo suficientemente preparado para trabajar en Bogotá y le agradecí su proposición.

 

Alfonso me insistió para ir a Radio Juventud porque estaba enterado de que el día anterior habían despedido a un locutor y que todavía no habían encontrado sustituto y de esta manera me convenció. El gerente de Radio Juventud era Álvaro Monroy Guzmán, el famoso 'Loco' Monroy. Me hicieron una prueba y me contrataron esa misma noche.

 

Cuando yo llegué, el dueño era don Fabio Espinosa y Radio Juventud hacía parte de Corporación Radial Latinoamericana (Coral). Los locutores eran Alfonso Murillo Ricaurte, Jaime Guerra Madrigal, Yamid Amat, David Cañón Cortez, Heriberto García y de los operadores de la época que recuerde, Javier Mideros.

 

Faltando dos días para completarse mi periodo de prueba, Myriam Mejía Toro, que en esa época era la primera dama de la radio y de la televisión colombiana, me recomendó con Jaime Tobón de La Roche y con don Fernando Londoño, para la época, presidente de Caracol, para que me tuvieran en cuenta cuando se presentara una vacante en Radio 1020

 

En aquel entonces en Radio Mil Veinte tenía como presidente a Jaime Tobón de la Roche, como director a Pastor Londoño Pasos, periodista, Elkin Mesa, director de programas especiales a Julio Sánchez Vanegas y como locutores a Marino Recio, Juan Monroy Reyes, Alberto Ríos García, el famoso 'Patico' Ríos, Jorge Barón, Guillermo Orbegozo Carvajalino y Yardanny Suarez quién reemplazó a su gerente Santiago Barriga.

 

En Radio Juventud trabajé 58 días, luego ingresé a Radio Mil Veinte.

 

 

Dentro de los personajes que acaba de mencionar está Julio E. Sánchez Vanegas, a quién usted dice tener mucho que agradecerle. ¿Por qué?

 

Mi sentimiento hacia Julio E. Sánchez Vanegas se llama gratitud. El me enseñó muchísimo. De la mano de Julio E. Sánchez Vanegas yo aprendí muchísimas cosas lindas y que todavía las siento en el corazón.

 

 

¿Por qué el recordado Carlos Arturo Rueda lo apodó como 'Chente'?

 

Si señor. Carlos Arturo Rueda, fue el personaje que me bautizó como 'Chente'. Cuando él estaba trabajando como narrador deportivo en Caracol, yo fui su primera voz comercial y recuerdo que en la primera transmisión que hicimos desde el estadio El Campín, me dio: "maestro usted tiene un nombre muy largo, Mario Vicente Cortés Almeida. A partir de hoy quiero que seas simplemente Chente Cortés."                      

 

 

Reconocido locutor en la lectura de noticias. Algunos ejemplos son El Repórter Esso, La Cabalgata Deportiva Gillette, El Reportero Caracol, Ultima Hora Caracol, Cuarto de Hora Caracol, Noticias Caracol ¿Ese formato de hacer radio en alguna época en Colombia usted piensa que encajaría en el estilo actual de cómo se cuentan las noticias?

 

En ese sentido permítame decirle algo que, para mí, es muy importante. La radio afortunadamente en todos los años, en todas las épocas ha tenido grandes representantes. Yo pertenezco a una época que ya está en su último cuarto de hora porque desafortunadamente la gran mayoría de mis compañeros, de mis colegas de época, han fallecido. Cuando esto se presenta siento una enorme nostalgia al recordar esos nombres que usted acaba de mencionar.

 

Soy admirador absoluto de la gente nueva. No soy de las personas que dicen que todo tiempo pasado fue mejor. Si bien es cierto en mi época tuve el privilegio de contar con el respaldo y con el compañerismo de personas y voces toralmente consagradas, también soy respetuoso de la gente nueva.

 

Yo pienso que hoy la radio colombiana y la radio universal tiene figuras jóvenes también de gran importancia.

 

 

Son muchos los buenos lectores de noticias en nuestro país. ¿Con la experiencia y el reconocimiento de los que usted goza en ese formato de hacer radio, a quién se le quitaría el sombrero como locutor en Colombia?

 

A dos señores cuyos nombres son Armando Osorio Herrera y Eucario Bermúdez. 

 

 

Con Alfonso Lizarazo los une momentos muy significativos en sus respectivas carreras en la radio. ¿Nos los recuerda?

 

Él fue presentador y locutor de programas que, gracias a él, yo también fui presentador y locutor. Por ejemplo, Monitor. El era el locutor de Monitor y yo lo reemplacé. Era la voz comercial en las transmisiones deportivas de Caracol y también lo reemplacé.

 

Alfonso Lizarazo fue presentador de Los Chaparrines, de La Escuelita de Doña Rita, Los Tolimenses, y de todos esos programas me correspondió reemplazarlo y esto tiene una razón.

 

Cuando yo llegué a Caracol, a él acababan de designarlo director de una emisora que fue novedosa en su momento que se llamó Radio 15 que era una emisora orientada exclusivamente para la juventud colombiana.

 

 

"La radio es la mejor forma de comunicación que ha tenido el mundo."

Vicente Cortés Almeida acompañado de su esposa Margarita Santander Fleischmann.

    

 

Algunos coinciden en decir que antes se hacía la radio más por pasión. ¿Será que a la radio de hoy le interesa más el dinero que en la época suya?   

 

En toda época la radio ha necesitado de los diferentes patrocinadores para subsistir. En la época mía trabajábamos por corazón, cariño, dedicación, por absoluta convicción, antes que por dinero.

 

 

¿Por qué para usted no todo tiempo pasado fue mejor en la radio?

 

Hay muchos colegas que dicen que en nuestra época se hacía la mejor radio en Colombia. Yo digo y repito y no me cansaré de decirlo. En toda época la radio ha tenido grandes figuras y la gente joven también merecen un sitial importante dentro de la radio colombiana.

 

Hoy por hoy, desde luego que los jóvenes cuentan con las herramientas que nosotros quizás no las tuvimos nunca, en mi época se trabajaba casi que con las uñas. Hacer una traducción era algo del otro mundo, hoy en día los servicios del internet y el celular facilitan mucho el trabajo para la gente joven pero también hay gente joven que se ha preocupado por estudiar, prepararse y llegar de la mejor manera posible a respetar el público que es el oyente.      

 

 

¿Cómo recuerda La Escuelita de Doña Rita?

 

Era un programa que hacía parte de otros en la época en la que la radio ante todo era radio espectáculo. Las emisoras grandes tenían sus radios teatros y que bonito que era trabajar en directo para un público que diariamente hacía unas colas enormes para poder ingresar a esos pequeños radio teatros como lo fueron el Radio teatro Nuevo Mundo Caracol, de Nueva Granada, RCN y el de Radio Continental en Todelar, Bogotá.

 

 

Esa imaginación que teníamos antes al escuchar la radio y de la cual usted fue protagonista, ahora la palpamos al ver como hacen la radio, ¿Acaso esto le resta importancia a la radio? ¿Qué piensa?

 

Usted tiene toda la razón. Hace algunos años hacer radio era poner a pensar a la gente. La gente a través de una cajita sonora que se llama radio se podía imaginar a los personajes, llámese locutor, locutora, actor, actriz, periodista.

 

Nosotros nos encargábamos de crear esa imaginación. Hoy por hoy la radio casi que es como una partecita de la televisión, porque todo se lo entregan en bandeja al oyente o televidente. En aquella época poníamos a pensar a la gente. Y eso era nuestro mejor ejercicio.

 

 

¿Una licencia de locución puede clasificar a un locutor bueno o malo? ¿Acaso en su época hubo locutores con licencia y que de pronto no eran tan buenos?

 

Yo pienso que de todo se ve en la viña del señor. Pero que importante fue la licencia para locutores y periodistas. En la actualidad cualquier persona de una manera muy fácil puede hacer locución o puede hacer periodismo.

 

 

Gente con mucha trayectoria en la radio, opinan que esta ya está en sus últimos días, otros por el contrario opinan que la radio está viva y seguirá con vida, precisamente gracias a las nuevas tecnologías. ¿Qué piensa usted?

 

La radio nunca va a morir mi querido Germán. La radio nunca va a morir. Viva la radio y viva la mejor profesión del mundo que es hacer radio y hacer periodismo.

 

 

¿Qué libro está leyendo actualmente?

 

A mí me encanta la lectura y en la mesa de noche de mi alcoba tengo un libro que estoy leyendo que es un poco polémico que se llama Sodoma: Poder y escándalo en el Vaticano, del periodista y escritor francés Frédéric Martel.

Es una obra de un periodismo investigativo de muchos kilates.

 

También tengo otro a la mano que me lo regaló mi hijo Mario como obsequio de navidad. Es un hermoso libro que hace parte de una serie de libros relacionados con la verdadera historia de Julio Cesar. Este libro se llama: Roma Soy Yo, del escritor español Santiago Posteguillo. El segundo libro de la serie se llama: Maldita Roma.

 

Este es mi entretenimiento después de que me retiré de la radio. La lectura, la música y las películas.   

 

 

Parece que uno de sus libros preferidos y que le gusta releer se llama PARIS del escritor británico, Edward Rutherfurd. ¿Qué tanto le gusta de este libro?

 

Porque es la transcripción de la ciudad más hermosa que tiene el mundo, que es Paris y alrededor de Paris, una serie de personajes y anécdotas que realmente uno queda embelesado después de su lectura.

 

 

¿Ya ha visitado Paris?

 

Si señor. Una vez en 1966.

 

 

Un amante empedernido del bolero y todo parece indicar que su preferido es Marco Antonio Muñiz. ¿Algunos boleros de todo su gusto?

 

Definitivamente El Despertar. Esa es la canción más bonita de todas las que interpreta Marco Antonio Muñiz y su autor es Rubén Fuentes.

 

Otra de las canciones de Marco Antonio Muñiz, que me fascina y me trae enormes y gratos recuerdos es Por Amor. Justamente a través de esa canción, logré conquistar a Margarita Santander Fleischmann, quien es mi esposa y con quién voy a cumplir 54 años de vida matrimonial.  A ella también le gusta la música de Marco Antonio Muñiz.

 

 

¿Disculpe, cuál es el origen del apellido de su esposa?

 

Su abuelo fue alemán, nacido en Bonn. Llegó a Colombia en ocasión de la Primera Guerra Mundial y se estableció en Pasto. Era ingeniero mecánico. 

 

 

Un apasionado del cine. ¿Cuál ha sido la película que más ha disfrutado?

 

Yo soy casado con el cine clásico. Y dentro del cine clásico hay una película que la he visto infinidad de veces y cada vez que tengo la oportunidad, la vuelvo a ver, porque una película es como un libro, entre uno más lee un libro, más gusto le toma leerlo. La película se llama El Doctor Zhivago.

 

De esta película me enamora absolutamente todo. Para mí gusto es la película que compendió todo. Se dice que ya es muy difícil llevar al cine un buen libro. Pero en este caso la película supera al libro. Es una película muy bien lograda y realizada.

 

A mí me encantan las películas que por A o B circunstancias han ganado premios. De ahí que yo tengo toda la colección de películas ganadoras del Premio Oscar a Mejor Película, desde la primera uno hasta la última en 2023.

 

Permítame contarle una cosa. No me gusta ir a las salas de cine. Me gusta ver las películas en mi casa porque las compro y las colecciono. Por el momento me acerco a 700 películas muy bien escogidas.

 

 

¿En cuál de las dos fechas que usted cumple años le gusta más que se los celebren? ¿El 28 de diciembre o el 12 de febrero?

 

Absolutamente el 28 de diciembre. Es mi verdadera fecha de nacimiento. Yo nací el 28 de diciembre de 1943, eso quiere decir que ya me aproximo a mis 81 años de vida.

 

El 12 de febrero de 1943 es la fecha que aparece en mi cédula, pero todo se debe a un error en la Registraduría.

 

 

¿Qué representa Caracol en su vida?

 

Absolutamente todo. Gracias a Caracol yo logré concretar mis ilusiones y mis suertes. Gracias a Caracol me hice hombre. Gracias a Caracol me hice profesional. Gracias a Caracol por haberme dado la oportunidad de conformar mi hogar, el cual está integrado por mi esposa y mis hijos, Margarita María y Mario.


Mi hija Margarita María, es periodista y Comunicadora Social y mi hijo Mario, es abogado. Vive en Sydney, desde hace 16 años y trabaja con el Ministerio del Interior en Australia. Su esposa se llama Rebeca Paredes Nieto y es española.

 

Yo pienso que toda mi vida radial fue con Caracol porque al comienzo trabajé con algunas emisoras que de algunas maneras estaban vinculadas a Caracol. Como fue Radio Las Lajas, Ecos de Pasto, Emisora Cultural Bolívar. Luego estuve con Radio Juventud, Radio 1020, ambas en Bogotá y Radio Visión en Medellín.

 

Debo rendir pleitesía de admiración y gratitud a quienes fueron los directivos de Caracol. A don Fernando Lodoño Henao, Jesús Álvarez Botero, el doctor Gustavo Cárdenas Giraldo, Eucario Bermúdez.

 

Son muchos los colegas, pero de momento voy a tratar de recordar algunos nombres: Armando Osorio, Alfonso Lizarazo, Oscar Arango Flórez, Nick Camelo, Otto Greiffestein, Ernesto Rojas Ochoa, Gabriel Muñoz López, Ernesto Rodríguez Camacho, Edwin Paz, Juan Manuel Rodríguez, Julio Nieto Bernal, Los hermanos Carlos y Julio Eduardo Pinzón, Teresita Gutiérrez, Cecilia Morales, Carlos Arturo Rueda, Gustavo Niño Mendoza, Florentino Mesa. A todos ellos los aprecio y admiro, pero la lista es infinita.

 

 

¿Para Vicente Cortés Almeida qué es la radio?

 

La radio es la mejor forma de comunicación que ha tenido el mundo.

 

 

Maestro muchas gracias. Me llena de regocijo hablar con usted.

 

Muchísimas gracias a usted Germán, Créame que usted, sin conocerlo personalmente, hace parte de la nueva generación radial. Siga adelante, en sus manos y en las de sus compañeros y colegas jóvenes, está el futuro de la radio. Sigan siempre hacia adelante. Un gran abrazo para todos.    

 

 

"La radio nunca va a morir. Viva la radio y viva la mejor profesión del mundo que es hacer radio y hacer periodismo."

Vicente Cortés Almeida, Jorge Antonio Vega Baquero y Elkin Mesa.

 

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Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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