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Leopoldo Arango: “La radio nace con uno.”


Leopoldo Arango.



Alguna vez por azares de la vida, descubrí al locutor, Leopoldo Arango, quien estaba realizando un programa de radio y transmitido por video cámara, a través de una red social. A partir de ese instante, me prometí tenerlo como invitado en mi página web.


Su estilo, muy informal, me gustó de inmediato. Pero más aún, me llamó la atención, que algunas personalidades de la radio también habían pasado por allí, y manifestaban su gusto por lo que él hacía.


Definitivamente resulta muy interesante el poder enterarse de lo que encierra una persona, cuando se le conoce. Cuando escuché a Leopoldo Arango, presentí que detrás de aquella voz que poco aplicaba de aquel protocolo de la elegancia al hablar que supone distingue al buen locutor, había historias interesantes para escuchar y no me equivoqué.


Tal vez hay academias para pulir la voz, pero el amor a la radio nace con uno mismo.”, dice Leopoldo, quizás resumiendo muy en el fondo, lo que él logró al cumplir su sueño de ser locutor desde que era un niño.


En esta breve charla, Leopoldo Arango nos hace un sumario de su carrera en los medios que comenzó arrastrando cables, hasta ocupar cabinas de importantes cadenas de radio y ser un destacado promotor de reconocidos artistas nacionales y extranjeros, que en su momento gozaron de amplia notoriedad.





Por: Germán Posada




¿Qué recuerda de sus vivencias en ciudad Bolívar, qué escuchaba que lo inspiraba a ser locutor, a trabajar haciendo radio?


Nací en Ciudad Bolívar un municipio ganadero al suroeste de Medellín. Muy joven me vine para Medellín, pero regresé a terminar mi escuela secundaria.

Escuchaba la famosa radio novela Kalimán, Juventud Aquí Estámos, y también El Club del Clan.

Cuando estaba estudiando en el Liceo San José del Citará, había un señor que tenía un taller técnico de radio y este señor me fabricó una pequeña emisora dentro del taller y me la puso a mi disposición. Yo salía del liceo y prendía la emisora con un transmisor que solo tenía cubrimiento para el pueblo. Lo que hacía era transmitir los discos que estaban sonando en aquel entonces. Esos fueron mis inicios en la radio.


En el municipio solo entraban las cadenas grandes y dos emisoras de otros dos municipios. una de Andes y la otra de Concordia. Caracol tenía un programa los fines de semana de La Vieja Nueva Ola que se llamaba El Club del Clan. Yo escuchaba esto y me gustaba mucho. Y esto más me enamoró de la radio.



¿Cuál fue su primera experiencia frente a un micrófono?


Cuando me vine para Medellín al terminar mi bachillerato, me iba a presenciar la Vuelta a Colombia y ni siquiera miraba a los ciclistas, sino que me fijaba en lo que hacían en los transmóviles. Recuerdo que salía a la autopista a ver lo que hacían los locutores de las distintas emisoras y me soñaba con estar un día haciendo lo mismo. También me iba para las canchas preliminares con una grabadora a transmitir fútbol y la gente que me veían se imaginaban que yo era un loco. Era pura goma de ser locutor.


Yo siempre quería trabajar en radio y un día me fui a visitar a los locutores Javier Hernández Bonet y a Jorge Eliecer Campuzano que trabajaban para Todelar y eran muy populares en aquellos años. Me les presenté y les hablé de mi interés por la radio. Ellos muy amablemente me dijeron que allí en Todelar no había espacio porque los locutores de planta ya tenían mucha experiencia, pero me sugirieron ir a la emisora La Voz de la Independencia para que me presentara de parte de ellos con la señora Carlota Gómez. Ella me presentó a su hijo Roberto, que era el director de deportes quien me dijo que si quería trabajar con ellos era para colaborar cargando e instalando los cables al estadio ya que transmitían fútbol.


Después de un tiempo me dio la oportunidad de describir los tiros de esquina en los partidos. En alguna ocasión iban a transmitir el partido entre Nacional y el Deportes Quindío y había que ir hasta Armenia. El narrador y yo nos fuimos en un autobús, recuerdo que yo llevaba la consola de tubos cargada en mis piernas. El narrador se puso a tomarse unos tragos, pero se pasó de copas y entonces llamé a la emisora y me comuniqué con doña Carlota y le comuniqué lo sucedido. Ella me preguntó si yo era capaz de transmitir el partido a lo que le dije que sí. En el estadio me conseguí a alguien y le pagué para que me leyera los comerciales.


Me fui al camerino y anoté las alineaciones y con papel en mano comencé a narrar el partido, pero sin mirar el terreno de juego. Lo único que yo quería era demostrar que era capaz de narrar fútbol. En esas metieron un gol y yo ni cuenta me di. El muchacho que me estaba colaborando en la voz comercial me avisó del gol y haciendo una pausa en mi narración le pedí que me averiguara quién lo había hecho para poder narrar el gol. A mi regreso a Medellín, doña Carlota me preguntó que si quería seguir narrando en la emisora y fue así como comencé a narrar fútbol en La Voz de la Independencia.




¿Tuvo su licencia de locutor?


Para aquella época había que presentar unos exámenes en el Sena y era muy difícil porque se presentaban de cada ciudad 500 personas para pasar un examen escrito y otro oral. Yo, por ejemplo, me presenté una tres o cuatro veces y nunca pasé.


Cuando terminé mi bachillerato en Ciudad Bolívar tenía un amigo que con el tiempo estudió Derecho y se hizo ministro de Colombia. Yo le pedí ayuda para la licencia y gracias a él pude tener mi licencia de locutor.


¿En La Voz de la Independencia parece que usted tuvo incidencia en la carrera del Paisita Munera Eastman? ¿Podría decirse qué usted fue como una especie de tutor para él?


Cuando yo me hice locutor oficial en La Voz de la Independencia llegaron dos muchachos con los mismos deseos míos de ser locutores. Ellos eran Luis Fernando Munera Eastman y otro de apellido Velilla.


Munera me escuchaba porque yo hacía un programa de farándula que se llamaba Disco Década 7 y gozaba de popularidad en Medellín. Ambos terminamos siendo buenos amigos. Efectivamente hice el puente con doña Carlota y fue así como se inició el Paisita en la radio antioqueña, en un principio como animador más que como narrador. Luego con el paso del tiempo se fue a otras cadenas radiales, como Radio Súper, Todelar y Caracol, para convertirse con el tiempo en una gran personalidad de la narración de fútbol. En realidad, más que su tutor, fue haberle brindado la oportunidad de entrar a una emisora y comenzar a adquirir experiencia en radio.



¿Nos recuerda aquel programa llamado La Puntilla como comentarista taurino?


Esto fue en La Voz de la Independencia con doña Carlota Gómez. Su esposo que se llamaba Carlos Cardona fue torero. Cuando él falleció, ya doña Carlota era muy aficionada a los toros y tenía el programa La Puntilla que lo hacía los lunes de 6 a 7 de la noche.


Para ese entonces, yo gozaba de mucha confianza dentro de la emisora, y ella me invitó a participar en el programa. Tomábamos las noticias de los periódicos de lo que tuviera que ver con toros y cuando había ferias ella iba y les hacía entrevistas a los toreros. En este programa, estuve trabajando por mucho tiempo, pero no específicamente como comentarista taurino, quien se encargaba realmente de hacerlo era doña Carlota y yo le ayudaba en la realización del programa. De hecho, no me gustaba ir a las corridas de toros.



Usted comenzó en la radio en tiempos de magnífica época de voces graves y elegantes, para algunos, llamadas tonos de voz engolada. Noto que su estilo es muy natural, quizás descomplicado. ¿Estoy en lo cierto?


No se equivoca. Aquí en Medellín llegaron locutores caleños con una cadencia espectacular en sus voces, le menciono por ejemplo a un Antonio Lozada, entre otros.


En lo personal nunca utilizo un libreto, todo lo que voy hablando es de manera espontánea y precisamente esa naturalidad es lo que me ha ayudado a crear mi propio estilo y gozar de reconocimiento. La radio nace con uno y la locución no se aprende, tal vez hay academias para pulir la voz, pero el amor a la radio nace con uno.


¿Es cierto que con el musico Julio Ernesto Estrada Rincón, conocido como Fruko, hacía un programa de salsa en La Voz del Rio Grande?


Así es. Fruko y yo hicimos dos programas en el género de la salsa.

El primero fue Estéreo Salsa. Cuando trabajaba en Discos Fuentes apareció un señor costeño llamado Edison Rodríguez quien me dijo que iba a montar una emisora para que Fruko y yo hiciéramos un programa de radio. Pasados unos meses volvió don Edison con la emisora en FM llamada Veracruz Estéreo. En aquel entonces el FM se distinguía por programación musical de boleros, música instrumental, tangos, etc., pero nunca de música tropical.


Fruko y yo, comenzamos con un programa los sábados llamado Estéreo Salsa que fue una locura en Medellín. Era la primera vez que en la ciudad de Medellín, la gente escuchaba música tropical en FM. Cabe anotar que Fruko era muy popular en aquella época y gracias a Estéreo Salsa yo también gané notoriedad en Medellín.


Luego la emisora cambió su formato y fue cuando llegaron figuras como Tito López y Donnie Miranda, entre otros, y lograron hacer un gran trabajo en Veracruz Estéreo, con música juvenil en inglés.


Yo me fui para Todelar y hablé con don Bernardo Tobón Martínez y le propuse realizar un programa de salsa con mi amigo Fruko. Don Bernardo aceptó ofreciéndonos un espacio en La Voz del Rio Grande y así arrancamos con Festival Latino, los sábados de 8 a 12 de la noche y se transmitía a nivel nacional. Desde Medellín nos escuchaban en 70 emisoras en Colombia.


Tuvimos mucho éxito, Fruko es alguien que sabe bastante de este género musical y, además, teníamos música exclusiva. Nuestra competencia era el programa Salsa con Estilo que hacía en Caracol, el desaparecido Jaime Ortiz Alvear.




“Yo no olvido los momentos que he vivido y que he realizado en la radio.”

Leopoldo Arango en compañía de la cantante Mirian Hernández en la emisora Bienvenida Estéreo. Programa: Una canita al aire.



¿Le llegaron a ofrecer en algún momento ir a hacer radio en Bogotá?


No. Pero cuando viajaba en mis correrías con Discos Fuentes, llegué a encontrarme con el maestro Jaime Ortiz Alvear en Bogotá y conversábamos al sabor de un tinto, de los programas que ambos hacíamos. Jaime Ortiz Alvear fue el más grande locutor de Salsa que ha tenido Colombia. Era todo un maestro.


¿Cómo se dio su paso como promotor de Discos Fuentes?


Estando en La Voz de la Independencia, algún día apareció un señor que era promotor y director nacional de Discos Fuentes y me ofreció la oportunidad de trabajar como promotor en esta empresa. Dicho y hecho pasé la entrevista con su director que era el Doctor Conrado Domínguez quién me contrató de inmediato.


Fui promotor de artistas como Rodolfo Aicardi, Fruko y sus Tesos, Pastor López, Joe Arroyo, Franco de Vita, y más.



¿Y cuál fue su desempeño en Discos Dago del desaparecido Darío Gómez?


A mí me despidieron de Discos Fuentes. Yo era un buen amigo de una secretaria que se enamoró de un director de promoción nuevo que había llegado y la verdad sea dicha, yo no le agradé a este señor.


Me fui para Discos Victoria, por cierto, empresa fundadora del género popular y del merengue en Colombia. Allí trabajé con el señor Otoniel Cardona, quién ya falleció.


Al año siguiente por solicitud de Fruko, me instalé de nuevo a trabajar en Discos Fuentes, allí duré un buen tiempo y luego pasé a trabajar con el fallecido Darío Gómez en su empresa Discos Dago.

En Bienvenida Estéreo usted se inventó el programa UNA CANITA AL AIRE ¿De qué se trataba?


Si señor. Y también tuve otro que se llamaba Porros, cumbias y gaitas. El nombre de Una Canita al Aire yo lo tomé de una canción de salsa. Era un programa de música tropical y la mezclaba con algo de música popular y gustó mucho en Medellín. También me hice muy reconocido por este programa.



¿Qué hay de cierto que estuvo en el Mundial de Italia 90 con todo pagado y fue a través de una rifa que se ganó?


En aquella época mi novia es la que es ahora mi esposa. Trabajando en Discos Fuentes, de HL rifaron un pasaje para dos personas de ida y vuelta para asistir al Mundial de Fútbol en Italia con todos los gastos pagos. Yo estaba en Bogotá cuando recibí una llamada del gerente de Fuentes en Medellín y me preguntó por mi pasaporte y si ya estaba casado.


En ese momento yo no tenía pasaporte y tampoco estaba casado. El caso es que la rifa la iban a hacer entre el gerente de Fuentes de Bogotá y yo. Pasada una hora volví a recibir otra llamada en donde me confirmaron que yo me había ganado la rifa para ir al Mundial.


A través de un militar amigo de la Cuarta Brigada pude obtener en corto tiempo mi libreta militar, que tampoco tenía, y la cual reemplazaba el pasaporte y adelanté mi matrimonio. Así pude viajar con mi esposa. Fue una experiencia increíble que jamás voy a olvidar.



¿De aquella época en la que usted comenzó en la radio cómo observa los cambios en tecnología que ahora sirven para hacerla?


Los cambios son muchos. Todo ahora se hace a base de satélite y las consolas son muy diferentes. Nosotros pasábamos las cuñas en acetato, prácticamente teníamos que adivinar la que teníamos que pasar al aire. Ahora todo es programado.


Antes una persona hacía locución y otra se encargaba del control. Ahora el mismo locutor maneja los equipos.


La radio ha cambiado pero el elemento humano en la radio de Colombia no. Los muchachos de ahora que trabajan en la radio son muy pilosos.


¿Qué esta haciendo actualmente en radio?


Especiales musicales. Hace poco hice un especial para Estrella Estéreo sobre Darío Gómez y recientemente hice otro para Tropicana, sobre Rodolfo Aicardi que duró casi todo el día. También participé en especiales en Bogotá sobre la muerte del cantante Pastor López.


Tengo como proyecto montar mi canal en YouTube, pero tengo que solucionar primero mi problema en mis cuerdas vocales que se me afectaron como consecuencia de una cirugía que me hicieron en la garganta.


Me mantengo muy activo haciendo publicidad con balones, mochilas y souvenirs, pero siempre ligado a la radio.



A propósito de Rodolfo Aicardi que se le recuerda tanto por esta época. ¿Qué nos cuenta de él, usted que fue uno de sus promotores?


Lo que pasa es que La Colegiala fue un tema muy popular que grabó Rodolfo Aicardi y Café de Colombia sacó una cuña con ese tema y la mandó para Ecuador y luego para Europa en donde también gustó mucho.


Una presentadora francesa muy popular de aquel entonces invitó a Rodolfo para que se presentara en la televisión europea, cosa que Rodolfo jamás había hecho en Colombia. Así fue como Rodolfo Aicardi se presentó en el Teatro Olympia de Paris cantando La Colegiala con transmisión en televisión.


¿Quién es Leopoldo Arango en la radio antioqueña?


Yo soy una persona que quiso hacer radio. Empecé desde abajo y luchando tuve la satisfacción de trabajar para Caracol, Todelar y RCN, las cadenas grandes de la radio colombiana.


En RCN, Mauricio Trujillo y Marlon Escobar me han brindado la oportunidad.

También en RCN, con Carlos Montoya Flórez, hice el programa La Tienda Ganadora.


Incursioné en televisión en Cable Unión y Cable Pacífico, en donde hice los programas De Fonda en Fonda con Leopoldo y De Parranda con Leopoldo.



¿De manera qué para siempre la radio?


Ya sumo bastantes décadas de estar trajinando en los medios. Estoy pensionado de mi trayectoria especialmente como promotor, pero sigo haciendo locución porque por mi experiencia en el medio del espectáculo me invitan a diferentes emisoras en Medellín para hacer especiales.


Yo me retiro de la radio cuando me muera y cuando esto pase yo creo que me van a poner un micrófono en la tumba, porque yo sigo amando la radio.



¿Cuál es su compendio de ese sueño de haber sido locutor?


Uno los sueños que se forja se cumplen tarde que temprano. Pero hay una regla. Si usted tiene un sueño menor se le cumple, pero hay que soñar en grande para que se cumpla el sueño a lo grande.


Hace poco me llamaron para una entrevista en La Voz de América desde Bruselas en Bélgica y me hicieron una nota muy bonita. Cosas como estas lo hacen sentir a uno muy feliz.



Gracias Maestro.


Lo felicito por su labor. Siga con ese espíritu y con ese ánimo.


Muchas gracias por brindarnos esta oportunidad a quienes ya hemos pasado esta barrera de hacer radio en otra época. Yo no olvido los momentos que he vivido y que he realizado en la radio. Todos los días la disfruto y duermo con un radio en mi almohada.



“Tal vez hay academias para pulir la voz, pero el amor a la radio nace con uno mismo.”

Periodista Hernán Cardenas y Leopoldo Arango.

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Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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