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José Manuel Restrepo: “Me hubiera gustado hacer radio más joven”

Updated: Apr 20, 2022

Cuando se habla de radio no necesariamente quiere decir que se deba ser locutor. Son muchas las personas que integran este fantástico mundo de la imaginación que se genera a través de las ondas hertzianas.


José Manuel Restrepo Fernández de Soto, por ejemplo, es un pilar importantísimo dentro de la historia de la radio en Colombia con un papel protagónico que se originó inicialmente como administrador y posteriormente como locutor.

Su voz es enérgica y describe de inmediato su pasión por la radio. Haber llegado a ella por sus conocimientos y experiencia en el campo administrativo le permitió vivirla muy intensamente sin estar ligado directamente a los micrófonos pero la vida se encargó de premiarlo brindándole la oportunidad de culminar su carrera ejerciendo la locución.


Después de varias décadas dedicadas con mucha responsabilidad y arduo trabajo, hoy José Manuel Restrepo Fernández de Soto, vive a plenitud los frutos que cosechó en aquella aventura que un día comenzó en la empresa Caracol y en la que sigue aún vinculado pero sin las carreras ni los afanes de otras épocas.

“El día que yo no esté haciendo radio voy a estar escuchando radio” es la consigna de este hombre de radio que con algo de nostalgia siente que le quedó faltando tiempo para haberse erigido como locutor pero que gracias a su profesionalismo administró y fortaleció con tesón aquella longeva empresa que perdura en nuestros corazones como “la gran compañía”.


José Manuel Restrepo Fernández de Soto.




Por: Germán Posada



Ha dirigido empresas reconocidas entre ellas, Everfit Indulana, Flamingo, Capripunto y Corona. ¿Qué tan distinto resulta administrar empresas de producción a una empresa de medios?

Cuando terminé en la Universidad EAFIT hice una especialización en University of Southern California, un MBA, con énfasis en Mercadeo. El mercadeo es un tema universal que es aplicable, digamos a la industria manufacturera, al comercio y a los negocios de servicios. Empecé en unas actividades industriales y comerciales, en una primera etapa en comercio de textiles y confecciones y luego ingresé a los medios de comunicación.

A ellos ingresé porque me apasionaban y porque en ellos se hace un “mercadeo casi que perfecto”, porque hay que identificar la necesidad del oyente y satisfacerla y luego hay que identificar la necesidad del anunciante y satisfacerla también. Lo que significa un mercadeo doble.

Para una persona que le gusta hacer mercadeo el negocio de los medios es ideal.



¿En su momento qué tan especial fue en su carrera suceder a Ricardo Alarcón, alguien quién venía teniendo gran éxito y reconocimiento cómo Director de Caracol Radio?

Ricardo Alarcón y yo tuvimos dos profesiones inversas en la radio. El empezó haciendo micrófono y terminó haciendo administración. Yo empecé haciendo administración y ahora ya jubilado he utilizado el micrófono. A Ricardo Alarcón lo vi crecer en la parte administrativa inicialmente y luego tuvimos unas etapas en donde yo fui prácticamente primero jefe de él y luego él fue jefe mío. Nos conocemos muy bien. Es una persona con una gran experiencia. Somos muy distintos en formación, el es Ingeniero sanitario y yo soy profesional en administración. Yo siento gran admiración por él y él siempre me ha respetado profesionalmente.

Sí, fue un reto llegar a Caracol pero lo asumí y me fue muy bien sobre todo en las actividades de radio donde el señor Alarcón es muy fuerte, pero digamos que, en mi caso, el tema radial también fue muy exitoso.



¿Cual considera ha sido el grado de beneficio que ha tenido Caracol con el asocio del Grupo español Prisa, que para muchos no ha sido beneficioso. Todo ha sido tan malo?

Hay temas positivos y otros que no son tan positivos. El primer tema positivo es que en un momento dado el Grupo Prisa entró a hacer una capitalización que en su momento el Grupo Bavaria no había hecho. Caracol invertía al ritmo del Grupo Bavaria y llegó a unos niveles de endeudamiento, que dificultaban la operación normal. Caracol necesitaba urgentemente una capitalización y llegó el Grupo Prisa, gestión que inició Ricardo Alarcón y que me tocó culminar a mí y con la llegada de Prisa, se materializó la capitalización. Caracol queda “livianito” en materia financiera. Esta sería la parte más positiva de la llegada de Prisa.


La parte complicada se da porque Prisa, con un comprensible deseo de estandarizar globalmente las operaciones, pretende replicar completamente el modelo radial de España a Colombia y esto ha generado dificultades en materia de sintonía. Digamos que España tiene un mercado con una clase media muy amplia y unos niveles socioculturales más parejos, donde usted puede tener, por ejemplo una cadena de emisoras como 40 PRINCIPALES y que la escuchen en todos los segmentos socio-económicos, en toda España. Eso en Colombia no se da.


En el país hay que trabajar clases populares, medias y altas, solamente hablando de grupos socioeconómicos e igual cosas suceden con edades. Entonces, en el caso de radio hablada, por ejemplo, Caracol pretendía manejar 3 formatos: La W para segmentos altos, Caracol para segmentos medios y Radio Reloj para segmentos populares. Esto para Prisa era un absurdo, pues ellos manejan un solo formato de radio hablada con la Cadena Ser y finalmente solo logramos que aceptaran en Colombia dos: Caracol y La W y se terminó sacrificando el formato popular de Radio Reloj, que había sido exitoso en sintonía y gran generador de Ingresos, por décadas.

En una entrevista que consulté y que data de noviembre de 2011 su esposa dijo que a la fecha habían hecho 32 trasteos en 42 años de casados. ¿Acaso se han sumado más trasteos en estos últimos años?

(Jajajaja). Los trasteos terminaron porque ahora estoy dedicado a otras cosas. Mis trasteos, además de los cambios en cada ciudad, fueron el resultado de un recorrido: Medellín- Los Ángeles -Medellín-Cali -Bogotá-Cali-Medellín-Bogotá- Medellín.


Yo regresé a Caracol Medellín en el año 2005, estuve en Caracol hasta el año 2012 y a partir de ese momento decidí que ya “no me mueve nadie”.


Al retirarme monté un programa de radio adulta que curiosamente en Colombia no se hacía en una emisora local que era la vieja Radio Reloj de Medellín y que se llama TRADICIONES y ha tenido bastante éxito. De viejo terminé haciendo lo que siempre quise porque siempre fui administrador en Caracol y terminé “anclado en Medellín”. No más trasteos.



¿Es verdad qué es un gran melómano?

Fui rockero, pero rockero clásico y le estoy hablando de la época de Elvis Presley, Jerry Lee Lewis, los Beatles, los Rolling Stones, me encanta el country rock, fuí seguidor de Neil Diamond, los Eagles, Alan Jackson y más recientemente me gusta escuchar a Bob Dylan y a Sheryl Crow. Pero igualmente me gusta el tango, la balada, la música colombiana y muchos géneros. Esa fue una de las cosas claves en mi éxito en Caracol, uno no puede ignorar ningún género musical. Puede que a mí no me guste la salsa pero si hay un cupo para una emisora de salsa en determinada ciudad hay que hacer salsa.


Y lo mismo sucede por ejemplo con las baladas de los años 60s que para mucha gente están para recoger, las descalifican como “Música de Plancha”, y bien manejadas son una máquina para conseguir sintonía. Yo siempre sostuve y defendí a La Voz de Colombia y hace más de 20 años me dijeron que había que “modernizarla”. Pues bien manejada y “bien cuidada”, lleva 2 o 3 décadas entre el primero y segundo lugar en Medellín y produciéndole excelentes resultados financieros a Caracol.


Digamos que yo no soy melómano, me gusta toda la música porque considero que la música es parte de la vida y que hay que disfrutarla.



Su primera incursión en Caracol Radio fue en 1979 en donde le tocó el inicio de 6AM 9AM y en alguna ocasión usted dijo que le había tocado barnizar ese proyecto. ¿A qué se refirió específicamente?

Cuando yo llego se está iniciando 6AM-9AM. Era un proyecto que se perfilaba para ser exitoso radialmente pero muy confuso comercialmente. Todavía no tenían un nombre específico. Más aún, tenía tantos nombres, que no se podía posicionar. Lo llamaban El Reportero Caracol, 6AM-9AM, Noticias Caracol, Los Desayunos Caracol, etc. Entonces lo primero que les pedí fue manejar un solo nombre, para definir el nuevo concepto y quedó 6AM-9AM. Aunque ya los españoles lo cambiaron por HOY POR HOY.


Entre otras cosas yo asistía a la Junta de Asomedios y los compañeros de dicha entidad me decían que se iban a quebrar por el costo de las llamadas telefónicas en ese entonces, pero entre más gastábamos más facturábamos y ese proyecto le daría un nuevo rumbo y una nueva imagen fortalecida a Caracol.




¿Qué tanto incidió 6AM - 9AM en el éxito de Yamid Amat dentro de su carrera en la radio de Colombia?

Yamid Amat no figuraba en la radio. Yamid escribía para un periódico de farándula en Bogotá pero resultó ser un señor con un ritmo periodístico impresionante.

Don Fernando Londoño y Diego Fernando Londoño le montaron prácticamente un “DREAM-TEAM” porque lo acompañaba un súper equipo con personalidades como Alfonso Castellanos, Julio Nieto Bernal, Javier Ayala. Juan Gossaín, Julio Sánchez Cristo y corresponsales en todo el mundo.


El dirigía la orquesta con un gran ritmo, pues es un hombre que sabe cuando iniciar la entrevista, cuando profundizarla y cuando terminarla.

Pero 6AM- 9AM no solo sería el punto de partida de Yamid, sino la plataforma de lanzamiento de un nuevo Caracol. Además fue la entrada de Caracol en el mundo del liderazgo de la sintonía de la radio hablada.


¿Qué fuel el GLP (Grupo Latino de Publicidad) qué usted fundo?

El señor Jaime Polanco en ese momento representante de PRISA acá en Colombia tenía la idea fija de crear una comercializadora multimedia en el país. La idea era ir conformando un portafolio de medios que se iniciara con Caracol Radio, se le uniera Casa Editorial El Tiempo con prensa, revistas, Citytv, y se le fueran agregando otros medios que permitieran hacerle una propuesta multimedia a los anunciantes.


La Sociedad con Casa Editorial El Tiempo se alcanzó a materializar, pero luego se frustró porque el Grupo Planeta, rival de Prisa en España, ingresó a la Sociedad de El Tiempo y esto volvía inviable una Sociedad de El Tiempo (Planeta), con Caracol (Prisa) en el Grupo Latino de Publicidad.

Yo me retiré del GLP y me vine para Medellín y estuve un tiempo con Caracol antes de jubilarme.



¿Cómo recuerda su gestión en las transmisiones deportivas internacionales que hicieron tan reconocida la marca de Caracol?

En mi primera etapa en Caracol, me retiré de la Gerencia comercial de Caracol por diferencias sobre mi remuneración y Diego Fernando Londoño en ese entonces Gerente o Presidente de la Compañía, me seguía llamando y en alguna ocasión me ofreció manejar los eventos y otros proyectos que él tenía pensados para el desarrollo de Caracol.


De esta forma se “inventó” un puesto llamado Gerencia de Desarrollo y me entregó como primer encargo la comercialización de la Vuelta a Colombia que se le había comprado a la Federación Colombiana de Ciclismo por una suma importante de dinero y además se acababa de contratar, con un sueldo millonario al reconocido Julio Arrastía Bricca.


Había muchos millones en egresos y no había ingresos. Asumí la dirección y comercialización de Vuelta a Colombia, Caracol de Pista, Tour de Francia, con un Caracol que no estaba posicionado en carreras de ciclismo porque era RCN el “dueño” de este deporte en Colombia. Me involucré de tal manera que fuí Director de una Vuelta a Colombia y logramos desarrollar un Paquete Ciclístico favorable a Caracol, a los anunciantes.

Nos inventábamos la forma de informar al oyente, pues especialmente en Europa nos tocaba ser creativos, recursivos y en ocasiones tocaba “inventar” y hacer “magia” para satisfacer al oyente. Pero fue una experiencia maravillosa, que duró hasta que me fuí de voluntario a la Gerencia Regional de Cali.



¿Qué piensa de aquella época en donde se viajaba tanto para cubrir transmisiones internacionales a la actual, cuando se relata desde una pantalla en un estudio?

Contra esta evolución no nos podemos oponer. Muy buena parte de las transmisiones deportivas ya se pueden hacer por el televisor y se han inventado toda clase de sistemas para manejar la señal, por ejemplo, “delay” etc.

Es una realidad que hay que aceptar. Pero me parece que no debe haber ausencia total del escenario, porque hay cosas que la televisión no muestra. Para una narración en televisión pienso que la transmisión debe utilizar el recurso de tener una o dos personas en el escenario dándole soporte a la transmisión.

De resto es demasiado obvio para los oyentes de que hay ausencia de los personajes que están transmitiendo.


Personajes como Gonzalo Gallo y Jorge Carrasquilla parece que fueron talentos al aire en los que usted tuvo ESPECIAL incidencia. ¿Por qué?

Sí, eso es cierto. A Gonzalo Gallo lo conocí estando de gerente en Cali. A mi hijo Daniel, que era un niñito, le fascinaban las misas en el templete y donde el Padre Gallo cautivaba adultos y niños, con su plática y su guitarra. Algún día me pregunté por qué no llevarlo a la radio. No recuerdo si fue bajo la dirección de Ricardo Alarcón ó Mauricio Prieto, pero sé que uno de los dos pensó que yo me había enloquecido, llevando a un cura a hacer Radio de Variedades. Sin embargo fue muy exitoso y Caracol le abrió las puertas de los Medios al Padre Gallo y a otros sacerdotes que lo siguieron.


Carrasquilla hacía comerciales con trovas en el Programa Wbeimar lo Dice. Nosotros necesitábamos un locutor para liderar los noticieros populares. Un día lo llamé y le pregunté que si quería cambiar de profesión, de hecho el pensó que yo lo iba a hacer despedir de su trabajo con Wbeimar Muñoz Ceballos. Le propuse que nos presentara un noticiero y a la fecha todavía sigue al aire con 20 años presentando noticias populares, siempre en primeros lugares de sintonía. Ahora se transmite en QHubo Radio la antigua Radio Reloj, con gran sintonía. A mí me ha gustado respaldar el talento radial. Me gusta apoyar a la gente que verdaderamente le gusta la radio.


Otro personaje que siempre apoyé fue a Don Carlos Posada Uribe capaz de llevar a Radio Reloj al primer lugar en la general de la Radio en Medellín (AM y FM), en pleno Boom de las Emisoras FM. Con un “atrevimiento” tal en materia de programación, que su Emisora (Popular Adulta), fue la primera en lanzar en Medellín La Vida es un Carnaval de Celia Cruz y El Ultimo Adiós de la mexicana Paulina Rubio.



“Me gusta hacer radio, me gusta vender y no me gusta echar gente”.

Judith Sarmiento, José Manuel Restrepo, Esperanza Rico, John Camacho y Yolanda Ruiz. (70 años de Caracol).




¿De los diferentes periodos en los que ha estado administrando Caracol cual ha sido el mejor y cual el más difícil?

Comercialmente el primer año, 1979 fue muy exitoso porque íbamos en un año después de un mundial y en ese entonces las ventas de los Mundiales de Futbol eran importantísimas. En 1979 superamos en un 40 por ciento las de de 1978, con el Mundial Argentina. Claro que “nos dieron la mano” las del primer año de 6AM-9AM.


En otras etapas nos dieron la mano “La Polémica” “ y luego “La Luciérnaga”, éxitos totales.


Regionalmente me fue muy bien en Cali y Medellín, en los temas Radial y Comercial, que es lo que manejábamos los Gerentes Regionales.


Entre el 85 y 86 me fue tan bien que me llevaron para Bogotá como vicepresidente comercial. En mi última etapa en Medellín me fue supremamente bien en ambas partes, comercial y radial. Tuvimos varios 1, 2 y 3 en sintonía, y 5 o 6 Emisoras en los 10 primeros lugares



Jorge Eliecer Campuzano lo admira a usted porque aún por su rol como presidente de una compañía es de espíritu abierto para hablar, para compartir. ¿Qué opina usted?

Yo tuve una vida profesional de más de cuarenta años y siempre tuve como filosofía un trabajo cercano con la gente, independientemente de su nivel en la organización. Recuerdo que cuando me entrevistó Andrés Obregón Santo Domingo para la Presidencia de Caracol, me preguntó qué me gustaba y qué no en el trabajo en Caracol. Y simplemente le respondí: “me gusta hacer radio, me gusta vender y no me gusta echar gente”.

Por eso me ideaba la forma de no despedir gente. Si tenía que hacerlo, lo hacía con el talento costoso, el que valía dinero, pero no con la gente de la base.

Creo que eso me lo reconoció la gente y logré una relación sencilla, cálida y amistosa, con mis colaboradores.

A Jorge Eliecer siempre lo acompañé y lo apoyé en su dificultad para afrontar su traslado a Bogotá, él no quería hacerlo. Con el tiempo por cuestiones de trabajo nos encontramos tanto en Bogotá como en Medellín. Hemos tenido una excelente relación y un dialogo muy fácil. Es un gran locutor, una gran persona y además ambos tenemos nuestro ancestro vallecaucano y raíces de Buga.


¿Hace cuanto hace su programa Tradiciones y qué lo motivo a hacerlo?

Yo terminaba mi relación con Caracol en una edad en donde mi padre me decía: “Hay una etapa en la vida donde el mejor negocio es no hacer negocios”.

Yo no quería arriesgar mi pensión. Quería hacer radio y estar en una actividad en donde aportara mis conocimientos, en un tema que me apasionara.

Planifiqué un programa de radio pensando en un mercado adulto, porque consideraba que un setenta por ciento de los programas en Medellín estaban dedicados a música para los jóvenes. De hecho una de las consignas de mi programa era que los menores que lo escucharan debían estar acompañados de un adulto responsable, que les explicara el qué y el por qué de los temas tratados.


Le confieso que pensé que el cuento me duraba máximo un año. Pero fueron nueve años seguidos. Todos los sábados hablamos de celebraciones, gastronomía, fiestas, costumbres, padres, madres, navidad, semana santa y costumbres del pueblo paisa en general. En total hicimos 450 programas. Si teníamos que repetir algún tema le buscábamos un enfoque distinto y siempre le invocábamos a la gente la nostalgia y los recuerdos, cosa que hace al paisa muy feliz.


La pandemia me hizo recapacitar en el sentido que de esos nueve años al frente del programa solo falté dos veces. (En el grado y en el matrimonio de mi hijo) Nunca pude aceptar invitaciones de ninguna índole, si incluían el día sábado, pero llegó un momento en el que dije: ya es suficiente. Además hay algo muy importante. Yo manejo el concepto de que las tradiciones deben ser dinámicas y después de nueve años pienso que debe entrar gente más joven para renovarlo. Yo le cedí los derechos a Caracol para que lo continúe y lo van a seguir haciendo Guillermo León Diez y Patricia Echavarría.



¿También escribió un libro sobre este programa?

Si, se llama TRADICIONES PAISAS. En él reuní todas las experiencias de los programas realizados, investigué, llevé conceptos de invitados y opiniones de oyentes y hago un ameno recorrido por las tradiciones paisas. Es un libro, en mi opinión muy bello, con fotografías a color de la fotógrafa profesional, Nora Elena Múnera. Hicimos un tiraje inicial de mil ejemplares y se agotó totalmente. No alcancé a llevarlo a las Librerías pues toda la edición se agotó por las redes sociales.



¿Y a propósito de tradiciones le sigue gustando la carne molida, las tajadas de maduro y el arroz?

Claro! Esa si es una “condición” que todos los paisas tenemos. Un ancestro montañero muy arraigado. Incluso eso hizo parte de mi idea del programa TRADICIONES, porque al paisa le gusta lo suyo. El Paisa no cambia sus “Frisoles”, su carne molida, su chicharrón y sus tajadas maduras, por el más sofisticado platillo.

Mi padre es de Jericó, Antioquia, pero mi madre es de Buga, Valle y por eso a mí me gusta la comida antioqueña al igual que la vallecaucana. El arroz atollado, las tostadas de plátano, el sancocho de gallina.

¿Terminó su ciclo con Tradiciones pero al parecer seguirá realizando unos especiales?

Así es. Cuando el director de radio hablada de Caracol se enteró de que yo no iba a seguir al frente de Tradiciones me propuso hacer unos especiales ocasionales sobre algún tipo de tradiciones y arranqué el 25 de diciembre haciendo un especial a nivel nacional sobre tradiciones navideñas y el primero de enero sobre tradiciones de fin de año, incluyendo día de inocentes y la fiesta de reyes.


Admiré mucho al recordado Eucario Bermúdez quién tituló su libro El talento no se jubila. ¿Muy difícil despegarse de ese bichito de la radio?

Los hombres de radio tienen una vinculación con ella mucho más profunda que los que trabajan en televisión o en prensa. Esto casi que es parte del carácter y el día que yo no esté haciendo radio voy a estar escuchando radio.

La radio es un medio que con la llegada de las redes sociales, la tecnología y la era digital en lugar de disminuir en su penetración, esta ha crecido, se ha diversificado e internacionalizado: Tradiciones lo escuchaban en Canadá, Estados Unidos, México y lugares tan apartados como Emiratos Árabes Unidos, Qatar, en la Polinesia.


El bichito de la radio no desaparece, se crece. Pero eso de la buena radio requiere de trabajo. Hoy hay gente haciendo radio y televisión con un teléfono celular en la mano, siguiendo internet en el momento y sin ninguna preparación. El resultado: Programas paupérrimos. Yo admiro una radio y una televisión trabajada, apoyada en las redes sociales, pero con un trabajo previo de preparación.

¿Cuál es su definición para radio?

La radio es un sistema de comunicación que empieza por identificar unos deseos y unas expectativas del oyente y luego tiene que diseñar un producto para satisfacer esas necesidades y esas expectativas de ese oyente. Pero para que sea económicamente factible, debe también identificar las necesidades de los anunciantes e intentar satisfacerlas..

Cuando las cosas se hacen así, la radio es exitosa pero cuando el personaje dice -yo voy a comunicar lo que yo quiero comunicar- es un fracaso. En un programa musical tengo que tener la empatía suficiente para que al receptor le guste lo que yo estoy transmitiendo. No es transmitir la canción que a mí me gusta y lo mismo es para la radio hablada. Tengo que generar contenido que llene las expectativas del que está al otro lado, con su receptor, escuchando.


¿Qué opina de tantas hermosas voces de nuestra radio?

Una cosa es el talento radial y lo otro es voz. Para mí el talento radial, ese cuyo número uno es Hernán Peláez y donde se pueden incluir talentos como Julio Sánchez Cristo y Yamid Amát. Otro tema es la empatía y la capacidad de reconocer lo exitoso y lo no exitoso. En este tema admiro a Diego Fernando Londoño y Carlos Posada Uribe.


Pero Colombia ha sido, además un país privilegiado con voces “fuera de concurso, como Otto Greiffestein, Juan Harvey Caicedo, Eduardo Aponte, Gustavo Niño Mendoza y varias docenas más. Voces neutrales que triunfarían en cualquier parte del mundo.


Aquí no estoy de acuerdo con el cambio de modelo que nos llegó de España. Nosotros en 6AM- 9AM, combinábamos informes periodísticos y entrevistas, con pequeñas secciones leídas por estas hermosas voces. La desaparición de estos espacios leídos, relegaron al olvido muchas de esas hermosas voces. Es posible que yo esté “pasado de moda”, pero me gustaba más nuestro modelo anterior.



¿Su opinión de la nueva generación que está protagonizando la radio?

A mi gustan cosas de radio de ahora pero que sean trabajadas. Hombre de Radio, para mi Hernán Peláez. Pero Hernán no tiene la varita mágica que lo que toca lo vuelve éxito. Eso no es gratis. Hernán trabaja durísimo, se prepara y planifica. Eso, sumado a su talento le da los éxitos. Otros que tratan de hacer el papel de Hernán Peláez con un teléfono celular en la mano, puede que sobrevivan, pero no se destacan, para mí, son un desastre.


Ahora, también hay que reconocer que mucho del talento viejo nunca entregó las armas, no cedió el espacio a talentos jóvenes y por eso hubo unos baches entre generaciones muy grandes.


Saliéndonos de radio, he visto programas de televisión en las mañana en donde hay tres periodistas cada uno con un teléfono celular sin ni siquiera estar mirando la cámara y eso a mí me parece un desastre.


¿Cuál es su evaluación personal de tantos años de servicio en la radio?

Yo llegué a Caracol básicamente a hacer una labor comercial y luego me fui de voluntario a Cali a una gerencia y después me retiré y regresé a una gerencia a Medellín y luego a una vicepresidencia comercial y después terminé de presidente de la Compañía y terminé montando una comercializadora que se llamó GLP de la cual le hablé. No me arrepiento de ninguna etapa. Pero también confieso, que me apasionaba “hacer radio” y nunca lo pude hacer.


Me tocó “vender” y administrar todo el tiempo. Me siento más cómodo haciendo radio que administrando pero debo reconocer que estudié administración y que tenía un postgrado y una condición de bilingüe escasa en esa época y todos estos factores me llevaron a posiciones gerenciales, que también disfruté. No tengo ningún arrepentimiento pero me hubiera gustado hacer radio más joven.


Muy amable por aceptar esta entrevista.

Antes de finalizar me parece muy importante enviarle un corto mensaje a los que hoy hacen la radio: “Con el radio defendamos nuestros valores, las costumbres, las tradiciones, evitemos las fake news, no utilicemos los medios y las redes para sabotear los programas de los países, tratemos de ser menos negativos y menos tóxicos. Demos buenas noticias, generemos ambientes positivos, estamos en una etapa muy complicada en el mundo y necesitamos optimismo y fuerza para salir adelante”.


Los medios de comunicación, radio, televisión y redes sociales deben aportarle al estado de ánimo de la gente para salir adelante en esta emergencia tan grande que tenemos.

A usted muchas gracias por invitarme a su entrevista.



“El día que yo no esté haciendo radio voy a estar escuchando radio”

José Manuel Restrepo, Ligia García, John Camacho y Darío Arismendy.



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Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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