Salvador Pantoja.
Es incuestionable que para el éxito en la transmisión de un programa de radio la voz del locutor juega un papel clave y no solamente por su registro, también porque va acompañada de un buen sonido, trabajo técnico que ya hace un buen tiempo viene realizando el mismo locutor.
Esta actividad como operador de audio, control, ingeniero de sonido ó “mago de las perillas”, como popularmente también se les ha reconocido en la fraseología de la industria radiofónica, fue única y exclusiva años anteriores, en Colombia por ejemplo, era imprescindible tener una tarjeta profesional acreditada por el Ministerio de Comunicaciones para poder ejercerla.
Salvador Pantoja, es uno de estos personajes que vivió y protagonizó esta ocupación medio siglo atrás cuando la radio era otra y no contaba con tanto recurso tecnológico como en la actualidad. Su permanencia en la radio no sumó largas décadas pero en el tiempo en el que estuvo vivió momentos exclusivos e históricos rodeado de notables personalidades de la radiodifusión nacional.
Para Salvador Pantoja la radio representó un espacio trascendental en su vida y hoy muy generosamente ha querido rebobinar su casete con aquellos imborrables recuerdos que vivió durante su paso en esta industria y hacerlos partícipes a todos aquellos eternos enamorados de las ondas hertzianas.
Por: Germán Posada
¿Cómo se inició su viaje en el mundo de la radio?
Comencé a trabajar en radio en 1965 acompañando a un amigo a la emisora en donde trabajaba y me gustó y aprendí a manejar los controles. Me pareció bonito.
¿Su interés inicial era ser control de audio ó acaso también quiso probar con la locución?
Si quise ser locutor pero en ese tiempo era muy difícil sacar la licencia y sin ella no se podía trabajar. El Ministerio de Comunicaciones de la época era muy exigente para entregarla.
Pude haber ejercido la locución casi al final de mi carrera pero me retiré. Fernando Gutiérrez Riaño, director del Canal Once de Televisión, me ofreció irme a trabajar con él, en aquel entonces el Canal era de capacitación popular y transmitía clases de primaria y bachillerato para todas las personas, después pasó a ser el Canal 11 de Inravisión y lo sigue siendo en la actualidad. Estuve muy tentado de aceptar su propuesta pero mis planes ya eran otros.
La idea era ingresar en la parte técnica para entrenarme a través de unas clases para que ejerciera la locución pero decidí retirarme del mundo de la radio.
¿Cuál fue su primera experiencia como control de audio?
Mi primera experiencia en cabina fue en Radio Reloj filial de Caracol en medio de las figuras de la época. Me tocó en Emisoras Nuevo Mundo que quedaba en el mismo piso y que era la principal de la Cadena.
¿Qué diferencia establecería del manejo del control de audio de su época con la tecnología que se usa actualmente?
La operación del control de antes era muy distinta a lo de hoy en día ya que en la actualidad todo esta soportado por el computador y antes era con las uñas.
¿Quiénes recuerda como controles destacados de aquella época?
Los controles destacados que yo recuerdo eran Enrique Paris, Samuel Ospina y Jaime Ospina, en parte fueron mis profesores ya que comencé con ellos.
¿Junto a cuales locutores reconocidos como figuras tuvo la ocasión de interactuar?
Me tocó trabajar con estrellas como Julián Ospina, Sofía Morales, Rodrigo Correa Palacio, Edgar Perea, Gabriel Muñoz López, Armando Osorio, Hugo Munker, Enrique Pérez Nieto, Julio Eduardo Pinzón, Hernán Peláez cuando estaba comenzando, Yamid Amat, comenzando también, Alberto Piedraita Pacheco, Juan Clímaco Arbeláez, Fabio Becerra Ruiz, Ernesto Rojas, Emiro Fajardo.
¿Con quienes tuvo buena química?
Me gustó trabajar con todos pero con los que más me acoplaba era con Fabio Becerra Ruiz, Juan Clímaco Arbeláez y Emiro Fajardo, locutor del noticiero Todelar muy famoso en su época.
¿Cuál considera fue la emisora más destacada en la cual trabajó?
Mi máxima experiencia fue poder ingresar a Radio Sutatenza por ser la emisora más moderna, con los mejores equipos y trabajar al lado de los mejores y con personalidades que colaboraban en muchos temas en ese momento. Cuando vino el Papa Pablo VI a Colombia el 18 de agosto de 1968, me tocó trabajar con Baltazar Botero que era el locutor de La Voz de los Estados Unidos y vino a hacer la transmisión. Coordiné también la transmisión para Radio Vaticana con el personal que ellos trajeron desde Roma.
¿En total cuantos años trabajó como operador de audio?
Luego de mi experiencia en Radio Sutatenza con el cubrimiento de la venida del Papa se me presentó la oportunidad de ir a trabajar por Europa pero infortunadamente mi experiencia fue mínima ya que desde el primer día en el que iba a comenzar a trabajar el Sindicato de este gremio me bloqueó y no me dejó avanzar.
Monseñor Salcedo me había recomendado muy bien para ir a trabajar en Roma con Radio Vaticana, incluso pasé unos exámenes y se suponía que estaba listo para trabajar con ellos pero su Sindicato argumentó que no había espacio para otro extranjero más. Lo que me dijeron fue de quedarme dos meses para buscar la manera de incluirme en su nomina así fuera como empleado del aseo y luego buscaban la manera de trasladarme a la zona de radio.
Yo si me quedé pero paseando por espacio de dos meses y luego me regresé a Colombia prácticamente para retirarme. En total fueron quince años de experiencia laboral.
Al parecer también incursionó en el mundo de los negocios. ¿Nos recuerda esta etapa de su vida?
Ingresé en el mundo de las ventas en donde hice una gran carrera llegando a ocupar cargos de dirección a nivel nacional como gerente de ventas en varias compañías, entre ellas, Gillete.
Luego de la experiencia en ventas me dediqué a trabajar independientemente con una comercializadora de licores y posteriormente exporté cebolla desde Colombia para empresas en Puerto Rico y viajaba entre ambos países. En mis inicios me fue muy bien pero con el movimiento del dólar llegó un momento en el cual no aguanté, duré alrededor de dos años pero me regresé del todo a Colombia a seguir trabajando con otros productos hasta que me pensioné. Ahora mi tiempo lo disfrutó mirando la playa.
“Me llena de orgullo haber podido pertenecer a este grupo de seres humanos que hicimos de la radio algo nuevo y mejor para todos.”
Licencia como Operador Control de Radiodifusión de Salvador Pantoja.
¿Qué diferencia la radio de su época con la de ahora?
La radio de esa época era muy buena pero muy lenta y con muchas limitaciones por parte del Ministerio de Comunicaciones que era el que limitaba todo. Para todo pedían licencia, así fuera una personalidad debía tener licencia para que pudiera hablar. Una resolución que sacaron para la época era que los controles de audio tenían que tener licencia también, yo fui uno de los primeros en tenerla.
El Ministerio de Comunicaciones de aquel entonces también prohibió sacar las llamadas al aire, de manera que eran muchas las restricciones que hacían que la radio fuera lenta. Todo esto afectaba principalmente las matrices de las Cadenas principales. Los controles en emisoras musicales tenían un poco más de flexibilidad en sus trabajos.
La radio de hoy es muy moderna, muy rápida, las noticias son instantáneas desde cualquier parte del mundo. No hay punto de comparación. En esa época las figuras eran los locutores porque eran las voces. Los periodistas no figuraban para nada. La gran diferencia de hoy en día es que las figuras son los periodistas. Ya los locutores pasaron a la historia.
Las emisoras musicales no han cambiado nada. Siguen siendo las mismas. Lo único que ha evolucionado es la parte noticiosa, la parte periodística es la que realmente ha evolucionado la radio en Colombia.
¿Recuerda los locutores a quienes les abrió micrófono por primera vez?
A los locutores que por primera vez les abrí el micrófono fue a Fabio Becerra Ruiz y a Ernesto Rojas Ochoa.
Fabio trabajaba como animador en Almacenes Tía y yo trabajaba en la emisora HJCK que quedaba muy cerca a esta empresa, en la carrera séptima con calle 17 en Bogotá. Ahí nos conocimos. Cuando yo entraba al almacén y lo escuchaba me parecía que tenía un buen timbre de voz. Algún día le propuse que probara con la radio y lo invité para que pasara a la emisora a practicar haciendo grabaciones. Yo estaba en el turno de la noche y fue así como él comenzó a involucrarse en radio. Fabio siguió trabajando en Almacenes Tía y con el paso del tiempo nos encontramos de nuevo en la emisora llamada Nuevo Continente en donde yo estaba trabajando. Fue allí en donde el tuvo su primera experiencia laboral en la radio y ahí le abrí el micrófono por primera vez.
A Ernesto Rojas me tocó abrirle el micrófono por primera vez en la Emisora Horizontes.
¿Alguna personalidad de la época con la que no trabajó y que le hubiera gustado haberlo hecho?
Me hubiera gustado trabajar con Humberto Martínez Salcedo, un periodista, abogado y locutor. Tenía un programa que se llamaba El Pereque y era muy famoso y sintonizado. Interpretaba todos los personajes del gobierno y otras personalidades de la farándula. Era muy inteligente y versátil. Fuimos compañeros de trabajo en la oficina pero el llevaba sus programas ya grabados con montajes incluidos. Por esta razón no pudimos trabajar juntos. Era una persona fabulosa y aprendía mucho cada vez que lo veía y hablaba con él. Fue uno de los personajes más conocidos del programa Sábados Felices con su personaje “El Maestro SalustianoTapias”.
Aleyda Neira, esposa de Humberto Martínez Salcedo fue la secretaria de la HJCK y trabajó toda su vida en esta emisora. Tuvieron un hijo que es Nestor Humberto Martínez Neira. Abogado egresado de la Javeriana. Se dedicó a la política. Fue Ministro de Gobierno de Andrés Pastrana y renunció por el voto de censura del Congreso de la República y lo hizo antes de la aprobación del voto de censura que evitó el ser destituido y quedar inhabilitado políticamente marcando así un precedente nunca visto en estas instancias gubernamentales en Colombia. Luego fue Secretario General de la presidencia en el gobierno de Juan Manuel Santos. Su último cargo fue el de Fiscal General de la Nación y renunció cuando la Corte Suprema de Justicia dejó en libertad al terrorista Jesús Santrich miembro de las FARC de lo cual no estuvo de acuerdo y prefirió retirarse el año pasado.
Muy elitista nunca estuvo de acuerdo con el personaje que su padre hiciera en Sábados Felices, se apenaba de él. Tampoco determinaba la gente que fueron compañeros de su papá en la radio. Nunca los atendió en su oficina, ha sido un personaje totalmente distinto a lo que fue su padre.
¿Y algún programa en el que no participó y en el que le hubiera gustado haber sido partícipe?
“La Hora Phillips” en Caracol. El programa número uno en la radio colombiana de la época. Era radio teatro con cantantes nacionales e internacionales. Lo hacían Jorge Antonio Vega y José Alarcón Leal (qepd). Me gustaba mucho, yo trabajaba ahí mismo y podía verlo. Admiraba mucho la parte técnica como lo hacían.
¿Qué representó la radio en su vida?
La radio fue una buena escuela que me enseñó a ver el mundo real, con más claridad y a conocer personas interesantes pudiendo hacer buenos y sinceros amigos. Me llena de orgullo haber podido pertenecer a este grupo de seres humanos que hicimos de la radio algo nuevo y mejor para todos.
Muchas gracias.
Gracias a usted por tenerme en cuenta.
Aprovecho para decirle que yo soy radioaficionado de primera categoría y tengo mi licencia. Pertenecí a la Banda Ciudadana, luego ingresé y me afilié a la Liga Colombiana de Radioaficionados. Los indicativos de mi licencia son HK3BNA, los fines de semana ó en mis tiempos libres siempre me gustaba estar encaramado en los cerros más altos haciendo pruebas con mis antenas.
Esta actividad es como hacer amigos. Era muy bonito estar intercambiando postales con gente de todo el mundo. Es una actividad costosa pero muy grata.
Hoy en día sigo con mi licencia pero más retirado de la actividad porque con la llegada del internet prácticamente esto ha pasado a la historia. Ahora se usa especialmente en tiempos de emergencia cuando suceden fenómenos como terremotos ó para alta mar en los barcos y que requieren todo tipo de comunicación.
Carnet Radioaficionado de Salvador Pantoja.
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