Dra. María Jimena Durán Sanín.
Por: Fabio Becerra Ruiz
Después de viajar por muchos países del mundo en los últimos diez años, de verificar personalmente en algunas ocasiones cómo un embajador en Portugal despachaba desde París, un Cónsul en España ejercía en vacaciones casi permanentes desde Colombia, y que nuestros diplomáticos y representantes en diversos países visitados, eran en todos los casos apenas cuotas políticas como aún ocurre en Nueva York donde los numerosos vicecónsules generalmente son hijos mimados de parlamentarios, mozalbetes familiares de líderes políticos y de dirigentes del partido de gobierno del momento etc, finalmente he podido comprobar que actualmente el Consulado de Colombia en Londres, es de los pocos, si no el único, en que realmente se trabaja con interés y dedicación, por nuestros connacionales en el exterior.
Una apremiante necesidad de orientación familiar, me llevó a contactar a través de una tercera persona a la encargada de negocios con funciones de Cónsul General en Londres Dra. María Jimena Durán S., joven y eficiente funcionaria quien con la cooperación de la asesora jurídica del Consulado y abogada experta en inmigración Dra. Ana María Duque, son un verdadero soporte afectivo, emocional, jurídico y de solidaridad con la colonia colombiana que visita, o que reside en la capital de la Gran Bretaña.
Al conocer por esa tercera persona el problema familiar que me aquejaba, la diligente Cónsul colombiana en Londres Dra. María Ximena Durán S., no tuvo inconveniente en tomar la iniciativa de ubicarme telefónicamente para averiguar de qué manera el Consulado a su cargo podía colaborarme, y sin preámbulo alguno me citó de inmediato a su despacho, donde atendiéndome fuera del horario de ingreso público, me escuchó con detenimiento poniéndome en contacto inmediato con la asesora jurídica del Consulado abogada Ana María Duque, y comenzando así una gestión de asesoramiento gratuito, de ayuda desinteresada, y de apoyo permanente, la que en todos los casos cumplen estas dos abnegadas servidoras públicas con cualquier compatriota que requiera sus servicios de apoyo y orientación, lo cual en mi caso deseo exaltar sin que sea ésta una posición "oportunista o lambona” de mi parte, sino la expresión de agradecimiento de un colombiano del común, que al recibir una eficiente labor de ayuda y acompañamiento por parte del Consulado de Colombia en Londres, relata estos hechos, así como está en su derecho de cuestionar el desobligante trato de aquellos “burócratas” como despectivamente se denomina popularmente a quienes deben cumplir una labor de apoyo a sus connacionales en el exterior, pero que equivocadamente son en la mayoría de casos de trato áspero, despreocupado, y se limitan a disfrutar los gajes de la diplomacia por cuenta del erario público, desconociendo las gestiones que están obligados a cumplir al servicio de sus compatriotas, en los diversos países del mundo.
Estamos lejos de la labor que cumplieron excelentes diplomáticos como Víctor G. Ricardo en Londres, Buenos Aires y Sudáfrica, Alfonso Gómez Méndez en Austria, Fernando Barrero Chávez en España, o Germán Santamaría en Portugal, pero ojalá el gobierno colombiano revise con lupa estos nombramientos diplomáticos, para realmente ofrecer el oportuno y eficiente servicio, que requieren y merecen nuestros compatriotas en el exterior.
Sea éste un homenaje personal, público, sincero y desinteresado, a la eficiente encargada de negocios Consulares en Londres Dra. María Jimena Durán S. y a su diligente asesora jurídica Dra. Ana María Duque, a quienes no tenía el gusto de conocer, pero que tienen un claro concepto de la función social que deben cumplir en sus cargos al servicio de sus compatriotas, y que debería ser ejemplo para las embajadas y consulados de Colombia en el mundo, donde en la mayoría de los casos, el ciudadano es quien menos importa, excepto para cobrarle los costosos servicios consulares que se requieran, sin una atención personalizada, eficaz, seria, y responsable a sus problemas e inquietudes, como la que cumplen en Londres estas dos excelentes funcionarias.
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