Respuesta a un amigo exseminarista

Fabio Becerra Ruiz.
Por: Fabio Becerra Ruiz
Querido amigo:
Me haces reír con las bobadas que escribes con tanta gracia y fino humor, de cuando en tu juventud fuiste seminarista.
Deberías escribir tus memorias, pues se leen muy agradablemente
Yo también como tú, algo aprendí de latín con los Salesianos, que después olvidé rápidamente, con quienes practiqué también a jugar handball, bochas, y otros deportes novedosos, pues estudié el bachillerato y parte de la primaria con los curas Salesianos, con misa diaria 7 días a la semana y el domingo hasta uniformados, pues aprendí a leer en la escuela del padre Campoamor en Bogotá, y me doctoré después en segundo, tercero, y cuarto elemental, en la única escuela pública de Duitama mi ciudad natal, para luego pasar al Colegio Salesiano de Duitama en 5.º de primaria.
Nunca fui seminarista ni aspiré a ser cura, pero hoy en día quizá hasta lo lamento, pues estaría a estas horas de mi vida picho del "estiércol del diablo" que los costeños llaman "biyuyo", y mínimo hubiera llegado a obispo o Cardenal, que lo soy como seguidor del Santa Fe, si no es que hubiera sido electo por unanimidad hasta papa, pues tengo cara de cura, y espíritu de hablador de ilusiones, al punto que hasta ganas me dan hoy en día de fundar mi propia iglesia, para no morir pobre, pues me ayuda el ejemplar estado de santidad en que permanezco, ya que a éstas horas de mi vida, ni siquiera me dejo tentar de la carne, no por asuntos de castidad, sino porque me gusta es el pescado.
Pertenezco como a unas cinco iglesias, a las cuales voy muy de vez en cuando, incluido el Islamismo al cual ingresé en New York por amistad con un amigo musulmán, pero realmente no practico ninguna religión, aunque no soy tampoco ateo, respeto mucho a quienes creen en alguna religión, pero me parece que todas las religiones son iguales, pues ninguna habla que es bueno robar, que es bueno matar al prójimo, o que se permite hacerle mal a alguien, que el marido debe "cascarle a la mujer" o que es sano asaltar el erario público como lo hace la clase política en Colombia etc. Pues yo concibo mi Dios personal como una fuerza superior, llámenla como quieran llamarla, fuerza que la mente humana no está en capacidad de comprenderla, y que mis antepasados chibchas llamaban Bochica, otros Bachué , otros llaman Jesucristo, otros Mahoma, otros Jehová, otros Brahma, Yabeh, otros Allah, y en Asia donde estuve casi tres meses, llaman de 'jijuemil' maneras, pues allá tienen un 'jurgonon' de dioses para todas las necesidades y gustos, y es la gente de mayor religiosidad que he visto en mi vida.
Hace menos de un mes asistí al matrimonio de un sobrino de mi esposa en Villavicencio, y me pidieron que leyera yo el evangelio, y al leer el texto que no había visto antes, noté que decía que "la mujer debe obedecer y ser sumisa al esposo que es el jefe del hogar.." , y yo que soy abiertamente feminista porque tuve cuatro hijas, cambié disimuladamente el texto, improvisando temas como que "el hombre deberá respetar a la mujer, que deberá educar bien a sus hijos, no gastarse la plata en alcohol" y otras cosas que se me ocurrieron, y nadie se dio cuenta de dichos cambios, pues leía el evangelio como lo hacía presentando el noticiero Telesucesos RCN hace 50 años, sin teleprompter y mirando a la cámara, y en éste caso, yo miraba era a los asistentes a la boda en la iglesia, y en especial al sobrino contrayente, cambios los cuales confesé después a la familia, al escuchar algunos graciosos comentarios de que yo lo hice mejor que el cura, que parecía enguayabado o aún borracho, pues no hilaba frases en su enredado sermón, que no lo entendía ni él mismo.
Te envío mi bendición apostólica, y recuerda que como decimos nosotros los frustrados aprendices de latín, idioma muy importante que sirve para tres cosas. Para nada, para nada y para nada. "Initium sapientiae timor domini".
(Esta columna es de estricta responsabilidad del autor y no representa la opinión de este portal)