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Raúl Arturo Gutiérrez: “He sido oyente consumado de radio.”


Raúl Arturo Gutiérrez. Foto Caracol.



El pasado 9 de febrero se celebró en Colombia el Día del Periodista, actividad que muchos coinciden al decir que se debería recordar y celebrar todos los días. Y si bien, el reconocimiento a los profesionales de este gremio se hace extensivo, también como es habitual, se recuerdan nombres de personalidades que, por su relevancia, han dejado huella indeleble en el ejercicio de la profesión. El periodista Raúl Arturo Gutiérrez, es, por ejemplo, uno de estos personajes.


Escuchar radio es una actividad de suma importancia en la vida de este reconocido periodista, pero aparte de escucharla también la ha ejercido con ímpetu, desde años atrás, cuando apenas era un estudiante de colegio en su natal Fusagasugá.


Famoso por su protagonismo en los noticieros Noticolor y Noticiero 24 Horas, dos de los noticieros más emblemáticos en la historia de la televisión en Colombia durante las décadas de los años setentas y ochentas. Por este último, Raúl Arturo Gutiérrez no oculta su sentimiento de gratitud por las enseñanzas, experiencias y satisfacciones que allí recibió y que marcaron por siempre su vida tanto en el ámbito profesional como en el personal.


Sea esta una ocasión especial para compartir esta breve charla con este pionero del periodismo en Colombia, que tuvo en su primogénito, una luz en el camino que lo influenciara a descubrir que ser periodista, sería su misión de vida.




Por: Germán Posada




¿Qué está haciendo actualmente en periodismo?

Nada equivalente al oficio: leo, veo, escucho lo que emiten los medios masivos, y opino en las redes sin pretensión editorialista. Una combinación de filosofía e ironía que induzca al lector a no tragar entero.



¿Qué tanto ejerció la influencia de su papá para que usted eligiera ser periodista en su vida?

Me inculcó la lectura de periódicos y revistas: Deténgase más en los editoriales, y columnas de opinión, que en las tiras cómicas y los deportes. Cuando no sepa el significado de una palabra vaya al diccionario. Recuerdo que la primera fue controversia. También me indujo a entender qué es el Estado. Cuáles son sus formas de gobierno. Qué hace el Congreso. Por qué votar. La diferencia entre ser liberal y conservador. Con frecuencia decía: hijo la expresión de palabra es libertad, y en libertad hay que defender los derechos a la educación y al trabajo.

Aclaro que me gustaba ver las tiras cómicas. Aprendí a reír con Benitín y Eneas, y con la sección “la risa remedio infalible” de la revista Selecciones. Ah, también buscaba en la sección de deportes de El Tiempo la vida dominical de Santa Fe.


Como grandes figuras de nuestra radio que pasaron por el ejercicio del perifoneo usted no fue la excepción. ¿Qué nos cuenta de esta etapa de su vida que también ha hecho parte de su carrera en periodismo?

El perifoneo complementó mis ingresos de locutor de las emisoras Nueva Época y Radio Sumapaz. Creamos en Fusagasugá, donde nací, una empresa bautizada Radar Publicidad que ofrecía ese servicio, además fotografía, avisos caligrafiados, grabación de cuñas para la radio local y presentación de eventos sociales.

Mi salario mensual conforme a la ley fue de $450,00. La hora de perifoneo la cobraba a $10,00.



¿Cuál fue su primera experiencia en radio y qué hizo?

Tuvo lugar en Fusagasugá. Estudiaba en el Colegio Carlos Lozano y Lozano y hacía parte del Comité Municipal de Fútbol. Un profesor procedente de Pereira, -Abel Ramírez Giraldo-, se erigió como el actor cívico que ideó la “marcha del ladrillo” destinada a construir el estadio de fútbol local. Conocedor de mis aptitudes me llamó y me dijo que perifoneara en la plaza mayor para inducir a los ciudadanos a comprar un ladrillo y llevarlo hasta el campo sobre el cual se levantaría el estadio.

El evento cívico contó con la difusión directa de la Emisora Nueva Época. Aristóbulo Ávila, locutor y director del programa Momento Deportivo, me invitó desde ese día -no recuerdo la fecha-, a formar parte del equipo, y luego reemplazarlo en sus ausencias, incluida la locución en otras horas de la programación regular: Anunciar la música de la programación y leer la propaganda o cuñas.



¿En sus inicios se utilizaba más el término de radiodifusor qué el de locutor? ¿Alguna diferencia en particular entre ambos términos?

No, el termino correcto es locutor. Fue una vanidad mía. Cuando fui a pedir la tarjeta de identidad postal, hice que anotaran en el reglón oficio o actividad la de radiodifusor.



He tenido la fortuna de entrevistar un buen número de personalidades de los medios en nuestro país y creo que a usted es al primero o de los pocos al que le escucho el término -radio periódico- y usted pasó por ahí en uno llamado Democracia. ¿Nos cuenta al respecto?

He sido oyente consumado de radio: de la musical y de noticias desde los años 50 del Siglo XX. En esa época fueron ampliamente conocidos los radio periódicos Democracia, de Alberto Galindo y Orientación, de Juvenal Betancur Cuartas. El primero pasó a manos del expresidente Julio César Turbay Ayala, a quien conocí durante la campaña presidencial de Alfonso López Michelsen. Con este antecedente fui la voz oficial de la campaña Turbay presidente en 1978.

Con base Democracia que se transmitía a través de Radio Melodía, cree una cadena de radio periódicos en la Voz de la Víctor, Radio Mundial, Nuevo Continente, entre las que recuerdo. Esta fue la base del Informador THOY y Noticolor en televisión. Cuando Turbay Ayala asumió la presidencia de la república, salí de Noticolor y volví a Democracia.”



La Voz del Cinaruco fue una emisora creada por usted y tiene una particularidad porque de alguna manera unía a Venezuela con Colombia. ¿Nos recuerda esta experiencia?

Hice parte de los creadores en su mayoría fusagasugueños. Fue un sueño desde Radar Publicidad que tuvo la complicidad de Alfredo Matiz Espinosa, hermano del maestro Leo Matiz, quien nos hizo la observación que, en Arauca, Arauca, no había energía eléctrica.

En mi condición de director, administrador, vendedor, se me ocurrió proponerle a CADAFE, empresa de energía venezolana que hiciéramos un canje de publicidad por la extensión de las redes de su servicio a la estación transmisora situada a orillas del río Arauca y de allí a los estudios en el casco urbano. Lo logramos con base en el plan de integración binacional. Un hecho político, con beneficio para los pobladores de esa bendita tierra.



¿Por qué el recordado noticiero Noticolor en el que usted fue pionero terminó llamándose Lambicolor?

Entonces los espacios informativos de la televisión se adjudicaban públicamente a los partidos y movimientos políticos. Hubo para todos de esa torta: liberales, conservadores, y otros movimientos, en cabeza de connotados periodistas.

Noticolor TV fue para los Darío Restrepo Vélez y Silva Silva. Al comienzo ambos hicieron confesión partidista oficial a nombre del gobierno del presidente Turbay Ayala. Hubo excesos que la teleaudiencia consideró lambonería. Yo fui contratado como redactor político y soporté burlas y desaires. Muchas veces los transeúntes me reconocían, sacaban la lengua y lamían la palma de la mano.

Hoy discrepo de aquellos que pregonan que todo tiempo pasado fue mejor. Sin embargo, en lo profesional para mí fue una etapa formadora.



¿Cómo se da su llegada al famoso Noticiero 24 horas?

Salí de Noticolor. En la transición resulté en Caracol Radio de la mano de Javier Ayala y Yamid Amad. Me asignaron la Casa de Nariño como fuente, durante el gobierno de Belisario Betancur, con algunas advertencias. Trabajé un año, trascedente en lo profesional y personal. Un Buen día la colega Amparo Peláez, estelar en 24 Horas fue encargada para contactarme.

Lo demás vino de común acuerdo entre Yamid y Mauricio Gómez. Me ufano diciendo coloquialmente que ellos negociaron mi pase.


¿Qué ha significado este noticiero en su carrera, en su vida?

Todo cuanto tengo en mi haber: Formación, conocimiento, ética, familia, amigos, colegas. Logros con reconocimiento. El privilegio de haber estado en contacto con los centros de poder y saber por dónde corre el agua que va al molino. Me tentaron, pero no sucumbí. En fin, el epicentro de quehacer en este oficio que es ante todo un servicio público.



El periodismo es un servicio público que demandan los que viven en desigualdad lejanos al poder, y el Estado.

Raúl Arturo Gutierrez, acompañado de sus colegas en el Set del Noticieroo 24 Horas.



¿Qué tan cierto es que la noticia del asesinato del ministro Rodrigo Lara Bonilla, que usted transmitió fue el primer extra anunciado en la televisión colombiana?

Cierto. Ese viernes estuve en el estudio de Inravisión de la calle 24. Sali al final de la emisión a las 7:30 de la noche. Un vendedor de golosinas y cigarrillo me llamó y me puso en el oído su radio transistor. Radio Super transmitía información sobre el asesinato del ministro Lara a quien yo había entrevistado el martes en su oficina.

Regresé al estudio y llamé al Noticiero que quedaba cerca de Inravisión. Sugerí el extra y chocamos con los trámites de autorización por parte del canal. Entre tanto el editor Jorge Castellanos pidió que no se desmontará el set de presentación, y a otro nivel se urgió la autorización. Pedí a la dirección y a los compañeros que aún estaban en el noticiero que se corroborara la información. A las 8:30 p.m. salí al aire con la noticia durante un minuto. Hoy ese que fue un hecho relevante en la televisión nuestra, es una anécdota triste por decir lo menos.


¿A usted le tocó la época de hacer periodismo casi que, sin tecnología, ahora con la tecnología tan avanzada, qué paralelo hace entre ese periodismo y el que se realiza ahora?

La ausencia de tecnología se suplía con imaginación, con creatividad. A favor de los receptores -una de las razones del periodismo-, obraba la presentación de noticias e informes coherentes por lo veraces. La tecnología de hoy conlleva riesgos precipitados por la inmediatez. Por fortuna, hoy, los periodistas están capacitados suficientemente para usar adecuadamente esas herramientas.


Oscar Tito López, hombre experimentado de radio, proponía recientemente a través de una de sus columnas que la radio en Colombia podía diversificarse si se empleara a locutores veteranos para formatos de radio para adultos y locutores jóvenes para formatos juveniles. Esto sería magnífico para muchos. ¿Usted qué opina?

La radio de este tiempo es diferente. La transmisión de la voz en sus distintos lenguajes no discrimina oyentes, ni edades. Formatos con increíble avance tecnológico no hacen aparte a locutores de narradores y/o anunciadores. Los sonidos hoy son distintos a los de ayer. En suma, no veo viable tal diversificación.



No sé si usted como locutor leyó noticias. Cuando las cosas cambiaron usted en condición de periodista, quizás como muchos de sus colegas, asumieron más importancia que la que tenían los famosos locutores de noticias. ¿A estas alturas considera injusto qué estas personas fueran relegadas de sus trabajos como consecuencia de los cambios en los formatos noticiosos?

Sí, leí noticias. En Caracol en ausencia del locutor por fuerza mayor. En esa época los locutores eran irreemplazables. Su voz daba credibilidad, al igual que la correcta lectura. Se consideraba voces cultas. Muchos hacían correcciones idiomáticas al aire. También, algunos se distinguieron como entrevistadores.

Como periodista opté por el manejo de la voz para seducir al receptor con la narración de las noticias tanto en la radio como en la televisión. En 24 Horas, hubo profesores que nos enseñaron el manejo de la voz.

En los sets de televisión hubo locutor-presentador. Hoy hacen sus veces periodistas profesionales. En la radio se ampliaron las cabinas para que los periodistas alternarán con el locutor. Hoy predominan los periodistas.



En Caracol Radio trabajó con Yamid Amat, a consideración, creo de casi todos, un Maestro del periodismo. ¿Usted tiene su propia opinión?

Sin duda Alguna. Yamid Amat tiene un lugar preferente en el periodismo nuestro. Se atrevió a inventar, copiar. Supo rodearse. Entrevistador ágil e interrogador cómo los jueces de instrucción criminal antiguos. Su capítulo es ejemplar. Diríase: maestro entre los maestros.


Álvaro Gómez Hurtado es uno de aquellos personajes de los que siempre va a ser tema de conversación en nuestro país. ¿Para usted quién fue Álvaro Gómez Hurtado?

Alguna vez que lo entrevisté en la víspera de una campaña electoral suya se definió como el último liberal colombiano. En otra oportunidad dijo ser más periodista que político. Fue diariamente un pedagogo. Enseñar era su pasión. En nada ajeno a la modernidad, creativo. En Colombia hay más conservatismo que partido, decía. Políticamente fue un hombre decente.

El periodismo implica escribir todos los días. La reserva de la fuente es obligante en todo tiempo y lugar. Si hay duda sobre la veracidad de una noticia, es mejor abstenerse de publicarla. Lo mismo decía de la ley: Si es injusta mejor no aplicarla.

Cuando le conté a mi papa que trabajaría en el Noticiero 24 Horas, me miró a los ojos y dijo: Álvaro Gómez es un hombre inteligente, culto y decente. Usted tiene la responsabilidad de cumplir honestamente en su trabajo.


En 2018 fue nombrado Primer presidente de la Fundación Colombiana de Periodismo. También ha sido parte del CPB. Su familia la integran periodistas. ¿Qué es el periodismo para Raúl Gutiérrez?

Un servicio público que demandan los que viven en desigualdad lejanos al poder, y el Estado.



Muchas gracias

Muy amable.



Me tentaron, pero no sucumbí.

Jorge Ortiz Castellanos, editor, Raúl Gutiérrez García, Gloria de Restrepo, esposa de Javier Darío, Sergio Arboleda Casas, gerente de 24 Horas, Aurelio Valencia, camarógrafo, Javier Darío Restrepo Ramírez, periodista.




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Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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