Milciades Longas Zapata: āLa radio hizo la televisión que yo tengoā
- German Posada
- May 4, 2020
- 19 min read
Updated: Dec 15, 2024
Escribir sobre personalidades que han dejado una huella inmortal en la historia radiofónica de nuestro paĆs me resulta de un inmenso gusto casi indescriptible. Con Milciades Longas Zapata, este sentimiento de jĆŗbilo no ha sido la excepción al igual que otras personas a las cuales he tenido el placer de entrevistar y de las cuales en su momento muy poco ó casi nada, como en este caso, conocĆa. Supe de Milciades Longas ZapataĀ por intermedio del reconocido locutor antioqueƱo Jairo Luis GarcĆa, a quiĆ©n agradezco muy particularmente.
Me pareció que era sumamente importante ponerme en la tarea de averiguar mĆ”s sobre este hombre de medios que pese a su -breve recorrido en la radio colombiana- jugó un papel trascendental en la historia y evolución de la legendaria Cadena radial Todelar, ademĆ”s de haber incursionado con sorpresivo Ć©xito en la televisión centroamericana destacĆ”ndose en Honduras con el seudónimo de āTony Lowā.
Milciades Longas ZapataĀ mantiene una memoria intacta. Las fechas, nombres y anĆ©cdotas se mantienen vivas y salvo en cortos episodios su memoria falla. Es culto, mesurado y respetuoso en el hablar y su naturaleza paisa sigue Ćntegra a pesar de haber pasado mĆ”s de cuatro dĆ©cadas lejos de su tierra. Las redes sociales tambiĆ©n forman parte de su diario vivir y se siente con el Ć”nimo de impartir clases de radio a las nuevas generaciones que quieren emprender el camino que ya Ć©l transitó con laboriosidad y Ć©xito.
Siete aƱos han transcurrido desde que este hijo del Municipio de Girardota regresó a MedellĆn su tierra de crianza, desde allĆ, Milciades Longas Zapata, hace remembranza de aquella Ć©poca dorada de la radio colombiana de la que fue protagonista y en la que su nombre estarĆ” inscrito para siempre.

Milciades Longas Zapata. Imagen tomada de Youtube. Programa Huellas
Por: GermƔn Posada
G.P.: Antes de ejercer la locución era músico. ¿Nos cuenta de esta experiencia?
M.L.: Estuve estudiando mĆŗsica y me gustaba mucho la cantada y sobretodo el campo de la composición. A mĆ me gustaba hasta cantar rancheras porque mi mamĆ” me enseƱaba a cantarlas. Para la Ć©poca hicimos una canción que se llamaba āMe largo a tomarāĀ y yo no tomaba, pero aquĆ en MedellĆn en el barrio Guayaquil a la gente le gustaba esta clase de mĆŗsica tomando cerveza y la canción pegó.
G.P.: En su repertorio como compositor siempre hay un buen número de canciones y algunas interpretadas por otros cantantes. ¿Quién ha interpretado sus canciones?
M.L.: Yo compuse 120 canciones y casi todas las interpretĆ©. Algunos de los cantantes que las interpretaron fueron El Caballero GauchoĀ la canción 'Al Vendaval', Alirio RodrĆguez y 'El TrĆo RubĆ que interpretaronĀ āSerenata Maternaā que fue un exitazo. Y tambiĆ©n El TrĆo Caribe en San Pedro Sula en Honduras las canciones 'Honduras' y 'Nostalgia Catracha'.
G.P.: A usted se le escucha muy bien la canción āMi Padreā. ĀæEs un homenaje a su papĆ”?
M.L.: Ā”Claro! Yo les compuse canciones tambiĆ©n a mi madre y a mi abuelita. Esa canción es el retrato de mi papĆ”. La hice en tango porque MedellĆn es la segunda patria del tango.
Mi carrera como mĆŗsico terminó una vez comencĆ© con la radio. Ya no podĆa abandonar la radio y despuĆ©s la televisión mucho menos.
G.P.: Finalmente fue a través de la música que usted resultó siendo locutor. ¿CuÔl es esta historia?
M.L.: Un dĆa le presente mi trabajo musical al dueƱo de la fĆ”brica āDiscos Oscarā, don Oscar Villegas Giraldo, y Ć©l me dijo de ir a donde su hermano a la emisora āOndas Tropicalesā para que allĆ” me ayudaran a promocionar el disco. Fui a la radio, quien la manejaba era Dagoberto PĆ”ramo, hombre de radio ya desaparecido. Arturo Villegas Giraldo era el dueƱo. Me reunĆ con Dagoberto y Ć©l me dijo que si era posible pero que tenĆamos que sentarnos a hablar del disco. Yo me mostrĆ© apĆ”tico porque le tenĆa miedo a hablar frente a un micrófono, yo no era locutor. Pese a esto tuve que hacerlo y cuando terminó la canción, don Arturo me llamó y me preguntó sobre mĆ a lo que respondĆ que era cantante y compositor. Ćl me dijo que lo que tenĆa era un buen timbre para locutor y que me querĆa para que trabajara con Ć©l en la emisora y que me iban a pagar 80 pesos mensuales y una hora gratis para poner anuncios. Recuerdo que el noticiero que ellos hacĆan se llamaba Noticiero āReconquista en el Aireā. En ese instante cambiĆ© en cuestión de segundos lo que yo querĆa hacer por lo que querĆa otro.
G.P.: ¿Comenzó entonces asà su carrera como locutor?
M.L.: Yo estuve en Ondas TropicalesĀ hasta que Dagoberto PĆ”ramo me enseñó todas las cosas y picardĆas de la programación. Era la Ć©poca de Gustavo Rojas PinillaĀ en donde se censuraban los noticieros.
Cuando vi a la secretaria de la emisora, de ojos verdes y pelo rubio quedĆ© completamente encantado. Resultamos ennoviados y finalmente āme la robeā porque su mamĆ” la tenĆa destinada para un seƱor millonario de MedellĆn. Me fui con ella a Cartago, allĆ fui a pedir trabajo y me dijeron que no habĆa sino para los dueƱos y los familiares de las pocas emisoras que allĆ existĆan. Me hablaron de una emisora llamada āOndas NacionalesāĀ en Cerrito Valle. Esta emisora era de un sacerdote. Yo me presentĆ© con mi novia y le dije que tenĆa experiencia como locutor en MedellĆn y que era capaz de dirigir la emisora y que mi novia habĆa sido la contadora de la radio. A Ć©l no le gustó porque no Ć©ramos casados y la Ćŗnica manera de aceptarnos era casĆ”ndonos a lo que aceptamos, pero a los dos meses me fui a buscar otros derroteros a BogotĆ”. Un dĆa llegamos a las diez de la noche en medio del frio y yo no aguantĆ©. Inmediatamente tomamos un autobĆŗs para FusagasugĆ” y llegamos a la medianoche. AllĆ nos encontramos con una emisora llamada Ondas del FusacatĆ”n y nos quedamos.
AllĆ llegó Enrique de CastroĀ un cantante espaƱol que habĆa puesto de moda una canción que se llamaba āSoloāĀ y andaba de gira por Sumapaz. Al conocerme Me comentó que en BogotĆ” necesitaban un locutor de noticias de mi estilo y que Ć©l era amigo del dueƱo de la emisora y que iba a hablar con Ć©l para recomendarme. A la semana siguiente me llegó un telegrama diciĆ©ndome de presentarme el martes a āRadio ContinentalāĀ para una prueba. Cuando me presentĆ© me dijeron que acababan de tener āuna peleĆtaā con el locutor Manolo Villareal, que habĆa tirado la puerta y se habĆa ido. Inmediatamente y sin mĆ”s explicación me dieron orden de leer el noticiero y en medio de mi sorpresa me tocó hacerlo. Esta radio pertenecĆa a Chocolate LukerĀ y era la Ć©poca en la que comenzaba don Bernardo Tobón de la Roche.
G.P.: Entre sus creaciones en radio esta la famosa serie āLa Ley contra el Hampaā. ĀæCómo se gestó esta idea?
M.L.: Nació en Radio Continental. AllĆ habĆa un seƱor productor y muy buen libretista. Hernando āChatoā Latorre. El me enseñó a escribir para radio. Yo habĆa escuchado en Nueva Granada un programa que se llamaba āEl Mundo sigue girandoā que lo manejaban unos espaƱoles, pero lo hacĆan con un estilo muy elitista, contaban historias como āEl destripador de Londresā con terminologĆas que poco se entendĆa en Colombia.
Yo me dije de hacerlo, pero mĆ”s a lo nuestro. Y me inventĆ© āLa Ley contra el malā. La idea era hacerlo con historias de crĆmenes en la capital y dramatizarlos. Cuando empezamos a grabar yo me disgustĆ© con mi esposa y esto ocasionó que se daƱaran los planes con este programa, sólo se alcanzaron a mandar dos capĆtulos a Radio Manizales vendidos a la CompaƱĆa Colombiana de Tabaco.
MandĆ© a mi esposa para MedellĆn, renunciĆ© a Radio ContinentalĀ y me fui para Nueva GranadaĀ a pedirle trabajo a Don Enrique RamĆrez, fundador de RCN quiĆ©n me mandó para Radio Santander en Bucaramanga.
AƱos despuĆ©s me encontrĆ© en Bucaramanga con Don Bernardo Tobón de la Roche y le recordĆ© del programa pero a Ć©l no le gustaba el tĆtulo. Ćl decĆa que ese āmalā podĆa significar ser un dolor de cabeza o de estómago y lo cambió por la palabra āhampaā que le parecĆa mĆ”s impactante. Pero me mandó para Cali a leer el noticiero que habĆa dejado de nuevo Manolo Villareal.
Era como si Manolo VillarealĀ anduviera un paso delante de mĆ sin saberlo. Ćl era un seƱor locutor que manejaba tres idiomas.
āLa Ley contra el HampaāĀ vino a tener fuerza cuando me pasaron de Cali para MedellĆn. Don Bernardo Tobón de la Roche me dijo que la Ćŗnica condición de ir al aire era si se vendĆa. Ćl nos ilustraba como vender.
Se la vendĆ a Bernardo Lopera, un amigo. Ćl habĆa sido un compaƱero mĆo de bachillerato que se le ocurrió que en Antioquia era posible vender la mazamorra envasada al vacĆo, pero necesitaba promoción. Yo se la ofrecĆ y se la vendĆ en exclusiva. Ese muchacho se volvió millonario con la mazamorra La Comarca. Yo mismo le hice el jingle y el maestro Gabriel Cuartas FrancoĀ director del noticiero hizo la letra que era: āEs un sabroso producto con el sabor de la Comarcaā.
G.P.: Al parecer usted interrumpió la locución para irse al ejército. ¿Fue as�
M.L.: Yo ingresĆ© al seminario de Yarumal porque iba a ser sacerdote de donde me echaron porque le -echaba ojitos a las muchachas que las llamaban āTeresitasā- que trabajaban para los seminaristas, pero nadie sabĆa que ellas existĆan. Por esta razón el padre prefecto Baltasar Cuartas FrancoĀ tĆo de Belisario Betancur Cuartas me echó y me mandó para MedellĆn. LuegoĀ entrĆ© al ejĆ©rcito y allĆ cumplĆ mis quince aƱos. DespuĆ©s cuando terminĆ© mi servicio militarĀ sucedió la anĆ©cdota con mi mĆŗsica en Ondas TropicalesĀ que le comentĆ© al principio de la entrevista.
G.P.: Bernardo Tobón MartĆnez lo recuerda con el programa que hicieron juntos en Cali y que se llamó āTraganiquel Musicalā. Dice que su voz era muy linda y que hizo promociones fabulosas. ĀæRecuerda esto de su paso en Todelar?
M.L.: Esto fue en Cali. En ese entonces Don Bernardo Tobón de la Roche me encargó a sus hijos en ese entonces muy jóvenes. A German Tobón MartĆnez (qepd) y Bernardo Tobón MartĆnez.Ā Me dijo que les enseƱara todo lo que supiera de la radio, incluyendo las ventas. Con GermĆ”n no tuve tan buena empatĆa, Ć©l era muy serio pero con Bernardo sĆ y juntos hicimos el āTraganiquel Musicalā.
Para la Ć©poca tenĆamos en BogotĆ” que hacĆamos un programa en vivo que se llamaba 'Un Peso por un Beso'Ā en donde Arturo J. Ospina reconocido como āEl HermosoāĀ era su director. Se trataba de un concurso en el cual se regalaba una caja de 100 huevos y para la Ć©poca estaban de moda las famosas incubadoras. A la vuelta de la emisora estaba Almacenes J. GlottmannĀ que vendĆa las incubadoras. En la radio hacĆamos la publicidad y los ganadores salĆan a comprarlas. Recuerdo que para llenar el radioteatroĀ despuĆ©s del noticiero, ponĆamos un televisor para que la gente viera solo el logo, pues en 1954 la televisión colombiana tenĆa esa imagen viva. A las 8 p.m apagĆ”bamos el televisor y comenzaba nuestro programa.
G.P.: Usted describe a Don Bernardo Tobón de la Roche como un āhombre muy hĆ”bilā ĀæPor quĆ©?
M.L.: Don Bernardo era un berraco. No solamente atendĆa la parte gerencial y de inversiones. Ćl fue locutor mucho tiempo en RCN, Radio PacĆfico de Cali y vendedor. Tuvo su problema allĆ y cuando salió de las manos del gerente, el seƱor Córdoba, les puso la competencia nada mĆ”s y nada menos que con Todelar que le quitó el segundo puesto a RCNĀ para dejar a Caracol en el primero y Todelar en el segundo.Ā
G.P.: En MedellĆn en 'La Voz del RĆo Grande' cuando Jairo Luis GarcĆa reconocido locutor de Latina EstĆ©reo apenas comenzaba en la radio, usted le sugirió que se fuera para un pueblo a desarrollar su carrera. ĀæPor quĆ© era tan importante en ese entonces irse para un pueblo a hacer radio?
M.L.: A JairoĀ yo lo considero mi hijo de la radio. Un tipo agradecido y muy amable.
AhĆ, hay una verdad que no es verdad. No es en las grandes capitales en donde se aprende a hacer radio sino en las capitales mĆ”s pequeƱas como Bucaramanga, que fue en donde yo mĆ”s aprendĆ a trabajar en radio.
Por ejemplo, en BogotĆ” habĆa catorce locutores de primera en noticias y el egoĆsmo era terrible, tan tremendo que usted no se imagina. Lo mismo era en Nueva GranadaĀ y en Emisoras Nuevo Mundo. En las emisoras grandes el egoĆsmo reinaba y se lo puede preguntar usted a cualquiera de los que pudo triunfar afuera. A Jairo le gustaba mucho la radio y era un muchachito muy inquieto. Yo manejaba la emisora y el programa āLa Ley contra el Hampaā. Era muy amable y servicial. Primero lo mandĆ© a Turbo cuando esta región empezaba a crecer, a desarrollarse y despuĆ©s a Bucaramanga.
Bucaramanga fue una gran escuela para muchos. AllĆ” se hizo Alfonso LizarazoĀ quiĆ©n era mi control en Radio del Comercio de Bucaramanga. Su carrera fue tremenda y de donde se agarraba le iba muy bien hasta cuando decidió incursionar en polĆtica y se le acabó la carrera.
G.P.: ¿En total cuantos años trabajó en la radio colombiana?
M.L.: DiecisĆ©is. Me fui del noticiero y de āLa Ley contra el Hampaā. Esto fue lo Ćŗltimo. Esto fue por allĆ” en el aƱo 66. Antes habĆa hecho āEl Preguntón MusicalāĀ un programa que gustaba mucho porque el regalo era algo predilecto de toda la juventud en la Ć©poca. RegalĆ”bamos un Blue Jean para el oyente que adivinara la canción.
āPara un tipo ser buen locutor lo Ćŗnico que tiene que hacer es conectarse el micrófono en el cerebro.ā

Milciades Longas Zapata en compaƱĆa del locutor Jairo Luis GarcĆa.
G.P.: En 1967 se fue para California y estudió televisión. Para la época debió haber sido muy apetecido en la radio colombiana ademÔs con estudios en el exterior. ¿Por qué prefirió ir a Centroamérica?
M.L.: Yo tenĆa un āsacrosantoā amigo de la misma edad. HabĆa llegado de Barranquilla y hablaba muy bien inglĆ©s y francĆ©s, se llamaba Juan Caballero. Llegamos a entendernos muy bien en BogotĆ” y me habĆa ofrecido la oportunidad de poder ir a Estados Unidos a hacer unos cursos de radio. En un principio no hice mucho caso. Esto fue cuando estaba en La Voz de Rio Grande. Yo cometĆ un pecado y voy a confesarlo en esta entrevista- porque ya estoy viejo y si no me condeno.Ā DespuĆ©s de que Juan CaballeroĀ me habĆa ofrecido a mĆ la posibilidad de ir a Estados Unidos, las cosas habĆan cambiado y estaba necesitando a uno de los mejores periodistas para enviarlo a este paĆs a hacer los cursos y yo le dije que era la persona indicada pero el me respondió que lo que Ć©l necesitaba era un periodista no un locutor. Yo le insistĆ y le dije que habĆa aprendido de periodismo con Gabriel Cuartas FrancoĀ y el aceptó.
Entre los periodistas del Noticiero Todelar de Antioquia uno de ellos muy a disgusto porque era yo quiĆ©n iba a viajar, me hizo una pasada muy fea y dijo que yo habĆa girado un cheque sin fondos y me sacó casi media pĆ”gina en El Colombiano y me āembarróā a su gusto.Ā La deuda la pagó mi papĆ”, y me fui para Estados Unidos y de lo que aprendĆ la idea era venirme para a BogotĆ” que era en donde yo podĆa trabajar en televisión. Cuando estaba saliendo de los estudios en California alguien me dijo que un seƱor buscaba trabajadores para un Canal de Televisión en Honduras y al presentarme ante esta persona me propuso irme con el conduciendo su auto desde San Francisco. Conversando con Ć©l me confesó que era de Nicaragua y que me necesitaba para una Canal en Guatemala y una vez allĆ me puso en contacto con los del Canal.
Yo soy católico cristiano y un dĆa fuimos a misa. Frente a la iglesia habĆa una estatua de BolĆvar y frente a esa estatua asesinaron a tres coroneles. Guatemala estaba perdida con la guerrilla en esa Ć©poca. Yo decidĆ que allĆ” no me quedaba y renunciĆ©.
Cuando fui a despedirme al Canal, por coincidencia el ingeniero Leslie McKormacĀ estaba buscando gente para un canal en Honduras ya que estaba comenzando la televisión en CentroamĆ©rica y no habĆa quiĆ©n trabajara y me fui para Honduras, una tierra caliente de clima, pero tambiĆ©n caliente por su gente cariƱosa. Me llevaron a la ciudad de San Pedro Sula a montar un canal nuevo llamado Canal 7 de San Pedro Sula y asĆ comenzó mi vida en este paĆs.Ā
G.P.: ĀæQuĆ© le gusto tanto de Honduras que se quedó en este paĆs?
M.L.: Yo resolvĆ a los tres dĆas de haber llegado que solamente iba estar 8 dĆas y me quedĆ© 46 aƱos. Charlando con Oscar Cobos (QEPD) alguien que manejaba la promoción de la CervecerĆa HondureƱa y cuya empresa habĆa comprado un programa llamado āFestival de CervecerĆa HondureƱaā, yo le decĆa que no iba a aguantar ese calor de Honduras.
Pero ese calor resultó ser una medicina para mĆ porque yo tenĆa problemas con los bronquios y el calor de San Pedro SulaĀ me fue curando rĆ”pidamente y la gente era muy amable conmigo. Yo solo venĆa al montaje y me entendĆ perfectamente con todo su personal. LleguĆ© en febrero y en mayo logramos salir al aire. El primer programa que montĆ© fuel āEl tĆo Panchoā.
G.P.: ĀæY cómo se originó el nombre de āTony Lowā por el cual se hizo famoso en Honduras?
M.L.: En realidad esta historia se originó en Colombia. Me lo puso Alberto Acosta el gerente de La Voz del Rio Grande. Esto me ocurrió desde que leĆa el noticiero en Todelar. El nombre de Milciades no le gustaba a don Alberto Acosta. Mi nombre completo es Milciades Antonio Longas ZapataĀ y Ć©l me propuso utilizar āTonyāĀ por Antonio y āLowāĀ como una abreviatura de Longas. De esta manera quedó registrado mi nombre en el carnet.
Incluso por esta historia hasta mi madre le armó un problema a don Alberto Acosta.
Estando en Honduras el director del āNuevo Canal 7ā me preguntó por mi experiencia en televisión en Colombia y yo le mostrĆ© el carnet de radio en donde figuraba mi seudónimo de āTony LowāĀ y le expliquĆ© la historia. El aceptó de seguir bajo ese nombre artĆstico y se hizo reconocido en Honduras.Ā
G.P.: Fueron varios programas los que usted animó durante su estadĆa en Honduras. Algunos de ellos fueron āEl TĆo Panchoā, āPiano Barā y āEl Show de MediodĆaā. ĀæMe habla de cada uno?
M.L.: āPiano BarāĀ era un programa nocturno. TenĆa una coanimadora muy bonita y un pianista. Yo presentaba al pianista y nos tocaba una melodĆa, mientras tanto nosotros conversĆ”bamos. Yo no podĆa hablar de polĆtica porque era extranjero, pero ella si lo hacĆa. HacĆamos comentarios y saludĆ”bamos a la gente. ParecĆa un programa de radio con cĆ”maras.
Desde que se originó mi contacto en Guatemala la idea era que yo hiciera un programa infantil. Mi inspiración para llamarlo āEl TĆo PanchoāĀ comenzó al recordar que mi hermano Rafael Claver LongasĀ quiĆ©n tambiĆ©n trabajó en radio tenĆa un programa de niƱos en Pereira en La Voz Amiga llamado āEl tĆo Rafaelā. Yo agarrĆ© mi guitarra, me puse un sombrerito y me puse a hablar con los niƱos entrevistĆ”ndolos como si fueran adultos. Fue todo un Ć©xito con las respuestas ocurrentes y graciosas de los niƱos. El programa le quitó la sintonĆa a un programa que pasaba a la misma hora en el Canal 5 en la ciudad de Tegucigalpa pero que se veĆa a nivel nacional. El propietario era el mismo y a disgusto cerró el programa que duró sólo seis meses, pero lo suficiente para quedar en el recuerdo de sus habitantes.
Cuando comencĆ© a hacer āEl Show de MediodĆaāĀ ya tenĆa mis documentos en regla. Era un programa de artistas y de comentarios al mediodĆa. Duró unos cuatro aƱos todos los dĆas.Ā
G.P.: Otros fueron āChiquilandiaā āBaje una Estrellaā āLa Hora Sabrosaā āDelia y TĆŗā, El Teletón y ā300 Millonesā que se transmitĆa desde EspaƱa. ĀæNos cuenta de este en particular?
M.L.: Diez aƱos antes de celebrarse los 500 aƱos del descubrimiento de AmĆ©rica el Rey de EspaƱa quiso montar un programa a escala mundial que tambiĆ©n pasó en Colombia. Su nombre era ā300 MillonesāĀ y todos los paĆses debĆan colaborar mandando información nacional. Se hacĆa cada ocho dĆas y duraba dos horas. Cada paĆs debĆa enviar a su presentador.
Yo estaba en la ciudad de Tegucigalpa, cuando le dijeron a la estrella del Canal, de apellido Valladares para hacerlo, Ć©l se negó porque no querĆa ir hasta EspaƱa solo a hablar cinco minutos. Me asignaron a mĆ y en media hora me sacaron un pasaporte diplomĆ”tico y me fui con mi esposa. En EspaƱa me presentĆ© y les dije que estaba acostumbrado a hacer dos programas diarios con una duración de una hora y cuarenta y cinco minutos. Me preguntaron si estaba dispuesto a hacer las dos horas y yo respondĆ que si dĆ”ndole cambio a todos los presentadores de cinco minutos desde sus paĆses. Al productor le gustó el proyecto ya que se ahorraban dinero porque no pagaban pasajes a los demĆ”s y me propuso hacerlo con una coanimadora.
Este primer programa lo hice āvolandoā porque querĆa aprovechar e ir a recorrer Madrid. A los cuatro dĆas el director me llamó la atención al decirme que debĆa demorarme por lo menos 5 ó 6 dĆas grabĆ”ndolo porque entre mĆ”s se demorara iban a ganar mĆ”s dinero porque les pagaban por hora. De esta forma grabamos los otros. Con este primer programa se preparó al mundo para celebrar los 500 aƱos del descubrimiento de AmĆ©rica.
Para las grabaciones viajaba cada dos meses. Yo grabĆ© tres programas y todo duró dos aƱos. Nunca llevaron a Don FranciscoĀ porque estaba en Chile haciendo su programa y no se lo conocĆan mucho.
G.P.: TambiĆ©n hizo radio en āRadio El Mundoā con el programa āEnfoques de Actualidadā ĀæDe quĆ© se trataba?
M.L.: Esto fue en San Pedro Sula. Por el hecho de ser extranjero leĆa las noticias internacionales y los otros dos presentadores hablaban de polĆtica local y cuando se calentaban los Ć”nimos yo incursionaba leyendo dos o tres noticias internacionales. Esta radio era de Don Federico Batistello.
G.P.: ĀæQuĆ© comparación harĆa de la radio colombiana a la de Honduras en aquella Ć©poca?
M.L.: La Ćŗnica competencia que tenĆa Colombia para la radio era Cuba y MĆ©xico. Colombia les bajó el rating a los dos. Colombia tuvo una Ć©poca en que era la primera calidad de radio durante muchos aƱos en todo el mundo. Colombia sigue teniendo importancia con el poder de sus transmisiones. Yo sólo estuve diecisĆ©is aƱos y no pude tener puestos mĆ”s importantes.
G.P.: En Honduras el Instituto de Ciencias de la Comunicación le otorgó el premio āMicrófonos de Oroā. ĀæQuĆ© le representa este premio en su vida?
M.L.: El cariƱo del pueblo hondureƱo. El cariƱo de los compaƱeros. Los locutores hondureƱos son muy buenos. Tienen mucho protagonismo en casi todas las radios latinas en Nueva York, Los Ćngeles y Washington.
Fue todo un gusto porque me lo entregaron en compaƱĆa de Rodrigo Wong ArĆ©valo,Ā un seƱor que siendo locutor ahora es empresario de televisión. Es una maravilla asĆ que es un ejemplo para la juventud.Ā
G.P.: Usted prĆ”cticamente fue como un āDon Franciscoā ó un āPachecoā en Honduras. ĀæLo considera asĆ?
M.L.: Don FranciscoĀ es prĆ”cticamente el chileno que mĆ”s puso en alto el nombre de los hispanos en Estados Unidos. PachecoĀ fue el espaƱol que mĆ”s puso en alto el nombre de los espaƱoles en Colombia. Aunque Ć©l fue criado en Colombia y lo hizo como colombiano de corazón, sus orĆgenes son espaƱoles.
En Honduras yo tratĆ© de hacer los programas en vivo tipo Don Francisco y tipo Pacheco. Y siempre quise dejar que el pĆŗblico y los invitados tuvieran mĆ”s oportunidad de participación.Ā
G.P.: āLa gloria no es Ćŗnicamente de quiĆ©n la recibe, sino de quiĆ©n tiene la honra de compartirlaā. Esta frase refleja mucha humildad. ĀæLa utilizaba mucho?
M.L.: No es una frase mĆa. Pero la utilicĆ© mucho tiempo para adornar los programas. Al primero que se la oĆ fue a Wiilfredo MayorgaĀ famoso periodista de noticias de Honduras. AsĆ como utilice el saludo que hacĆa en Colombia que era Ā”āQuĆ© tal amigos⦠quĆ© tal!ā. Ese saludo tambiĆ©n lo tuvieron en Colombia otros locutores en Ć©poca de juventud. Uno va buscando las mejores palabras.
G.P.: ¿Es cierto que también es piloto? ¿Tiene experiencia?
M.L.: Cuando salĆ del seminario ese era mi deseo y mi afición. Yo tuve un entredicho con mi mamĆ” porque le decĆa que no querĆa ser sacerdote sino aviador. Mi mamĆ” me decĆa: āNosotros no queremos un hijo muertoā e insistió en que no lo hiciera.
Ya mayor en los aƱos setenta me hice piloto con mi salario. Tengo mi licencia comercial. En Tegucigalpa me comprĆ© una avioneta pequeƱa. Una Cessna 152. Amigos pilotos que hacĆan vuelos a particulares y por alguna razón no querĆan hacerlos me los dejaban a mĆ y yo los reemplazaba. Mi trabajo era en la televisión, pero hacĆa vuelos a la gente para pasearlos y me hacĆa unos pesos hablando de televisión con ellos.
G.P.: ¿Qué piensa ahora de todos sus años de vida en Honduras?
M.L.: Honduras hizo mi profesión. En este paĆs fabriquĆ© mi carrera con un curso de los Estados Unidos. La Ćŗnica experiencia que tenĆa de televisión era ese curso que habĆa hecho y la experiencia en la radio en Colombia con programas en donde yo aprendĆ a animar radio teatro en Radio Santander de RCNĀ en Bucaramanga, que eran tres programas semanales, āLa hora Noel del aficionadoā āEl Peso Fabricatoā y āAdivine mi trabajoā.
Estos tres programas fueron mis grandes pruebas. Si yo hubiese entrado a la televisión por otro rubro que no hubiera sido la animación tal vez yo no hubiera podido haber incursionado en ella. EntrĆ© y la gente decĆa que yo sabĆa mucho, pero yo lo que sabĆa era de radio. La radio es mi mamĆ”. Mi mamĆ” hizo la televisión que yo tengo.Ā AprendĆ a manejar pĆŗblico, a manejar gente, sólo faltaban las cĆ”maras y eso fue lo que se me metió a mĆ en el corazón para poder quitar el miedo de enfrentarme al pĆŗblico.
Esa televisión de 46 aƱos en Honduras se la debo a la radio. Cada paso que yo daba de mĆ”s fue gracias a la radio que yo aprendĆ en Colombia.Ā
G.P.: ĀæCómo se siente de nuevo en su querida MedellĆn?
M.L.: AquĆ estĆ”n mis hijas y querĆan que su papĆ” estuviera en casa. Ya tengo siete aƱos de estar aquĆ. Creo que una gran mayorĆa de los que trabajamos en radio y televisión nos equivocamos y pretendemos decir que un dĆa vamos a ser ricos. Pero si no somos hijos de dueƱos no vamos a tener plata suficiente para vivir de ahorros.
Conseguir trabajo en MedellĆn para un viejo de 88 aƱos es muy difĆcil y ahora con la cuarentena solo hasta los de setenta pueden salir. Yo tengo el cerebro bien puesto. PodrĆa trabajar asĆ fuera dando una clase o tener un programa de adiestramiento por radio, cualquier cosa se puede inventar, para dejarle todos los conocimientos a la gente para que los puedan utilizar de una manera distinta. Con esto de la cuarentena los muchachos se dieron cuenta que no tienen que ir al colegio porque pueden hacerlo desde la casa.
Sin ser el animador yo podrĆa dirigir una radio. Controlar el personal, fijarme como programar la radio, cual es la competencia de la radio. Yo maneje La Voz del Rio Grande en la mejor Ć©poca.
En la radio y en la televisión como en la medicina todos los dĆas hay que leer y aprender cosas nuevas y si no se queda uno atrĆ”s. Todo este bagaje me gustarĆa entregĆ”rselo a una Universidad por ejemplo a la Pontificia Bolivariana en un tipo de clases que no fuera didĆ”ctica si no de experiencias en la cual yo podrĆa ir a hablar con los que van a graduarse de cómo tiene que comportarse frente a las cĆ”maras y frente al micrófono.
Para un tipo ser buen locutor lo Ćŗnico que tiene que hacer es conectarse el micrófono en el cerebro. No a la pasión del corazón. El pensamiento es el que tiene que salir por el micrófono. Porque de lo contrario va a decir diez mil burradas todos los dĆas y eso lo va a echar para atrĆ”s. Necesitamos nuevos locutores que -tumben, barran ó hagan llover el sol- siempre y cuando conecten el micrófono al cerebro.
G.P.: ¿Y cómo le va en cuarentena?
M.L.: Le cuento que estoy escribiendo un libro. Le voy a dar la primicia del subtĆtulo que es la historia de ser āun muchachito travieso como el suyoā. Estoy terminĆ”ndolo, claro que con esto de las redes sociales los libros lamentablemente pasaron a un segundo plano servirĆ”n como un testimonio para dentro de 400 aƱos cuando ya no hablemos ni espaƱol.Ā
Lastimosamente tiempo atrÔs me caà en el centro de la ciudad y se me dañó la columna y ahora encima en cuarentena. Cuando esto termine hay que volver a empezar.
G.P.: Gracias por ser parte de la historia de nuestra radio.
M.L.: Que mĆ”s podrĆa decirle sabiendo que no hay ni dos ni hay tres que puedan estar haciendo la labor que usted estĆ” haciendo en todo el mundo desde CanadĆ”. Yo se lo aseguro que no lo hay.
A uno le hacen entrevistas alguna vez, pero no le dan la difusión del tamaƱo que usted le estĆ” dando que es lo que vale la pena. Gracias a su humildad. Usted es del medio indudablemente. Que mi Dios me lo acompaƱe siempre. MuchĆsimas gracias por todo.
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Canción 'Mi Padre'. Interpretación y composición de Milciades Longas Zapata.