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Writer's pictureGerman Posada

Jairo Luis García es ‘El Galán de la Salsa’ en Latina Estéreo

Updated: May 6, 2020

Transcurría la época de juventud y en el diario vivir entre el colegio, los ‘picados’ de fútbol, los primeros suspiros de amor, las primeras ‘polas’ y las acostumbradas e improvisadas rumbas tropicales en casa del vecino, el ritmo endiablado de la Salsa también tenía su sitial de honor. Con Giovany, mi vecino del frente y a quién con el tiempo tomé bastante aprecio, comencé a adentrarme en aquel mundo fascinante y sonoro de la Salsa. Un día cualquiera escuchamos en la radio a Latina Estéreo una emisora que se convirtió en la sensación de la noche a la mañana sonando esas fantásticas melodías de la incomparable Sonora Matancera y los contagiosos ritmos de aquella Salsa brava a través de sus letras, describían aquel mundo inhóspito, acogedor y a veces hasta salvaje, de aquel barrio en donde crecíamos.


‘Salsaludando’ pasó a ser uno de los programas bandera de todos aquellos que nos sentíamos atraídos por el enloquecedor ritmo de Latina Estéreo y por la familiaridad y jocosidad con el estilo particular de Jairo Luis García, el animador que lo presentaba. Lo que nunca me imaginé es que después de tantos años tuviera la oportunidad de hablar con él y para gran sorpresa enterarme que ese título con el cual bautizaron su programa ‘Salsaludando’ se originaría precisamente desde el barrio en el cual crecí.


Jairo Luis García es un hombre de radio y para la radio. No quiso seguir construyendo autobuses y prefirió ser mensajero porque así podía estar más cerca del fantástico mundo de la radio. Se hizo a pulso, insistió, fue intenso y aventurero con su propósito y lo logró. Reconocido como ‘El Galán de la Salsa’, este locutor antioqueño que se pasó por años anunciando canciones de todos los géneros musicales, encontró en el género de la música Salsa su razón de vida y desde que la adoptó ha ganado miles de oyentes que fieles a su estilo de locución, no conciben que sea otro sino él, quien les dedique una canción llamándolos por su apodo.


Jairo Luis García. Foto Archivo Personal.

Por Germán Posada


G.P.: Jairo me parece muy particular como usted se refiere a sus papás. ¿Por qué dice qué es hijo de ‘José Carrieles’ y ‘María Trapos’?

J.G.: Cariñosamente yo los llamaba así por influencia de un amigo que somos muy afines. Su mamá se ponía igual a mi mamá un pañuelo en su cabeza y su papá usaba carriel como mi abuelo. Mi amigo se llama Jaime Peláez Peláez, conocido como ‘El loco Peláez’, quién fue libretista de Montecristo por espacio de 25 años.

G.P.: ¿Cómo recuerda a su abuela que vivió hasta los 104 años?

J.G.: Mi abuela se llamaba Evangelina Sánchez. Una señora muy querida. Ella fue mi madrina de bautismo y soy el primer nieto entre más de treinta. Era muy trabajadora y cocinaba delicioso. Molía chocolate y lo vendía en bolitas en Barbosa. Hasta morir fue muy consciente. Siempre lúcida. Cuando se enfermaba de alguna gripa muchos familiares la visitaban y ella preguntaba el por qué de tanta gente sin quejarse de sus dolencias. Falleció mientras dormía.

G.P.: Cómo el común de los enamorados por la radio el caso suyo no es la excepción. Al parecer su pasión por la radio comenzó siendo un niño cuando escuchaba la radio que su papá sintonizaba ¿Cómo recuerda esa época en especial de su vida?

J.G.: Me gustaba mucho la radio porque mi papá escuchaba programas de la BBC de Londres y La Voz de América y los noticieros de la época. Me gustaba escuchar también a humoristas como ‘Los Chaparrines’, Ever Castro y Montecristo y el radio teatro de ese entonces. Recuerdo programas como ‘La hora Coltejer’ y ‘El peso Fabricato’ de RCN en La Voz de Medellín. Y escuchaba grandes artistas como Pedro Infante y Oscar La Roca.

En mi adolescencia cuando iba al centro de la ciudad y pasaba por la avenida Maracaibo veía la emisora Radio Reloj y podía ver los operadores de control a través de los ventanales de la emisora. Terminado el bachillerato comencé a trabajar como ayudante de electrónica en una empresa de carrocerías de autobuses llamada ‘La Superior’ y recuerdo que cuando los trabajadores estaban escuchando radio a todo volumen yo siempre pensaba que lo quería hacer en mi vida era ser locutor.

G.P.: ¿Y qué en especial lo impresionó de lo qué escuchaba? ¿De pronto algún locutor de preferencia?

J.G.: ¡Claro qué si! Para la época había un locutor que se llamaba Milciades Antonio Longas Zapata. El era un excelente locutor en Todelar en La Voz del Rio Grande y yo lo escuchaba en el noticiero del mediodía. Con el tiempo él se fue para Centroamérica en donde fue una gran figura de la televisión en Honduras.

No quería seguir trabajando en la empresa de autobuses y me retiré. Un día cualquiera me decidí y me fui a conocer al señor Milciades a Todelar. Recuerdo muy bien que él fue muy amable en atenderme. Cuando lo veía en cabina me sentía entre el cielo y la gloria y más comencé a sentir fiebre y goma por la locución. Me volví un visitante intenso de la emisora al punto que iba dos o tres días a la semana y llegaba casi siempre entre las diez y las once de la mañana.

G.P.: ¿Fue allí en dónde se estrenó cómo locutor?

J.G.: En La Voz del Rio Grande también conocí a Don Armando Moncada Campuzano quién era el director. Un día el me mando a comprarle los periódicos y al día siguiente cuando volví me preguntó por mi trabajo, al responderle que estaba desempleado me ofreció trabajar de mensajero a lo que acepté sin pensarlo. Luego aprendí a trabajar en el control, recuerdo que el grabador era Jaime Barona Home. Ya más familiarizado con ellos empecé a conocer otros locutores entre ellos, Carlos Mejía Saldarriaga y Rodrigo Correa Palacio.

Trabajando en La Voz del Rio Grande conocí a Dora Cadavid, la reconocida actriz de radio y televisión y quién oficiaba como directora de la emisora Claridad para la época de música clásica. Allí me dieron trabajo como control y hacía algunos pinitos. Cuando Jaime Barona Home quién trabajaba en todas las emisoras de Todelar, terminaba sus turnos, me dejaba prácticamente el estudio a mi disposición y yo recogía todo el material de noticias con el que habían trabajado durante el día y me metía al estudio a leer por 15 minutos y luego me escuchaba y así me la pasaba haciendo lo mismo hasta las 11 de la noche que me iba. De esta forma me fui formando prácticamente sólo.

Yo le preguntaba a Don Milciades y él me daba consejos. Luego apareció una escuela de radio, cine y televisión llamada ‘Encirra’ de Bernardo Ospina y Rafael Velásquez. Ellos enseñaban técnicas de lectura pero no tenían equipos. Después de un tiempo de recibir clases con ellos cuando yo creí sentirme locutor y además como ya era control, le dije a Don Milciades que me ayudara para avanzar más y me contestó que para aprender tenía que irme a un pueblo a lo que yo me mostré muy interesado.

G.P.: ¿Y qué pasó después?

J.G.: Don Milciades me dijo que había una vacante en Urabá en La Voz de Urabá de RCN, pero que no era el gran sueldo. Yo acepté y al día siguiente me presenté al aeropuerto Olaya Herrera y en un avión de carga DC3 oliendo a puro pescado me embarcaron hacia Apartadó. Una vez allí me presenté a la emisora, pasé las pruebas y comencé al día siguiente dando la hora y anunciando discos. Lo que hacía era un recorrido de la música latinoamericana. Un día en la mañana me tocaba hacerle mantenimiento al salón en donde dormíamos los locutores, éramos dos paisas y un costeño. Cuando levanté los colchones porque no teníamos camas, salió una culebra y tal fue mi susto que a los diez días me devolví para Medellín y otra vez llegué sin trabajo.

Recurrí de nuevo a Don Milciades quién me colaboró con una vacante en Radio Bucarica de Todelar en la ciudad de Bucaramanga. En esta ciudad trabajé por espacio de trece años. Allí estuve casado con Gabriela Vásquez Dávila con quién tuve tres hijos, Angela María y José Luis que ahora viven en Panamá y Viviana que vive en la ciudad de Barcelona. Durante mi estadía en Bucaramanga conocí a mucha gente. Recuerdo en especial al colega Rubén Darío Arcila tuve la gran oportunidad de trabajar con él y ser su amigo personal, de quien aprendí mucho de radio y animación, teniendo en cuenta que es una de las grandes estrellas de la narración deportiva en Colombia, en fútbol y en ciclismo, donde se luce por su capacidad de improvisación y temas culturales.

En Bucaramanga pasé por Radio Clásica, Radio Santander de RCN, Radio Bucaramanga y estando en Radio Reloj reflexioné sobre el hecho de que seguía anunciando discos y yo quería avanzar más en mi carrera. Por aquella época estaba recién casado pero aún así con los deseos que tenía de avanzar en mi carrera decidí volver a Medellín a empezar de nuevo.

Trabajando en Caracol un día Carlos Sierra Vega me dijo que iban a comenzar con una emisora nueva porque a ‘Radio 15’ la iban a terminar. Fue así como nació -La Voz de Colombia- en donde en vacaciones hacía reemplazos leyendo el noticiero de -La Voz de Antioquia-, hice deportes en -Radio Visión- con Jaime Tobón de la Roche y Wbeimar Muñoz Ceballos. Con Caracol estuve entre doce y quince años.

Cuando salí de Caracol, me uní a Jaime Peláez Peláez quién había dejado de ser libretista de Montecristo y con José Luis Idarraga. Los tres empezamos a hacer el programa ‘El Medellín que se fue’. Con este programa rompimos todos los esquemas, nosotros nos reíamos en cabina cuando para la época era prohibido reírse, hacíamos chistes y hablábamos de todo.

G.P.: He leído que durante su estadía en Caracol uno de los locutores que más admiraba era Baltazar Botero Jaramillo. ¿Qué tanto admiraba de él?

J.G.: Yo escuchaba a Baltazar Botero desde que él trabajaba en La Voz de los Estados Unidos de América. Cuando regresó a Medellín, trabajó en Caracol, empresa a la que yo también pertenecí. Allí pude conocerlo personalmente. Era muy solicitado para grabaciones y lo que más le admiraba era que se metía a la cabina a grabar por espacios hasta de una hora y no se equivocaba. En el argot de la radio no se ‘caía’. Siempre lo admiré. Un gran señor con una excelente y maravillosa voz. Un gran locutor.

G.P.: ¿Y en qué momento se inició el camino de su entrada en Latina Estéreo?

J.G.: En la Voz de las Estrellas del grupo radial de Radio 2000 a la que pertenece Latina Estéreo se fue un locutor llamado Wbeimar Piedrahita y por ese entonces yo trabajaba con Carlos Quintero Arroyave haciendo un noticiero y también como profesor en su academia de Expresión La Palabra.

Para la época, el director de Latina Estéreo que era Elmer Vergara, me pregunto si yo conocía en la academia a alguien que anunciara salsa porque había una vacante en la emisora y yo me ofrecí. En un principio a él no le pareció buena idea porque para él mi estilo no encajaba en ese estilo de programa.

El caso era que estaba muy apurado porque debía comenzar al lunes siguiente de esa semana en la que hablamos y finalmente me propuso comenzar el y yo.

Empezamos con un estilo pausado nada que ver al estilo actual.

G.P.: Finalmente usted terminó posicionándose muy bien en esta emisora y el programa por el cual goza de reconocimiento en Latina Estéreo se llama SALSALUDANDO. ¿Cómo se originó este programa?

J.G.: En una de las emisiones un oyente que vivía en el ‘Barrio 12 de Octubre’ nos llamó muy eufórico y alegre y nos expresó la felicidad que él y sus amigos sentían al estar escuchando la emisora. Nos dijo que eran trabajadores de la construcción describiéndose como ‘trabajadores de la rusa’ y pidió un disco. Pero además presentó a los amigos que lo acompañaban por sus apodos. De todo esto yo tomé nota.

A nosotros nos quedó sonando mucho la conversación con este oyente y pensamos que era buena idea volver a hacerlo y comenzamos a sacar nombres ficticios del directorio y de una página de anuncios de arrendamientos.

Emulando lo sucedido y con un estilo muy alegre comencé a saludar todos estos nombres de la lista que habíamos hecho, refiriéndome a diferentes barrios de Medellín. A Elmer Vergara le gustó ese estilo y me propuso seguir haciendo el programa así. De esta forma se dio inicio a SALSALUDANDO que es el programa que yo hago en Latina Estéreo. Su nombre lo sacamos de la canción que tiene por título ‘Salsaludando’ del cantante Cheo Feliciano en donde él saluda zonas y barrios de la ciudad de Caracas.

Un colega que se llama Luis Edil Álvarez nos dice que lo bueno todo lo copian y que de ahí partió que también comenzaran a saludar en muchas emisoras.


“Siempre decíamos que vendría la radio en vivo, en directo y a colores y llegó más pronto de lo que nos imaginábamos”

Video 'SALSALUDO': Jairo Luis García en compañía de Pamela Henríquez

G.P.: En tantos años de interactuar con público debe tener innumerables anécdotas con sus oyentes. ¿Recuerda algo en particular? ¿Alguna anécdota desagradable? ¿Algo muy bonito que siempre tenga presente?

J.G.: Nunca he tenido ningún problema. Todos los oyentes han sido muy amables y atentos conmigo y he recibido de toda clase de detalles. En nuestra programación hemos incluido lecturas de frases positivas y poesías y esto a la gente le gusta mucho. Me he hecho querer mucho de la gente.

G.P.: Tengo entendido que un chileno de nombre Roberto Zaa Silva que pasó por Colombia tiene influencia dentro de su carrera en la radio. ¿Qué representa en su carrera el chileno Roberto Zaa Silva?

J.G.: Durante mi estadía en Bucaramanga lo conocí. Era un cantante de ópera y venía de EEUU. El había pedido permiso en Radio Teatro para enseñar canto y en algún momento me invitó a sus clases para que aprendiera a cantar.

Cuando yo los veía ensayar gesticulando y entonando las vocales me parecía una cosa de locos. En esas clases me enseñó a respirar y hoy en día a mis 70 años y tres cuartos que tengo, mi voz se mantiene muy bien al punto que la gente me pregunta qué cómo hago para que mi voz se mantenga tan fresca, viva y juvenil.

Todo esto se lo debo a Roberto Zaa Silva.

G.P.: Uno de sus gustos musicales es el Jazz. ¿Qué le fascina del Jazz? ¿Ha escuchado del Festival de Jazz de Montreal?

J.G.: El Jazz yo lo conozco de toda la vida. Desde cuando iba a la Biblioteca Pública Piloto y veía gente que lo escuchaba. Luego con amigos, uno en especial llamado Aníbal con quién aprendimos de mucha música clásica. Así empecé a familiarizarme con nombres como Jerry Miller, Tommy Dorsey, Glenn Miller, Dave Brubeck y Nat King Cole, entre otros.

Si claro. He escuchado del Festival de Jazz de Montreal. También se de otros festivales de jazz en el mundo. En España, en la ciudad de Barcelona existe un Quinteto que se llama Joan Chamorro y tienen una trompetista que se llama Andrea Motis que también toca el saxofón. Sus músicos están ahí desde que tenían edades de seis años. A mí me descrestan. También me gusta mucho otra de sus integrantes que se llama Rita Payés, toca el trombón y canta maravillosamente Jazz.

G.P.: También se que le gusta tocar el saxofón. ¿En qué nivel se considera? ¿A quien admira en especial como saxofonista?

J.G.: Los admiro a todos empezando por John Coltrane. En realidad solo soy un aficionado que se desfoga tocándolo. Llevo muchos años con el saxofón queriéndolo, sobándolo y consintiéndolo pero no soy ningún interprete.

Pienso que se necesita mucho talento, calidad y tiempo para poderlo interpretar. Alguna vez me inspiro y toco el ‘Feliz cumpleaños’ y estoy estudiando melodías como el ‘Himno a la alegría’, ‘Cielito lindo’ y ‘Las mañanitas’, pero muy como principiante.

G.P.: Ha tenido la oportunidad de entrevistar numerosas figuras de la Salsa y usted cataloga como una de sus mejores entrevistas una en especial con Celia Cruz ¿Por qué le impactó tanto?

J.G.: Nuestro jefe era amigo personal de ella y Celia Cruz tenía mucha afinidad con la emisora. Estuvimos en varias presentaciones suyas en Medellín y pude conocerla y charlar con ella en otras ocasiones.

Alguna vez vino a una presentación al Palacio de Exposiciones de Medellín. Esta vez no pude entrevistarla personalmente sino a través de una llamada telefónica. Esta conversación me dejó grata recordación porque ella fue muy amable y deferente conmigo y sus respuestas fueron muy especiales.

Hace parte de las entrevistas interesantes e inolvidables que tiene Latina Estéreo en su archivo. Esto ha sido para mí un gran orgullo.

G.P.: Parece que entre sus planes está conocer Machu Picchu y Venecia. ¿Cómo van esos planes?

J.G.: Los conozco mentalmente y en fotografías. Iría primero a Machu Picchu que está más cerca y a Venecia antes de que se hunda, ese es un chiste mío. Ojalá y el tiempo me permita esta fantasía.

G.P.: ¿Y cómo va su proyecto con el programa ‘Las canciones de Jairo Luis García?

J.G.: Esperamos la oportunidad para hacerlo. Ahora todo se ha quedado en planes. Tengo una recopilación de distintos géneros de música y también hay proyectos para hacer los viernes el programa ‘Fiebre de Salsa’ con mis gustos preferidos.

G.P.: ¿Por qué lo apodan como ‘El Galán de la Salsa’?

J.G.: A mí no me pusieron así por ser un galán como los de la televisión o el cine.

En alguna época ‘Patiño’, un colega de radio y yo, íbamos a almorzar a un restaurante cerca a la emisora cuyo propietario es ‘Don Ramón’ y él distinguía más a ‘Patiño’ que a mí. ‘Patiño’ es el animador del programa ‘Una hora con los solistas de La Sonora Matancera’. Yo muchas veces iba solo y veía que ‘Don Ramón’ sintonizaba siempre Radio Reloj ó Latina Estéreo.

Alguna vez ‘Don Ramón’ le preguntó a ‘Patiño’ refiriéndose a mí, por qué no iba con el ‘galán’ de Salsaludando. Un día fuimos los dos y ‘Patiño nos presentó. El señor muy gentilmente me dijo que yo hablaba muy bien, que era muy claro, ameno, respetuoso y amable con la gente y que por eso a él le parecía que yo era muy galán en la radio. ‘Patiño’ comenzó a repetir seguido esta conversación con los amigos y poco a poco se fue popularizando lo de ‘El Galán de la Salsa’ y así me dejaron.

G.P.: La Salsa es un género musical que ya no tiene el mismo protagonismo de 70s, 80s, inclusive 90s. ¿Cuál considera ha sido la clave para ustedes mantenerse vigentes y con éxito por más de tres décadas?

J.G.: La salsa le canta a todo. Al amor, la vida, a Dios, a la naturaleza, al desamor, al olvido, a los amigos, a los animales, al medio ambiente, a la naturaleza. Otros géneros se identifican con un sólo mensaje. Antes la Salsa fue discriminada pero la gente ha entendido que es muy bien hecha por maestros y niños prodigio como Alfredo de la Fe, Charlie Palmieri, Eddie Palmieri, Larry Harlow, Richie Ray. La salsa es para oídos con-sentidos.

La Salsa nunca va a morir. Siempre hay más orquestas y mas conjuntos y Colombia no es la excepción.

G.P.: ¿Cómo ve los cambios ahora en las transmisiones en vivo a través de cámara en comparación a aquella radio convencional en la que usted aprendió?

J.G.: Con los cambios actuales y la ayuda de la tecnología, se cambió el misterio y magia de la radio, por lo que la vemos directamente como en la televisión. Siempre decíamos que vendría la radio en vivo, en directo y a colores y llegó más pronto de lo que nos imaginábamos. Hoy la podemos ver a través de Facebook Live.

G.P.: Su protagonismo como locutor dentro de este formato de radio musical es muy notorio. ¿Se siente alguien famoso?

J.G.: Muchos me han preguntado que es la fama. La fama para mi es ser lo que soy, original, normal, tranquilo, fresco y eso es todo. Ni me importa, ni me interesa, ni me gusta que me estén adulando, ni me voy a sentir ni más arriba, ni más abajo, ni más alto, sino igual a todos.

G.P.: Usted ya es un ícono, una leyenda de la radio antioqueña. ¿Qué sentimiento le despierta esto?

J.G.: Cuando personas como usted o quien sea que me llame para una entrevista yo me digo a mi mismo. ¿Y por qué a mí? ¿Por qué yo? Un muchacho común y corriente porque yo me siento como de veinte.

Yo soy Jairo Luis García, el hijo de Ofelia y Francisco. El hijo de ‘María Trapos’ y ‘José Carrieles’. Ahora con una esposa que se llama María Victoria y nuestra hija que se llama Ana María García y todos mis nietos Juan José Moncayo, Orlando José, John Jairo, Andrés, Ana Sofía y Gabriel. Esas las tres estrellas que me guían a mí.

G.P.: Muy amable

J.G.: Muchas gracias a usted. Soy Jairo Luis García un amigo más, conmigo cuente para las que sea, dígame lo que quiera, pídame lo que quiera, eso si no me diga que le preste plata porque yo plata no tengo. (jajaja).


“La fama para mi es ser lo que soy, original, normal, tranquilo, fresco y eso es todo”

Jairo Luis García en los antiguos estudios de Latina Estéreo.

Frases de las que utiliza Jairo Luis García en ‘Salsaludando’.


“Tenga para que se entretenga y se la aprenda. Es original de Cantinflas.


“Salsa para Salseros de acero y de acera con cerveza en mano y equipo de sonido en la acera a todo volumen. Uno de mis hijos y yo la inventamos.


“En la onda de la alegría: Es copia de una emisora cubana.


“Seguimos... Seguimos... Seguimos... avanzamos: al principio decían que era cansón pero hoy se escucha en otras emisoras que utilizan mucho el término ‘seguimos’, hasta el mismo Darío Arismendi.

“Latina Estéreo es la número uno de la salsa no de todas sino de la salsa.


“Donde hay almuerzo hay y en donde no hay ¡Ay ay ay Un día un amigo llevo almuerzo para cuatro personas y alguien más llegó. Era Chico Palacios. Nos tocó compartir de lo que ya estaba servido con él y en ese instante Chico Palacios dijo esa frase.


“No confunda la salsa con una ensalada” de Jaime Peláez.

“Súbale volumen a su radio” de Carlos Quintero Arroyave.


“Latina estéreo es la única emisora que distingue a sus oyentes por sus nombres y por sus sobrenombres”.

“La terapia de la risa” que tiene más de 30 años, es aquella que dice: Jo jo jo je je je ,ji ,ji ,ji ,ju ,ju ,ju y ja ja ja ja ja…. con éste ejercicio, cambiamos la costumbre de reír en radio, igual se hace en televisión, pero para esa época se decía, que estábamos locos. Lo que quiere decir, que nos queda la satisfacción de haber cambiado ciertas normas de esa época.

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Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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