Julio Cesar Lobo: "La música me hizo muy radial."
- German Posada
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Julio Cesar Lobo.
"Primero fue el tema de la música que ya luego se fue reflejando en el tema de la radio. Lo mío en la radio fue más mi interés personal, entregándome de lleno a ella. Incluso, para tener una oportunidad, aceptando turnos que nadie quería."
Estas palabras forman parte de las primeras respuestas que Julio Cesar Lobo me concedió para esta entrevista. En ellas, Lobo resume como la música y la radio son parte fundamental de su existencia.
Todo en la vida de este barranquillero gira alrededor de la música y fiel a la cultura musical de su ciudad, se sumergió desde temprana edad en el universo de los picós y como picotero que se respete, tiene su propio picó el cual bautizó El Gran Lobo.
Los casetes, vinilos y acetatos los adoptó como sus juguetes preferidos y su saber lo encaminó muy joven a programar música en las emisoras. Lobo también compone y hace arreglos musicales y en la radio colombiana, ejerce actualmente como el director de Radio Tiempo Barranquilla y es además el coordinador del Sistema Radio Tiempo.
Sin lugar a duda, la programación musical es uno de sus fuertes en esta industria y a sus casi cuatro décadas de experiencia profesional, ha adquirido suficiente conocimiento y sabiduría para analizarla y exponer lo que a su juicio considera, pueden ser los pormenores del éxito y del fracaso de las emisoras musicales.
Recientemente Lobo, escribió una reflexión sobre el estado actual de la radio la cual tituló: "La Radio de hoy, en la batalla por la atención". En su análisis pone en consideración algunos elementos que hacen mover la balanza entre lo que fue la radio tradicional y lo que es la radio ahora.
En esta charla, un poco sobre Julio Cesar Lobo, el picotero, el músico y el hombre de radio.
Por: Germán Posada
¿Su deseo desde niño era ser picotero más que ser locutor?
Yo nací en un hogar muy musical. De hecho, tocaba acordeón desde los 9 años. Aprendí a tocar guitarra desde los 11 y toqué en orquestas desde los 16. Recuerdo que mi mamá protegiéndome iba a vigilarme los clubes donde tocaba porque yo era muy joven.
Siempre he sido muy musical. Podría decir que mi profesión más que la radio, la cual he ejercido por muchos años, ha sido la música. También estudié música. Siempre he estado en contacto con los instrumentos, pero también con discos y acetatos. Me gustaba poner música en los bailes, pero no bailaba, me quedaba al lado del que ponía la música, o del picotero, como llamamos acá.
La música me hizo muy radial. Yo personalmente grababa mis casetes de las emisoras de la época y siempre tuve mucha inquietud por el tema de la edición. Si en aquella época, por ejemplo, Radio Tiempo interrumpía una canción con una glosa, yo buscaba la manera de empatar la canción sin ninguna interrupción y eso lo hacía cuando apenas tenía unos 14 años.
Hijo de mecánico automotriz y maestra. ¿De quién heredó su gusto por la radio, la música, el espectáculo?
Aunque mi papá era mecánico automotriz, cantaba muy bien y mi mamá también cantaba. Digamos que de alguna forma la vena musical viene de ambas partes. De hecho, mi familia los Lobo, tocan percusión.
Primero fue el tema de la música que ya luego se fue reflejando en el tema de la radio, pero en esta última, realmente no ha habido un real protagonismo de parte de mi familia. Lo mío en la radio fue más mi interés personal, entregándome de lleno a ella. incluso, para tener una oportunidad, aceptando turnos que nadie quería.
Yo no sé nada de música, pero le escuché decir que no es bueno pegar tres canciones en tono menor porque genera tristeza. ¿Qué ejemplos de canciones suenan así?
Depende del género. Por ejemplo, en género balada la canción Nuestra Playa de Emilio José está en tono menor y se convierte en tono mayor en el coro. En vallenato La Gota Fría es tono menor pero luego en algunas estrofas pasa a tono mayor. Son cosas mías, no sé si haya alguien más que piense así, pero la música mueve las emociones y yo hasta eso lo voy teniendo en cuanta a la hora de programar.
¿Existe alguna diferencia entre Dj picotero y Dj?
El Disc-jockey es el término mundial. Es quién lanza discos. En esta clasificación están, por ejemplo, el Dj selector y el Dj producer, entre otros.
En la costa colombiana hacen unos grandes aparatos de sonido que se llaman picós y al que los maneja hace muchos años le acuñaron el termino picotero que no es más que el Disc-jockey del picó.
Es como el dj de la emisora. Mejor dicho, quién pone la música en un pico le llaman picotero.
Como picotero empecé cuando tenía unos 12 o 13 años, ya son 39. Y en la radio a los 14, ya sumo 37.
¿Cómo hombre diestro en el Bajo a quién admira como músicos que toquen este instrumento?
Luis Ángel Pastor es un tremendo bajista. Aunque su especialidad es el vallenato tiene muchas cosas en mente y ha producido con Carlos Vives cosas muy interesantes. Definitivamente uno de los mejores en Colombia.
El venezolano Rodner Padilla es fantástico también. Ha grabado con varios artistas muy reconocidos, uno de ellos es Marc Anthony.
También admiro mucho a John Patistucci.
¿Cómo se dio su debut en la radio que al parecer fue en RCN y El Minuto de Dios?
En aquello de grabar casetes y de estar en el tema picotero, un fin de semana llegó mi papá a casa y me invitó a salir, pero le dije que estaba ocupado grabando un programa de picoteros que estaban haciendo en Radio Piloto 1370 AM. Mi papá me preguntó el nombre de la persona que lo hacía y yo le respondí que Ralphy Polo. Mi papá sorprendido me dijo que eran amigos. El caso es que luego de una llamada, Ralphy Polo resultó saludándome en vivo en su programa Arriba Caribeño y ofreciéndome regalarme un disco. A la semana siguiente mi papá me llevó a Radio Piloto y fue así como a los 14 años conocí por primera vez una estación de radio.
Cuando Ralphy me mostró los equipos de la emisora yo estaba muy asombrado y le dije que sabía poner acetatos y que tenía alguna experiencia como picotero. El me invitó a seguir yendo a la emisora para que aprendiera más y así comencé haciendo turnos, programando y aprendiendo el tema de los controles. Con el tiempo a Radio Piloto la vendieron y cambió su nombre como El Minuto de Dios.
Los propietarios de El Minuto de Dios nos dijeron que todos los programas de Radio Piloto iban a terminar pero que podíamos seguir poniendo la música y además que cada media hora teníamos que poner unos casetes que habían traído desde las instalaciones de El Minuto de Dios en Bogotá. En aquel entonces yo tocaba guitarra y piano en misas en el grupo juvenil de colegio y tenía conocimiento de aquella música y comencé a seleccionarla en la emisora de acuerdo con los conocimientos que tenía. Todo esto me ayudó para que me dejaran trabajando con ellos como operador y programador. Hacía unos programas, al tiempo que estudiaba locución en la Academia de Arte y Cultura del Caribe.
Después de esta experiencia pasé a Radio El Sol RCN en donde comencé leyendo comerciales de fútbol. El gerente en RCN me pasó a Barranquilla Estéreo que en poco tiempo se convirtió en Amor Estéreo para hacer un programa de baladas y resulté haciendo 60 Minutos de Nostalgia un programa tradicional de música clásica, y en las tardes a las seis, hacía El Retorno a Casa con baladas actuales. Todo esto porque antes de mi ingreso a RCN, yo había tenido la experiencia de haber hecho un programa de baladas en la radio cultural Uniautónoma Estéreo. El programa se llamaba Habitantes de Medianoche y eran canciones en español y en inglés.
Tiempo después pasé a Radio Tiempo en donde estuve unos ocho años como dj, luego en Caracol siendo director de Bésame Barranquilla, luego pasé a ser director de Oxigeno Barranquilla y después en Bogotá fui director musical de La FM Pop Latino y Fantástica un proyecto radial diseñado por mí. Luego pasé a Cali a montar de cero y dirigir Radio Tiempo y actualmente soy director de Radio Tiempo Barranquilla y coordinador del Sistema Radio Tiempo.
De acuerdo con su escrito, la competencia en radio es la atención que cada emisora logra generar en la audiencia. ¿Detrás de un buen tema qué otras herramientas se requieren para lograr cautivar un público?
El planteamiento que yo hice en ese escrito es que quizá antes uno podía darse el lujo de poner un disco que no era el mejor, hoy cada segundo vale, cuenta y decide la permanencia o no de un oyente. Hace algunos años cuando realicé programas de contenidos me daba cuenta de gente que llegaba a la cabina y no sabía de qué iban a hablar y el oyente se aguantaba eso, es posible que se apoyaran en mucho relleno.
Hoy en día no podemos darnos ese lujo de hacer programas de contenido así. Tenemos que saber de lo que vamos a hablar, que esté bien hecho y que cautive la atención de la gente. En este momento la gente tiene mil cosas en qué pensar y a eso súmele una oferta de entretenimiento grandísima. Lo que yo quería era transmitirle esto a la gente a la cual dirijo que no podemos desperdiciar ni un segundo en la radio. Pero al final el alma de ese escrito es que no podemos desperdiciar el tiempo en la radio en una canción o una entrada regular.
La preparación en tiempos actuales es muy importante. A los Djs de antes nos tocaba cuadrar el cartucho, cuadrar la canción y un sinnúmero de cosas que nos robaban tiempo. Hoy no. Ahora es todo computarizado y nos sobra tiempo. Entonces si nos sobra tiempo podemos preparar la entrada, investigar sobre las canciones y los artistas y compartir esa información o comentario ameno a la audiencia.
La distracción y la oferta de entretenimiento hoy en día es muy grande y nuestra competencia ya no es solo con la radio sino con ese montón de cosas que tiene la gente en sus cabezas.
Usted mencionó en su escrito que hay que ir a la fija al aire con una canción ganadora pensada para gustar. ¿Quién no posesa ese talento de lanza discos es mejor que se retire de ser programador?
Pues lo retirarán sus resultados, me imagino. Te cuento: hace poco, en semana santa, yo tuve una experiencia en un evento de baladas al cual me invitaron y éramos tres programadores. Cada uno programaba 4 discos y daba la vuelta.
En mi caso como programador, sí sé que canciones son las que le gustan a la gente, que las cantan y disfrutan, para que me voy a poner a inventar con otros temas solo por el hecho de variar. Yo tengo que ir a la fija porque si no los pongo yo, los pone el dj que viene de turno. No podemos colocar música de relleno porque sencillamente la gente está allí para disfrutar, para divertirse. Y en ese evento en vivo, nada peor que ver que con el otro dj la gente si canta, aplaude, se abrazan... y contigo solo se miran las caras. Así es la radio actual. Hay que ir a la fija con temas buenos. Que gusten y despierten pasión.
"Al final, si la radio sigue siendo cercana, inmediata, humana impredecible, amiga, yo creo que la radio va a estar ahí por mucho tiempo más."

Julio Cesar Lobo en su oficina de Radio Tiempo. (Barranquilla).
Usted escribió: Antes un oyente podía calarse algo malo o regular, esperando qué podía pasar en los próximos minutos, hoy te mandan a volar a la primera y ¡neeeeext!
¿Los años de la época dorada de la radio en Colombia a lo mejor no era tan buena y se salva porque no había tanta competencia como hoy en día?
Eran más libres, había menos presión de resultados. Yo recuerdo historias de la radio de antes aquí en Barranquilla. Roberto Esper, el dueño de la cadena radial La Libertad, cuando llegaba alguien con deseos de locutar, él simplemente le daba la orden de que hablara al aire sin conocer la persona. Yo no sé si eso era bueno o malo. A lo mejor era más bueno que malo, pero hoy en día ya no se hace eso. Hoy te piden un demo y en él, se analiza tus fortalezas y lo que debes mejorar.
Yo sí creo que antes era un poquito más relajado. Yo no sé si el hecho de que antes fuera más relajado o que se tenga más presión ahora, sea mejor. Ahora todo lo mueven las encuestas y la gente tiene el derecho a escoger a los animadores que más pegan en determinados horarios.
A lo mejor antes en la radio la gente se divertía más y había buenos resultados, pero hoy se trabaja bajo más presión. A mí me cuentan que Carlos Sierra, programador de La Voz de Colombia en Medellín, se daba el lujo de hacer historias con las canciones que programaba. Hoy quizá hay menos inspiración por ser más efectivos. Las canciones ya han tenido un estudio y una clasificación por resultados y son esas las que tienen que sonar. A lo mejor esto te quita libertad, pero es la forma actual de lograr resultados en la radio.
Usted opina que la radio aún ofrece calidez humana. ¿Cómo analiza el fenómeno de la IA que suplanta voces humanas, será qué gana el partido?
La gana el partido a los locutores que dicen: "4:25, aquí esta Gianluca Grignani con Mi Historia entre tus dedos" y suena el disco. A ese locutor sí le va a ganar el partido.
Pero al que dice: "…Yo recuerdo que esta canción hace tiempo cuando salió era el verano del año tal y me llamó una chica y me la pidió porque se la quería dedicar a su novio…". La idea es que metas a la gente en el cuento. La IA no va a hacer eso, todavía.
Si el locutor logra hacer que cada canción tenga un cuento, una historia, a ese locutor la IA no se lo va a alcanzar, por lo menos por ahora. No sé qué podrá pasar con la IA en cinco o diez años, pero en este momento no.
¿Cuál es la historia de -El Gran Lobo- en el mundo de los picós en Barranquilla?
Lo que pasa es que a partir de los 40 o 50 años, uno como que pasa la raya y se pregunta qué ha pasado con mi vida, qué he hecho yo.
A los 40 años yo tenía mi casa, hijos, mi trabajo, había cantado, grabado discos de música católica, dirigido emisoras. Yo creía que ya había hecho todo, pero me acordé de ese niño que se ponía al lado de los picós a escucharlos y ver los tocadiscos dar vueltas y entonces me dije que quería hacerme mi propio picó. Eso coincidió con un renacimiento de los picós tipo turbo en Barranquilla que se caracterizan por tener un dibujo.
Decidido, me fui para donde un señor que hace picós y de inmediato comenzó en su proceso de elaboración hasta que pude tenerlo en un año y lo llamé El Gran Lobo con la pintura de un lobo.
Cuando lo saqué, quizás porque yo tengo un concepto más global de la programación, ese equipo empezó a gustar en los primeros sitios en donde sonó y comenzaron a contratarlo más y más al punto que hoy en día ese equipo ha ido a Bogotá, Medellín, Sincelejo, Montería, Cartagena, Barranquilla, Valledupar, La Guajira, Orlando, Miami, Nueva York, Panamá, y sigue gustando.
A mí el tema de la programación me gusta mucho y en las emisoras en donde he trabajado, que son Olímpica, Caracol y RCN, en todas me ha tocado ser asesor de programación, estoy continuamente asesorando colegas de trabajo y todo esto al final, se refleja en el picó que es un equipo de sonido con alma, con personalidad.
La voz oficial de los picós en Colombia es Mike Char que es mi jefe y dueño de la Organización Radial Olímpica. Podemos decir que él también es picotero y Olímpica Barranquilla es como un picó con antena ya que es su voz la que la identifica y la música es acorde al barrio, al pueblo.
Usted ha sido claro que no tenía vocación para sacerdote, pero la religiosidad está muy presente en su vida y ha producido música católica.
¿Cómo maneja su espiritualidad en medio del mundo del espectáculo a veces tan convulsionado?
Recuerdo que era director de Bésame y programaba muchos artistas reconocidos, pero al final era consciente de que yo tenía unas convicciones desde mi época de estudiante. Yo soy graduado de un colegio católico Centro Social Don Bosco y siempre he cantado misas, pero me preguntaba cómo estaba en esos dos mundos.
Respecto a lo que estaba sintiendo, hablé con un sacerdote amigo, quién me dijo que -lo que puede contaminar a un hombre no es lo que viene de afuera, sino lo que sale de adentro-. A mí esto me puso a reflexionar y entendí que si yo voy a un evento y no tomo y no soy infiel o hago cosas indebidas, pues no me estoy dejando contaminar.
Otra vez hablé con quién fuera el padre Alberto Linero, amigo mío, y también le comenté de mis inquietudes sobre el tema y lo que me dijo fue que yo era un infiltrado de Dios en donde quiera que estuviera y que tenía que tratar de ser testimonio, darle un consejo a alguien que se acercara, ser buena gente con todo el que se pueda y eso es lo que trato de hacer.
Digamos que así lo he tomado y creo que soy una persona que se maneja bien en ese aspecto. Seguramente no a todos les caigo bien, pero trato de llevarme bien con la mayor cantidad de personas posibles.
Escuché estas dos canciones suyas: Medley del Amor y El señor es mi pastor, ¿Cuál considera su mejor trabajo discográfico?
Yo he grabado cuatro discos, pero la canción que a mi más me piden cuando voy a hacer presentaciones con mi banda se llama Jesús mi protector. Ha sido quizás la canción que más ha bendecido personas. Incluso cuando el padre Alberto Linero era sacerdote me decía que cuando cantaban esa canción veía a Jesús caminando en medio de la gente. Que me lo diga él, que siempre fue un sacerdote muy presente en lo real, tiene mucho valor para mí y se lo creo.
Ha sido una canción que cuando salió en el 2000, en El Minuto de Dios Bogotá, Medellín y Barranquilla, ocupó el primer lugar del año.
El Happy que es un locutor de Olímpica Estéreo Cartagena hace una reflexión todas las mañanas que la emiten en todas las Olímpicas del país, y esa es la canción que él pone de fondo. Y ni siquiera yo se lo dije. A veces me encuentro con personas a las que por alguna razón les digo que esa canción es mía y se quedan sorprendidos porque la escuchan en muchos ministerios de música en el país.
¿Conectar con la audiencia es básico para triunfar en radio? ¿O sea, si la voz es agradable pero no conecta, no pasa nada?
Las cosas han cambiado. Antes si tu tenías buena voz ya tenías el 50 por ciento de la entrada a la radio. Hoy prácticamente con una voz normal, bien vocalizada ya se tiene esa parte ganada. Aquella voz grave que se imponía años atrás todavía funciona en temas comerciales, pero no es tampoco la más apetecida. Ya se escuchan voces comerciales muy normales, pero cercanas.
Hoy se trata de conectar con la gente. Yo por ejemplo tengo Djs en Radio Tiempo Barranquilla que tienen un don de conexión con la audiencia enorme y eso a mí me gusta mucho. Volverse amigo del oyente ya es tan importante como tener buena voz.
El Dj introvertido o plano, le sale bien su turno, pero no conecta como el que es naturalmente extrovertido, amigable. Que hace parte de su personalidad.
Daniel Trespalacios de La Mega en Bogotá tiene una voz normal, pero conecta maravillosamente con la gente. En Olímpica Barranquilla tenemos a Jeinminson.
El contenido es muy importante pero las redes sociales están mandando la parada. A lo mejor se mueve más en las redes el chisme que algo realmente importante. ¿Ahí, cómo se maneja esa disyuntiva?
Las redes sociales en este momento son a nivel de atención una competencia para la radio. Entonces toca irnos allá y hacer contenidos en esa lucha por sobrevivir en medio de este mundo tan acelerado y lleno de distracciones.
Tenemos que llevar allá un resumen de lo que hicimos al aire. Llevar apartes de la entrevista o de los comentarios que hicimos al aire. Llevar todo esto allá con la viveza, la "malicia indígena" que llaman, que no es más que estrategia para elegir los mejores fragmentos que se traduzcan al final en reproducciones y viralidad.
Hoy en día la radio en Colombia se mide por recordación. En Colombia no existe otro método que no sea recordación. Y si es recordación, mi marca tiene que estar en la mente de la persona cuando lo llamen de las empresas encuestadoras para saber que ha escuchado. La mejor forma de que tengan una recordación es estar en todas las partes posibles. Entonces en definitiva hay que volverse aliado de las redes sociales.
Si es posible que pegue más un comentario picante, por eso a esa entrevista normal hay que saber elegir el fragmento que uno considere va a causar más reacciones.
¿La radio, como opinan algunos, está moribunda?
No. A la radio le han inventado cualquier cantidad de enemigos y le han profetizado su apocalipsis muchas veces. Cuando salió la televisión pensaban que la radio iba a morir y no fue así. Lo mismo pasó con la llegada de los Ipods, y con la diversidad de plataformas existentes.
Al final, si la radio sigue siendo cercana, inmediata, humana impredecible, amiga, yo creo que la radio va a estar ahí por mucho tiempo más. Lo que tenemos que hacer es ir al ritmo de la gente.
Aún queda de la radio esa parte humana que la IA no tiene. En algún momento cuando todavía no existía el fenómeno de la IA, discutíamos algunos colegas de radio, entre ellos, Tito López y decíamos que en el algoritmo de la música hay una cosa que se llama el genoma musical y es que si por ejemplo pones reggae de Bob Marley y de pronto sale otra canción que no te gusta y la adelantas ya lo entiende y no te pone canciones con aquellos elementos que no te gustan. O sea, va entendiendo lo que te gusta a través de la conexión musical, o de letras que pueda tener una canción con la otra. Actualmente, con mi jefe Rafael Páez, hablamos mucho del tema y siempre coincidimos en que la radio se ha ido adaptando a todo y hay que seguir haciéndolo.
Eso es lo que uno tiene que descubrir como programador. El gusto de los oyentes por determinado género de música y que no se vaya nunca.
Y en cuanto al contenido, mientras el locutor siga siendo ese amigo, ese cómplice, esa compañía inmediata y cálida, creo que tenemos todavía mucho por dar.
Muchas gracias.
Gracias a ti por tenerme en cuenta.
"Siempre he sido muy musical. Podría decir que mi profesión más que la radio, la cual he ejercido por muchos años, ha sido la música."

Julio Cesar Lobo.