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Beatriz Robespierre: “Nunca abandoné la radio ni mi canto”

La comunidad latinoamericana en la ciudad de Montreal también tiene su historia y el español aunque no es todavía uno de los idiomas de gran peso dentro de las comunidades inmigrantes que la conforman, si tiene su encanto, y tanto los nacionales como inmigrantes de otros países se dejan atrapar por su acento y muchos han optado por estudiarlo y aprenderlo.

Por consiguiente, la empresa de la radio en español es todavía lánguida pero hay quienes siguen entregados a su gusto por hacerla y aportando como comunidad nueva. La locutora venezolana, Beatriz Robespierre, hizo lo suyo en su momento.

En la vida se nos presentan signos de cambio y siendo una profesional de la radio en su país, Beatriz recibió los suyos que le indicaron que su destino era vivir en Montreal. Muchas experiencias de vida colman la estancia de Beatriz Robespierre en esta tierra y entre algunas de ellas, están la locución y el canto.

Con la amabilidad y educación que siempre caracterizan a esta venezolana, muy gentilmente se dignó a responder mis preguntas y hoy con especial afecto yo se las comparto a ustedes para que conozcan un poco sobre ella y de su transcurrir en una ciudad en donde no le fue ajeno reinventarse como a una gran parte de los inmigrantes pero en donde también ha tenido la oportunidad de gozar a plenitud sus dos pasiones: la locución y la música.


Beatriz Robespierre.




Por: Germán Posada


¿De dónde es Beatriz Robespierre?

Orgullosamente venezolana. Nací en San Juan de los Morros, capital del Estado Guárico, Centro Sur del país.


¿Cuál es el origen de su apellido Robespierre?

Maximilien de Robespierre, fue un abogado que se destacó en la Revolución Francesa luchando contra la monarquía. Los enemigos de Robespierre persiguieron a todo el que tuviera ese apellido para matarlos. Muchos seguidores fueron ejecutados así como miembros de la familia. Otros fueron desterrados de Francia. Algunos tuvieron la suerte de cambiarse el apellido.

A Venezuela llegaron descendientes de esta familia Robespierre a establecerse y con ellos llegó la que sería mi abuela, madre de mi padre. Muy joven, de apenas 15 años se enamoró de un criollo quien fue su profesor de español y de esa relación nació mi padre cuando ella tenía sólo 16 años. Su familia la abandonó y desapareció. La razón, según mi papá fue porque ella "deshonró el nombre de la familia". Nunca más supo de ellos y sóla tuvo que enfrentarse a la vida con un bebé. Sin tener una profesión tuvo que sobrevivir haciendo oficios domésticos en casas de ricos y dedicarse a criar y educar a su hijo. Ella hizo una gran labor porque educó a mi padre y le enseñó valores, además del amor a los estudios.


Mi abuela murió con sólo 32 años. Mi padre quedó desamparado con apenas 16 años y sólo decidió enfrentar su destino y perseguir una meta. Se dedicó a estudiar con todas las limitaciones del caso. Con poco dinero y un equipaje lleno de sueños, se trasladó a Caracas donde le sería más fácil trabajar y estudiar.


Cuando papá falleció era Juez en una población cercana a Caracas. El hobby de mi padre era leer. Nunca lo vi sin un libro, periódico o sacando crucigramas que se aseguraba terminarlos. Según él, había que leer de todo sin discriminar. Falleció relativamente joven. El fue mi primer y gran amor porque como padre no tenía nada que criticarle. Yo le escribí un poema donde señalo esta frase, "Si yo volviera a nacer, le pediría al buen Dios, fuese mi padre otra vez



¿Hace cuanto vive en Montreal?

Desde el año 1990, cumpliré 31 años el 9 de abril del 2021.

La primera que vez que visité Montreal fue cuando pasé aquí mi Luna de Miel, hace muchos años. Me enamoré de esta ciudad ipso-facto. Años después una amiga cercana se casó con un canadiense residente en Montreal. Un buen día ella me invitó y decidí venir a visitarlos. Era la segunda vez que venía. Pasé más tiempo conociendo calles, museos etc y sintiéndome más atraída por esta bella ciudad. Regresé a Venezuela y continué con mi vida. Recuerdo que hubo un serio problema político y yo corría peligro por la relación con la radio y otras razones.

Decidí venirme para establecerme. Así, el 9 de Abril de 1990 volví a pisar tierra canadiense con grandes ilusiones, pero con mucha nostalgia por mi familia y mi país.



¿Cómo fue ese reinicio de vida al dejar su profesión como locutora en Venezuela?


Traía conmigo un dinerito para sobrevivir mientras conseguía trabajo, con la ventaja de que hablaba inglés, idioma que aprendí en una universidad en Jamaica y luego lo mejoré en Washington D.C.


Dispuesta a trabajar en lo que encontrara, comencé por limpiar una casa muy grande. A través de personas que fui conociendo trabajé en banquetes cuando fuera necesario. También cuidaba los niños de la amiga por quien me establecí en este país. Creo que la suerte (llamémosle Dios) me sonrió porque un día, después de cuidar los niños de mi amiga, en la parada de autobús leí un aviso que rezaba; Looking for Entertainers. Llamé, me citaron y pasé la audición. A partir de ese día, formé parte de ese grupo hasta que el pianista falleció muchos años después. . Ellos se dedicaban a "entretener" musicalmente a los "abuelitos" en Residencias de Ancianos Judíos y en los hospitales también judíos. Fue una bella experiencia porque fui tratada con mucho respeto. Me llamaban dos veces al mes y ya yo contaba con ese dinero.


Así viví un tiempo corto porque a través del canto y la música conocí a un guitarrista ecuatoriano quien trabajaba en una empresa de Aduana en El Viejo Montreal”. A través de él, entre a trabajar ahí, donde estuve año y medio. Un buen trabajo pero no estaba contenta con el trato de la supervisora hasta que un buen día, una amiga me ofreció un par de horas en la escuela de la Asociación de Ciegos de Montreal, (Montreal Association for the Blind). Preferí un par de horas feliz que soportar el ambiente tirano que vivía. Me mudé sola. Económicamente me ayudaba con otros trabajitos como el canto, cuidar ancianos, trabajo que me encantaba porque les cantaba y ellos felices. Posteriormente en la Escuela, me dieron más horas y fui muy feliz trabajando con niños ciegos y autistas quienes te aman sin condición. A ellos me entregué y de ellos aprendí muchísimo, sobre todo a ser más humana. Nunca abandoné la radio ni mi canto, dos cosas que amo sin exigencias.



¿Qué la enamoró de la radio?

Cuando niña, yo cantaba los domingos en un programa infantil. Mi madre, excelente guitarrista y cantante, siempre me motivó. Con el contacto con el locutor y personal de la emisora, me fui enamorando de la radio y me dije: Yo seré locutora un día y así fue.



En Colombia antes se necesitaba una licencia para poder ejercer la locución. ¿También pasaba lo mismo en Venezuela?

Claro que sí. Había que pasar un examen bien exigente. Recuerdo que éramos 130 aspirantes y sólo pasamos 30. La razón por ese gran número era porque en aquella época todo se centralizaba en Caracas. No es lo mismo en esta época. Mi Nr. que me acredita como locutora es el 4069.



¿Cuál fue su primera incursión en la radio profesional?

Comencé en Radio Maracay con un locutor que era muy conocido en el país llamado, Monolo Rincón Hernández. El me dio la oportunidad de foguearme en su programa porque en realidad la responsabilidad ante el micrófono ya como profesional hay que respetarla, cuidarla y tratar de ser cada día mejor. Yo di lo mejor de mí. Aprendí mucho con él. Poco tiempo después me contrató otra emisora que era una rama de Radio Caracas.



¿Cuántos años trabajó como locutora en Venezuela?

Muchos años, pero entraba y salía porque me fui a Jamaica por 2 años y allí organicé muchas actividades culturales en las que se involucraba la radio algunas veces. Todo a través de la Embajada de Venezolana. Al regresar a mi país, continué con otra emisora, pero grababa muchísimo para varias empresas de publicidad.



¿Cuál fue su última participación en la radio venezolana?

Como miembro de la radio siempre fui parte de ese gremio aun cuando estuviera lejos. Sé que por muchos años quedó mi voz grabada identificando la emisora para la cual trabajaba. Incluso Radio Latina en Washington D. C. donde trabajé bastante tiempo, también dejó grabada mi voz identificando la estación, por mucho tiempo. Para mí fue una satisfacción. Cabe mencionar que estando ya lejos de Venezuela, cuando iba me llamaban para grabar algo o entrevistarme.



Entre sus reconocimientos se ganó un premio a nivel internacional como la locutora revelación del año. ¿Nos cuenta sobre este importante episodio en su carrera?

Así es. Recuerdo cuando me dieron el Premio Espectáculo Internacional como La Locutora del año. Fue algo majestuoso que nunca olvidaré. Guardo mi trofeo celosamente en mi país natal. También obtuve muchos reconocimientos, por ejemplo La Casa de La Cultura por el Programa Cultural del Año. Muchas personas me llamaban La Voz de la Noticia porque hacía el Noticiero de las 6 pm.

Tuve un programa que patrocinaba El Centro Hispano Venezolano. Ese programa tenía muchos seguidores por obvias razones y con él, también obtuve varios reconocimientos.

Y otros reconocimientos que no recuerdo.



¿Cuál fue su recorrido profesional en la radio en Venezuela?

Radio Maracay, después Radio Girardot, Radio Continente y por último trabajé en Radio Aragua. Grababa para Radio Rumbos



¿Alguna caracterización en especial inolvidable para usted?

Fui la voz que identificó Helena Rubinstein. Una línea de maquillaje, Yo fui “Helena Rubinstein” en todo el país por muchos años. Grababa promociones cada semana.



¿Algún programa que siempre lo recuerde?

Yo diría que todos porque cada uno de ellos estaba hecho con mucho cariño. Pero puedo recordar muy especialmente a un programa que llamé Entre Nosotras y ustedes. Tenía un toque muy femenino pero también tenía participación de los caballeros cuando venía el caso. Recuerdo con picardía que cuando el Locutor de guardia invitaba al público a escuchar mi programa se enredaba porque no se atrevía a decir el nombre sino Entre Nosotros y Ellas.

Otros programas fueron; Círculo Discómano, Musicomentarios 1010”, España en el Recuerdo, etc., también compartía algunos programas como invitada.



Yo seré locutora un día y así fue

Beatriz Robespierre en Radio Aragua.



¿Y cómo resultó haciendo locución en Washington?

Yo me fui a trabajar a Washinton D.C. para la Organización Mundial de La Salud (Pan American Health Organization). Cuando me enteré que había una emisora hispana, dejé mi curriculum y me llamaron. Durante siete años estuve trabajando en esa emisora los fines de semana. Me llevaba a mi hijo, quien tenía 11 años en aquel momento, y él, orgullosamente me ayudaba muchísimo ya que en aquel entonces me tocó hacer de locutor y operador al mismo tiempo.

Al comienzo fue difícil porque yo estaba acostumbrada a tener un operadory aquí yo tenía que hacer todo. Las noticias llegaban por teletipo (creo que se llamaba así) mi niño las recortaba y ordenaba, yo las revisaba muy rápidamente para luego leerlas. Difícil pero me encantó la experiencia. Ahí entrevisté a muchos artistas latinos que se presentaron en Washington. Algunos de ellos fueron: Los Ángeles Negros, Rubén Blades, Billos Caracas, Oscar de León y muchos más que no recuerdo ahora.



¿En Montreal también ejerció la locución?

Si, tuve la agradable experiencia de formar parte del equipo de Radio Centre Ville por unos cuantos años. Estuve leyendo noticias y tenía mi propio programa que lo llamé PERFILES. Yo hacía una investigación del folclor latinoamericano y le dedicaba un programa a cada país. Me documentaba bien, visitando bibliotecas y compraba libros que guardo celosamente. El programa gustaba bastante.



En Montreal incursionó en el doblaje y participó en tv y cine. ¿Cual fue esta experiencia?

A través de Radio Centre Ville y algunas Agencias donde decidí llevar mi hoja de vida, tuve la suerte de doblar varios comerciales para el cine y televisión. También como extra en películas y alguna que otra participación en televisión. Incursionar en este campo no es nada fácil, porque hay una gran competencia.

Recuerdo que una vez buscaban a alguien con mi perfil, pero como mi apellido es Robespierre pensaron que no hablaba español. Lo descubrí después porque la agente me escuchó hablando español y me contó lo sucedido. Era una muy buena oportunidad pero ya habían escogido a otra.



¿Qué piensa de la calidad de la locución en español que se escucha en Montreal?

Cuando comencé en la radio aquí en Montreal, pude notar que personas sin formación ninguna transmitían. No lo critico, por el contrario es bueno darles una oportunidad, sin embargo si criticaría el hecho de no cuidar el nivel de la persona. Escuché muchas barbaridades y llamaba para que las corrigieran. Hasta que tuve gran participación en la corrección y lectura de noticias. Por supuesto con otros compañeros muy capaces de quienes también aprendí. Fuimos un lindo equipo. En mi opinión, debemos respetar, pulir y honrar nuestro español.


¿Me mencionaría algún profesional de la radio colombiana que quizás admire?

Claro que sí. Conocí dos locutores colombianos muy buenos y gentiles pero lamentablemente no recuerdo sus nombres. Recuerdo eso si a la locutora y animadora Carmen Victoria Pérez, ya fallecida. Era muy reconocida por el concurso Miss Venezuela. Los medios siempre la han presentado como venezolana pero ella misma cuando comenzó dijo que era colombiana.



Además de locutora también es cantante. ¿Cuál es la historia de su vida con la música?

Mi madre fue una gran guitarrista y cantaba como los ángeles. Desde pequeña aprendí a tocar el cuatro y las maracas. Mi hermano tocaba el arpa, el otro el cuatro, mi madre con su guitarra y mi hermana menor y yo cantábamos. Teníamos nuestro grupo. Esto nos unía más como familia. A veces yo acompañaba con las maracas. Yo seguí cantando en corales, tríos, cuartetos, pertenecí a la Coral Filarmónica en Venezuela.



¿Cuál ha sido su recorrido como cantante? En qué trabajos ha participado?

Muy joven recuerdo que grabé un disco 45, una grabación media casera pero que tuvo éxito porque había una composición de mi hermano muy linda, dedicada a nuestra ciudad natal San Juan de los Morros.

En Washington representé a Guatemala con la canción Luna de Xelajù y a Venezuela en un Festival Latinoamericano auspiciado por la OEA.

Hace 4 años grabé un CD titulado Homenaje a Los Nuestros donde incluí dos canciones mías y dos de mi hermano.

Hace 2 años grabé otro CD donde incorporo canciones en inglés, italiano y de países latinoamericanos.

Aquí en Montreal pertenecí al Ensamble Churuata, todos Venezolanos. Fue una experiencia bellísima con presentaciones en TV, en teatros y una grabación. También formé parte del Trío Remembranza, conformado por un mexicano, un ecuatoriano y yo. Otro cuarteto digno de recordar y mencionar fue Cantamérica, éramos dos venezolanas y dos ecuatorianos. También formé parte del elenco de Mecha Gómez con su espectáculo Argentina se Muestra. Estuve unos cuantos años con ella como cantante y actriz. También formé parte de la Coral Cantaclaro y justamente ahora con la pandemia me invitaron a cantar con ellos dos villancicos venezolanos que aparecen en YouTube. He hecho muchas presentaciones a dúo con Ana Silvia García. Me encanta cantar con ella porque es bien profesional, linda voz y buena amiga. Por último deseo mencionar que el año pasado formé parte de la grabación de un CD que ahora está en YouTube. El grupo se llama Cumaragua y el disco lo titularon Cumaraguadas. Yo canto un merengue dedicado a un gran compositor ya fallecido, titulado canción a Luis Laguna.



¿Ahora en pandemia cómo está manejando esta situación tan especial?

La pandemia me ha ayudado a descansar, leer bastante, escuchar música y como mencioné antes, grabé desde casita una parte de dos villancicos con la Coral Cantaclaro.



Muchas gracias.

A ti muchas gracias. Feliz de haber conocido a Germán Posada y de haber llegado a sus hogares a través del micrófono y compartir mi canto con gente de todos lados.



En mi opinión, debemos respetar, pulir y honrar nuestro español.

Beatriz Robespierre.





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Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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