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“Veracruz Estéreo era mi familia”: Carlos Alberto Ríos

Updated: Mar 29, 2020

En la vida se presentan hechos o personas que definitivamente marcan nuestra existencia. En la ciudad de Medellín, por ejemplo, entre las décadas de los ochentas y los noventas, un hecho muy particular marcó la juventud que en esos momentos existía.

En materia musical el auge del rock estaba en pleno furor y era muy común observar sus fanáticos reunidos viviendo con frenesí este género musical. Luego comenzaron a sonar otros géneros que poco a poco cambiaron la indumentaria del Heavy Metal por algo mas Pop, más Disco.

En medio de estas variaciones culturales aparecieron como por arte de magia unos personajes que a través de la radio con Veracruz Estéreo, marcaran una época imborrable en la memoria de millones de antioqueños ávidos de nuevas tendencias musicales.

La magia de la radio creó entonces aquellos héroes de carne y hueso que por medio de su talento y creatividad hicieron más alegres y especiales los días en la ciudad de la eterna primavera. Carlos Alberto Ríos, es uno de aquellos héroes que protagonizó a plenitud desde su creación la mejor estación con programación juvenil que marcó un precedente incomparable en esta ciudad.

Carlos Alberto Ríos no lo niega, es más, se enorgullece de decirlo. Veracruz Estéreo fue su estilo de vida. Fue su vida. Con él, retrocederemos el tiempo y viajaremos a revivir esa gran época en la que tal vez, muchos también creímos que Veracruz Estéreo era para toda la vida.


Carlos Alberto Ríos. Foto Archivo Personal.


Por: Germán Posada



G.P.: ¿A qué se dedica actualmente en temas de radio?

C.A.R.: Estoy dedicado básicamente en estos días a grabar curiosamente material para una estación católica que tiene intención no solamente de reproducir ese material aquí en Medellín si no que están ligados a una serie de emisoras por todo el país y parte del material que hago se distribuye en esas estaciones. Incluso lo ofrecen para otros países pero referente a esto desconozco los detalles pertinentes.

G.P.: ¿Cuánto tiempo en los medios de comunicación?

C.A.R.: Bueno, yo soy más bien malito para llevar cuentas porque siento como que todo fue ayer. Hablaría entonces de 1978 cuando fue mi primer contacto con la radio, ahí conocí precisamente a Tito López y a Donnie Miranda Era la época de La Voz del Cine.

Empezamos a trabajar también con Jhon Jairo Muñoz. No recuerdo muy bien pero quizás estuvimos ahí unos dos o tres años y luego pasamos a otra emisora que se llamaba Radio Disco que nosotros luego llamamos Disco ZH.

Estas dos emisoras de las que te estoy hablando eran en AM. Ya en el año 84 pasamos al FM con la creación de Veracruz Stéreo.


G.P.: ¿Qué fue lo que más le marcó de ese 4 de julio de 1984 cuando se dio inicio a Veracruz Stereo?

C.A.R.: Que valga de una vez para la historia que la primera canción que puse en la emisora fue “The Logical Song” de la Agrupación Supertramp. Esa fue la primera canción que sonó en Veracruz. Se me ocurrió que era oportuno un tema como dice la canción “Lógica” y de ahí la decisión de comenzar con Supertramp.

Ahora, hay algo muy particular. Nosotros soñábamos por aquel entonces con estar en una emisora en FM pero era muy difícil porque primero no había muchas estaciones en FM, segundo, se tenía el concepto de que FM era especialmente para música estilizada con unas voces muy elaboradas.

Veracruz era una emisora que pertenecía a la misma empresa en donde estábamos nosotros que era Radio Disco y que pertenecía al Sistema Colibrí. Su programación era muy especial para la época y nosotros siempre quisimos que la música que poníamos sonara en FM. Era nuestra gran ilusión pero lo veíamos lejano, aún así nunca desistimos de la idea, les hicimos la propuesta y nos dijeron que estábamos locos.

En algún momento se generó la expectativa con la noticia de que estaban buscando personas para manejar la emisora en FM para programación juvenil y les hablaron de nosotros y así fue como llegó el famoso 4 de julio de 1984.

Recientemente recordando junto a Donnie Miranda y Mauricio Pérez la programación que tenían en Veracruz y que ya llevaba alrededor de un año funcionando tenía una mezcla de música orquestada, baladas en español y hasta Fruko hacía un programa de salsa los sábados, todo esto era muy particular.

Cuando nosotros negociamos acordamos la fecha. Recuerdo haber llegado tipo cinco y media de la mañana y a las seis hice sonar felizmente nuestra primera identificación de Veracruz. La gran pregunta era con cuál canción empezar, porque nunca nos habíamos sentado a hablar sobre eso. Todo fue my especial diría yo y simplemente como a mí me gusta madrugar, me propusieron inaugurar.




G.P.: ¿Acaso visionaron el éxito que iban a tener con Veracruz?

C.A.R.: Nosotros hicimos una especie de convenio con Alberto Vásquez que fue la persona que nos contactó y uno de los socios dueños de la emisora y quién nos dijo: “Yo a ustedes no los conozco y no sé si esto va a funcionar, el caso es que vamos a hacer un convenio de tres meses, si en este tiempo no funciona, terminamos el contrato”. Aceptamos y comenzamos.

Recuerdo que ese 4 de julio del 84 eran las 9 de la mañana y este señor llegó y el teléfono no paraba de sonar y el estaba súper sorprendido. Inicialmente el contrato era por tres meses y resultamos quedándonos por años.


G.P.: Un fenómeno radial como Veracruz Estéreo dejó una huella irremplazable en la historia de la radio antioqueña. ¿Cómo resume el por qué del gran éxito de esta emisora?

C.A.R.: Veracruz era una propuesta bien hecha. Fundamentalmente creo que el éxito de la emisora era el amor, las ganas. Para nosotros no era trabajo. Era nuestra vida misma y cuando uno hace las cosas con amor, definitivamente tiene que trascender. Nosotros pasábamos bueno, nuestra filosofía ha sido siempre pasar bueno. Si estás pasando bueno los demás quieren participar y ser parte de ese grupo que pasa bueno. La gente se sintonizaba con nosotros y participaba de lo que estábamos haciendo todas las mañanas. Se levantaban a divertirse con lo que nosotros nos divertíamos.

Cuando empezó la emisora no había música para lo que nosotros pensábamos hacer. Una semana antes en una reunión decidimos quién iba a viajar a Estados Unidos para traer la música, por lo menos los 100 de Billboard para tener material y empezar a programar. Tito López viajó y se trajo todos los discos sencillos pero veíamos que esto no era suficiente y cada uno llevó parte de su propia música. Fueron nuestros propios discos de vinilo los que comenzaron a hacer parte de la programación.

Cuando llegamos a Veracruz, ya tenía este nombre y aunque en un principio queríamos cambiarlo, terminamos por posicionar ese nombre, esa marca.


G.P. ¿Y el éxito en particular de “Despiértese con Veracruz”?

C.A.R.: Cualquier día en una mesa muy particular para nosotros que era hexagonal y donde nacieron muchas ideas, nació “Despiértese con Veracruz”.

Nos preguntábamos que hacer en la mañana que no fueran sólo noticias trágicas y pensamos que era “bacano” empezar el día con música y notas que fueran entretenidas, que dijeran algo y no solamente presentar canciones. En esa primera fase participó Tiberio Duque un amigo que era periodista de Bolivariana. Héctor Rincón también tuvo de alguna manera participación en esa idea inicial.

En uno de los viajes a Estados Unidos, Tito y Donnie empezaron a escuchar los famosos Mornings Zoo o programas de la mañana y en esa mesa comenzamos a plantear la posibilidad de hacerlos nosotros también. Fue así como vino la idea de tener diferentes personajes y nos atrevimos a hacerlo.

Era divertidísimo para nosotros. Yo nunca hice un personaje pero para mí era un placer recibir a “Pochito”, tener a “Chepita” al lado ó a “Doña Tere”. Era una locura.

“Despiértese con Veracruz” se convirtió en un fenómeno, el tipo de programa que luego comenzaron a replicar en muchas partes del país.


G.P.: ¿Cómo fue esa transición entre radio y televisión cuando tuvieron la oportunidad de llevar su programa a la pantalla chica?

C.A.R.: Vuelvo a la famosa mesa que era el punto de nuestras reuniones. Después de que nació Teleantioquia, me parece en el año 85, en una de nuestras reuniones nos dijimos que ya teníamos televisión y además acceso a la información y que podíamos perfectamente hacer una propuesta para televisión.

Mandamos a instalar una antena parabólica y teníamos la señal muy borrosa de MTV que en su momento era lo máximo y nos permitía en un formato de televisión copiar videos. Comenzamos los domingos con -La Música de Veracruz-, obviamente el principio fue una cosa de locos. Nosotros nunca habíamos estado enfrentados a una cámara, nos reíamos y éramos más tiesos que un ladrillo, pero poco a poco comenzamos a divertirnos con esto.

Yo comencé a emitir Solid Gold. Fue una experiencia muy “bacana” porque hacía la traducción de lo que decía Marilyn McCoo, que era la presentadora en su momento. Yo hacía la -voz en off- traduciendo.

Llegamos a tener cada uno un día a la semana un programa de televisión. Nuestro gran sueño naturalmente era llegar a la televisión nacional. Luego llegó el Canal A y tuvimos la oportunidad de realizar –Te Veo Rockeando-, nuestra primera experiencia en televisión a nivel nacional.


G.P.: Su poder en la ciudad de Medellín se extendió fuera de la radio a la televisión y a la prensa escrita con su incursión en El Mundo y El Colombiano. ¿Cómo recuerda esa experiencia?

C.A.R.: Para hacer un poquito de historia de las páginas de los periódicos El Mundo y El Colombiano, también en aquella mesa hexagonal se nos ocurrió alguna vez que podíamos compartir ese acceso a la información que teníamos con la gente no solamente en la emisora y propusimos tener una página en un periódico y hablar de las listas, las historias de los cantantes y además publicar las fotos. Comenzamos con El Colombiano, pero a ellos no les sonó la idea, en ese momento la concepción que ellos manejaban era literalmente conservadora.

Propusimos entonces nuestra idea al periódico El Mundo y nos aceptaron de inmediato. Pero nuestra ilusión era llegar al periódico El Colombiano.

Pasaron algunos años y con el éxito que estábamos teniendo en El Mundo nos aceptaron también en El Colombiano. A mí me marcó que era el encargado de una sección que se llamaba -La canción de la semana-, publicaba en inglés y en español la letra de una canción que fuera éxito en la emisora. De hecho los oyentes también proponían canciones. Para mí fue una experiencia muy especial, yo estaba estudiando inglés, esto era todo un reto.

Lo otro es que es muy grato escuchar historias de gente que me dice por ejemplo: “Yo le cogí amor al inglés por usted” “yo aprendí inglés por usted”. Fue muy especial haber despertado cosas como estas. Es muy especial que aún todavía se encuentre uno con personas que digan cosas como estas.


G.P.: ¿En lo personal como manejó su status de estrella de los medios?

C.A.R.: Nunca nos creímos el cuento de ser estrellas. Simplemente estábamos enamorados de lo que estábamos haciendo y de ahí el éxito.


G.P.: El rock en español fue sin duda otro de los platos fuertes dentro de su programación. ¿Qué tan complicado pudo haber resultado mezclar rock en español en una programación que era sólo en inglés?

C.A.R.: Esto tiene una historia muy charra. Al interior de la emisora cuando empezó a sonar lo del rock en español gracias a Vicky y a Carlos Acosta que venían de la Superestación, en ese momento nos dividimos.

Es decir, yo recuerdo sin más no me equivoco, Tito y yo, no éramos muy amigos del tema de poner rock en español, para nosotros el rock era sinónimo de anglo, sinónimo de Estados Unidos, de Inglaterra, pero no de España y mucho menos de este lado. Sin embargo, el fenómeno comenzó a coger fuerza y en donde había rumba la gente cantaba rock en español.

Yo que era uno de los escépticos, terminé un día diciendo que ya nos tocaba poner rock en español en la emisora.

Así resolvimos traernos a Vicky y a Carlos Acosta porque necesitábamos a alguien con credibilidad en el tema. De esta manera comenzamos también a tener empatía con este género musical y el que primero se enganchó fue Mauricio Pérez, se volvió muy fanático y no era extraño que llegara a -Despiértese con Veracruz- con información de primera mano de lo que estaba sucediendo con esta música y así nos metimos en ese cuento.



“Fundamentalmente creo que el éxito de la emisora era el amor, las ganas.”

Carlos Alberto Ríos acompañado de Mauricio Pérez. Foto Archivo Personal.

G.P.: ¿Cuántos años considera fueron los más exitosos de Veracruz Stéreo?

C.A.R.: Para mí todos fueron maravillosos. Realmente fueron parte esencial y fundamental de mi vida. Tengo solo gratitud y cosas maravillosas que decir en torno a Veracruz Estereo.

Lo que fue del año 84 al 90 cuando estábamos Tito, Donnie y yo, -aunque Tito se fue en el 89- fueron años maravillosos.

Hasta la mitad de la década del 90 fue una buena época aunque la música comenzó a cambiar tomando cierta fuerza el “Grunge” y después entró una etapa que para mí no fue del todo muy buena que fue la época del “Trans”.

Donnie estaba muy metido con este sonido de Europa ya que por allá era muy fuerte pero no en Estados Unidos. Excepción Donnie, sentíamos que la fuerza estaba en Inglaterra y en Estados Unidos pero él se empeñó con el “Trans” y empezó a programar mucho de esta música. Ahí empezamos a tener de alguna manera diferencias. Luego a finales de la década del 90, Donnie entró en el mundo de las discotecas y creo que de alguna manera eso empezó a afectar porque parte de la programación ya no estaba pensada tanto como habíamos venido haciéndolo durante esos primeros años.

Otro aspecto muy importante es que ese principio en el que estuvimos los que iniciamos fue una época muy especial, todos éramos muy fanáticos y apasionados del tema. Cuando faltaron Tito, Mauricio y Vicky, gran apasionada también, y empezaron a llegar otras personas -sin demeritar su trabajo- siento que no fue lo mismo.

Algún día conversando con Donnie en el Parque de Sabaneta y haciendo remembranza de Veracruz, le preguntaba en donde estaba la gente que venía detrás.

Con esto no quiero que suene a presumido o algo por el estilo. Nosotros no íbamos a cumplir un horario, nosotros no íbamos a trabajar, era nuestra vida, nuestro estilo de vida y eso era lo difícil de encontrar. Creo que con la partida de estos amigos la cosa empezó de alguna manera a cambiar.

G.P.: ¿En qué momento se comenzó a percibir que la emisora como tal ya no era la misma y que era inminente su final?

C.A.R.: Yo nunca pensé en un final. A propósito, hace poco Mauricio nos contaba que cuando él decidió irse de Varacruz lanzó una propuesta para quedarse y le respondieron NO. En ese momento a él le habían ofrecido ir a dirigir La Mega.

Esto a mi me parece muy complejo. Mauricio pensaba también que Veracruz era para toda la vida. A pesar de que ellos se fueron yo seguía con la idea de que si iba a ser así. Para toda la vida. Me parece que yo “chapalié” mucho.

Si vos le preguntas esto a Donnie quizás te responda que yo estaba pensando más en televisión que en radio y a esto siempre le respondí que estaba equivocado. Siempre le dije que las personas que comenzaron a llegar tenían otro tipo de intereses distintos a nuestra pasión. Yo comencé a sentir que era distinto. ¿Cuando se acabó? Cuando llegó la gente de –Caracol de Zape Pelele– decisión que tomó Donnie y que me cogió por sorpresa. De hecho yo estaba en Miami y él me llamó una noche y me contó lo que había propuesto. Mi respuesta fue que acababa de cometer uno de sus grandes errores de la vida abriéndole la puerta a una gente que posteriormente iban a prescindir de él. Y evidentemente de alguna manera así fue.

Esto era como acabar con el proyecto de Despiértese con Veracruz y dejárselo a otros. Si se hubiera hablado por lo menos de una fusión o algo por el estilo pero no fue así. Lo otro es que ellos no hablaban bien de nosotros. Esto era completamente absurdo.

Considero que ese fue el comienzo del fin.

El manejo de la emisora, la programación, las ideas, los proyectos de radio como tal siempre estuvieron a cargo de nosotros. La parte administrativa nunca tuvo incidencia en esto, lamentablemente cuando ellos entraron a opinar, las cosas comenzaron a cambiar, puntualmente hago referencia al señor –Carlos Mejía, socio mayorista de la empresa RTM-, quién en un momento dado le dio por empezar a viajar a Medellín y a emitir conceptos no solo sobre la administración sino incluso sobre la programación de la emisora, tema que obviamente no dominaba, su fortaleza eran las ventas, la comercialización de medios, y no temas como los del manejo de una emisora, hizo el intento de que funcionará, pero creo que al final se dio cuenta de que no podía hacerlo y supongo yo, que por eso finalmente terminó vendiéndola.


G.P.: ¿Qué piensa de la incursión de PRISA en la radio colombiana?

C.A.R.: Ellos fueron los que luego compraron la frecuencia como tal. Se quedaron con Veracruz. En definitiva este fue el final. Ellos realmente acabaron con la emisora. Cosa increíble e inconcebible.

Es muy difícil de entender el comprar una empresa con una imagen como la que tenía Veracruz y simplemente tirarla a un rincón. Un día cualquiera Veracruz desapareció. Es muy triste. ¿Qué ha hecho Prisa? Cosas como esas. Torpezas como esa. La marca Prisa como tal en Colombia no es nada. Si vos le preguntas a la gente difícilmente te responden. Y no les ha ido como uno pensaría que les debería haber ido.

Hay un concepto como 40 principales que es un fenómeno en España y en otras partes del mundo, pero en Colombia, nada que ver.

G.P.: El 26 de noviembre de 2006 fue el fin de Veracruz Stéreo. ¿Qué le produce recordar esa fecha?

C.A.R.: Muy triste. Vuelvo y te digo que es lamentable. Primero por la pertenencia que yo sentía de lo que era como tal Veracruz y segundo es inaudito, increíble que alguien compre una marca y la eche simplemente a la basura como si no hubiese existido. Como si no importara. Era posible seguir. No iba a sonar como hace 30 años. Obviamente nosotros íbamos a cambiar con las nuevas generaciones. Hoy estaríamos presentando posiblemente música urbana mezclada con rock y quién sabe qué más, pero había cuerda para toda la vida. Creo que se cometieron errores desde cuando comenzó a partir la gente. La esencia como tal de la emisora era su gente. Sus talentos. Y a los talentos los empezaron a dejar ir y eso me parece que no fue un acierto.

Es triste pero hay que seguir adelante. Nosotros seguimos vigentes. Mauricio y yo tenemos programa de CLASICOS y afortunadamente están las redes, el internet que permiten muchas cosas hoy.


G.P.: Usted definitivamente forma parte de aquella época inolvidable de la radio juvenil antioqueña. ¿Qué sentimiento le deja haber sido protagonista de esa época de tan buena radio con Veracruz Estereo?

C.A.R.: Como decía ahora nunca nos creímos el cuento de ser estrellas. Nos llevamos muchas sorpresas. La gente que nos ven a Mauricio y a mí en el programa de televisión, nos llama y nos escriben en Facebook o también en la calle muchos nos dicen que no alcanzamos a imaginarnos lo que hicimos con Veracruz.

Soy un afortunado gracias a Dios que tuve la oportunidad de vivir esa experiencia. Me alegra que haya gente que sienta que de alguna manera les aportamos algo. Que hayamos marcado personas, hecho felices a muchos, divertido a una sociedad, a una ciudad, muy “bacano” que en otras ciudades del país hayan replicado lo que nosotros hicimos. Se siente muy bien.

Soy un convencido de que cuando las cosas se hacen con amor definitivamente tienen por qué dar resultados. Creo que ese fue finalmente el motivo por el cual la gente lo recuerda. Era un grupo inicialmente de cuatro peludos que nos divertíamos, que queríamos que igual la gente se divirtiera y creo que lo conseguimos.

G.P.: ¿Por aquella época usted recibió otras propuestas de trabajo?

C.A.R.: Propuestas si, definitivamente, pero decidí quedarme aquí. Me hicieron una propuesta de la que no voy a hablar porque no quiero hacer quedar mal a nadie. Admito también que siempre fui un convencido que aquí era en donde tenía que quedarme.

En un momento dado inclusive desde Estados Unidos pero siempre consideré que mi casa era Veracruz.

Yo soy realmente muy fiel en todo el sentido de la palabra y creo que es importante. Yo soy de confianza. Yo creo y salgo en defensa de lo que es mío. Veracruz era mi familia.


G.P.: ¿Cómo ve la radio juvenil de hoy en Medellín?

C.A.R.: No me parece bien sentarme a criticar. Las cosas han cambiado. La radio está en manos de otro tipo de personas que tienen otra visión muy distinta. Estamos en una época de lo fácil, lo light, lo ligero, lo perecedero.

Me parece que el mundo es lo que es. Les tocó lo que suena hoy. Algunos dicen que es muy malo o muy pobre, pero finalmente eso es lo que hay.

Que miren atrás y que se pregunten que se ha hecho a través de la historia en la radio pero esto parece no importarle a nadie, pero bueno.

Me parece que están haciendo lo que creen que está bien y se vale.

G.P.: Muchas gracias.

C.A.R.: Agradezco de verdad que como en el caso tuyo de alguna manera estés haciendo mención de algo que para nosotros fue importante. El que lo compartas con otra gente, con esa gente de la que yo hablo que hace parte de nuestro grupo de Facebook, fanáticos de los clásicos, a los que asisten a las fiestas que nosotros hacemos.


'Me alegra que haya gente que sienta que de alguna manera les aportamos algo.'

Carlos Alberto Ríos. Foto Archivo Personal.


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Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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