Ignacio Cabrera posee una de las voces radiales más cotizadas en los medios de comunicación de Uruguay. Comunicador por naturaleza, “Nacho” Cabrera, cuenta con una extensa trayectoria radial que comenzó siendo apenas un adolescente. En algún momento de su vida estudió Ciencias Sociales pero su destino serían las comunicaciones. Durante su carrera profesional ha ejercido como profesor de locución y presidió la ALPU (Asociación de Locutores Profesionales del Uruguay) Su espectacular voz y talento para el doblaje le han permitido trabajar para reconocidas marcas mundiales. Franco y simple a la vez, “Nacho” Cabrera nos comparte algunos aspectos de su vida profesional que transcurre en medio de micrófonos y la cual descubrió desde muy temprana edad.
Por Germán Posada
G.P.: ¿Cuando supo que la locución era a lo que quería dedicarse en su vida? I.C.: Tuve muy clara mi vocación desde niño. Muy pequeño ya jugaba e identificaba que la voz y los micrófonos eran algo muy especial para mí, así como también la música.
G.P.: ¿Por qué estudió Ciencias Sociales? I.C.: Mi madre es una gran influencia en mi formación. Ella es Asistente Social, siempre estaba el tema sobre la mesa, era algo completamente cotidiano. Desde la ayuda, el servicio para con los más necesitados y por supuesto los autores y la literatura que sostiene la parte teórica de la carrera. Mi Padre lo fue en la Música. Aclaro que cursé estudios en Ciencias Sociales pero no culminé la carrera.
G.P.: ¿Cómo recuerda sus inicios radiales a los 15 años de edad? I.C.: Los recuerdo de manera muy clara, con muchos nervios, sintiendo gran responsabilidad, porque como te contaba, sabía perfectamente que eso era mi vida, pero todavía me sentía muy chico y sin solidez para manejarme en un medio de comunicación. Necesitaba formación y experiencia.
G.P.: ¿En su formación como locutor a quien considera su mentor? I.C.: Sin dudas a mi gran maestra y profesora la Fonoaudióloga María del Carmen Núñez, que también es Locutora. Tuvo una carrera brillante y muy destacada entre las décadas del 70 hasta el 2000. Me considero un amante de las voces, del sonido de la voz humana, de manera que existen muchas referencias importantes en Locución, tantas que dejaría varios nombres fuera. Para ser más justo, me comprometo en mi Blog a hacer una lista lo más abarcativa posible con los talentos que me influenciaron.
G.P.: Una larga experiencia en la Estación Del Plata FM 95.5 ¿Qué tanto hizo allí? I.C.: Del Plata Fm es mi radio. Es decir, he vivido tantos años haciendo radio allí que tengo todo tipo de experiencias y sabores. Es mi radio como oyente. Crecí escuchando la FM….cuando en Uruguay había sólo 3 y Del Plata era la primera. Conduje programas con diferentes estilos (En su mayoría musicales pero con formatos algo diferentes) Estuve en todos los horarios. Es gran parte de mi carrera como Conductor y Locutor.
G.P.: Su voz es considerada una de las más respetadas de Uruguay. ¿Qué opina al respecto? I.C.: No opino nada. Creo que necesito crecer día a día. Me planteo desafíos, pero no simples metas de decir quiero ganar unos billetes más. Sí, quiero saber, quiero entender, quiero llegar a este tono, quiero expresarme mejor, aprender idiomas. Eso es lo que siento. El respeto me parece que es bueno, pero no para conmigo. Tenemos que respetarnos todos. Es la base.
G.P.: Al parecer es un amante de la Onda Corta ¿Qué tanto le atrae? I.C.: La Onda Corta es magia. Si la radio lo es, la onda corta tiene ese poder de atravesar países enteros. De acercar idiomas y costumbres que sólo tomando un avión y haciendo trámites podríamos conocer. Es gratis, no necesita cables, no requiere wifi. Es primitiva y es aún hoy día una experiencia de culto para algunos y servicio para otros que no cuentan con internet.
G.P.: ¿Qué le ha dejado su experiencia como docente? I.C.: Todo. Lo que más me dejó fue una noción muy clara de lo que es aprender. Me abrió la cabeza para entender que quien necesitaba ir a clases era yo. No a las clases de Locución en sí. De seguir estudiando. Dar clases fue algo maravilloso, conocí mucha gente de distintas procedencias, con profesiones e intereses muy diversos. Me sacó mucho tiempo y energía y sobre el final el balance es positivo. Pude comprender eso. Las clases se dan y se reciben.
G.P.: ¿Qué considera se necesita para ser un locutor comercial de éxito? I.C.: Saber manejar la voz. Esto es muy amplio y la pregunta es bien interesante. Ser profesional con tu voz, requiere formación. Estudio, práctica, lectura, improvisación, cultura general, conocimientos de música. Todo aquello que pueda aportar a la labor artística. Un Locutor es una voz que genera mundos con simples palabras.
G.P.: ¿De los personajes qué ha recreado con su voz cúal ha sido el mas especial? I.C.: Me encanta hacer voces. Es una pregunta fácil en sí, pero para mí no lo es tanto. Creo que los personajes por más que algunos tengan un nombre que yo les he inventado y que les ponga todo de mí, no soy el creador. Siempre hay inspiración en otros. El imitador hace eso. Observa, mira, ve, escucha y reproduce. En algunos casos es una co creación. Soy creador en tanto otros me prestan su carácter, su voz y sus cosas simples para yo poder moldear un personaje.
G.P.: ¿Alguna experiencia de su trabajo qué le haya costado realizar? I.C.: Toda la carrera ha costado. Tuve partes más sencillas. Sin quejas y sin lamentos. Lo que cuesta se puede transformar en positivo. Hablar mejor, pronunciar mejor y lograr tranquilizarme ha sido todo un reto. Y lo estoy logrando.
G.P.: ¿Considera qué cualquiera puede soñar con ser locutor aún si poseer una voz extraordinaria? I.C.: No me considero un ser capaz de determinar quien o quienes pueden o no hacer esto o aquello. Me gusta la libertad, el que cada uno explore y descubra por si mismo lo que ha venido a hacer a este mundo. Locutor, si, es obvio que tener una voz con determinadas características ayuda pero no es determinante y lo que va a jugar un papel decisivo es la actitud. Te formas, estudias, te presentas, quieres, lo logras. Si no lo logras, qué haces con esa experiencia, cómo la capitalizas y sigues adelante. Insistes, cambias de rumbo..? Es muy personal.
G.P.: ¿A quién admira en esta profesión? I.C.: A Jorge Spatakis. Es un ser extraordinario. Un amigo ante todo y un Médico que me ha ayudado en momentos de angustias y dificultades. Es músico, es un gran lector y un Locutor incomparable.
G.P.: ¿Qué estudio de grabación posee? I.C.: Mi estudio de grabación es para uso personal. Si bien cuento con todo lo necesario para mis proyectos, no lo tengo abierto para que vengan personas todo el tiempo. Se trata de una casa y mantengo mi privacidad.
G.P.: ¿Qué le atrae más la radio o la televisión? I.C.: Iba contestar sin pensarlo La Radio. Y hoy día tengo que decir; internet. Quiero ser muy sintético. Internet ha posibilitado unir todo. Al trabajar empleando la computadora te vas enganchando sin querer en su red, en su mundo donde hay radios, donde hay videos, personas en todas partes, blogs, fotografías y oportunidades laborales. Es algo muy completo. Yo me despertaba y antes de lavarme los dientes y desayunar prendía la Radio. Hoy, camino hasta la computadora.
G.P.: ¿Cómo ve el desarrollo de la locución en Uruguay? I.C.: Se va desarrollando. Hay cada vez más voces, más gente con ideas y ganas. Falta una carrera avalada por el Estado.
G.P.: En ciertas cadenas radiales se da el fenómeno de no contratar a profesionales de la locución comercial con el pretexto de amortiguar gastos, esto hace que se escuchen spots publicitarios de mala calidad. ¿Qué opina al respecto?
I.C.: Ocurre de todo. Lo que me parece que pasa aquí es que al no haber una carrera estatal y no poder hacerse con un título, eso abre la puerta para que cualquier persona formada en algo o sin formación ni talento participe activamente en medios de comunicación como conductor, programador, Dj, locutor, camarógrafo etc. Hay mucha gente que no tiene formación. Pero sobre todo hablo con mucha propiedad sobre mi trabajo. En la medida que los gobiernos se comprometan a exigir formación y a regular el ingreso y la participación en los medios, ese problema se terminaría, o por lo menos disminuiría bastante.
G.P.: Muy amable
I.C.: Quiero agradecerte de corazón el permitirme participar de tu blog.
