Ernesto Amezquita Camacho.
Por: Ernesto Amezquita Camacho
Presidente Honorario de la "Asociación de Abogados Litigantes"-ANDAL-
Señor Presidente Duque:
Desde la baranda, observamos que el pueblo Colombiano ha dicho basta, y que la delicada situación del país apenas comienza, pues la profunda crisis es más grave de lo que parece.
Exaltando el dialogo y la concertación en función de soluciones inmediatas de fondo o adelanto de elecciones, encontramos:
1- Que duele mucho, y enviamos condolencias a las familias de ambos bandos por las víctimas causadas durante los hechos luctuosos desde el 28 de abril.
2- Que rechazamos todo tipo de violencia o brutalidad, venga de donde viniese, que atente contra el derecho a la vida o la dignidad del ser humano.
3- Que debemos reflexionar y no perder la perspectiva, sobre cuál fue la causa y los efectos de la presente crisis, creada por los gobernantes, dentro y fuera del país.
4- Que estamos acostumbrados a que siempre el pueblo civil o el uniformado, son quienes aportan los muertos, los heridos, los presos y demás víctimas, y que todo termina cuando sueltan los detenidos, se entierran a los seres queridos, encuentran a los desaparecidos así sea presos o en fosas comunes, reintegran a los despedidos y prometen “exhaustivas investigaciones”, con cambios de fichas o renuncias aparentes, para que todo siga igual.
5- Hasta ahora, hay informes contradictorios sobre muertes, heridos, presos, desaparecidos, asesinados y daños que son por cientos y miles, sobre todo en nuestra querida Cali, ya que es a la verdad la primera que manipulan, particularmente ahora que los órganos de control, cediendo su facultad vigilante, han renunciado a su deber constitucional, y le han entregado al ente acusador, el deber de suministrar la información de víctimas, masacres y afectados.
6- Observamos que con excepción de los veteranos integrantes del Comité Nacional de Paro y muchos transportadores, objetivamente es a los jóvenes como Lucas Villa, Santiago Murillo, Marcelo Agredo, entre otros (as), contra quienes se dirige la violencia criminal y el salvajismo, como queriendo amedrentar a sus familiares y a su generación, pretendiendo acabar la esperanza de las familias y la nación entera. Por su puesto que también reprochamos la muerte violenta del Capitán Jesús Alberto Solano, de los heridos y agredidos de la policía, que también son pueblo, transitoriamente uniformado.
Preguntamos, donde están los verdaderos causantes de esta muy profunda crisis que el constituyente primario venía arrastrando de tiempo atrás, y que estalló con los pretendidos abusos de una reforma tributaria lesiva para los más pobres y para la clase media, y que afecta también el gran negocio de la salud.
Acaso creyeron que como nos tienen encerrados y controlados por una de las peores pandemias de los últimos tiempos y el carácter dócil de los colombianos, era la hora de darle tremenda estocada a nuestras exiguas finanzas y a la canasta familiar?
6- Cierto es que estos emisarios del nuevo orden mundial y de la 4ª. Revolución Industrial, han recibido de los dueños del mundo, la directriz de reducir la población a como dé lugar, enriquecer aún más a los más ricos, acabar la clase media aumentandole impuestos, generando hipotecas, imponiéndoles intereses usureros, quitándoles sus pocos bienes, embargándolos con la voracidad de los grupos financieros, y de un Estado alcabalero, y empobreciendo miserablemente aún más a los consumidores con necesidades insatisfechas, muchas veces creadas por la misma sociedad de consumo, y ahora estigmatizados indiscriminadamente como simples vándalos, para criminalizar fácilmente la inconformidad ciudadana, aunque no les va a ser posible acabar con las nuevas generaciones de jóvenes como Lucas Villa, quienes con sus cantos, danzas, música, cultura y alegría, han dejado su sangre en el camino, y siguen estimulando con su sano ejemplo, la protesta y la razonable inconformidad ciudadana.
Le proponemos entonces abrir la discusión inmediatamente, sobre:
Desarmar los espíritus guerreristas y agresivos, a los cuales debemos oponer la cultura de la paz.
Acudir a las reservas, al banco emisor, y al desmonte de la burocracia estatal para aliviar la asfixia económica.
Despolitizar los órganos de control y la Fiscalía.
Permitir suministro de alimentos y combustibles, para la supervivencia, el trabajo campesino, y la industria productiva.
Desmontar el paramilitarismo y la corrupción.
Cumplir plenamente los acuerdos de paz y protección real a los líderes sociales, comunitarios y a los excombatientes.
Disponer que la Fuerza Pública cumpla las funciones constitucionales para la cual fue creada.
Suspender las fumigaciones aéreas con glifosato.
No permitir que se desvie la magnitud de la crisis con un partido de futbol, circuito ciclístico, un concierto comercial o una catástrofe premeditadamente creada, para distraer la atención con "pan y circo'.
Ordenar un alto al fuego cruzado y al abuso policial o antisocial, y propiciar un sí al diálogo y la conciliación.
Exigir de los medios de información, verdad, imparcialidad y objetividad.
Revisar y cambiar políticas Internacionales y gran parte de la diplomacia exterior.
(Esta columna es de estricta responsabilidad del autor y no representa la opinión de este portal)
