RCN sale del aire en Colombia. ¿Pudo haberse evitado su cierre?
- German Posada
- Aug 1
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Por: Oscar Tito López.
Este fin de semana ocurrirá algo que, al parecer, pocos conocen o no han podido asimilar: RCN, la tradicional emisora que dio pie a todo un conglomerado de medios que incluye varios formatos musicales y hasta la creación de un canal de televisión, desaparece.
Sí, ya no existirá RCN Radio como emisora hablada de noticias, deportes, opinión y variedades. Será reemplazada por La FM en todo el país. Esto incluye a sus emisoras de FM y AM.
La decisión de cerrar una emisora histórica como RCN Radio, tras 76 años de actividad, es compleja y tiene múltiples dimensiones que deben analizarse cuidadosamente.
Para comprenderla, es necesario contextualizar primero la relevancia histórica de la marca, su impacto en la radio colombiana, las razones que podrían justificar su cierre, y finalmente explorar alternativas y casos similares en otros países.
Importancia histórica de RCN Radio para Colombia y la región
RCN Radio fue fundada el 9 de septiembre de 1948, constituyéndose en la segunda cadena radial del país después de Caracol Radio. Ambas cadenas se conformaron prácticamente al mismo tiempo. Caracol se fundó una semana antes, el 2 de septiembre del mismo año.
Durante décadas, RCN marcó un referente en información, entretenimiento y cultura, siendo pionera en formatos que iban desde programas familiares hasta espacios musicales que acompañaron y marcaron generaciones enteras.
Esta emisora fue fundamental para la consolidación del modelo de cadenas radiales en Colombia, sirvió como escuela de locutores, periodistas y realizadores, e impulsó una variedad de formatos que inspiraron luego a otros países de América Latina.
No alcanzaría el espacio para mencionar toda la cantidad de personajes importantes que pasaron por la cadena, de eventos legendarios que cubrió y de programas de gran recordación.
¿Por qué se pierde audiencia en una emisora histórica?
Una marca radial con tanta tradición pudo haber perdido audiencia por factores que incluyen:
1. Falta de credibilidad: esta es la razón que muchos aducen, debido a su férrea oposición al gobierno actual y, especialmente, al sesgo periodístico en contra de la izquierda y tendencias progresistas.
2. La demora en poner esta emisora en FM. Solo la tenían en Bogotá y un par de ciudades más, en frecuencias de baja potencia, dejando el resto de emisoras en AM. Su audiencia se envejeció. Caracol, W Radio y Blu le tomaron una gran ventaja.
3. Falta de creatividad: en lugar de trabajar en forma proactiva, buscando formatos novedosos, se dedicaron a copiar a la competencia.
4. Desarrollo de personajes: aunque grandes talentos pasaron por la cadena en los últimos tiempos, realmente no supieron ‘vender’ sus nombres ni convertirlos en referentes.
5. Competencia de nuevos medios: no han sabido sacar provecho a las plataformas digitales, servicios de streaming y podcasts, que ofrecen contenidos personalizados e inmediatos, alejándose del modelo tradicional de radio.
6. Cambios generacionales: el público joven consume contenido digital en móviles, redes sociales y plataformas especializadas, y han tardado en darse cuenta de ello, en gran parte por el mismo hecho de estar tan enfocados en el segmento más adulto de la población.
7. Desactualización de contenidos y formatos: la radio tradicional que no se adapta a nuevas formas narrativas, interacción con oyentes, lenguaje o temáticas de actualidad, inevitablemente se estanca.
8. Desgaste natural de la marca: una emisora histórica puede enfrentar dificultades para renovarse, manteniendo formatos obsoletos que pierden atractivo.
¿Fue el sesgo político la principal razón para su pérdida de audiencia y falta de credibilidad?
El estudio Digital News Report 2023 de la agencia Reuters sí detecta un nivel alto de desconfianza hacia RCN Radio (31 %), el más elevado entre las grandes cadenas nacionales, pero la pregunta se refiere a confianza general, no a “tendencia política marcada”.
En ese mismo estudio, Caracol y Blu también registran desconfianza (26 % y 22 %, respectivamente), lo que sugiere que la percepción de parcialidad no es exclusiva de RCN, aunque allí sea más pronunciada.
Así mismo, en la Encuesta de Credibilidad Medios 2023 (LPB Consulting), RCN Radio fue señalada por el 38% de los encuestados como «medios con tendencia política marcada» (vs. 29% para Caracol Radio y 22% para Blu Radio), pero solo el 15% de quienes dejaron de escucharla citaron «sesgo político» como razón principal.
Además, el Panel de Opinión de la firma Datos y Conceptos confirma que, entre líderes de opinión, RCN está rezagada en “credibilidad e influencia”, pero el estudio tampoco cuantifica el sesgo ideológico, así que no prueba de forma directa que el motivo principal de su pérdida de audiencia sea su orientación política.
Para atribuir la caída de audiencia a un sesgo ideológico haría falta un estudio ad-hoc que cruce afinidad política y hábitos de escucha; hasta hoy, esa investigación no se ha hecho pública.
Sin embargo, es posible que los otros problemas que he mencionado arriba hayan influido también en su pérdida permanente de audiencia, a pesar de los esfuerzos realizados, como retransmitir el noticiero de La FM de manera simultánea por ambas emisoras.
Así que:
1. No hay evidencia pública que señale al sesgo político como causa principal de la baja confianza en RCN Radio.La propia encuesta de Reuters muestra que otras marcas percibidas como críticas del gobierno (La FM, Noticias Caracol TV) obtienen niveles de confianza mayores que RCN Radio.
2. La radio conserva ventaja estructural de credibilidad:El informe Eurobarómetro “Trust in Media” 2024 de la EBU confirma que, en Europa, la radio sigue encabezando los índices netos de confianza por décimo año consecutivo, muy por delante de internet y redes sociales. Esa reputación “heredada” puede trasladarse –con matices– a Latinoamérica si la programación se percibe equilibrada y de servicio.
3. Tendencia global a la desconfianzaLos resultados de la investigación de Reuters concluye que la confianza en las noticias cae (o se estanca) en la mayoría de los mercados, lo que sugiere que los problemas de reputación van más allá de una única cadena o país.
En pocas palabras, la investigación disponible indica que la radio sigue gozando de confianza en muchos mercados, pero también que RCN debe abordar factores específicos aparte de su posicionamiento editorial, como el envejecimiento de la audiencia y la migración digital si quiere recuperar credibilidad dentro de ese contexto favorable al medio.
¿Es una buena decisión cerrar una marca histórica como RCN Radio?
Cerrar una marca de semejante peso histórico es una decisión drástica que implica no solo riesgos financieros, sino también la posible pérdida de valor simbólico, cultural y emocional asociado a ella.
A pesar de que, desde un punto de vista estrictamente comercial, pueda parecer razonable cerrar la emisora que ha dejado de generar rentabilidad, es importante cuestionar si esta decisión ignora otros activos intangibles como el prestigio, reconocimiento público, legado cultural y credibilidad periodística.
Cerrar RCN Radio, marca fundacional, implica perder parte de la identidad histórica del conglomerado mediático, y podría afectar la percepción pública de la empresa como custodio del patrimonio radiofónico del país.
Es que han sido 76 años en los que esta emisora nos ha traído eventos deportivos internacionales de gran renombre; su enfoque en el ciclismo ha servido para impulsar grandes deportistas del pedal a nivel internacional, no solo por sus transmisiones de La Vuelta a Colombia, sino por el tradicional Clásico RCN.
También RCN ha sido líder en humor con Guillermo Zuluaga, “Montecristo”, pero uno de sus logros más recordados ha sido “Radiosucesos RCN”, especialmente con la conducción del periodista Juan Gossaín.
¿Vale la pena echar a la basura todos los grandes logros de la cadena ante los malos resultados económicos y de audiencia de la última década?
¿Podrían haberse explorado otras alternativas?
Yo hablo desde el desconocimiento, y no sé cuáles fueron las razones que llevaron a la desaparición de ese formato de radio. Lo que sí sé es que, detrás de ese cambio, y los que se están realizando con otros de sus formatos, hay gente muy experimentada y exitosa, de gran conocimiento del medio.
José Antonio de Brigard, presidente del Canal RCN, es ahora también el presidente de la división de radio. De Brigard logró revertir de manera importante los malos resultados de audiencia que tuvo el canal durante mucho tiempo.
Jorge Eduardo “Lalo” Correa ha sido el vicepresidente comercial de radio y televisión, y ha logrado mantener a flote la empresa a pesar de los problemas de audiencia de su cadena básica.
Alejandro Villalobos, que ahora se desempeña como vicepresidente de producción y programación, ha manejado con mucho éxito, desde 1996, a La Mega y ha estado al frente de la programación musical de La FM.
Y, como si fuera poco, entiendo que Ricardo Alarcón, quien fuera presidente de Caracol Radio de manera muy exitosa, se desempeña actualmente junto a su equipo de Factorial Comunicaciones, como consultor o asesor de RCN.
Claramente se trata de un equipo poderoso y de mucho conocimiento y experiencia en el mundo de los medios de comunicación.
Pero si a mí alguien me hubiera preguntado, probablemente yo habría dicho que sí, que existen varias alternativas antes de decidir cerrar una emisora histórica. ¿Cómo? Así:
1. Investigación de mercado:
Análisis cuantitativo de parrilla (minutos de noticias vs. opinión, cobertura temática, diversidad de fuentes).
· Análisis cuantitativo mediante un panel online entre oyentes y no-oyentes; tracking de recordación de marca y “predisposición a escuchar”.
· Análisis cualitativo mediante una serie de focus groups y entrevistas etnográficas (carro, oficina, hogar) para mapear momentos de escucha y frustraciones.
Para conocer la percepción de marca, realizar un monitoreo de 12 meses de conversación en X, TikTok, YouTube y foros para valorar el peso real del “sesgo” en la imagen.
Análisis de la competencia, mediante una matriz de atributos frente a Blu Radio, Caracol y W Radio, así como la elaboración de un ranking de “momentos ganados” (ej. Consumo en carros por las mañanas, pódcast de recopilación de noticias en la noche, etc.).
2. Búsqueda de un formato diferente:
o Conociendo las causas de su baja audiencia, buscaría diferenciar su oferta en un dial saturado de tertulia con sesgo político.
o Aprovechar la demanda de información confiable y utilitaria.
o Convertir su legado histórico en ventaja competitiva frente a medios nativos digitales.
3. Reestructuración interna:
o Reducir costos operativos reorganizando estructura de talento, producción y gestión, sin eliminar totalmente la marca.
o Incorporar voces nuevas, talentos emergentes o personalidades influyentes del entorno digital.
4. Relanzamiento de la marca:
o Actualizar formatos, modernizar lenguaje, estilo y programas.
o Integrar una fuerte estrategia de manejo de plataformas digitales, interacción por redes sociales y podcasting para captar nuevos públicos.
5. Alianzas estratégicas:
o Asociarse con plataformas digitales, productoras independientes o creadores reconocidos que aporten frescura y nuevas audiencias.
o Colaborar con eventos musicales, culturales y deportivos para revivir su protagonismo en la vida cotidiana de la audiencia.
6. Segmentación especializada:
o Enfocarse en los deportes, que ha sido uno de sus grandes logros, aprovechando incluso el inminente cierre de Antena 2.
o Definir segmentos específicos (por ejemplo, público adulto mayor nostálgico o audiencias nicho especializadas) con contenidos enfocados en sus intereses.
o Aprovechar la historia de la emisora para ofrecer productos nostálgicos, culturales o documentales que capitalicen su legado histórico.
Ejemplos internacionales parecidos:
Hay varios ejemplos en el mundo donde marcas históricas se reinventaron exitosamente sin necesidad de cerrarse por completo:
· BBC Radio 2 (Reino Unido): fundada en 1967, es un caso exitoso de adaptación, manteniendo un balance entre nostalgia y renovación permanente de contenidos para atraer a generaciones nuevas sin perder a su audiencia tradicional.
· NPR (Estados Unidos): enfrentó en ocasiones percepciones de sesgo político. Su estrategia incluyó auditorías internas independientes, renovación editorial visible, y campañas claras sobre neutralidad informativa.
· Cadena SER (España): fundada en 1924, históricamente vinculada a posturas progresistas, equilibró su imagen incorporando columnistas y analistas independientes y conservadores, ampliando significativamente su credibilidad.
· CBS Radio (Estados Unidos): Con más de 90 años de historia, se reinventó mediante alianzas estratégicas y la adopción temprana de podcasts y contenidos digitales, antes de fusionarse con Entercom (ahora Audacy).
Estos casos indican que, con creatividad, voluntad estratégica y decisión empresarial, se pueden mantener vivas marcas históricas y exitosas sin abandonar su legado.
Conclusión
Aunque cerrar RCN Radio pueda parecer justificable desde la perspectiva económica inmediata, es crucial reconocer que implica mucho más que perder una emisora que ha dejado de ser rentable: se renuncia a un legado cultural y emocional invaluable.
Antes de optar por el cierre total, podría haber sido preferible explorar estrategias como la reinvención de formatos, adopción de nuevas tecnologías y renovación de talento.
Los casos internacionales mencionados demuestran que es posible mantener viva una marca histórica, renovando su esencia y fortaleciendo su conexión emocional con audiencias de todas las edades.
Cerrar definitivamente una marca de tanto peso histórico debería ser siempre el último recurso, cuando todas las alternativas de renovación hayan sido agotadas.



