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Jorge Barón: “Estudié en la Universidad de la Vida”

Updated: Apr 17, 2022

Como en otras ocasiones en las que he podido entrevistar personalidades de connotada consideración en la historia de los medios en Colombia, esta vez me sucede lo mismo con mi invitado, Jorge Barón. Y es que comenzar a hacer la introducción de uno de los más destacados pioneros de la industria de la televisión en nuestro país llevaría más líneas que la misma entrevista.

Indudablemente sería de gran importancia describir lo que ha sido la fértil carrera de este exitoso empresario que se inició en la radio para después ingresar al mundo de la televisión. Pero también como lo he expresado otras veces, sé que la gran mayoría de ustedes conocen más de lo que aquí podría yo escribir.

Ya son varias generaciones en las que a lo largo de más de cinco décadas hemos vivido las ocurrencias y el ingenio de este célebre presentador que sin descanso se ha recorrido el país con sus programas animando y alentando a través de la música a millones de colombianos.

Sea entonces esta una oportunidad de conocer un poco más de la vida de Jorge Barón, sin duda alguna un coloso de nuestra televisión, que pese al paso del tiempo y a las dificultades que en él se puedan presentar, sigue vigente y muy comprometido con su gran pasión que es la televisión.


Jorge Barón.




Por: German Posada



¿Cómo resultó Jorge Barón metido en los medios de comunicación?

Cuando tenía siete años descubrí mis inclinaciones por los medios de comunicación. Asistía frecuentemente a una estación de radio en Ibagué, mi tierra natal, a narrar los goles del Deportes Tolima en un programa para locutores aficionados.

Una vez terminaba el partido, íbamos a la emisora, que era el radio teatro y allí cantaba los goles del Tolima. Así prácticamente me di cuenta de esa pasión por el micrófono y por escuchar amplificada mi voz. Después lo hacía cantando en las emisoras de mi tierra interpretando canciones un poco desafinado, pero con la ilusión de tener un micrófono al frente.


¿Quién cómo locutor lo inspiraba?

En esas épocas de mi primera juventud que ya era profesional del micrófono admiraba muchísimo a Alberto Piedrahíta Pacheco quién era el narrador deportivo de RCN y que acompañaba a los ciclistas haciendo sus transmisiones de la vuelta a Colombia. Como trabajaba en RCN Radio en Ibagué me tocaba recibirlo cuando llegaba la caravana ciclística a la capital musical de Colombia y tenía la oportunidad de verlo, de colaborarle con los cables y después tuve el placer de coordinarle sus programas deportivos en el departamento del Tolima y de participar en un programa muy famoso en la época al medio día de lunes a viernes que se llamaba ‘Momento Deportivo’ y Alberto Piedrahíta me daba el cambio a Ibagué para que yo le contara las novedades del deporte en el Tolima. Ese fue mi primer ídolo. Mi primer modelo en la radio.

Más adelante fue Jorge Antonio Vega, animadorde radio teatro, fantástico, a quién escuchaba y anhelaba conocer y hacer programas como él. Incluso en ‘Ondas de Ibagué’ en el radio teatro comencé también a hacer este tipo de programas para cantantes aficionados y ahí nació un programa que se llamaba ‘El Nuevo Ola Club’ que era la dependencia regional del ‘Club del Clán’, un programa muy famoso de la televisión.

Esos son más o menos mis recuerdos de esa época. Le estoy hablando más o menos de hace unos cincuenta y siete o cincuenta y ocho años.


En sus inicios en televisión comenzó presentando recetas de cocina y es de conocimiento que usted no tenía idea de cocinar. ¿Cómo hacía para sacar adelante sus programas?


Eso se presentó cuando trabajaba en la radio bogotana. En ‘La Voz de Colombia’ y el gerente en aquel entonces era Juvenal Betancur, el hermano del fallecido presidente Belisario Betancur. El también tenía su programadora de televisión y entre sus programas tenía uno que se llamaba ‘Cocine de primera con Segundo’ que conducía Segundo Cabezas, un famoso chef de cocina caucano muy querido por los colombianos, además que era toda una estrella de la gastronomía en nuestro país. Un día el chef Segundo se fue a Venezuela y don Juvenal no tenía quién le hiciera el programa.


Yo trabajaba con don Juvenal y hacía un programa en las horas de la mañana. Recuerdo como don Juvenal se acercó a la cabina de locución desesperado porque no tenía como presentar su programa en las horas de la noche y preguntando quién podía hacerlo.

Yo levanté la mano y le dije: Don Juvenal no hay ningún problema, yo con mucho gusto le hago el programa’. El sorprendido me preguntó si yo sabía cocinar y le dije que sí.


No tenía ni la menor idea de cocinar pero veía en esa angustia de don Juvenal una oportunidad para acercarme a la televisión y efectivamente salí de la estación de radio y me fui a donde un cliente que había aparecido en la mañana en uno de los periódicos capitalinos y publicaban una receta de cocina. Le propuse al cliente que si quería que esta receta también saliera en la televisión y que además le ofrecía esa posibilidad completamente gratis. A cambio debía entregarme la receta y algunos elementos para yo mostrar audiovisualmente como era el tema.

Me dieron el libreto y algunas diapositivas y de esa manera hice ese programa. ‘Cocine de primera sin Segundo’ en aquella ocasión. Fue mi primera salida en la televisión y creo que la mejor que he tenido en mi vida.


¿Y pasado el tiempo si aprendió a cocinar?

No. Definitivamente soy negado para la cocina. No cocino nada. Soy muy perezoso para eso.


En 1969 se inició “El show de Jorge Barón y su estrella invitada” y sus primeros invitados fueron “Los Tolimenses”. ¿Por qué fueron ellos?


Así es. Emeterio y Felipe ‘Los Tolimenses’ fueron mis primeros invitados porque además soy tolimense. Primero no tenía presupuesto para pagarles el programa. Me fui a la casa de Lizardo (qepd) que era ‘Felipe’ y le propuse que me acompañaran en ese primer programa que iba a realizar en la televisión en calidad de empresario. Le dije que como primíparo no tenía capital, que hasta ahora arrancaba y no tenía un presupuesto para pagarles. ‘Felipe’ muy querido me dijo que con mucho gusto me colaboraban. Les dije que en esa media hora podían promocionar su carrera, sus actividades y proyectos.


De esta forma asistieron al Estudio 5 de Inravisión. Además nos acompañó Raquel Ercole, la esposa de ‘Felipe’, su hija Patricia y otro hijo mayor. Patricia tenía en ese entonces unos seis meses da haber nacido. Yo quería reunirlos para mostrar la otra faceta de esos artistas famosos que veíamos por la televisión y escuchábamos por la radio y a través de los discos. Así se dio este primer programa de ‘El Show de Jorge Barón y su estrella invitada’ que meses después se convirtió en ‘El Show de las Estrellas’ un programa que ya cumple 51 años al aire en la televisión colombiana.

¿Finalmente por qué llamó a su programa “El Show de las Estrellas”?

En aquella oportunidad cuando comenzaba yo estaba muy mal económicamente y no tenía vestuario y por la carencia de vestuario no podía aparecer todas las semanas con mi único traje y me inventé una fórmula que consistía en caracterizar en cada programa a un personaje de la vida nacional.

Me disfrazaba de bombero, de chef de cocina, de policía, etc. De de esa manera transcurría el programa y se hacía una especie de dialogo con los artistas en el ambiente que se escogiera de acuerdo al personaje que yo caracterizaba.

Así nació El Show de Jorge Barón porque yo hacía el show y la estrella el artista que invitaba al programa.

Después cuando tuve la forma de comprar un smoking que me lo vendió por 200 pesos un artista argentino que estaba de temporada en Bogotá, le cambié el nombre al programa por ‘El Show de las Estrellas’ y lo presentaba al estilo de los grandes shows italianos con mi smoking. Así fue esa historia. Por la carencia de vestuario.


¿Se imaginó qué algún podía llegar a presentar “El Show de las Estrellas” en el Madison Square Garden?

Claro que sí. Toda mi vida ha sido de fijar metas y objetivos en mi carrera. Esa fue otra meta. Como lo fue cuando quise crear mi programadora de televisión. Yo trabajaba con Julio E. Sánchez Vanegas, el iniciaba su empresa con CONCENTRESE y observaba como Julio abordaba los clientes y como organizaba su propia empresa y desde entonces comencé a visualizarme no sólo como presentador sino también como empresario de la televisión.

Cada programa, cada proyecto que he adelantado en mi vida ha sido lograr metas y esa era una de ellas. Hacer mi programa en el Madison Square Garden de la ciudad de Nueva York, el Templo del espectáculo en el mundo. Y lo logramos.

¿Y cuando ya se vio presentando su programa en este lugar, cumpliendo su meta, qué sensación tuvo?

Me sentí feliz. Yo creo que ha sido uno de los momentos más importantes de mi vida como persona y de mi vida profesional. Estar parado en el Madison Square Garden, ¡Por Dios! que en esos años era lo máximo, todavía sigue siendo un escenario muy importante, pero cuando yo lo hice era el máximo escenario. Fue muy emocionante. Una experiencia maravillosa. Además que duré un año preparando el programa. Me tocó montar una oficina en la ciudad de Nueva York para manejar desde allí el espectáculo, el tema de boletería, el montaje, etc. Fue una experiencia magna.


¿“Embajadores de la Música Colombiana” qué representó para nuestro país?


‘Embajadores de la Música Colombiana’ nació a raíz de una frustración que tuve cuando viajé de Ibagué a Bogotá a estudiar en la universidad con los 10 mil pesitos que me había ganado en la radio tolimense. Quise estudiar diplomacia para llegar a ser embajador pero lamentablemente los recursos no lo permitieron y no pude estudiar en la universidad.


Estudié en la universidad de la vida pero no pude estudiar diplomacia.


Cuando ya fui programador de la televisión y creé mis programas me inventé ‘Embajadores de la Música colombiana’. Decía para mis adentros ‘no pude ser embajador de carrera entonces voy a ser embajador de la música colombiana’. Y de verdad que ese programa me dio muchas satisfacciones en la vida porque fue transmitido internacionalmente en muchos países cuando no existía el satélite ni las microondas sino que todo tenía que hacerse en vivo ó a través de las cintas de tres cuartos.


Por ejemplo la Cadena SIN (Spanish Internationa Network) quién nació con mi programa eran 17 estaciones en Estados Unidos y llegaron a tener más de 500 estaciones a lo largo y ancho de la Unión Americana. SIN, es hoy Univisión. Y estuvimos en SIN por muchísimos años como embajadores de la música colombiana. También se transmitió en varios países europeos y en Suramérica. Fue un programa que ayudó muchísimo a los artistas colombianos para que se dieran a conocer internacionalmente.


¿Tiene la cuenta de cuantas “pataditas de la buena suerte” ha dado en su carrera?

(Jajajaja) No. Esa cuenta si la perdí.


¿Y es que en algún momento si la llevó?

Esas son cosas espontáneas que surgen en el programa y son los mismos artistas quienes solicitan ‘la patadita’ que se ha convertido en agüero y en amuleto para ellos y por fortuna a cada persona que se la doy, todo le sale bien. Sus canciones logran notable figuración en el país y en el exterior.

‘La patadita’ se la di por ejemplo a J. Balvin, un artista que ahora es reconocido mundialmente. A Shakira, a Juanes, a tantos artistas que han recibido ese cariñito.


Todavía existe la curiosidad de cómo se dio en usted dar ‘la patadita’ porque se sabe que su creador fue el animador mexicano Raúl Velazco. ¿Nos lo cuenta?

Así es, el gran amigo Raúl Velazco. Nosotros con Raúl hicimos muchos programas. El vino a Colombia y le hice varios programas con mi equipo en mis estudios y cuando me invitó a México a realizar su programa de televisión animando conjuntamente, entonces él me dio la ‘patadita’ de la buena suerte y me la regaló diciéndome ‘para que les des a tus artistas la patadita de la buena suerte’.


Cuando Raúl falleció comencé a realizarlo en mi programa de televisión con las nuevas figuras que presentaba.

¿Vestirse de blanco es su aporte simbólico por la paz en Colombia?

Efectivamente. Por eso lo hago. Cuando recorro el país a lo largo y ancho de la geografía nacional y voy a todos los municipios de Colombia, utilizo el traje blanco. Ahora no lo hago porque al firmarse el proceso de paz dije: ‘hasta aquí llega mi misión’, a partir de ese momento regresé a mi habitual smoking.

¿Por qué no le gustan las fotografías durante una entrevista?

(Jajaja). No me gustan las fotografías porque por lo general siempre salen mal. Con los ojos cerrados o con unas expresiones exageradas. Cuando estoy haciendo una entrevista soy muy expresivo y por eso creo que me cohíbe un poco el fotógrafo porque me saca un poco de concentración.

Por ejemplo en este momento que estoy haciendo esta entrevista con usted estoy con los ojos cerrados para recordar toda esa historia de mi vida porque imagínese devolverse uno cincuenta y seis ó cincuenta y siete años es un poco complicado. Por eso me gusta concentrarme para responder exactamente lo que se me indaga.


¿Qué pasó en su momento qué no logró la traída de Michael Jackson a Colombia?

Si. Eso es cierto. Michael Jackson iba a realizar una gira por varios países de América Latina pero tuvieron que suspender algunas fechas. Creo que a Argentina alcanzó a ir. Nosotros estábamos en esa lista y habíamos sido aprobados por la organización del evento para venir a hacer únicamente el programa de televisión en uno de esos viajes pero desafortunadamente tuvieron que recortar la gira y no se pudo lamentablemente.


¿Cómo se originó esa famosa frase “Agüita para mi gente?

La ‘agüita para mi gente’ no puede faltar en mis programas así llueva. La gente solicita su agüita. Esa frase nació en Barrancabermeja un lugar muy caluroso de Colombia. Fuimos a hacer el programa allí y estaba completamente lleno el estadio. El sol era canicular ese día allí. Luego del ensayo me fui a almorzar con mi hijo que había venido de visita desde Australia y de un momento para otro comenzó a llover y uno de los temores que teníamos en esa época era que la lluvia alejara el público y para nosotros el elemento más importante de cada concierto es el público. Prácticamente el show lo hace el público.


Tan pronto comenzamos a escuchar los truenos y la lluvia, dejamos el almuerzo y nos fuimos inmediatamente para el estadio que estaba a reventar. Subí a la tarima pero faltaban todavía unas horas para comenzar el concierto y le solicité al ingeniero de sonido que colocara una música que me había facilitado mi hijo, que era rock australiano y comencé a animar al público levantando los brazos, y moviéndolos de derecha a izquierda y saltando, saltando, saltando, les dije: Ahí está el agüita que nos envía San Pedro, el agüita para mi gente’.


¡Por Dios eso fue la locura! La gente durante dos horas estuvo disfrutando de esta dinámica y gozando con él agüita. A las dos horas cuando ya llegaron los artistas y seguía lloviendo me dije: ‘Gracias Señor, Gracias porque se salvó el programa’. Me fui al camerino, me coloqué mi vestido blanco y presenté a los artistas. Recuerdo que los primeros invitados eran ‘Los Embajadores Vallenatos’ que habían regresado a Colombia luego de una exitosa gira por Guatemala con su éxito ‘El Santo cachón’. Cuando entré a entrevistarlos acerca de su gira la gente comenzó a gritar: ‘agüita para mi gente’ y realmente no me dejaban concentrar y me interrumpían permanentemente. Así fue toda la noche, incluso en esa oportunidad presentamos al Grupo Equimosis en el cual cantaba Juanes y esa noche hablando con él en el escenario la gente no le ‘paraba bolas’ a lo que decíamos sino que coreaban ‘agüita para mi gente’.


Mi hijo que es publicista, cuando terminamos la grabación me preguntó cómo me había parecido el show y le respondí que una pesadilla porque no me habían dejado concentrar. El me respondió todo lo contrario, que había sido todo un súper éxito porque había nacido un slogan formidable con el cual se podía hacer carrera. Al día siguiente en el avión me insistía con esa frase y yo le decía que como hacía para que lloviera siempre en los conciertos. De esta manera el me dio la idea de hacerlo con los bomberos y tan pronto pude lograr convencer a los bomberos que me apoyaran con esta locura comenzamos con el proyecto. Al principio el público como que no le gustaba mucho el tema pero luego a lo largo de la grabación pedían el agua para refrescarse y desde entonces estoy echando ‘agüita para mi gente’ y esto no puede faltar en ninguna grabación de ‘El Show de las Estrellas’.

Toda mi vida ha sido de fijar metas y objetivos en mi carrera

Alfonso López Michelsen y Jorge Barón. Cortesía: Jorge Barón.


A usted se le reconoce como el primer empresario en haber tenido estudios privados de televisión en Colombia. ¿Cómo lo hizo?

Por la necesidad. Me fui a los Estados Unidos a la ciudad de Nueva York a las oficinas de la Cadena Hispana de Televisión (SIN) a ofrecerles mi programa ‘El Show de las Estrellas’. Les llevé los casetes y entre ellos les presenté también el programa ‘Embajadores de la Música colombiana’, el cual les gustó mucho porque en Nueva York vivía una comunidad muy grande de colombianos. La condición era que tenía que llevar el programa grabado a color.

Nosotros en Colombia estábamos a años luz de que llegara el color. De regreso a Colombia le pedí una cita al presidente de la república, en ese entonces el Doctor, Alfonso López Michelsen. En audiencia con él le conté del proyecto manifestándole que podíamos tener la oportunidad de llegar a ese público de los Estados Unidos a través de esa Cadena de televisión que apenas estaba comenzando. En esa época contaban con tres estaciones, una en Los Angeles Canal 34, en Miami Canal 23 y en Nueva York Canal 41 y la ilusión de ellos era crecer y convertirlo en una gran cadena.


El presidente López Michelsen me dijo que no tenía problema en firmar para aprobar la importación de los equipos pero me decía que lo pensara bien porque iba a agotar todos mis recursos en la compra de ellos sin saber qué sistema iba a adoptar el Congreso de aquella época en Colombia, si el americano, el alemán o el francés. Me hizo énfasis en que si escogían uno diferente al americano yo perdía.


Yo que soy una persona echada pa’lante dije: ‘me la juego con los americanos’ e importé los equipos americanos NTSC. Luego cuando se llegó el momento de saber cual sistema iba a adoptar la televisión colombiana yo les facilité mis equipos a las personas que me habían vendido los equipos entre ellos la Ampex y la RCA para que fueran al Congreso de la República y le hicieran una demostración a los congresistas de las bondades que tenía el sistema americano para la televisión de Colombia y poderla vender en el exterior.


Finalmente aprobaron el sistema americano gracias en parte al trabajo que hicimos con los equipos nuestros en el Congreso. ¿Es algo que me deben los americanos no? Porque imagínese cuanta plata han ganado a raíz de esa presentación que hice yo respecto al sistema más adecuado para Colombia.

¿Que representaron para nuestra radio y televisión personajes cómo Gloria Valencia de Castaño, Fernando Gonzales “Pacheco” y Julio E. Sánchez Vanegas, quién recientemente cumplió sus 90 años?


Bueno, Pacheco y Gloria Valencia indudablemente los grandes referentes de la televisión. Los mejores presentadores que han existido en nuestra televisión. Lo mejor de lo mejor.

Gloria Valencia de Castaño fue ‘La Primera Dama de la Televisión colombiana’. Además era mi paisana, ibaguereña. Y Fernando González, animador como él no se repetirá. Una maravilla.

Julio E. Sánchez Vanegas fue mi jefe. El fue la persona que me dio la primera oportunidad en la radio aquí en Bogotá. Cuando yo llegaba de provincia y nadie me conocía, él me dio esa posibilidad de que hablara por la radio, de que fuera su programador, que hiciera oficios varios en la emisora que gerenciaba, me enseñó cómo podía ser empresario. Fue mi inspirador y mi maestro en la televisión como lo dije en un periódico en donde me entrevistaron. Una maravilla de hombre. Un gran amigo además. Indudablemente mi gran maestro fue Julio E. Sánchez Vanegas.


¿Qué les dice a los colombianos que tanto lo admiran?

Agradecerles de verdad. Las cosas que hago me nacen. Así he sido desde que comencé cantando goles del Deportes Tolima a los siete años. Durante mi vida no he hecho más que trabajar, luchar, hacer el bien a los artistas, a la gente, llevar alegría, entretenimiento a todos los rincones del país, a todos los pueblos, municipios, veredas, corregimientos, hemos visitado cerca de 800 municipios, más de 1000 veredas, 600 corregimientos, le hemos dado muchas vueltas al país con nuestro programa de televisión, hemos recorrido los 32 departamentos que conforman la geografía nacional, hemos viajado muchas veces al exterior a hacer el programa, hemos estado en Londres, Roma, Madrid, Buenos Aires, Venezuela, en el paseo de los próceres en donde asistieron más de 200 mil personas con la participación de 17 artistas, evento que unió a Colombia y Venezuela a través de la música. Cinco veces en México, una de ellas en La Plaza de la Constitución, en ‘El Zócalo’.

Siempre llevando ese mensaje positivo de la patria.


¿Y a los qué lo critican? ¿A aquellos qué consideran qué usted ya debería retirarse?

Mientras tenga vitalidad, mientras Dios me de salud y vida, ahí estaremos trabajando, porque comencé a trabajar desde muy niño y no me veo sin trabajar. Ahora hemos tenido que hacer una pausa por lo de la pandemia pero sin embargo he estado trabajando en mis cosas, en mis ventas, en mis ediciones, pero para mí lo más difícil de este COVID-19, ha sido sin lugar a dudas, el no poderme desplazar y no poder hacer mis programas de televisión como habitualmente lo hago, porque esa es mi pasión.

Yo trabajo desde el primero de enero a las cero horas hasta el 31 de diciembre a las 24 horas. Todos los días del año. Paso navidad y año nuevo con mi familia de corazón porque así llamo yo a mi pueblo. A mi gente. ‘Mi familia de corazón’ que siempre está conmigo a todo momento. Así es que las personas que no están de acuerdo con eso pues es su parecer y es su opinión que respeto muchísimo, pero mientras me sienta con ganas, con el deseo de servir a mi gente y a mi país, ahí estaremos siempre.


¿De manera que tenemos Jorge Barón para rato?

Para rato. Tengo 72 años y vamos a ver hasta donde Dios me permite continuar haciendo esta labor. El es el único.


¿Por qué le gusta tanto esta frase del ex presidente Belisario Betancur: “Jorge Barón es un hombre común que hace cosas poco comunes”?

Porque el ex presidente Belisario Betancur me retrata con esa frase. Sí señor. Ese soy yo.

¿Y usted cómo se define?

Así como lo definió el ex presidente Belisario Betancur.


¿Qué siente de todo este recorrido, de ese legado que le va a dejar en un momento dado a Colombia?

Mi agradecimiento sincero para esa audiencia. Para ese pueblo maravilloso que ha seguido a lo largo de los años todos los trabajos que hemos realizado para ellos, porque lo que hacemos nosotros es para nuestra gente y ellos lo han aceptado con el alma y me han apoyado y me han sostenido durante todo este tiempo.


¿Quisiera anexar algo a esta charla?

Lo digo con propiedad porque lo conozco todo, absolutamente todo y he ido a todos los lugares de Colombia viendo gente maravillosa y un territorio excepcional. Hay lugares en donde he grabado que cuando pasan los programas por televisión, me pregunta la misma gente. ¿Y eso es Colombia? Eso es Colombia, les respondo.

Desafortunadamente muchas personas que tienen recursos pasan sus vacaciones o prefieren ir fuera del país que conocer las maravillas naturales que tenemos en Colombia.


Muchas gracias.

Le agradezco muchísimo a usted su gentileza de llamarme desde Montreal para hablar conmigo. El brindarme sus micrófonos para comunicarme con todos nuestros compatriotas que residen fuera del país. Decirles que los quiero mucho, que aquí los estamos esperando, que en esta época de pandemia se cuiden mucho, y que este país es una maravilla de verdad.

Muchísimas gracias y un fuerte abrazo paisano.

Yo paso navidad y año nuevo con mi familia de corazón porque así llamo yo a mi pueblo

Jorge Barón.

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Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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