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Jerónimo: “Yo siempre digo que mi carrera es un milagro total”


Jerónimo. Foto Archivo Personal.



Es muy normal que en nuestra vida ciertas canciones por diversas razones se quedan plasmadas en nuestro ser y siempre guardan un grato recuerdo cuando las escuchamos. En mi caso, No te vayas nunca, es por ejemplo, una de esas melodías que desde el día en el que la escuché, me encantó y nunca olvidé.


Alberto Pedro González, conocido artísticamente como Jerónimo es el intérprete de esta bella canción y está de regreso en Colombia promocionando su más reciente gira llamada ÍNTIMO. Actualmente vive en Argentina, pero en el pasado llegó a vivir por espacio de diez años en Colombia, en la ciudad de Medellín.


Luego de un receso en su carrera musical, Jerónimo llega con un entusiasmo exorbitante explorando otra línea musical, porque considera que su voz como un don que Dios le dio, se acomoda perfectamente a otros estilos musicales y aunque sigue siendo fiel a la balada romántica, género musical que lo hizo famoso, en su nuevo trabajo musical podemos escuchar magníficas interpretaciones dentro del estilo de Música Popular y otras sonoridades que incluyen el género del Reggae.


ÍNTIMO incluye canciones de su autoría como LABERINTO y sorprende con otras de otros artistas como ME ESTORBAS, cuya interpretación en la voz de Jerónimo le da un sello simplemente sensacional.

¡Bienvenido a Colombia Jerónimo!





Por: Germán Posada



Cincuenta años de carrera y sigue vigente y ahora con toda la energía promocionando su gira INTIMO. ¿Cuál es su secreto de su vigencia?

J.: La honestidad, hacer las cosas como hay que hacerlas, no digo otra cosa de lo que no soy, he sido fiel a un estilo muy respetuoso con la gente y eso la gente lo recuerda. Recientemente estuve por primera vez en Urabá y para sorpresa mía mucha gente recuerda mi música, inclusive algunos de las nuevas generaciones, a pesar de que los medios de difusión que tiene la música romántica es muy poco.

Gracias a Dios yo no he tomado el formato que podía tomar el artista pedante, de sentirse que es diferente al resto de los transeúntes que habitan el mundo y eso me ha salvado.


Mi cabecita se imaginaba cosas que luego el tiempo me permitió vivir”, así recuerda su infancia en Argentina cuando se iniciaba en la música. ¿Qué vive ahora que imaginaba en aquel tiempo?

J.: La verdad es que han ido pasando los años con mi trabajo y todo lo que sucede. Pero esto no ha sido una labor propiamente mía. Yo estoy diciendo que soy parte de un equipo, de una familia de músicos, en donde entran difusores, periodistas, fans, dedicación, respeto, es un equipo de cosas que han ido sucediendo, un compilado de cosas que han hecho posible de que yo pudiera llegar hasta acá.

Mis inicios se remontan en Argentina con mi primera grabación importante acompañado de una orquesta sinfónica en el Teatro Colón. De no haber hecho aquella grabación que salió de la nada, tú y yo, ahora no estaríamos hablando. Esto llamaba tanto la atención al punto que cuando las disqueras la escuchaban, percibían que algo grande podía suceder y el tiempo les dio la razón.


¿Cuál es esa historia en su vida que fue nacionalizado español para representar a TVE?

J.: Resulta que el hermano del que fuera Primer Ministro español, Adolfo Suarez, me refiero a Luis Suarez, era el director de la emisión española internacional, y él era un seguidor de mi música y de mi forma de interpretar. Un día me dijo que me quería nacionalizar español para que yo representara a Televisión Española en distintos eventos. Fue así como me nacionalizaron y por supuesto esto fue motivo de orgullo para mí.

Después por equivocaciones mías no pudo ser posible el haber utilizado mejor aquella posibilidad, no sé, a veces cometemos errores, algunos afectivos, otros quizás por falta de preparación, esta es una carrera compleja y muy competitiva, todos parecemos ser amigos pero no somos tan amigos, cada uno va por lo suyo.


Dice que nunca supo hacer negocio con la música y que su interés es ver la gente feliz. Me parece que de todos modos es muy importante tratar de combinar ambas cosas. ¿Qué piensa, al respecto?

J.: Bueno, mal no me ha ido, pudo haber sido mejor pero me doy por bien servido de poder hacer lo que más me gusta y eso es fantástico.

Yo me tuve que hacer en la clase de teatro, expresión corporal, baile y actuación. Si acaso tengo una particularidad que me distingue de todos ellos y que hace poco lo descubrí en una charla como la que tenemos ahora, fue que mi primera grabación importante fue con una sinfónica con 55 músicos. Yo siempre digo que mi carrera es un milagro total. Yo no estaba preparado, no tenía medios, nada más que el coraje, la llama encendida dentro de mí, pero yo no salí a porfiar contra el destino ni a buscar la fama a toda costa, lo único que quería era cantar. Por eso digo que no sé hacer negocio. Mientras yo cantaba a mi alrededor había alguien que se llevaba la plata a su bolsillo, de hecho fui engañado en tres oportunidades por quienes decían ser mis representantes.


Maestro, disculpe, las comparaciones no siempre son buenas, pero ahora que tengo la oportunidad se lo digo, en lo personal veo en algunos de sus movimientos algo parecido al estilo de Raphael. ¿Acaso él fue motivo de inspiración para usted?

J.: Realmente no. Antes de que él empezara yo ya tenía ese comportamiento. Cuando Raphael apareció yo todavía no había arrancado y sentía esa cosa, como que me estaban quitando algo que yo había hecho pero sin trascender. Cuando hay alguien que usa determinada expresión, todo lo que salga detrás de ello aunque sea original del que lo posee siempre te van a comparar con el que ya lo hizo.

Si acaso te podría hablar de artistas como Gilbert Bécaud, Charles Aznavour y Jacques Brel, ellos han sido una buena referencia para mí. Yo respeto mucho a Raphael, creo que ha hecho una carrera fantástica, muy atrevido en su forma de ser y creo que hay que atreverse, además fue muy bien respaldado cosa que yo no tuve en esa misma medida. Pero yo no he tenido como ejemplo lo que Raphael hace.

Yo empecé a cantar en mi adolescencia y era muy expresivo. Cantaba, tocaba guitarra eléctrica, digamos que era el payasito del grupo. Yo siempre he tenido el pensamiento y lo sigo manteniendo y es que todo el cuerpo es una caja de resonancia. La expresión corporal también tiene sonido.


¿Cómo aprovechó el encierro obligatorio causado por la pandemia?

J.: Con música. En Argentina vivimos en la ciudad que se llama Junín, que queda a 250 kilómetros de la capital. Es un predio de 1000 metros en donde podemos caminar, tomar el aire, recibir el sol, ir a los arboles y orar.


Tenía tristeza de no estar en contacto con la gente pero nunca dejé de cantar. Estuve muy activo con mi música haciendo presentaciones a través de las redes sociales. De hecho desde casa animé la celebración de un aniversario de bodas en la ciudad de Montreal, la ciudad en donde tú vives, y lo mismo hicimos en otras partes del mundo. Fue un año complicado pero el hecho de que yo estuviera bien no significaba que no me importara el resto. Yo tengo amigos por todos lados. Creo que esa parte humana no debe desaparecer a pesar de que te aplaudan, te conozcan, de que seas alguien dentro de este mundo multifacético que nos lleva de un lado para otro, pero aquí estamos amigo.

La sociedad en el mundo ha sido una sociedad preocupada en tener. Más no en ser. Esta pandemia corrió ese velo y hemos visto que no todo lo que brillaba era oro. Hay muchas grietas y por eso ha sucedido lo que ha sucedido. El hombre aún se resiste a tener un enfrentamiento con la realidad. Yo creo que nosotros somos sobrevivientes de una tragedia mundial que nos ha atravesado pero que también nos ha dejado ciertas enseñanzas que tienen que ver con el querer, con el ser.

Tenemos que darle valor a lo que nos rodea y si es posible ser un poco mejor como personas y colaborar con la humanidad porque al fin y al cabo todos lo necesitamos.

¿Cómo describe la importancia qué ha tenido Colombia en el éxito de su carrera musical?

J.: Amigo, sin Colombia yo no existiría. Para mi Colombia es mi patria musicalmente hablando. Y si la llevo a la nacionalidad, es mi segunda patria. Mi esposa es colombiana, mis hijos son colombianos, mis nietos son colombianos. Uno de mis hijos, que se llama Isaag, de 22 años, es productor de música electrónica.

Desde que yo llegué por primera vez Colombia me acogió con amor. Me dio todo lo que un artista necesita para triunfar. Después de Colombia yo salí con la convicción de que lo que estaba haciendo era bueno.



¿Qué tanto le ha cambiado su vida el hecho de haberse convertido al cristianismo?

J.: Todo. Yo le doy gracias a Dios de haberlo podido conocer y caminar con él, y creo que es un atrevimiento decir que conozco a Dios. Pero lo que sí sé es que él ha hecho maravillas con mi vida.

Conocimos a Jesús a los pocos días de nacer mi hija Andrea, que por cierto hoy ya no está con nosotros, en un desafortunadamente incidente o accidente hace once años, se nos fue. Y de no haber sido que teníamos en nuestro corazón mi esposa y yo a Jesús hubiese sido muy difícil superar esta etapa tan complicada, de tristeza profunda como es perder a tu hija. A quién viste nacer, que la viste salir de su mamá y un día cualquiera se te va de las manos.

Para mi Dios es todo y voy más allá. El mundo de hoy está como está, porque el hombre se alejó de Dios.


Maestro cómo olvidar aquellas hermosas canciones Dos que parecen uno, Siempre te voy a querer. No te vayas, no te vayas nunca, guárdame el secreto de este gran amor….

J.: Yo soy el autor de la música de este tema. La letra es de un amigo poeta y escritor, que se llama Eduardo Paz. A mí me parece que es de una profundidad, una ternura y un romanticismo a lo máximo. Recientemente en una presentación en Antioquia, canté Mi Fortaleza, una canción que escribí en Jerusalén después de haberme bautizado en el rio Jordán, luego de cantarla una parte del público me pidió Dos que parecen uno, y yo los miraba y en realidad no parecían de aquella generación cuando salió esta canción, que por cierto el próximo año se cumplen 50 años de su debut en las emisoras.

En Apartadó me llevé una grata sorpresa con esas canciones que tu mencionas y otras más que la gente retiene en su mente, eso es muy lindo, es sentir que has estado sembrando amor, afecto, amistad, recuerdos, nostalgias, alegrías, de todo. Ese es mi potencial, mi credencial y el mayor patrimonio que tengo.


Ya conquistó a los colombianos con la balada romántica. Ahora lo va a hacer con música popular. ¿Por qué ese salto en su carrera?

J.: Porque me gusta, porque puedo hacerla y hacerla bien. No le diría tanto popular sino regional. Hace poco estrené una de estas canciones y para mi sorpresa la tuve que cantar dos veces porque a la gente le encantó y enloqueció. Es música bien hecha y lo que les llamó la atención es que yo soy un intérprete y para esta música no hay tantos interpretes, tiene muchos cantores pero pocos interpretes.

De manera que el entusiasmo es muy grande. Ya estoy en mis 50 años de vida artística. ¿Tengo acaso que salir a mostrarle a alguien que sé cantar? Lo importante es que cante y que lo haga bien.


Yo tengo que seguir trabajando, creando, preocupándome más, porque todavía siguen esperando más de mí.

Jerónimo. Foto Archivo Personal.



Laberinto es la canción qué representa su actual gira INTIMO. ¿Qué otras sorpresas nos trae en este trabajo musical?

J.: En realidad ese tema hace tiempo que lo tengo grabado y por distintas razones no había salido. Fue este año que salió y es un gran tema que tiene un potencial enorme con un contenido y letra hermosa, con arreglos bien hechos y bien interpretados. Creo que es una de esas canciones que merecen tener un lugar en la gente. Su autor es el maestro Jorge Miklota.

Hace poco hablaba con él y le decía que este tema había estado mucho tiempo guardado y que tenía dudas de si podía gustar en la actualidad, a lo que me respondió que si conocía la historia de la canción My Way (A mi manera) escrita por Paul Anka e interpretada por Frank Sinatra que fue un éxito total habiendo estado guardada más de diez años. Qué importa los años que una canción esté guardada, lo importante es que sea buena.

INTIMO va a ser un álbum de un muy buen nivel que lo compone también unas baladas, también hay dos composiciones de reggae romántico, un genero en el que yo no había incursionado sino hasta ahora. Una de las canciones ella se llama Amarte de los pies a la cabeza y la otra es Tan Bonita.

Me estorbas, es una canción de un grupo norteño mexicano que se llama Pesado y mi amigo el reconocido músico y productor musical, Jhon Pulgarín, me motivó a cantarla diciéndome que el tono de mi voz era perfecto para interpretarla. En los planes está también incluir en este género, mi canción Viviré por ti.


¿Por qué llama a su gira ÍNTIMO?

J.: Esto surgió precisamente con todo lo que nos ha dejado la pandemia y no había posibilidades de reunirse a hacer conciertos grandes sino reducidos.

Esta idea me surgió un día hablando con Joaquín Pérez y José Fernando Peña, mis promotores, y les dije de que este proyecto parecía ser una cosa íntima y les gustó tanto la palabra que de ahí se derivó INTIMO y no se dudó un instante para llamar a mi gira así.

A veces le cuento a la gente por qué nacieron determinadas canciones y cómo se escribieron y qué significan para mí. Es como tener intimidad con los fans.


¿Cómo percibe este cambio, siente que será respondido por su público, qué lo va a conquistar?

J.: Yo creo que sí. Ya tuve mi primer desafío y me salió bien. Días atrás me encontré con un reconocido cantante de la música popular que se llama Jhonny Rivera y me pidió que le cantara un trocito de Siempre te voy a querer y lo hicimos a dúo grabado con un corto video que para mi sorpresa en dos días superaba las 90 mil visitas.


Usted ha descrito a su generación como la representación del talento. ¿De esto qué tanto hay en la actualidad?

J.: Obviamente hay gente de talento. Hay muchos jóvenes talentosos pero ante el avasallamiento del ruido y del desorden no todos han podido mantener la verticalidad y defender sus principios musicalmente hablando y a veces tienen que ceder un poco el terreno para poder tener espacio entre el panorama de lo que es ahora la música.

Ahora los medios le llaman artista a un muchacho que salió de la nada y tiene un éxito y por esto se convierte en un artista. Con todo el respeto que nos merecemos todos los que estamos en esta industria, a mi me parece que un artista es una trayectoria, una leyenda no se hace de un día para otro.

Alguna vez invitado en Argentina en un programa de televisión en una entrevista en donde también canté, me comentaban que también han invita a estos muchachos que ahora son muy famosos y les han pedido que canten y ninguno se ha atrevido a cantar. Por eso, metafóricamente hablando, creo yo pertenezco a una generación privilegiada donde trapecistas locos como yo, nos hemos atrevido a cruzar por encima de un alambre de una calle a otra. Nosotros no hemos tenido miedo de ponernos ante un micrófono y cantar.



Hace poco recibió en Medellín la Orden al Mérito Juan del Correal grado Oro. ¿Cómo recibió este reconocimiento?

J.: Muy lindo eso. Me encantó, me sentí muy feliz. Quienes decidieron darme esa distinción fueron quienes me dijeron que yo había arrancado en 1972 y que por eso el año próximo estaré cumpliendo 50 años de carrera artística.

Y en realidad es así, pero yo diría también que de hacerse notoria, porque han sido más años, ya que he estado toda la vida preparándome.


Tengo el orgullo de tener esta distinción, un pergamino muy bien escrito. Y yo tengo que seguir trabajando, creando, preocupándome más porque todavía siguen esperando más de mí, y yo tengo que mostrar que todavía tengo más para dar.

Todo esto me hace bien, me alegra, me entusiasma, me motiva y Dios dirá. Yo no soy dueño de mi vida, el dueño de mi vida es él. Lo que yo hago es cuidar lo que él me ha dado y si fuera un jardín yo diría que cada día trato de regarlo con más cuidado para que las flores que aún permanecen en ese jardín se mantengan por mucho tiempo.


¿Maestro cual es su invitación para todos sus seguidores en esta gira?

J.: Quisiera decirle a aquellos que fielmente han permanecido acompañándome que no sientan que yo estoy cambiando de género porque resulta que eso es lo que podría darle tal vez más vigencia o notoriedad a mi carrera.

Lo hago con mucho respeto por mis seguidores que siempre han estado ahí. Y por los que pueden llegar ahora motivados por la curiosidad de esta nueva faceta o de esta nueva línea musical y decirle también que en ningún momento he querido ni traicionarlos ni dejarlos de lado.


Por el contrario, quiero para propios y extraños, mostrarles que cuando las cosas se hacen bien pueden estar en cualquier lado siempre manteniendo ese perfil de artístico que ya conocen de mi, sin dañar mi imagen, y tampoco cantar por cantar, porque resulta que eso es lo que más vende.

Yo voy a seguir defendiendo lo que artísticamente he aprendido y no voy a traicionar a nadie, he tenido el privilegio que Dios me diera este precioso instrumento que es mi voz y se adapta perfectamente a distintos géneros de música.



Muchas gracias y éxitos.

J.: Gracias a ti. Ya sabes dónde estoy. Seguíme los pasos a ver qué pasa con esta intención y con este cambio loco que yo creo que vale la pena.

Antes de despedirme quisiera agregar algo más. Las emisoras que difunden la música romántica no solo a mí sino a todos mis colegas, nos tienen aprisionados cantando las mismas canciones por cuarenta años y por eso nos hemos quedado retrasados en el tiempo y no quieren escuchar.

Así como yo hice Laberinto, otros compañeros han hecho otras canciones hermosas que no se han podido escuchar porque no las ponen. Las razones yo no las sé. Tú que estas en radio y en las comunicaciones tal vez lo sepas mejor que yo. Un abrazo enorme, que Dios los bendiga. Hasta el próximo encuentro.


Todo esto me hace bien, me alegra, me entusiasma, me motiva y Dios dirá.

Jerónimo. Foto Archivo Personal.


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Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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