Filiberto Pinzón
La curiosidad por conocer una cámara fotográfica hizo que Filiberto Pinzón adoptara la fotografía como la pasión de su vida recorriendo caminos y experiencias inimaginables como ser catedrático en diferentes universidades, conocer otros países y plasmar su trabajo en un libro.
Treinta y cinco años de labores en el periódico El Tiempo, hablan del profesionalismo y dedicación de un hombre que ha sabido escalar con talento y sabiduría los peldaños que lo ubican actualmente como uno de los fotógrafos más prestigiosos y reconocidos en Colombia y en el exterior.
Por: Germán Posada,
Aguadas Caldas
G.P.: ¿Cómo se inició en la fotografía?
F.P.: Mis comienzos en la fotografía empezaron en mi pueblo Chaguani (Cundinamarca) hace unos 37 años, cuando veía a un señor con una cámara en el pueblo y me dio curiosidad de verla, esto me pareció muy chévere. Instalado en Bogotá y trabajando en el periódico El Siglo empecé a estudiar fotomecánica en el Sena y fue así como me acentué en esta maravillosa profesión.
También estudié fotografía en la Kodak en Bogotá, en Bellas Artes, en la Universidad Nacional y después ya con el periódico El Tiempo que ha sido mi mejor escuela hace 17 años.
G.P.: ¿Cómo recuerda sus inicios?
F.P.: Antes de empezar lo “fuerte” con la fotografía digital en El Tiempo hacía mis trabajos por fuera de toda clase de fotografía. En mis inicios trabajé fotografiando matrimonios, primeras comuniones y en general fotografía social y ya hace 37 años que vengo “disparando” con mi cámara.
G.P.: ¿Cómo llega al periódico El Tiempo?
F.P.: Cuando estaba trabajando en el Siglo yo sentía la necesidad de surgir más en la vida, y algún día se me dio la oportunidad de trabajar en El Tiempo. Un amigo que había trabajado conmigo en el Siglo y que se había ido a trabajar para el Tiempo un día me llamó y me dijo que estaban necesitando allí a un fotomecánico y me preguntó que si quería aprovechar la oportunidad a lo que respondí inmediatamente que si y así arranqué el 5 de agosto del año 80. Todo se me ha ido dando en esta empresa, hace 16 años estaban buscando un fotógrafo digital y tenían dificultad para encontrarlo, para ese entonces yo manejaba “photoshop” y esto me ayudó muchísimo a la hora de aplicar y fue así como tuve la oportunidad de comenzar con la revista Aló la que hoy todavía existe en El Tiempo. Acabo de cumplir 35 años.
G.P.: ¿Cómo ha hecho para conservar su trabajo por tantos años en esta empresa?
F.P.: La clave para perdurar en El Tiempo y seguimos más porque me faltan como tres o cuatro años para la pensión –yo creo que es la pasión por mi trabajo– y la honestidad con la empresa, con mis compañeros, con los jefes, soy una persona muy apreciada por todos, yo creo que es parte importante la pasión con la que hago mis cosas, mis trabajos, la dedicación para mi fotografía.
G.P.: ¿Comparte su experiencia y conocimientos con los que recién comienzan?
F.P.: Siempre me ha encantado enseñar y me complace compartir mis logros personales. Mi experiencia y trayectoria con la fotomecánica y la fotografía me llevaron a trabajar seis años como profesor dictando talleres en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, como en otras universidades y además en El Tiempo en donde actualmente pertenezco a la escuela de periodismo como profesor de fotografía. Actualmente estoy dictando talleres de fotografía nivel I II III y profesionales.
G.P.: ¿Su cámara también ha registrado imágenes en otras partes del mundo?
F.P.: He visitado nueve países y el año pasado estuve como jurado internacional en Curitiba Brasil en un concurso de fotografía de campo y paisaje.
G.P.: ¿A quién admira como fotógrafo?
F.P.: Algunos de los fotógrafos que siempre he admirado y he seguido mucho sus consejos son, Jaime Duque, un maestro de la fotografía y gran fotógrafo en iluminación del “Estudio Rafael Espinosa”, también profeso gran respeto por Nereo López, Manuel H. Rodríguez y obviamente mi primer profesor Ernesto León.
G.P.: ¿Cuales son sus fotografías preferidas?
F.P.: De las fotografías que siempre recuerdo con mucho cariño está la de la de la Sierra Nevada de Güican en el parque Nacional del Cocuy en Boyacá, son 25 picos de nevados y Caño Cristales, el río de colores de la Sierra de la Macarena en el Meta.
G.P.: ¿Alguna(s) fotografía(s) en especial que todavía no haya realizado?
F.P.: Casi nunca falto las fotografías que quiera tener en mi colección y siempre que viajo por todas las regiones de Colombia trato de fotografiar lo más que pueda y nunca dejo nada pendiente, siempre llevo el orden para que no se me quede nada sin hacerlo. Tengo pendiente por hacer tres departamentos que no he hecho, Vichada, Guainía y Putumayo.
G.P.: ¿Algún trabajo fotográfico en el que no se haya sentido bien realizándolo?
F.P.: Le cuento Germán que no he tenido malos momentos, la fotografía es tan mágica que lo único es tener muy buen ánimo y uno se levanta con esa pasión que siempre lo acompaña y todo florece, todos los días son muy chéveres, la arquitectura, la gente, la gastronomía, la fauna, la flora, etc, todo va apareciendo muy bien.
Colibríes
G.P.: ¿Una buena foto requiere de un momento en especial?
F.P.: No tengo una hora o momento en especial o algo así que me diga esta es la hora perfecta para esto. Yo creo que la fotografía es de momentos y de la buena suerte que siempre me acompaña.
G.P.: ¿De qué se trata su libro “Escapadas por Colombia”?
F.P.: “Escapadas por Colombia” es un recorrido por nuestro bello país captando los cuadros más bellos que tiene y poderlos plasmar con ayuda del periódico El Tiempo ha sido maravilloso. El libro tiene 420 imágenes de Colombia de todas las regiones, me faltan solamente los tres departamentos que le comentaba que no están, de resto tiene fauna, flora, paisaje y arquitectura. Todo es muy bello y real, -como lo que es Colombia, color-, la idea es seguir viajando y seguir capturando imágenes para mostrar al mundo lo que realmente es Colombia. Eso es “Escapadas por Colombia”.
“Escapadas por Colombia” Autor: Filiberto Pinzón.
