Santiago Betancur fue un mal estudiante, indisciplinado, rebelde y muy callejero que siendo soldado del ejército colombiano pudo entender que su vida no era para estar encerrado en una oficina y menos para recibir órdenes de un jefe. Sus inquietudes artísticas por la pintura lo impulsaron a estudiar Bellas Artes en la Universidad Nacional de Medellín para convertirse en Maestro en Artes Plásticas.
Su pasión, disciplina y entrega a las artes lo han llevado en los últimos años a recorrer caminos inimaginables en medio de una mezcla fantástica entre fotografías, experimentos con burbujas, videos, cine y pintura, alcanzando en esta última el placer de los beneficios bondadosos que la vida ofrece a quienes trabajan con dedicación y abnegación.
Recientemente una de sus pinturas, titulada “Marcando Territorio” fue vendida al canadiense Guy Laliberte, fundador y propietario del famoso “Circo del Sol”.
Por: Germán Posada
G.P.: Primero incursionó en fotografía. ¿Que lo alejó de ella?
S.B.: Allí quede fascinado con todo ese mundo que se ve a través de la cámara y comencé a explorar, investigar y a trabajar con mi hermana que es una maquilladora profesional. Empecé a trabajar en el tema de la moda y la fotografía ocupó parte de mis actividades durante muchos años. Cuando terminé la carrera de hecho me dediqué mucho a ella pensando que había encontrado lo que quería hacer en mi vida y después de bastante éxito decidí explorar otros mundos. Estaba hostigado con el medio por lo que estaba pasando en toda la estética que se estaba generando alrededor de satisfacer el gusto del narcotráfico y comencé a desencantarme de este mundo artificial. A la vez empecé a trabajar más como artista y a raíz de una crisis personal sentí que tenía que explorar otras maneras de expresarme y volví a la pintura, pero también me atrapó el tema de las burbujas en el 2002 y aunque continuaba en la moda, exploré un mundo científico.
G.P.: ¿Qué significó su trabajo con las Burbujas?
S.B.: Experimentando con la luz me di cuenta que habían unos destellos y colores que jamás me había detenido a apreciar en las burbujas que me parecieron hermosos y comencé a perfeccionar una técnica para poder captar mejor estas superficies, así desarrollé otro tipo de iluminaciones y pude realizar ese viaje cósmico que se encuentra en ellas. Todo esto transformó mi vida y tuve una relación muy estrecha con profesionales y docentes del mundo de la ciencia al punto de poder exponer mis trabajos al público que no tenía que ver con el mundo de la moda como tal.
Bubble Planets. Foto Archivo de Santiago Betancur.
G.P.: ¿Qué lo lleva a sumergirse en la pintura?
S.B.: La pintura la tomaba y la descartaba, nunca fui como muy consistente en Colombia. Cuando llegué a Estados Unidos hace más de cinco años, vi la oportunidad y el escenario apropiado para dedicarme con pasión a ella. Al estar relacionado con amigos maestros del arte como Darío Posada, se dieron exposiciones hasta que decidí finalmente pertenecer a la escena, desde allí la pintura forma una parte muy importante en mi vida.
G.P.: ¿Cómo define su pintura?
S.B.: Mi pintura es el fruto de muchos estudios y de muchas miradas al ser humano en su parte más esplendorosa y en su parte más dramática. Me gusta estudiar el cerebro primitivo y la parte más cruda y fuerte del ser humano y también explorar a través del retrato la inteligencia, la estética en las personas, su mirada y despertar inquietudes como que estos personajes tengan una vida propia. Me considero muy humanista tal vez y muy alrededor del ser humano, como estudiándolo muy de cerca.
G.P.: El artista es sensible por naturaleza. ¿Qué es lo que llena de más sensibilidad a Santiago Betancur?
S.B.: Yo vivo muy fascinado y a la vez muy impresionado con todo. Yo creo que lo que más me sensibiliza a mi es como poder enfrentarme a los miedos y a las cosas que me impresionan y transmitir esto con esa misma fuerza con la que fui pactado, con la sensibilidad que me sacudió. Es una resonancia de las cosas que a mí me parecen más magnéticas del ser humano y también de la historia del arte. Todo lo que tenga que ver con el ser humano en su comportamiento y su anatomía me interesa.
G.P.: ¿Existe una influencia en especial en sus pinturas?
S.B.: Admiro muchísimo a Leonado da Vinci, Goya y Rembrandt, para mí la pintura tiene que tener algo de renacentista, hablo respecto a mi obra que tiene mucho que ver con eso que ellos depositaron en sus obras que sigue siendo vigente e influyendo de alguna manera con todo el conocimiento que desarrollaron. Dos artistas colombianos, el escultor Rodrigo Arenas Betancur y Luis Caballero fueron fuertes influencias desde mi infancia y adolescencia, sentía todo ese esplendor de las figuras monumentales, la fuerza del cuerpo humano, ese afán de trascender en medio del drama, del silencio y la reflexión a la que te llevan.
Santiago Betancur.Por MiamiDiario LR.
G.P.: “Marking Territory” (Marcando Territorio) es el título de la pintura que compró Guy Laliberté. ¿Qué significa?
S.B.: En el 2011 mi pintura estaba focalizada en presentar al hombre primitivo, a los instintos básicos y es justamente el marcar territorio una característica que compartimos con otros animales. Igualmente es simbólica esta obra ya que en ciertos momentos me recuerda que hay que marcar límites y territorios incluso en el mundo del arte.
G.P.: ¿Tiene conocimiento que pudo haberle gustado de ella?
S.B.: Lo que yo intuyo básicamente es que el vive inmerso de personajes circenses y la pintura que el eligió es una pintura que tiene algo de un personaje en parte místico, es como una mestura entre el ser humano y el toro y fusionados ambos en un mismo cuerpo. He estado analizando últimamente un poco lo del mundo del circo y todos esos personajes que son vistos como fenómenos en algún momento en la historia, algunos por problemas de salud por ejemplo “El hombre elefante” que tiene unas características físicas digamos excepcionales pero a la vez muy impactantes y que son llevados a la escena como parte del show. Creo que él vio algo de sus personajes de circo reflejado en mi pintura y esto hace que muchas personas opten por una obra u otra y es que tienen algo que los identifica.
G.P.: Guy Laliberté es un exitoso empresario y fundador del reconocido cirquedusoleil . ¿Considera importante la venta de su pintura a esta personalidad para que su trabajo sea más reconocido y valorado?
S.B.: Definitivamente si. Mi trabajo ha sido muy bien aceptado y muy bien recibido pero a la vez por la naturaleza de esas imágenes como tan fuertes hace que las personas sientan algo de temor de tener una de mis obras como esta, también que normalmente las personas te están siguiendo y están esperando un momento oportuno para comprarte en donde tus precios todavía no estén inasequibles pero que también la obra ya se sienta proyectada y con una seguridad. Esto certifica el contenido y la calidad de la obra como tal. La venta de “Marking Territory” ha sido como un toque del Rey Midas en el sentido de que es una persona en la que pudiera ser muy difícil entrar a formar parte de su colección y el la vio, le gustó y la adquirió. Eso hace que las personas sientan ese impulso y esa fascinación y ese –momentum- de adquirir una obra de Santiago Betancur porque está en todo su proceso ascendiente de valorarse comercialmente.
G.P.: ¿En lo personal cómo se siente que esta persona se haya fijado en su trabajo?
S.B.: Si se quiere interpretar como un tema de mercadeo es muy interesante, pero para mí es un momento muy bonito en donde uno logra comunicarse con alguien como él a través de la obra. Fue maravilloso y me da ese toque mágico y me ayuda a comprender mucho más mi obra. He sentido mucha gratitud con la vida que sucedan cosas que no has alcanzado a imaginar. Esto ha sido muy simbólico, estaba pasando por mi periodo de pintura más fuerte y las galerías sufrían el tema de su incertitud de si exhibir o no mis obras pero con el tiempo lo han ido asimilando.
G.P.: ¿Cuanto tiempo tardó en realizarla?
S.B.: Fue una obra que hice con mucha pasión que no tardé más de dos días en hacerla.
G.P.: Aparte de loa artístico, vender es muy importante también. ¿Como logra manejar el equilibrio entre lo comercial y lo artístico?
S.B.: Me encanta esa pregunta porque cuando uno se libera de ese temor a lo comercial es que logra sus mejores obras. El sumergirse en ese miedo las obras comienza a perder la calidad, la intensidad y la sinceridad. Yo creo que hay que tener mucha sinceridad y para eso hay que tener valor y jugársela toda. Es obvio que muchas veces los artistas se acomodan a un mercado que les garantiza ciertos ingresos y que sus obras son muy complacientes. Yo he sido muy firme con mi trabajo lo cual en algunos momentos me ha hecho verme en las circunstancias más difíciles pero finalmente después de todo he logrado sortearlas y que mis obras continúen teniendo ese carácter de rigor que posteriormente se convierte en un beneficio.
G.P.: ¿Podemos conocer el precio de sus pinturas?
S.B.: Mis obras oscilan entre los 500 hasta los 15.000 dólares.
G.P.: ¿Considera que su pintura es más global que nacional?
S.B.: Puede ser considerada universal pues es una reinterpretación de lo que somos como especie… el impacto que produce no es algo que dependa del origen geográfico o cultural del espectador. Es coleccionada por personas de diversas nacionalidades. Por el momento se conoce poco de mi pintura en Colombia. Espero que pronto la pueda exhibir allá. Me encantaría.
G.P.: ¿Si hablamos de madurez artística en qué grado se califica?
S.B.: En muchas cosas siento que hay una madurez grande y en otras siento que todavía no. Hay muchas cosas por aprender todavía. Me siento aun muy joven, muy inexperto en algunas situaciones. Con la fotografía que me ha acompañado por más de 20 años yo soy capaz de resolver cualquier situación como profesional pero a veces como pintor hay cosas que todavía me cuesta resolver con la misma facilidad y pericia que lo sé hacer con la cámara. Se necesita más disciplina para depurar estos puntos débiles, hay que reconocerlo.
G.P.: ¿Qué tanto lo afecta la crítica?
S.B.: Toda crítica es beneficiosa pues te hace reflexionar sobre la obra. Te estimula incluso para provocar y generar más eco en un momento determinado. He sentido mucha presión en ciertos momentos, cuando la crítica proviene de las galerías que te quieren exhibir pero no quiero encajar en el ficticio bienestar sugerido por el arte pop que tanto se comercializa en esta ciudad.
En Colombia hay muy buenos pintores y mucho talento impresionante. También problema con el mercado diría mucho más complicado que acá. En nuestro país el artista no vive de un mercado y buscan mas estar en relación con las instituciones, es otro escenario que no permite que haya fluidez para que la pintura a exhibirse. Me parece que no hay suficiente motivación para los artistas.
Una de las cosas que más dificultad me dio fue aterrizar en un mundo totalmente nuevo en donde no sabía interpretar el tema de ser un inmigrante y de lo que podía ofrecer como artista en una ciudad como esta. El principio fue muy difícil pero cuando empecé a vincularme con mis propias raíces empecé a entender mejor mi dirección. Mientras estas resolviendo como acentuarte en una nueva ciudad tienes que tener en cuenta que toda tu experiencia adquirida en tu país es muy importante porque nos da firmeza. Sentir nuestras raíces es vital. Al mismo tiempo es muy importante dejar de lado muchos temores que tenemos como colombianos por ejemplo esa búsqueda de aprobación. Es indudable que hay presión, de rentabilizar pero me he liberado mucho de todo esto y me encanta compartir con mi gente y con otra de otros países. Creo que es muy importante sentirse muy cómodo como colombiano en donde uno este.
G.P.: ¿Duro el mercado del arte en Miami?
S.B.: El mercado acá es muy interesante, en Wynwood en donde expongo está llegando gente del mundo entero, es un barrio muy reconocido en el mundo del arte a nivel mundial, esto es apropiado para que sea visitado por gente del mundo entero que conocen y vibran con el arte. Antes era una zona más árida y mas despoblada pero ahora el valor de las obras se ha elevado y el de las galerías a nivel de renta también.
G.P.: ¿Qué balance dejó el 2013 para Santiago Betancur?
S.B.: Fue muy intenso y muy difícil para todos los artistas pero finalmente en diciembre logramos recibir los beneficios que no habíamos tenido durante el año.
La venta de “Marking Territory” fue un excelente logro que llegó en un momento muy especial en mi vida de artista. El director del miamishortfilmfestival Miami Short Film Festival me invitó a participar luego de conocer los videos que hago con las burbujas de jabón, fue una hermosa experiencia de principio a fin, sentirse inmerso en el séptimo arte fue algo tan cautivador como inesperado. El corto presentado es un viaje de una mujer a través del microcosmos. La actriz fue Verónica Mejía y la banda sonora de Julián de la Chica. “Bubble’s Dream” fue nominada a mejor película experimental.
Junto a Darío Posada proyectamos una exposición en Francia con una galería, la negociación va por buen camino y esperamos que las cosas se concluyan con la persona interesada y poder así llevar nuestras pinturas este año a Europa.
Santiago Betancur. Foto: YouTube.
Santiago Betancur fût un bien mauvais étudiant, indiscipliné, Rebel et vagabond que en étant un soldat de l’armée colombienne il a put comprendre que sa vie n’était pas faite pour être enfermé dans un bureau et encore moins pour recevoir des ordres de un patron. Sa curiosité artistique pour la peinture le poussa a étudier les beaux arts à « Universidad Nacional » dans la ville de Medellin,Colombie et devenir professeur d’arts plastiques.
Sa passion, discipline et acharnement pour les arts l’ont amené durant ces dernières années à parcourir des chemins inimaginables au milieu d’un mélange entre photographies, expériences avec des bulles d’eau, vidéos, cinéma et peinture, atteignant dans cette dernière le plaisir des bénéfices que la vie offre a ceux qui travaillent avec acharnement et persévérance.
Récemment, une de ses peintures, intitulée « Marcando Territorio » fut vendue au Canadien Guy Laliberté, fondateur et propriétaire du célèbre “Cirque du Soleil”.
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