Martín Movilla. Foto Cortesía: RCI
Por Germán Posada
Invitado: Periodista Martín Movilla
La radio comercial en español que se produce en Montreal es todavía muy frágil y no cuenta aún con una infraestructura lo suficientemente desarrollada que logre captar un real interés en su propia comunidad.
Algunas de sus debilidades más notables las he extraído de un capítulo del libro “Desafíos de la Radio en el Nuevo Milenio”, ya que encajan perfectamente en este tema.
“Trabajan sin equipo capacitado, poca preparación o formación para manejarse en el medio radial, poca cultura general para explicar las cosas, improvisados, aficionados, hablan de todo como si supieran, no existe periodismo de investigación, no hay innovación ni creatividad, prima la ley del menor esfuerzo, no manejan las técnicas de la entrevista, son el resultado de una falta de legislación que los evalúe y controle”.
Martin Movilla, periodista colombiano que trabaja para la radio pública de Canadá, Radio Canadá Internacional, opina sobre la evolución de los medios de comunicación hispanos en este país y hace énfasis en el desarrollo de la radio en español en la ciudad de Montreal:
“En Canadá la radio en español es exclusivamente comunitaria y alguno que otro espacio que se logra colar en los espacios privados. Lo que sucede es que la radio como cualquier otro negocio para que funcione necesita que tenga una audiencia que se comprometa económicamente de una u otra forma con los anunciantes para que esta radio subsista. En Canadá se ha hecho varios intentos de radios hispanas, no ha sido muy fácil y una de las razones es muy obvia, no hay tantos latinoamericanos en Canadá. En la radio comunitaria hay programas interesantes, pero no hay que negar que también hay cosas que son absolutamente horribles, es decir, que veces hay gente que hace cosas muy buenas pero también cosas hechas por militantes de derecha o de izquierda, leales a una filosofía y eso hace que muchas veces, sea muy difícil encontrar los mensajes porque la gente hace cosas que son salidas sin ninguna duda del corazón, pero también de una forma visceral y tosca.”
“Yo sé que a nosotros los latinos no nos gusta que nos digan eso pero es real. Estamos hablando de un grupo de personas que no sobrepasa el millón o millón y medio en un país de 35 millones de habitantes. No alcanzamos a ser en la realidad ni siquiera el cinco por ciento de la población a nivel nacional y hay que recordar que aquí las radios son de nivel provincial o local porque no hay mas radio nacional que Radio Canadá. Esto limita bastante las posibilidades de tener una radio en unos contextos en los cuales quienes finalmente van a financiar la radio son quienes las escuchan.”
“Existe el sofisma de distracción de que canadienses anglófonos o francófonos escuchen la radio en español pero no son todos los que se interesan en escuchar 24 horas al día esta clase de radio. Hemos tenido una evolución que contraria a la de los Estados Unidos es una evolución muy lenta, una evolución que no permite tener finalmente medios de comunicación de alta categoría tanto en televisión como en radio o prensa escrita. Hay esfuerzos, hay medios que se han logrado destacar pero digamos que no es la generalidad, por eso es difícil en Canadá tener televisión, radio y prensa en español de alta calidad.”
“Para que el negocio funcione, porque esto es un negocio, porque el que invierte necesita tener contraprestaciones económicas, no es fácil, y no ha habido un desarrollo que permita decir vamos a tener una radio profesional fuerte y sólida en español a nivel nacional que mostrar. Falta un espacio de comunicación que permita hacer algo en español de una calidad tan como grandes medios de comunicación hispanos en Estados Unidos, que nos de una identidad. Creo que falta un poco de tiempo para esto y no se ve claro que la Comisión encargada de aprobar una licitación de una radio hispana ciento por ciento privado en este país, tenga realmente interés. Honestamente creo que por lo pronto no se ve.”
“Somos una minoría real, no somos lo suficientemente grande como para lograr tener un peso especifico en esta sociedad para obtener cosas como esta. A eso hay que agregarle que la sociedad latinoamericana como tal, es un grupo de muchos países, y son evidentes la realidad y los desacuerdos y cuando se entra en ciertas particularidades, es muy difícil encontrar una comunidad cohesionada que luche en este caso por una radio. Esto se ve en la baja participación política de los latinoamericanos en la política canadiense, lo dicen varios estudios realizados en Vancouver, Toronto y Montreal, en la manera como los latinoamericanos tenemos dificultad de actuar como un solo bloque y es difícil salvo como en las tragedias encontrar que se actué como bloque latinoamericano.”
“Esas, creo que son las razones fundamentales que hacen que no se dé la oportunidad. Existen periodistas de grueso calibre que vienen de diversos países latinoamericanos y que están a lo largo y ancho de Canadá, con capacidad para hacer cosas maravillosas porque ya las han hecho en sus respectivos países. Poder vivir de nuestra profesión es un gran lujo pero para muchos que también están buscando una oportunidad cuando tienen que hacer otro trabajo y la radio se vuelve un pasatiempo, las posibilidades de hacer por más que uno quiera un trabajo muy bueno, son más reducidas porque priman otras cosas en que pensar y menos tiempo para trabajar lo que está haciendo”.
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