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Writer's pictureGerman Posada

“Lo mío es la radio”: Donnie Miranda

Updated: Mar 14, 2020

“Despiértese con Veracruz” marcó una época imborrable de vivencias en la ciudad de Medellín. Era la energía y el entusiasmo comprimidos de una juventud en todo su esplendor que en los años ochenta creció con la ausencia de los celulares pero que disfrutó de la magia y el poder de la radio. Nos levantábamos escuchando a Veracruz Stéreo 98.9 y nos cogía la noche sin cambiar el dial.

“Despiértese con Veracruz”, sirvió de desayuno, almuerzo y comida. Incluso hasta de merienda. Fue la puerta de entrada para aquellos que vivíamos las experiencias  musicales de un mundo nuevo y atrevido que contrastaba con lo común de la época.

Con el paso de los años la programación fue cambiando y con ella los locutores. En mi caso en particular quedaron impregnados los nombres de “Tito” López, Donnie Miranda, Vicky Trujillo “La Supersónica”, Carlos Alberto Ríos, Mauricio Pérez y John Jairo Muñoz.

De aquella fantástica radio imposible olvidar la voz y la carismática imagen de Donnie Miranda. Su estilo jovial y jocoso, y su perfecta pronunciación en inglés le dieron un “toque” de finura al programa. Sin duda alguna, Donnie junto a sus amigos en Veracruz Stereo hicieron que la vida fuera más “bacana”.

Como un obsequio, la vida me ha brindado la oportunidad de conversar con Donnie Miranda, otro de mis “héroes de la radio”, y más aún, poder compartirles a todos ustedes parte de la existencia de este emblemático personaje en el que la radio ocupa quizás, el espacio más importante en su vida.


Donnie Miranda. Foto Todelar.

Por: Germán Posada


G.P.: ¿Cuál considera ha sido el motivo más importante en su vida para haber elegido hacer radio como profesión?

D.M.: Realmente Tito fue el que eligió la radio por mí. La radio es una enfermedad para mí y comenzó cuando yo estuve en un internado en Escocia entre los años 1965 y 1969. En esa época había muchas familias británicas viviendo en Colombia y mandaban  a sus hijos al exterior dizque para darles una mejor educación. En mi caso, mis papás perdieron la plata que invirtieron en mí. Terminando la primaria para empezar bachillerato el decano del colegio le dijo a mi papá que yo era muy bueno para la música, el canto y los deportes pero que era bobada perder la plata en educación porque no era buen estudiante.

Recuerdo que en la escuela alguien tenía un radio y nunca lo usaba y lo pedí prestado. Me causaba mucha curiosidad un aparato como esos. En las noches escuchaba transmisiones en LW (Long wave), banda ancha y AM. En AM empecé a escuchar Radio Luxemberg y así conocí artistas como Dave Clark Five, The Hollies, Beatles, Rolling Stones, etc.

A mi mamá le daba mucho temor viajar en avión desde Colombia hasta Inglaterra, una vez cogimos un barco y para que yo no llorara y pudiera escuchar música mi papá me regaló un radio. Yo estaba descrestado porque al pasar por otros países escuchaba emisoras distintas. Ingenuamente yo pensaba que así uno estuviera viajando sólo escuchaba las emisoras de Colombia. Todas estas experiencias fueron llenando ese espacio que me llevaría a trabajar en radio.

G.P.: ¿Cómo se da el proceso para dedicarse a hacer radio?

D.M.: Cuando yo regresé a Colombia y empecé mi bachillerato en el “Columbus School”, conocí  a un americano llamado Michael Smith que tenía un hermano llamado Norman y que hacía parte de la agrupación “Los Yetis”. Yo me mantenía mucho con Michael en su casa. Un día fue Tito López que era hermano de Iván Darío López (q.e.p.d) y Juan “Juancho” López, que también formaban parte de “Los Yetis”. Así logré conocer a todos los miembros de la agrupación. También me hice amigo de Tito y por cuestiones de la vida resulté siendo más amigo de él que de Michael Smith.

Era la época en la cual el nadaísmo estaba en su esplendor en Medellín y la mamá de Michael era Rosa Girasol, la compañera sentimental del poeta Gonzalo Arango. Como anécdota, recuerdo que ella me hacía el reclamo del por qué habiendo conocido primero a su hijo había resultado más amigo de Tito. Pero en realidad no hice mucho caso a esto.

Tito compró una revista que se llamaba “Mecánica Popular” en donde mostraban como concebir una emisora. El, junto a un amigo suyo comenzaron  a desarrollar el proyecto pero su amigo no lo siguió y Tito me invitó a mí. Mi casa era muy grande y en ella Tito y yo seguimos construyendo la emisora la cual llamamos “Radio Cáncer” porque ambos somos del signo zodiacal Cáncer. Lo que trasmitíamos se escuchaba en AM o en FM a unas 10 cuadras a la redonda y fue ahí cuando yo empecé realmente a enamorarme de la radio.

Yo venía con esa cultura de haber escuchado Radio Luxemberg y a los locutores en los primeros programas de BBC Radio1. Lo mío no era tanto radio si no música. Un día Tito me mostró un casete en donde había hecho una grabación como si fuera una emisora y yo estaba maravillado con esto. Empecé a verme como un DJ y a pensar que podía vivir de la radio. Esos fueron mis primeros inicios en el mundo radiofónico.

G.P.: ¿Quién ha sido Oscar “Tito” López en la vida de Donnie Miranda?

D.M.: Primero que todo mi mejor amigo. Diría que mi segundo padre. Yo llegué de Escocia siendo una persona muy insegura. Le puedo contar que Tito  hasta me controlaba con las novias y me aconsejaba cual me servía y cual no. (Jajajaja). Recuerdo que cuando comencé a estudiar Contaduría Pública me sugirió que escogiera otra cosa que me gustara. Tito ha sido un hermano que nunca tuve. Alguien muy inteligente y muy seguro. Siempre me guió y a la radio llegué gracias a él. Tito para mi es todo.

G.P.: ¿Qué fue lo que tanto nos cautivo de “Despiértese con Veracruz” a la juventud de los ochentas y noventas?

D.M.: Mi papá tenía una casa en Escocia y cada año viajábamos a ella. Supuestamente era de vacaciones pero no era tanto así. En Escocia yo me la pasaba con un radio de 240 W para poder escuchar diferentes emisoras. Tenía hasta tres grabadoras muy buenas y grababa programas y canciones. Y luego de mis vacaciones en donde recorríamos Escocia, Holanda ó Bélgica, cuando regresaba a Medellín le entregaba todos esos casetes a Tito y a Carlos Alberto Ríos para que se dieran cuenta como hacían la radio en Europa.

Algo que yo noté en Inglaterra en BBC1 era que por la mañana siempre había un sólo locutor con un estilo muy particular que era como hablándole a uno. Lo único que lo acompañaba era un efecto sonoro. Escuchaba a Dave Lee Travis y la manera como él hacía el “Morning Show” era espectacular y yo estaba maravillado con esto.

En otras emisoras escuchaba un animador con otra persona que le hacia un “back up”.

Yo le mostraba esto a Tito. Programas que eran de 5 a 9 am o 6 a 9 am. Al tiempo Tito viajó a N.Y y empezó a darse cuenta de los “Morning shows” que hacían por allá. Fusionamos mi experiencia en Inglaterra y la de él en USA y así empezamos a hacer el primer “Despiértese con Veracruz”. Fue muy “charro” porque este primer programa después de que lo hicimos a ninguno de los dueños de la emisora les gustó y nos dijeron que había sido una ridiculez.  Nosotros nos defendimos argumentando que era el formato radial que se estaba imponiendo a nivel internacional y que nos dieran la oportunidad de pulirlo. Pero casi nos “paran en seco”.

“Tengo un agradecimiento muy especial a las personas que durante tanto tiempo me acompañaron y que ni siquiera conocí”.

Donnie Miranda.


G.P.: ¿Qué le fascina de la música coral?

D.M.: A mí la música coral me inspira, me encanta. En el internado uno tenía que escoger supuestamente hobbies. Yo escogí carpintería, culinaria “para comer bastante”, deportes y canto. Yo cantaba muy bien y fui el cantante líder del coro del colegio. Aunque mi voz era débil supuestamente era muy bonita.

Recuerdo que mi profesor me decía que era una gran lástima porque según él, podía haber llegado muy lejos con mi voz.

G.P.: ¿A quién ha admirado de nuestra radio?

D.M.: Tito y yo siempre tuvimos una admiración por  Armando Plata Camacho  El tenía una voz diferente para todos los géneros. El te podía presentar rock, cumbias, lo que fuera, pero lo hacía de una forma impresionante. Armando Plata era el hombre que uno tenía que seguir.

Me acuerdo de la envidia que le teníamos a Lina Botero presentando el “Top ten USA” en televisión y nos fascinaba la idea de poderlo hacer algún día. En lo personal siempre me han encantado los conteos.

G.P.: ¿Qué tal la experiencia en televisión?

D.M.: Muy buena. Obviamente mi figura no era lo mejor para televisión pero a la gente le gustó mi estilo y me aceptaron. El primer programa fue “La Música de Veracruz” los domingos de 8 a 9 de la noche y lo realizó Tito. Viendo el éxito del programa poco a poco nos fuimos metiendo mas de lleno en Teleantioquia presentando  transmisiones los martes, miércoles, jueves, viernes con “Oro Sólido” que lo hacía Carlos Alberto Ríos y “La Música de Veracruz” los domingos. Pero lo mío es la radio.

G.P.: ¿De dónde su fe en Dios?

D.M.: Supuestamente yo soy protestante. En Escocia en el internado todos los hombres teníamos que ir con la falda escocesa a la misa y lo que más me gustaba de esas misas era que durante las ceremonias cada iglesia tiene su coral y a mí me encantaba la parte coral. A partir de ahí me empezó a gustar esta clase de música.

En Colombia en nuestra casa teníamos a una empleada que se ocupaba de los oficios y se  llamaba Isabel. Ella trabajó con nosotros durante muchos años y poco a poco me fue inculcando acercarme a Dios. Lo poco que se en materia de orar es gracias a ella. Empecé a ir a misa. A visitar a María Auxiliadora todos los martes. A encomendarme a Dios para todos mis propósitos. Gracias a ella me volví una persona muy creyente. Más que ir a misa, me encanta ir a una iglesia a sentarme solo a orar y a hablar con Dios.

G.P.: ¿La época con Veracruz Stereo definitivamente lo mejor de su experiencia en radio?

D.M.: Si. Todo en la radio han sido enseñanzas desde que empezamos a hacer los programas en Emisoras El Poblado, pasando por La Voz de la Música, Radio Ya, Radio Éxitos, Todelar FM, La Voz de Rio Grande, etc.

Estando en Todelar conocimos a Jaime Saldarriaga socio del Sistema Federal de Antioquia y después de hablar con él nos envió donde Mario Gutiérrez gerente del Sistema Federal de Antioquia que son tres emisoras, “El Poblado”, “Radio Popular” y “La Voz del Cine”. Mario me hizo una entrevista en donde me preguntó que sabía de radio y yo sin pensarlo dos veces  le respondí que acababa de llegar de Inglaterra y que había trabajado con la BBC y con la VOA.  El me respondió que la emisora “La Voz del Cine” era mía.

Por ese entonces “La Voz del Cine” la iba a manejar Guillermo Hinestroza, el creador en Antioquia de la música de los sesentas, de la época de “Milo A Go Go” y se trataba de música que tuviera que ver solo con películas. Como Guillermo  nunca se interesó, resultamos Tito y yo dirigiéndola. Allí aprendimos a hacer locución control.

Luego al pasar a Radio Disco ZH fue muy bueno porque era la primera vez que teníamos una emisora en AM con buen sonido. Era toda una maravilla.

Para ese entonces Todelar nos ganó por unos tres meses presentando un “Top twenty” diciendo los nombres de las canciones y de los artistas pero muy pronto nosotros comenzamos a surgir gracias a nuestros conocimientos en materia de música y al aprendizaje que habíamos adquirido en Radio Disco.

G.P.: Luego de Veracruz siguió trabajando para otras compañías radiales. ¿En cuál de ellas diría que se sintió muy a gusto?

D.M.: Luego de casi 22 años en Veracruz tomé un receso de unos seis meses. Yo era accionista de la emisora y hablé con Carlos Mejía su accionista principal de mi descontento con lo que en ese momento se estaba haciendo en la emisora. En pleno inicio de los noventas llegaron cambios y nuevas propuestas musicales y Veracruz necesitaba renovarse.

Un martes después de visitar a María Auxiliadora, Tito me llamó diciéndome que me tenían una muy buena propuesta de Caracol para manejar el Sistema 40 principales. Yo quedé algo sorprendido pero él me explico de qué se trataba. Al día siguiente en Bogotá el resultado de la entrevista fue que me asignaron para dirigir “Bésame” un conjunto de 9 emisoras y eso fue para mí la segunda mejor época de la radio.

No hay nada más rico que sentarse a aprender de las nuevas generaciones y uno brindarles a ellos nuestra propia experiencia. Me fue muy bien. En un espacio de un año y medio las 9 emisoras que había coordinado llegaron a los primeros lugares. Ricardo Alarcón estaba feliz con el resultado de mi trabajo.

La peor experiencia fue cuando Julio Sánchez Cristo empezó a quitarnos las frecuencias de “Bésame” hasta que solo quedaron las de Medellín y la de Bogotá. Yo hablé con Jordi Finazzi, el coordinador de las emisoras y me dijo que en Medellín me querían para la W. En realidad yo si quería pero sin tener nada que ver con Julio Sánchez Cristo. No quería hacer remotos, quería ser programador, presentar clásicos, ser DJ. Aparentemente hubo conversaciones pero nada fue claro. Julio siempre insistió que yo era la estrella en Medellín y que debía ir al aire lo que ocasionó discusiones y yo me harté de todo eso. Cada vez perdía horas y fui perdiendo la pasión. Finalmente llegué a un buen acuerdo con los directivos en Medellín y fue la última vez que hice radio.

Yo se lo digo a todos, la poca pasión que me quedaba con la radio Julio Sánchez Cristo me la quitó.

G.P.: ¿En radio hay algo de estudio o toda ha sido talento empírico?

D.M.: En radio no estudié absolutamente nada. Tanto es que cuando veo una consola me asusto. Me considero muy malo para la parte técnica. Tito me ayudaba mucho en esto. Cuando en Caracol cambiaban las consolas yo me tenía que ir un fin de semana para practicar y no irme a equivocar el día lunes.

Entre otras cosas no he sido buen animador en tarima, no me siento bien haciendo esto. Nunca sentí la pasión por esta faceta de la locución. Hubo gente que me ayudó mucho como Santiago López “Pattín” (q.e.p.d) y Cesar Augusto Herrera, “El clásico”, pero yo nunca encajé en esas actividades.

G.P.: ¿Qué diferencia podría establecer a esa época de hacer radio en los ochentas a la que se hace hoy en día?

D.M.: Nosotros no pensábamos tanto en la parte monetaria. Era más la pasión y trabajamos mucho tiempo gratis. Por ejemplo, lo que recogíamos de dinero Tito y yo, lo invertíamos en lo que fuera de radio. Hoy en día la gente ya no está trabajando por la pasión si no para buscar un poquito de fama y buscar plata por fuera. El asunto es que pagan tan mal, que muchos empiezan a utilizar el recurso de “la payola” o al rebusque en la calle con eventos.

G.P.: ¿Eso de que ahora cualquiera puede hacer locución es cómo si se le hubiera perdido el respeto a esta profesión?

D.M.: En lo personal no puedo defender mucho esta posición. Tengo licencia de locución pero porque me ayudaron y quiero ser muy honesto con esto. La parte oral la perdí varias veces hasta que un contacto en la empresa en donde mi papá trabajaba y que era muy amigo de Juan Harvey Caicedo habló con él y así pude pasar. En la parte cultural si no tenía problema porque siempre he leído mucho y mis experiencia con mis viajes me ayudaron también.

Ahora, no necesariamente quien saca las mejores notas es el mejor trabajador y viceversa. Creo que hay que tener un poquito de los dos. El saber para enseñar y la pasión para aportar.

G.P.: ¿Qué está haciendo actualmente en radio?

D.M.: Las cosas de la vida. Tito y yo tuvimos competencia por todos los lados y muy dura. Cuando hicimos radio juntos y separados. Estando Tito trabajando en Bogotá y yo en Medellín, un día me encontré con una de esas competencias que era Albeiro Posada y le propuse trabajar juntos. Yo sufría mucho con esto. El accedió y terminamos siendo muy buenos amigos. El tiene un espacio en “Ondas de la Montaña” de 3 a 3 y media de la tarde y yo le mando una nota de un minuto. Son cinco años haciendo esto de lunes a viernes comentando sobre un artista diferente cada semana. Eso es lo único y lo hago con mucho gusto.

G.P.: ¿Para usted todo tiempo pasado en la radio de Colombia fue mejor?

D.M.: Mil veces. Hasta en la vida diaria. Todo pasado es mejor. Uno vive hoy en día viendo los hijos crecer y experimentando las cosas nuevas que van apareciendo. Pero es indudable que el pasado fue mejor.

G.P.: ¿Con tantos años y tantas experiencias haciendo radio cuál es su balance de su participación en este mundo mágico?

D.M.: ¿Sabes que yo nunca miro eso? Nunca hago balances. Soy muy malo para esto. Tuvimos la fortuna primero de hablar el inglés. Esto me ayudó mucho y me dio mucha credibilidad cuando presentaba las canciones. Tuve la fortuna que mi papá viajaba mucho porque era vicepresidente de relaciones públicas de Coca Cola y yo aprovechaba para que el me comprara música en el exterior. Y un tío que vivía en Escocia cada semana me mandaba la lista de las nuevas entradas del “top ten” en Inglaterra.

Todelar nos ganaba en información por el lado de Estados Unidos pero por el lado de Inglaterra era prácticamente imposible. Esto nos puso en el mapa.

La parte bonita de Tito y yo cuando nos iniciamos en la radio era que desconocíamos lo que era una encuesta, no estábamos por competir. Era un “hoobie” en donde podíamos ir a poner la música que nos gustaba.

Una vez Tito y yo visitando a Bernardo Tobón en ese entonces gerente  de Todelar en Medellín, nos dijo que nos habían vuelto a ganar en una encuesta y nos explicó de que se trataba. A partir de ahí comenzamos a reaccionar en este aspecto.

G.P. Empezó varias carreras en la universidad y no las terminó. ¿Se arrepiente?

D.M.: Estadística en la Universidad de Medellín. Luego Contaduría Pública. Administración y Finanzas en la Bolivariana. Finalmente Mercadotecnia y tampoco. Yo trabaja en Coca Cola y estudiaba pero lo que más me jalaba era la radio. Alguna vez mi papa hablando con Alberto Vásquez uno de los socios de Veracruz le propuso que comprara unas acciones en la emisora para que yo me dedicara tiempo completo a la radio y mi papá aceptó. Fue así como logré ser accionista de Veracruz y mantenerme de lleno en la radio.

G.P.: ¿Guarda contacto con ese “combo maravilloso” con el cuál hacía “Despiértese con Veracruz”?

D.M.: No exactamente con la gente de “Despiértese con Veracruz”, pero hablo mucho con “Marconi” que es una biblia en radio. Con Albeiro Posada, con la gente del “Súper Debate”, con Jhon W, con Mauricio Pérez, y mucha gente de radio. Hablamos del pasado y la pasamos muy bueno retroalimentándonos de tantas experiencias de radio.

G.P.: ¿Qué les dice a las personas que desean hacer carrera en radio?

D.M.: Lo más importante es tener la pasión. A nosotros nos enseñaron que el dinero lo es todo pero las cosas han ido cambiando. Si uno de verdad quiere triunfar hay que dedicarse realmente a lo que lo apasione y tratar de ser el mejor porque ahí es en donde está la plata. Primero la pasión sobre la razón. Aprender de los otros. Crear su propio estilo.

G.P.: Donnie muchas gracias.

D.M.: Tengo un agradecimiento muy especial a las personas que durante tanto tiempo me acompañaron y que ni siquiera conocí. No hay día en que yo salga a caminar por Medellín y que alguien no me reconozca y me saluden. Esto es muy bacano que después de tanto tiempo  la gente lo recuerde, lo respeten y le guarden cariño a uno. A mí me da vergüenza cuando me piden un autógrafo  o una foto pero es muy especial compartir con la gente.

¡Chau Chau Bucarooooss! 

“Yo se lo digo a todos, la poca pasión que me quedaba con la radio Julio Sánchez Cristo me la quitó”. 

Donnie Miranda.


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Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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