Oscar “Trapito” Domínguez. Foto: Caracol.
Por: Fabio Becerra Ruiz
Corría el año 1966, cuando por decisión del recordado periodista Alberto Acosta, inauguré como lector de noticias, el informativo “RADIOSUCESOS RCN” (que reemplazó en Radio Cadena Nacional al tradicional noticiero “Actualidades RCN”), y el cual se estableció con una sociedad entre la empresa A-3 cuyos socios fueron Alberto Acosta Penagos “el gago”, con Alberto Vásquez, y Ramiro Andrade Terán, que después se amplió con Mario Franco Ruiz, y Mario Acosta también como socios, y en la cual la empresa A-3 aportaba el personal periodístico y de locución, y la cadena RCN sus instalaciones y emisiones al aire por más de 90 emisoras entre propias y afiliadas regadas por toda la geografía de Colombia, sociedad que después se extendió a la televisión con el noticiero TEVESUCESOS RCN, informativos por los cuales, en “Actualidades RCN” desfilaron periodistas de la talla de Alfonso Castellanos, Juan Darío Lara, Manuel Prado Mejía, Guillermo Tribin Piedrahita, mi paisano y querido amigo Juan Castillo Muñoz, y Ramiro Mantilla, entre otros, en "Radiosucesos RCN" el maestro Orlando Cadavid Correa, el único Manizalita nacido en Antioquia, quien se inició como corresponsal desde Manizales y llegó a ser Director Nacional, cargo al cual renunció al no compartir directrices de la empresa, el excelente periodista y escritor Fabio Rincón Tamayo hoy radicado en Villeta y vigente en el oficio, Marcos Jara, Byron Valencia, Héctor Rincón, y en “Tevesucesos RCN” el muy admirado Yamid Amat, el ahora Pastor cristiano Darío Silva Silva, Virginia Vallejo, Ignacio "nacho" Ramírez, Margot Ricci, la recordada Amparito Pérez, Edgar Artunduaga, secundados por el lente profesional del recordado Jaime Gómez Pérez, quien registró con su cámara, eventos inolvidables de esa época con el suscrito como presentador del Noticiero de las 11 pm por el único canal de TV de entonces con cubrimiento nacional y en blanco y negro, actividad que yo ejercía simultáneamente con la lectura de los noticieros de "Radiosucesos RCN".
En la nómina de periodistas del hoy desaparecido informativo “Radiosucesos RCN”, se destacaba Oscar Domínguez Giraldo, un joven con pinta de hippie, pelo largo, bluyines raídos, chancletas de intelectual, bigote mazamorrero de charro mexicano, mirada de “yo no fui” pinta de bacán de barrio, y cara de loco-serio recién importado de Medellín, quien se perfilaba como un gran prospecto del periodismo, pero cuya característica que ya lo distinguía y que lo ha hecho famoso y apreciado entre sus colegas, era su buen humor, su sencillez, y en especial su permanente “mamagallismo” y simpatía, quien entendía más cuando lo llamaban sus compañeros como “trapito”, y que después de una brillante trayectoria periodística, llegó a dirigir posteriormente la hoy famosa agencia de noticias Colprensa, en la cual era tal su serio “mamagallismo”, que ha sido quizá uno de los más amenos y descomplicados directores de dicha agencia, que desde entonces cubre información para emisoras y periódicos de todo el país, y donde no fue el austero jefe de sus colegas, sino su compañero y compinche, posición en la cual sucedió al maestro del periodismo Orlando Cadavid Correa.
Cubrió Oscar “trapito” Domínguez , importantes eventos en su paso previo por el Noticiero Todelar, como la ceremonia del premio Nobel a García Márquez desde Suecia, la situación delicada de Nicaragua con la revolución sandinista, en la cual el avión en que viajaba en misión periodística fue tiroteado al aterrizar en Managua corriendo serio peligro su vida, y desde esa época enfiló su trabajo preferencialmente hacia el difícil campo del periodismo de humor, con finas pero humorísticas columnas con las cuales hoy aún activo, se destaca como uno de los mejores del país, y trabajos periodísticos que se publican semanalmente en El Tiempo, El Colombiano, y diversos medios de Colombia y del exterior.
Una muestra de la chispa, de su original estilo y forma de actuar en su vida personal, y del consumado y serio mamagallismo del “Trapito” Domínguez, fue la carta de renuncia que le cursó hacia 1967 al entonces Gerente de la recordada cadena Todelar German Tobón Martínez, con la cual le dimitió como periodista del Noticiero Todelar, cuando “lo bajaron” de un viaje internacional que le habían prometido, y renuncia que aún causa risa, pues muestra su arrolladora y humorística personalidad, con expresiones que son realmente un ejemplo de serio pero fino humor, el cual demostró también con sus libros “Un hombre llamado Domingo” y otros que han sido editados por importantes universidades y entidades del país, y con columnas que algunos las equiparan a las de otros grandes del escaso pero complicado campo del periodismo de humor en Colombia, mientras muchos lo consideramos el mejor en esa difícil actividad, en el cual también se han destacado, Daniel Samper Ospina, Humberto Martínez Salcedo, Luis Noé Ochoa, Daniel Samper Pizano etc, y que a algunos nos recuerda al gran Art Buchwald quien escribió más de 8.000 columnas de fino humor periodístico, para diarios de USA y del mundo.
Éste es el texto de dicha carta de renuncia que hoy nos facilita de su archivo personal, el gran Bernardo “Benny” Tobón Martínez, único sobreviviente de esa nómina de “forjadores de la radio” que hicieron de Todelar la más importante empresa radial de su tiempo, carta con la cual el entonces Gerente de Todelar debió desternillarse de la risa para aceptarla, pues el “trapito” Domínguez de manera irrevocable decidió trastear sus bártulos en esa ocasión a Radiosucesos RCN.
Bogotá, julio 2 de 1969
Señor
Germán Tobón Martínez
Gerente TODELAR
E.S.D.
Señor Gerente:
Esta nota es una invitación a que me excluya de la nómina más rápido que inmediatamente, o sea como por entre un tubo.
Digámoslo en la fraseología ortodoxa, que renuncio irrevocablemente a mi curul de redactor del Noticiero Todelar de Colombia.
Acogiéndome a una vieja tradición, le pido que acepte mi dimisión a partir del 19 de julio, cuando debería reintegrarme, después de broncearme con el sol de Cartagena y deleitarme con el aguardiente de Antioquia.
No me lo pregunta, pero le diré:
Jorge Enrique Pulido, el director del Noticiero, entendió que “el poder es para poder” y no para fabricar zanahorias de corte chaparraluno, y me sacó de taquito (como lo haría Willington Ortiz), del viaje a Europa del presidente Turbay Ayala, no tanto porque me correspondiera viajar, por cuanto la empresa es dueña de hacer de su nómina un candelabro, (sin sacar de casillas al sindicato de Analtraradio, claro está), sino porque Pulido había adquirido, sin nadie pedírselo, el compromiso de “sacrificarse” a favor de éste palaciego garrapateador de cuartillas, derecho que en la jerga periodística otorga la facultad de mamarse los discursos y trajes del mandatario de turno.
En fin, los hechos demostraron luego que lo de Jorge Enrique no era más que una mentira con los ojos azules.
Recordará señor Gerente, que con su complicidad y felizmente, trasteé mis bártulos reporteriles a Managua, donde realicé la faena que más ha halagado a mi miope y narizona vanidad periodística, pero creo que hay que “jalarle al respetico”, por lo cual me doy el ancho.
Jorge Enrique hizo lo suyo, y estaba en lo suyo. Yo hice lo mío.
Le sugiero concluir el ciclo y remitir ésta, a contabilidad y a tal y pascual.
Para mí fue una repetida ventura y aventura haber camellado en Todelar con tanta gente capaz y bella, y en un clima de libertad que no existe en ningún otro medio del país.
Déjeme deslizar una furtiva lágrima por el trabuco que se va, y gozar del que viene
No creo que el manual de Gerencia le permita dilapidar tiempo en ladrillos dimisorios, así que chau, y nos vidrios.
Atentamente,
Oscar Domínguez G.
Copia: Xerox, Dirección, Jefatura de redacción, cartelera.
(Esta columna es de estricta responsabilidad del autor y no representa la opinión de este portal)
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