Jesús Eduardo Ramírez Garzón en los estudios de RTVC.
La historia de la radio en Colombia está próxima a cumplir un siglo de existencia y la de la televisión acaba de cumplir 70 años. En ellas son incontables las personas que con su aporte han contribuido de una u otra manera a su realización.
Jesús Eduardo Ramírez Garzón, un vehemente apasionado de la electrónica, es parte fundamental de este conglomerado de personas. Su curiosidad por saber cómo era que llegaba el sonido a la radio y luego a la televisión, lo llevó a convertirse en un dinámico operador de sonido que motivado por su pasión se movió como pez en el agua entre ambas, aprendiendo y explorando el maravilloso y mágico mundo de la técnica en los medios de comunicación.
"Afortunadamente mi Dios me dio la oportunidad de jubilarme de la televisión y la radio, pero la radio sigue siendo mi pasión.", comenta con regocijo Eduardo, quién sigue siendo un empedernido radioaficionado que aspira, pese a estar jubilado, contribuir con sus conocimientos y experiencia en el montaje de una emisora comunitaria para que un sector campesino se informe y se eduque.
Eduardo Ramírez conoció y trabajó con grandes figuras de la locución colombiana y tiene una gran admiración y respeto por un selecto grupo de voces célebres que forman parte de esta gran historia. Pero aun con la deferencia que él pregona, tampoco duda un solo instante en proclamar como héroes y artífices de la construcción de esta gran empresa que es la televisión, a todos aquellos que desde el anonimato contribuyeron para edificarla.
"La televisión en realidad la hicieron los obreros, electricistas, maestros y técnicos, los que montaban las torres. El resto viene por añadidura porque sin desmeritar el trabajo de los actores, locutores y presentadores, fueron secundarios y nunca sufrieron las inclemencias del tiempo y todas las dificultades para esta gran obra.", puntualiza Jesús Eduardo Ramírez Garzón.
Por: Germán Posada
¿Cuándo comenzó a trabajar en la radio?
Mi afición era la electrónica y la radioafición. Empecé en la radio cuando tenía unos 17 años en una emisora que se llamaba Emisora Lumiton. Sus propietarios eran los dueños de la fábrica de pinturas Lumiton. Colaboraba como 'patinador' llevando los boletines de las noticias a la cabina. Posteriormente aprendí a hacer sonido.
Siempre me intrigaba el saber por qué en una radio que tenía mi papá yo escuchaba una persona. Finalmente, Dios me dio la oportunidad de hacer una carrera en radio y así supe cómo era que llegaba un sonido a un radio.
En aquel entonces se enviaba la información desde el estudio de la emisora a través de una línea telefónica llamada blindada hasta la principal en el barrio puente Araña de aquella época.
Tengo mi licencia como Técnico en Radio y Televisión del Ministerio de Comunicaciones. Fui un autodidacta, pero siempre me intrigó la electrónica. Yo salía de mi trabajo y me iba a estudiar electrónica al SENA. Luego de esto me presenté al Ministerio de Comunicaciones para obtener mi licencia. Luego me fui a estudiar al Colegio Nacional de Telecomunicaciones y saqué otra licencia. No fui a la universidad. Leí muchos libros.
¿En cuantas empresas laboró?
Después de mi experiencia en Emisoras Lumiton, pasé a la Emisora Suramérica, y así sucesivamente estuve trabajando en La Voz de Colombia, después en Radio Horizonte, La Voz de Bogotá y por último en el Circuito Todelar de Colombia en la emisora Radio Continental.
En la Radiodifusora Nacional se hacían las radionovelas. También se hacía la locución del presidente de la república. En aquella época no había estudio de radio en el Palacio Presidencial y tocaba llevar una consola para que el presidente desde la casa presidencial hiciera su discurso. Solamente transmitía la Radio Nacional y las demás emisoras entraban en cadena razón por la cual, para la época, no se veía esa gran cantidad de micrófonos como hoy en día.
También se hacían los noticieros. En la casa presidencial tuve la oportunidad de hacer varios controles remotos, pero igualmente iíbamos a donde la casa presidencial lo requería.
¿Llegó a hacer locución?
Si, claro, cuando estuve en La Voz de Bogotá. El locutor de la emisora estaba estudiando medicina y por sus estudios en la universidad ocupaba mucho tiempo y en ocasiones no podía llegar a su turno y yo lo reemplazaba.
Tengo mi licencia como locutor de primera categoría de noticias en radio, pero la parte técnica siempre ha sido mi sueño.
La locución la ejercí por un periodo de un año. También tuve la oportunidad de hacer locución en la Radiodifusora Nacional de Colombia en donde leía un noticiero que se llamaba el Noticiero Telecom al lado de la famosa locutora de la época, Cecilia Fonseca de Ibáñez.
¿De aquella época de radio a cuáles locutores recuerda en especial?
Había muy buenas voces, pero la más destacada era la de Carlos Arturo Rueda gran narrador de ciclismo. Comenzó como animador de radio teatro en la emisora Nueva Granada y luego se dedicó a la locución deportiva siendo muy famoso durante muchos años junto a Julio Arrastía Bricca. Ellos hacían la narración de ciclismo que era muy difícil porque había que instalar transmisores en las montañas después de terminada cada etapa.
Otras voces fabulosas que recuerdo fueron las de Julián Ospina, Juan Harvey Caycedo, Gerardo Mosquera Ruiz, Hugo Alberto Munker, Juan Eugenio Caballero, esposo de la famosa cantante María Luisa Landin, Hernán Castrillón Restrepo, Carlos Pinzón, Eduardo Pinzón, Julio Nieto Bernal, Alfonso Lizarazo, Teresa Gutiérrez, Gabriel Muñoz López, Armando Plata Camacho, Alejandro Oramas, Juan Eugenio Cañavera, Luis Alberto Fierro, Enrique Pérez, Cristóbal Américo Rivera, Alberto Díaz Mateos, Santiago Munévar Silva, Cecilia Fonseca de Ibáñez, Sofia Morales.
¿Por qué dio el salto de la radio a la televisión?
Para mí la radio fue una escuela y sigue siendo mi sueño. En radio hice todo mi trabajo de investigación y de tantas cosas que se realizaron en la época.
Nosotros éramos un grupo de compañeros operadores de sonido que apagábamos la emisora a las 12 de la noche y a las 6 de la mañana estábamos nuevamente al aire. Después del turno nos reuníamos en una cafetería a conversar y nuestro interés de aprender más y sumado a nuestra experiencia nos fue llevando a la televisión a hacer sonido también. Tuvimos una capacitación rápida, era algo diferente en radio, pero asimilamos pronto la capacitación para televisión.
¿Cómo fue esa transición de radio a televisión?
El sonido en la televisión es muy similar al que se hace hoy en día en cine. Pero la diferencia es que en cine se oye digital. En aquella época la diferencia de hacer sonido en radio y televisión era que la consola, por cierto, bastante moderna, y el teleprompter estaban delante de la consola del operador de sonido quién era prácticamente el que dirigía el programa. Cuando el productor anunciaba quién iba a hablar se abría el micrófono para esa persona. A veces se manejaban hasta 10 micrófonos cuando había musicales. Así nos fuimos adaptando a la nueva tecnología, pero la experiencia de radio venía prácticamente similar a la de la televisión. En la producción de la televisión el sonido se hacía a través de mirar los monitores y de las órdenes del productor.
Mi experiencia e investigación en radio ya había culminado y me dediqué a hacer sonido en televisión. Me propuse a investigar cómo era que llegaba una imagen a un televisor. Se hacían programas musicales y otros con orquestas sinfónicas que eran de los más complicados para realizar en aquella época. Por ejemplo, El Show de Jimmy que incluía orquesta, cantantes y público, se debían coordinar todos estos sonidos para que salieran al aire.
¿Por qué es tan importante el cerro de Manjui en la historia de la televisión en Colombia?
Ese cerro se denomina Manjui y está ubicado entre los municipios Zipacón y Facatativá. Es famoso por las comunicaciones porque ahí hicieron un estudio los de la NASA para hacer transmisiones cuando fue el hombre viajó a la luna. El Cerro Manjui figura como uno de los mejores sitios para hacer transmisiones dentro del territorio colombiano. En este cerro se instaló el primer transmisor para la señal de televisión y de radio nacional de marca Telefunker traído por el presidente Rojas Pinilla.
En el comienzo la tecnología alemana fue muy importante. Luego se propagaron en diferentes sitios de las montañas otros equipos americanos.
¿Digamos que si bien fueron muy importantes los talentos al aire que fueron pioneros en la televisión, no son menos importantes aquellos trabajadores que con su trabajo y esfuerzo, hicieron todo del montaje para que tuviéramos la señal televisión en Colombia?
Tuve la oportunidad de ser miembro de la Red Nacional de Televisión cómo técnico de transmisores. Me causaba curiosidad cómo se montaba una torre, la colocación de las antenas y cómo llegaba la señal de una imagen a un televisor. Aquella época era terrible porque las montañas en Colombia son muy difíciles para su acceso y además de eso, estábamos en plena situación de guerrillas y se complicaba el poder llegar a cualquier cerro.
Cuando el gobierno elaboró un estudio para aumentar la señal de la televisión a diferentes partes comenzó una odisea para poder llevar esos equipos a las diferentes partes de aquellas montañas. Nos íbamos algunos técnicos y hacíamos entrevistas a pobladores de la región y se contrataban personas para que nos ayudaran a cargar estos equipos.
Para algunos sitios se subían los equipos en mulas y caballos y en algunos casos era tal el esfuerzo físico de estos animales que no aguantaban y se morían. Tocaba entonces a algunos de las personas contratadas subirse los equipos al hombro y seguir a pie para cumplir la meta hasta donde debían llevarse para comenzar a construir las casetas y luego empezar a montar las torres muy difíciles de subir.
Había partes en donde era casi que imposible colocar las torres como el Alto del Tigre en donde una de las bases de la torre quedó en un abismo y hubo que hacer una estructura especial para que esa base se apoyara. En aquella región la época de la violencia era difícil. Unos apoyaban otros no. Finalmente se logró gracias a Dios. Fueron muchas aventuras, la gente sufrió mucho y hubo muertos porque el clima a veces era terrible. Para los camiones era también muy difícil subir, algunos a punto de culminar la montaña, perdían fuerza y se devolvían, en alguna ocasión, mientras uno de ellos comenzó a rodar, algunos obreros desesperados se tiraron y fueron atropellados por el mismo camión falleciendo dos de ellos.
La televisión en realidad la hicieron los obreros, electricistas, maestros y técnicos, los que montaban las torres. El resto viene por añadidura porque sin desmeritar el trabajo de los actores, locutores y presentadores, fueron secundarios y nunca sufrieron las inclemencias del tiempo y todas las dificultades para esta gran obra.
"Me causaba curiosidad cómo se montaba una torre, la colocación de las antenas y cómo llegaba la señal de una imagen a un televisor."
Jesús Eduardo Ramírez Garzón operando los transmisores de tv en el Cerro Manjui.
¿Cómo recuerda el primer día que se pudo ver televisión en Colombia?
Eso fue el 13 de junio de 1954. Ese día fue de mucha alegría. Para Colombia fue trascendental ver la imagen del promotor de la televisión que fue el General Rojas Pinilla. Eso significó mucho para Colombia. Ese día comenzó una gran alegría pero que no era para todos porque una gran mayoría de los colombianos no tenían la oportunidad de tener un televisor.
El gobierno se percató que la televisión era muy importante para la imagen del presidente y al mismo tiempo que aun siendo la imagen a blanco y negro era muy costoso. El General Pinilla un hombre de pensamiento progresista, vio la isla de San Andrés como puerto libre para que no se pagara impuestos y se tomara como vía para el flujo del comercio de los televisores y para que la gente de estratos bajos pudiera tener su televisor, se creó través del Banco Popular un convenio para traer unos televisores marca Emerson y los daban a crédito.
¿Es verdad que en su barrio fue usted quién tuvo el primer televisor?
En realidad, era de mi suegro. En aquel entonces yo vivía en casa de mi suegro y tenían un televisor grande. Allí llegaban todos los niños del vecindario y se sentaban en el piso a ver televisión. Inicialmente se comenzó con tres horas de transmisión, luego se aumentó a seis y poco a poco se fue aumentando el número de horas.
¿Y cómo recuerda la llegada del color a la televisión?
El color en la televisión colombiana llegó entre 1979 y 1980.
En el año de 1968 visitó a Colombia el Papa Pablo VI y por esta razón se inauguró un sitio conocido como El Templete, allí el sumo pontífice iba a hablarle a sus feligreses. No había como transmitir una señal al exterior y vinieron los ingenieros italianos de la RAI a transmitir, pero no había satélite directo. Un ingeniero italiano del que no recuerdo su nombre, se consiguió un globo y en él montaron un transmisor a color que habían traído los italianos y mandaron la señal al exterior en color. Eso fue toda una odisea
Había un satélite que se llama el Pájaro Madrugador que solamente en ciertas horas del día se podía ver la señal. El general Rojas Pinilla comenzó a tramitar la señal a color a finales de los años 60.
Cuando la televisión cumplió 50 años, los trabajadores denunciamos la liquidación de Inravisión como medio público y como los poderosos se estaban apropiando del medio.
¿Cómo ve los cambios que la tecnología ha hecho en la radio y en la televisión moderna en comparación a la que le toco a usted?
Como no había videotape, los noticieros y los eventos especiales se hacían en cine que era mudo y se llevaba un equipo aparte de marca Philips, para producir el audio y cuando salía al aire se hacia la edición. Al mismo tiempo que sonaba, el operador de sonido tenía que estar muy atento para la imagen de la persona que hablaba coincidiera con el sonido. Era muy complicado porque un error de segundos cambiaba todo. Una vez llegó el videotape las cosas fueron mucho más fáciles.
La tecnología actual es muy buena pero demasiada complicada para las personas que trabajamos en aquella época. Hoy en día, para hacer una serie de 50 capítulos, contratan al actor al que le dicen que haga 10 escenas, le asignan el dialogo y le pagan por las escenas que haga. Esto puede grabarse en dos días y luego lo editan. En la época en que se hacían las telenovelas, a las 3 pm se hacia el ensayo en vivo y una vez terminado iba al aire a eso de las 8 pm que se transmitía. Recuerdo que el productor tenía que marcar en el piso los movimientos del actor.
Al inicio de la televisión los locutores de radio que pasaron a ella les fue muy difícil porque tenían que estar viendo la cámara. Tenían libreto y bajaban la vista para seguir leyendo hasta cuando llego el teleprompter.
Hoy en día todo es demasiado fácil. Todo va grabado y si hay algún error simplemente se repite. También se ayudan con la IA para adaptar diálogos e imágenes. Es muy fácil pero también complicado al mismo tiempo porque mucha gente ha sido desplazada y perdido sus empleos. Ahora todo se hace con una consola pequeña y un computador. Las consolas grandes se utilizan solo para grandes eventos como conciertos en donde instalan infinidad de parlantes hasta con 40 entradas de audio. Ahora en Colombia están reciclando las viejas telenovelas y muchos actores poco trabajan. La clonación de voces a través de la IA es tremenda.
En su momento se habló de que la televisión iba a reemplazar a la radio, finalmente esta continúa vigente y ahora ambas se enfrentan a las redes sociales y a las nuevas plataformas. ¿Cómo ve el futuro de la radio y la televisión?
Existe un dilema frente a este tema, pero yo sigo siendo un apasionado por la radio. La radioafición fue algo de mucho apoyo a las autoridades de todo el mundo. En las catástrofes como la de Armero ayudamos mucho a entidades como la Cruz Roja.
Ahora, qué pasa con la radio hoy en día. En mi época la señal de la radio iba a través de una cuerda con las dos bandas en AM y FM que se utilizaban en aquel entonces como enlace a las emisoras. Las emisoras que funcionaban eran en la banda AM. Una de las famosas era Radio Santa Fe.
Luego se comercializó el FM y las emisoras no recibían su señal. En la mayoría de las partes hay FM, pero no son emisoras potentes. Hoy el FM es preferencial porque ya hasta los receptores lo traen y la frecuencia en el AM ha desaparecido mucho porque requiere un terreno grande para colocar el transmisor. Digamos que una emisora que tiene una frecuencia de 570 Kilociclos debe tener aproximadamente para colocar la antena de 50 a 100 metros alrededor de la torre. Las emisoras que tenían independencia las están comprando las cadenas radiales y yo diría que la mayoría de las frecuencias las tienen dominadas las cadenas radiales poderosas.
Para mi concepto la televisión es televisión y la radio es radio. Me parece que han equivocado estos conceptos. Por ejemplo, uno ve que transmiten en Blu Radio como si fuera televisión. Eso no es radio. Para mi ambas son distintas. Los monopolios han tratado de invadir todo. Les sale más barato enfocar a los locutores de radio poniéndoles una cámara y mandarlos a la televisión que utilizar realimente un estudio de televisión.
¿Cómo describe su experiencia de vida en los medios?
Afortunadamente mi Dios me dio la oportunidad de jubilarme de la televisión y la radio, pero la radio sigue siendo mi pasión. En el Sena llegué a construir un receptor de radio con tubos. Eso me ha llevado a seguir en esto y siempre ha sido mi pasión. Es más, yo sigo con la radioafición. Sigo con las tecnologías modernas con las que me he adaptado un poco y voy a los cerros y presto mi asesoría para hacer enlaces.
En todo este bagaje de radio y televisión soy un convencido de que los locutores tienen que hacerle sentir al oyente lo que están viendo, por ejemplo, en los deportes. Lo que su corazón les inspira, lo que sus ojos ven, que con su amor a la radio hagan sentir los eventos que están viendo.
Con la edad que tengo aspiro que en una vereda en donde estoy haciendo unos trabajos, la gente pueda tener un acueducto veredal y mi aspiración es montar allí una emisora comunitaria para que los campesinos se informen y aprendan que hay que cuidar el agua. Para educar a los niños y a la gente campesina que el agua no se ensucia, que a las quebradas no se le echa mugre porque si se acaba el agua se acaba la vida.
Muchas gracias.
Ha sido con mucho gusto. Hay veces que ya uno no recuerda algunas cosas porque se olvidan si no se escriben.
"Afortunadamente mi Dios me dio la oportunidad de jubilarme de la televisión y la radio, pero la radio sigue siendo mi pasión."
Jesús Eduardo Ramírez Garzón en el máster de control transmisor de la Radio Nacional de Colombia.
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