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Cuba Libre

Updated: Mar 20, 2020




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Por: Germán Posada



En alguna ocasión un amigo me hablaba de su visita a la Habana y me compartió una anécdota jocosa dentro de un bar en el cual pidió al mesero un trago de “Cuba Libre”. El mesero le respondió que no conocía ningún(a) “Cuba libre” y mi amigo algo tímido le repitió que era un cóctel famoso que tenía sus orígenes en la isla y que él quería probar allí. El mesero riéndose se disculpó y le dijo que era una broma y se dispuso a traerle el famoso coctel.


Sin precedente alguno este miércoles 17 de diciembre -fecha histórica por demás- se tomó de sorpresa al mundo entero la noticia de que luego de 54 años del embargo por parte de los Estados Unidos a la Isla de Cuba, el presidente Barack Obama decidió romper con este bloqueo proponiendo la normalización y la reconciliación con los hermanos cubanos.

Mientras el presidente Barack Obama desde Washington se dirigía en elocuente discurso diciendo: “Hemos elegido cortar el ancla del pasado, porque es absolutamente necesario lograr un mejor futuro: para nuestros intereses nacionales, para el pueblo estadounidense y para el pueblo cubano”.


Su homólogo, el presidente cubano Raúl Castro replicaba desde la Habana diciendo: “Los progresos alcanzados en los intercambios sostenidos demuestran que es posible encontrar solución a muchos problemas. Debemos aprender el arte de convivir de forma civilizada con nuestras diferencias”.


En lo personal yo no he tenido aún la oportunidad de conocer a Cuba, es por esto que sin conocimiento físico más por lo que he leído y escuchado, opino que si dicha reconciliación para algunos denominada “negociación” ayuda a cambiar la vida de sus ciudadanos y en especial a los más humildes, bienvenida sea. Y escribo los más humildes, porque la diferencia de clases sociales en Cuba, si existe.

Así por lo menos nos la describe el periodista y autor Ismael Cala en su libro “El Poder de Escuchar” (pág. 10)


“En esa época mi familia y yo apenas conseguíamos sobrevivir, como la mayoría del pueblo cubano, la comida estaba muy escaza, se medía hasta lo más mínimo Mi madre y mi abuela eran muy cuidadosas, casi magas a la hora de repartir y ahorrar”.

“El máximo líder invitó a los 400 participantes a una recepción en el Palacio de la Revolución. Todos, o la mayoría, padecíamos la misma situación económica. Cuando entramos en aquel magnífico salón de mármol negro, con enormes helechos en medio de las rocas, me pareció haber dejado el mundo real y estar en otra dimensión. Había enormes mesas con finos manteles y cubertería plateada….la mesa caliente tenía todo tipo de carnes, pescados y especies que no podía describir pues jamás las había visto…ni hablar de los panes, dulces, vinos, licores, golosinas. Todo presentado como para una recepción de Estado.”

Un colega de trabajo me contaba que en una de sus visitas a la Isla llevo pasta dental y ropa para regalar y que era increíble ver a las personas que las recibían que hasta corrían de la alegría. Pero lo más desconcertante para él, fue ver cuando la mucama escondía las monedas que recibía de propina, como si estuviera aterrorizada por el hecho de que la vieran cometiendo el más vil de los delitos.


No debe de ser para nada fácil tener que aceptar que no se puede disfrutar de la entrada a un hotel en su propio país y además que en ciertos casos, los servicios de salud son más restringidos para los nacionales que para los extranjeros.

Reinery Díaz, un cantante y rapero cubano radicado en Montreal me contó lo siguiente:

“Yo fuí a Cuba de visita y estando en Varadero como turista, a la entrada de un hotel no querían dejarme entrar, entonces mostré mi ciudadanía canadiense y aparte de disculparse me dejaron pasar, yo estaba con mi mamá y a ella no la dejaron entrar a pesar de que ella ya había viajado a otras partes del mundo”.

“Cuando mi mamá se agravó la doctora que la atendió, me dijo que necesitaba un medicamento que lo tenían en el hospital pero que estaba muy restringido pero que por mi condición de extranjero lo podía comprar en un lugar en donde vendían medicamentos en dólares, cuando pasaron los días otro paciente que estaba al lado de mi mamá me dijo que Cuba era el mejor país del mundo, que él venía del exterior y que lo habían operado gratis, que no había pagado nada en el hospital y que los servicios eran increíbles. A esta persona le estaban dando gratis la medicina que necesitaba mi mamá”.


“X”, voy a llamar a la persona que algunos meses atrás me contó que estaba maravillado de Cuba y del encanto de sus mujeres, obviamente algunas excepciones, porque había estado de visita allí por una semana y había tenido a su disposición para él y su amigo los encantos sexuales de dos hermanas que ansiaban salir de Cuba. Ni él ni su amigo tienen la menor intención de gestionar documentos para que estas mujeres vengan a Montreal pero si están organizando su próxima visita a la isla.


Me parece que el tema sería mucho más largo a tratar pero llegué a la conclusión de que no valdría la pena “acalorarse” discutiendo apasionadamente al respecto y que personajes como los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, el Papa Francisco y el gobierno de Canadá, mediadores para magno evento, Alan Gross, subcontratista norteamericano detenido y condenado en Cuba más los tres espías cubanos presos en los Estados Unidos, todos ellos piezas fundamentales en la “reconciliación-negociación”, además el senador republicano de origen cubano Marco Rubio, férreo opositor al desbloqueo, pasarían a la historia como elementos claves en esta fecha histórica pero que de nada valdrá su protagonismo mientras no exista un verdadero y democrático “Cuba Libre” más que aquel famoso coctel mezcla de ron y cola y que según antecedentes históricos se originó a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX cuando Cuba se proclamó república independiente y quedó bajo la tutela de los Estados Unidos como resultado del conflicto que perdió España en la llamada Guerra Hispano-Estadounidense.


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Germán Posada es natural de la ciudad de Medellín (Antioquia). Estudió Locución para Radio y Televisión en el Instituto Metropolitano de Educación (I.M.E). 
  
En Medellín colaboró en el programa Buenos Días Antioquia transmitido por la Cadena Colmundo Radio y participó en la animación y programación del programa Mirador Comunitario a través del Sistema Radial K (Armony Records). Ambos bajo la conducción y dirección del Periodista antioqueño Carlos Ariel Espejo Marín (q.e.p.d). 

 

Desde el 2001 reside en la ciudad de Montreal en donde ha participado en la realización y animación de los programas radiales Escuchando América Latina  (CKUT 90.3 FM), Onda Latina (CFMB 1280 am) y La Cantina (CFMB 1280). 
  

 

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